31.12.08

Israel o la guerra estilo nazi

El mundo sabe que en Israel existe un régimen que no vacila en parecerse, como una gota de sangre a otra, al sistema de agresión de Hitler.

Veo con asombro que la portavoz del ejército israelí, Avital Leivovitz, anuncia una guerra total contra los palestinos que defienden su suelo patrio. Me hizo recordar el anuncio de “guerra total” del partido nazi, tal como lo precisa el libro Hakenkreuz und Totenkopf (Cruz gamada y cabeza de cadáveres) de Kurt Pätzold y Manfred Weizbecker.

La diferencia es que el proyecto nazi se produjo después de su fracaso en Stalingrado, en tanto que el anuncio israelí de hoy se asienta en la creencia de que, gracias al apoyo de Estados Unidos, la desalmada guerra de agresión contra los palestinos tiene garantizada la victoria.

Esto no es seguro. La reacción del mundo entero, y en particular de los árabes, no promete días tranquilos ni para el sionismo gobernante, ni para sus acólitos del exterior.

La matanza de civiles, en particular de niños, no tiene perdón de Dios ni de los hombres. Los sionistas que gobiernan Israel se equivocan si creen que la humanidad va a perdonar esos crímenes.

Sobre el carácter de ésta no cabe, por demás, ninguna duda.

El 14 de diciembre de 1974, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la definición de agresión que ahora cae, como anillo al dedo, a las acciones criminales del Estado de Israel.

El Artículo I de esa definición es inequívoco:

“La agresión es un uso de la fuerza armada por un Estado contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de otro Estado, o en cualquier otra forma incompatible con la Carta de las Naciones Unidas”.

El Artículo II redondea la definición: “El primer uso de la fuerza armada por un Estado en contravención de la Carta constituirá prueba prima facie de un acto de agresión”.

No sólo la conciencia y los sentimientos de la mayoría de la humanidad condenan, pues, a Israel.

Claro está que el Estado sionista y sus acólitos van a acusar de antisemitas a quienes se oponen a sus crímenes. No es así. Aceptarlo equivaldría a suponer que el judío es una persona que cree que matar niños, como en Auschwitz, es normal.

Hace años, en la notable selección anual de ensayos publicados en Estados Unidos The best american essays (Los mejores ensayos estadounidenses) leí un trabajo de Woody Allen inolvidable. Allí, el genial director de cine y escritor judío informaba que su madre lo había desheredado por denunciar crímenes de Israel (de poca monta comparados con los que hoy se perpetran en Gaza).

Allen sostenía allí que la humanidad parece necesitar más del odio que del amor.

Quienes, desde siempre, admiramos el aporte judío a la cultura y el progreso social, rechazamos los crímenes del Estado neonazi de Israel.

Todo lo que sube tiene que bajar

Resulta totalmente inaceptable la actitud del gremio de choferes de transporte público de negarse a retornar los pasajes a los niveles anteriores al alza decretada en agosto pasado, a pesar de que la caída en el precio de los combustibles los está llevando incluso por debajo de lo que se encontraban meses antes del incremento. Esta actitud tan mercantilista, desafortunadamente, no es sorprendente, ya que en una economía pequeña con mercados imperfectos como la nuestra, donde la competencia no existe o escasea, es usual que los precios internos suban rápidamente a la primera indicación de aumento en las cotizaciones, ya sea del petróleo o de otras materias primas, pero cuando estas bajan, los precios internos desafían la ley de gravedad y se quedan flotando en lo más alto, como si nada hubiera pasado.

Sin embargo, la solución a esta evidente imperfección no debe ser la intervención. Estoy seguro de que muchos aprovecharán entusiasmados esta situación para decir que, ante la falta de mercado, se requiere más Estado. Están totalmente equivocados. La experiencia le ha enseñado al ciudadano que uno siempre sale mal parado cuando hay intentos gubernamentales de control de precios o cuando nuestro bienestar depende de la acción de algún regulador o ente estatal. Por otro lado, las décadas de monopolio y control estatal han inhibido al consumidor y no existe en nuestro país la cultura del reclamo o de la búsqueda insistente para obtener la menor cotización. Por ello, no tengo duda alguna de que la solución pasa por desarrollar la conciencia y, por ende, el poder del consumidor.

¿Cómo lograr este desarrollo? Lo principal es asegurar que se cuente con la mayor transparencia en los mercados. Para ello, los medios jugamos un papel fundamental reportando no solo los abusos de una posición de dominio, como la que tienen los choferes, para que esta sea a su vez cuestionada en las cortes o confrontada en el mercado, por ejemplo, por 'combis’ no agremiadas. También debemos ofrecer al consumidor el servicio de indicarle en dónde puede encontrar precios menores para ropa, gasolina o alimentos. En Perú.21 creemos que, a través de la información, se puede acelerar el desarrollo de un mercado cuyos actores se encuentran hasta ahora complacientemente satisfechos ya que, simplemente, falta competencia.

peru21

Lista de deseos para el 2009

Quien pide poco es un loco, de modo que aquí va nuestro paquetazo de anhelos para el próximo año, no necesariamente en orden de importancia. Si el 10 por ciento de ellos se hiciera realidad, nos sentiríamos más que satisfechos.
-Que el Estado cumpla mejor su función social

-Que los narcoterroristas del VRAE dejen de asesinar

-Que haya un crecimiento de al menos 5% pese a la crisis global

-Que el ministro Valdivieso tenga más sensibilidad

-Que sean eficaces los planes de Seguridad Ciudadana


-Que, en consecuencia, disminuyan asaltos en carreteras y secuestros

-Que Tolerancia Cero funcione y no se produzcan más accidentes

-Que baje la gasolina a su precio real

-Que en el Congreso no se produzca ningún escándalo

-Que se descubra a los chuponeadores del petroescándalo

-Que no se rematen instalaciones de las FFAA

-Que las ONG caviares dejen de perseguir a los militares

-Que Alan se exponga menos en los medios

-Que Toledo suprima ese falso e irritante acento gringo

-Que a Yehude le funcione primero el cerebro y después la lengua

-Que Lourdes no declare desde una piscina

-Que Ollanta siga un curso básico de economía

-Que Keiko hable de otros temas y no solo del “megajuicio”

-Que Fujimori reciba una sentencia justa sin presión mediática

-Que le hagan justicia a los deudos de Mesa Redonda

-Que le hagan justicia a los deudos de Utopía

-Que Pancho Tudela no atormente más a su anciano padre

-Que Espinoza no grabe a nadie con su Blackberry

-Que Rospigliosi deje de pontificar sobre temas de seguridad

-Que Joselo no sea tan candelejón cuando habla de Chile

-Que Chile deje de lado su carrera armamentista

-Que Hugo Chávez cese su injerencia en el Perú

-Que Evo Morales no se meta en nuestros asuntos

-Que la CGTP y el Sutep ingresen al siglo XXI

-Que la TV difunda más cultura y menos culebrones

-Que los alcaldes terminen de reparar las pistas rotas por APEC

-Que la Selección nos dé siquiera una alegría

Quisiéramos seguir pero se nos acaba el espacio. Y si alguno de estos deseos, o todos, parecen una quimera, recuerden el proverbio chino: seamos realistas y pidamos lo imposible. Le deseamos a nuestros lectores un feliz y próspero año 2009.

De Abusada

Copio una carta interesante: Estimado Aldo: Veo con sorpresa que has malinterpretado mis declaraciones en el sentido de que me opongo a la rebaja de los combustibles.

Todo lo contrario. Creo que los combustibles se deberían ajustar frecuentemente, si es posible cada semana, de acuerdo con la cotización mundial del crudo. A lo que me oponía en una entrevista con Althaus era a la propuesta de un coentrevistado que sugería que se rebajen los combustibles en 30% inmediatamente, sin que el Estado recupere los US$1,500 millones que absurdamente gastó en un subsidio que sólo favorece al 5% más rico de la población, y que se pague la deuda pendiente con las refinerías con dinero fresco de todos los contribuyentes.

Creo que el subsidio se está recobrando apropiadamente al conjugar la gradual recuperación con rebajas sucesivas de los precios al consumidor. Entiendo que en enero se ha programado una rebaja sustancial adicional y que la idea de ajustar frecuentemente los precios para reflejar la tendencia en el precio del crudo ha sido aceptada por el ministro de Economía.

Sobre tu comentario final con respecto a mi asesoría a Baca y la crisis de pagos que se inició en esa época, pongo de testigo al ministro Jorge Camet (a quien sí asesoré) de mi temprana advertencia (con gran anterioridad al surgimiento de una crisis de crédito al darse el rompimiento de la cadena de pagos) sobre la lentitud del BCR en actuar, proveyendo más liquidez.

También recordarás que, a diferencia de ahora, en ese tiempo el fondeo bancario provenía de líneas de corto plazo del exterior y por lo tanto la situación no era tan sencilla, ya que éstas se cortaron abruptamente. Ello aunado a la devaluación de 16% en 1998 -más 11% en 1999- ocasionó la insolvencia de muchísimas empresas. Atentamente, Roberto Abusada.

Discrepo de mi amigo Abusada en algunas cosas. Ese Fondo no fue una mala idea de emergencia, aunque nadie previó que casi, casi degenera en subsidio. Evitó que el galón fácil pase los S/.20, como debió ubicarse en determinado momento, y que por ende la inflación se dispare. Imagínense cómo hubieran subido los pasajes, los fletes, la comida, etc. con el galón sobre los S/.20. Es cierto que fue una apuesta arriesgada y que felizmente -¡con las justas! ¡García es un suertudo!- resultó exitosa al desplomarse el barril de crudo en junio. Por eso no creo que eso haya beneficiado sólo al 5% más rico sino a todos. Y sí coincido con su coentrevistado en que se pueden financiar esos US$400 millones que aún se le deben a las refinerías y bajar más agresivamente el galón ahora mismo.

Coincido también en que el BCR nos fregó a todos en 1998, ahondando esa recesión al no soltar liquidez a tiempo, para luego devaluar a la mala, tal como antes nos dañó con altísimas inflaciones, maxidevaluaciones e hiperinflación en los 80 (¿te acuerdas, Webb?).

Otro error del BCR de esa época -y hay que reconocer que J.J. Marthans fue el único que la vio y advirtió de eso mucho antes en varios artículos- fue permitir esa peligrosa concentración de capitales de corto plazo.

Por eso no confío mucho en los tecnócratas del BCR, que son los mismos de esa época, y solamente espero que no la embarren otra vez. Me preocupa cómo han quemado US$6 mil millones en reservas en menos de seis meses cuando aún no llega lo peor de la crisis y no entiendo por qué aún no sueltan todo el encaje de una vez. No sé qué esperan.

PD: ¡Feliz año! Esta columna ya regresa.

Aldo Mariátegui

De la bonanza a la solidaridad

2008: el año en que cambió la perspectiva.

El 2008 que hoy termina se recordará por muchos motivos, pero quizá el principal será que fue el primer año, en más de un lustro, en el que se previó que el período siguiente no sería tan bueno como el anterior. La sensación es que llegó el tiempo de las vacas flacas. La duda es cuán flacas serán las vacas.

En efecto, desde por lo menos el 2002, cada fin de año tenía la proyección de que el año siguiente sería mejor que el anterior. Esto no es así en este 2008, pues la crisis financiera internacional acabará teniendo, inexorablemente, un efecto negativo sobre la economía nacional.

Es cierto que la peruana es una de las economías mejor preparadas en la región para enfrentar el vendaval que viene del exterior, pero no es verdad –como se creyó en un momento, y se proclamó desde el gobierno– que estemos ‘blindados’.
Si tanto esfuerzo se hizo desde los años noventa por reinsertar al Perú en el circuito financiero internacional, y luego, con el nuevo siglo, por participar activamente en el proceso de globalización a través de una serie de acuerdos comerciales y emprendimientos empresariales en otros mercados, es lógico que –salvo que seamos marcianos– el enfriamiento de las principales economías mundiales nos tiene que golpear.

Cuán duro será el golpe todavía está por verse, y dependerá –en lo fundamental– de la administración y evolución de la crisis en las naciones más desarrolladas, y de la recuperación de la confianza en los mercados, que es, en el fondo, lo que se quebró durante el año 2008.

Al Perú lo que le corresponde es estar atento a la evolución del problema y tomar medidas anteladamente para, dentro de lo que es posible, contrarrestar los efectos de la crisis global.

En dicho contexto, será relevante el concepto de solidaridad que se debiera reforzar en un período en el que las cosas se pueden poner, en algunos sectores, particularmente complicadas. Por ejemplo, las empresas debieran ser un poco más creativas que recurrir al instrumento simplón de despedir trabajadores antes de pensar en otras alternativas de ajuste, así como recordar que muchas de ellas han tenido, especialmente en el último lustro, un período de bonanza inusual.

Como sostiene con acierto un comunicado reciente de la asociación empresarial Perú 2021, “las crisis son pasajeras, los países permanentes”. Y no hay que olvidar que los países son su gente, las personas, no solo los balances y los estados de pérdidas y ganancias.

Les deseo un 2009 con felicidad y solidaridad a todos los lectores de La República.

¿Mafia?

El Estado, por mandato constitucional, está obligado a defender la vida de la persona humana. Por ello es inaceptable que el ciudadano Édgar Núñez, a la sazón congresista de la República y presidente de la Comisión de Defensa y Orden Interno del Parlamento, se encuentre amenazado de muerte por investigar corruptelas. Nos referimos a la indagación que ha anunciado sobre el nada claro reparto de gasolina a miles de unidades motorizadas de la Policía Nacional del Perú PNP.

El caso amerita una profunda y detallada investigación por la forma como se ha presupuestado, distribuido y consumido el diésel y las gasolinas de distinto octanaje en la institución policial cuando menos en los últimos cinco años. Se necesita entonces conocer todos los antecedentes para precisar cuánto combustible se ha quedado en el camino engordando la billetera de malos funcionarios públicos y personajillos del sector privado que se habrían prestado a tamaño desfalco contra los contribuyentes del país.

No hay lugar a retrocesos. Respaldaremos a plenitud el trabajo de la Comisión de Defensa y Orden Interno del Congreso de la República. Es tiempo que se siga el hilo de la madeja y se llegué hasta los más altos responsables de esta estafa al Erario. Para ello se necesita que todas las instituciones de control e inteligencia estatales investiguen los signos exteriores de riqueza, si lo hubiera, de quienes ocuparon –y ocupan– cargos administrativos estratégicos vinculados al reparto de combustible a todas las comisarías y cuarteles policiales de la costa, sierra y selva. Si la PNP tiene que pasar un trago amargo, debe hacerlo. Pero no se debe dejar que se frustre esta fiscalización. Es la manera de recobrar la moral y honestidad de esa institución nacional. Al margen de si el “gasolinazo” es mayor o no al que ocurrió en el Ejército, pues nadie tiene derecho a robar ni siquiera un litro de combustible destinado a los vehículos que sirven a la defensa nacional o a la seguridad ciudadana.

Determinar a ciencia cierta qué monto y quiénes estarían detrás de una irregularidad como esta –acaso delito– es punto elemental de la agenda del año 2009. Formulamos votos para que no transcurran semanas y el tema del combustible policial se vea entrampado. Con mayor razón si hay amenazas contra la vida de un congresista, hecho que debe generar inmediatamente la reacción de toda la representación nacional contra los posibles autores de semejante temeridad. Por último, en este asunto de corrupción también nos preguntamos si en medio de las existentes mafias del combustible está la explicación de por qué hasta hoy no se convierten los patrulleros a gas natural vehicular (GNV).

Candidata a la contraloría

¿Quién debe dar la venia como si estuviésemos en un baile? Nada menos que el Congreso, que no tiene noción de lo que significa la lucha anticorrupción

Por: Abelardo Sánchez León

Escribir de Ingrid Suárez Velarde es un reto ya que no la conozco; prácticamente muy pocos deben conocerla y, sin embargo, me parece un tema pertinente para finalizar el año: ella pretende ser titular de la Contraloría General de la República, cuya principal misión es la lucha contra la corrupción. ¿Quién debe dar la venia como si estuviésemos en un baile cortesano? Nada menos que los congresistas, que no tienen noción de lo que significa esa lucha. Resulta paradójico que políticos tan cuestionados decidan su designación. Su hoja de vida es interesante y explica que sean pocos los que la conozcan: ingeniera industrial, dueña de una maestría en dirección de empresas, años trabajando en la banca y asesora del Ministerio de la Producción. Lo que se dice, una técnica. ¿Pero, y la lucha contra la corrupción? El mismo Congreso cuestiona esa laguna en su currículum, como si ese vacío no los favoreciera en un principio.


Hasta Alan García ha declarado que ser mujer es un punto a su favor, en la medida, suponemos, que son más rectas que los varones. Y eso que Ingrid no es rubia del todo, porque según sus declaraciones, le gustan los peruanos cobrizos, pero creo que cuando se trata de mujeres las prefiere rubias.


Ingrid tiene 47 años, una edad espléndida, pero carecemos de más datos. Me gustaría que fuese una mujer 'con pasado', sin que ese pasado la condene, por cierto, a pesar de haber asesorado a Rafael Rey.


Resulta curioso que la prensa no haya indagado sobre su vida privada en la misma medida que lo hace con los hombres. Hay un punto de partida que se mantiene incólume en nuestra idiosincrasia: si una mujer decide ingresar al ámbito público, debe estar limpia. Si, además, es ingeniera, hemos tropezado con una 'zanahoria'.


Pero como el Perú es un país de hombres desconfiados, digamos amoral e inmoral, piensan que una mujer sin calle resultaría poco idónea para enfrentar la corrupción que nos acecha.


La lucha contra la corrupción es difícil porque nos ha salpicado a todos. Pocos son los que gozan de una autoridad inmaculada para sancionar. Los congresistas deben sentirse mucho más cómodos en otras faenas, sin negociar con mujeres profesionales. ¿O preferirán quizá, para ocupar el cargo, a un militar como Edwin Donayre, parlanchín, medallero y mediático? Si hay que correr riesgos, es preferible que sea por una mujer.

El tren eléctrico en marcha

Por: Alberto Sánchez Aizcorbe (*). Alcalde de La Victoria

Con renovado entusiasmo la ciudadanía ha recibido la noticia de la entrega en concesión, el próximo 16 de enero, de la línea 1 del tantas veces postergado sistema de transporte eléctrico de Lima y Callao. Línea que en su primera etapa cubrirá los 22 kilómetros entre la estación de Villa El Salvador y la del Hospital 2 de Mayo, en el Cercado de Lima.


Los peruanos hemos gastado desde 1995, año en el que el consorcio encargado de la ejecución del proyecto entregara al Gobierno Peruano los 10 kilómetros operativos entre Villa El Salvador y Atocongo, alrededor de 200 millones de soles para mantener con vida instalaciones, infraestructura y material rodante, compuesto de cinco trenes de seis vagones cada uno y dos vagones de retén.


Con esa cantidad hubiésemos podido extender la línea hasta la estación de Benavides y el proyecto ya se hubiera justificado; pero no, la falta de visión de futuro y acaso la mezquindad política prevalecieron y el tren se detuvo en Atocongo, sin culminar recorrido alguno. Pero no es hora de lamentaciones.


La noticia está en todos los periódicos y nos llena de alegría. Los que sufrimos por años la falta de presupuesto y la indiferencia de gobiernos anteriores, de funcionarios y asesores nacionales e internacionales que han boicoteado durante años el sistema eléctrico de transporte, nos alegramos del aporte económico del Gobierno Central que hará posible la culminación de esta primera etapa, pues Lima se había quedado a la saga en materia de transporte urbano.


La ciudad de Santo Domingo, que comenzó hace tres años la construcción de la Línea Norte Sur, inicia el año 2009 inaugurándola. Buenos Aires, Sao Paulo, Santiago de Chile, Monterrey y demás ciudades que ya contaban con líneas de subterráneo repotencian flotas y amplían recorridos. Al alcalde Moreno de Bogotá le he escuchado anunciar, acompañado por el representante del BID en Colombia, el cronograma para el respectivo proyecto del metro. Lima no se puede quedar atrás .


* EX PRESIDENTE EJECUTIVO DE LA AUTORIDAD AUTÓNOMA DEL TREN ELÉCTRICO

Reflexiones: quince años después

Por Samuel B. Abad Yupanqui. Constitucionalista


Hoy 31 de diciembre se cumplen 15 años desde que entró en vigencia la Constitución de 1993, que como ha sido frecuente en nuestra historia republicana surgió luego de un golpe de Estado. No obstante, desde que se reinstauró la democracia importantes fuerzas políticas anunciaron volver al texto de 1979, vigente desde julio de 1980, es decir, volver al texto firmado por Víctor Raúl Haya de la Torre. Quince años después ello no ha ocurrido.


Diversas razones contribuyeron a ese resultado. Por un lado, el infundado temor de que volver al texto anterior produciría un caos o un vacío. No es exacto, se podía volver actualizándolo tal como lo propuso el informe de la comisión convocada por el presidente Paniagua en julio del 2001. También, se alegó la defensa del modelo económico introducido por la Constitución de 1993 y la preocupación porque el cambio afectaría las inversiones. Sin embargo, la mayoría de actividades económicas podían realizarse con el texto anterior, salvo --obviamente-- la estatización de la banca que ahora el presidente no la plantearía. Es decir, había razones y fórmulas normativas para volver al régimen constitucional de 1979 sin generar vacíos ni desestabilizar el país.


Lo que ha ocurrido es que las fuerzas políticas en el Congreso no se han puesto de acuerdo. Hemos tenido avances, como el informe de la comisión Paniagua (2001) y las propuestas de reforma lideradas por el ex congresista Pease (2002-2003), pero innumerables retrocesos. No ha habido consenso para un cambio. Pareciera que en buena parte de nuestra clase política --con notables excepciones-- no existiera un sentimiento constitucional, es decir, una búsqueda por construir una institucionalidad democrática respetuosa de los derechos humanos. Un ejemplo, reciente es insistir en que el presidente de la República designe a los jueces militares, afectando como lo ha dicho el Tribunal Constitucional (TC) su autonomía e independencia, pues según la Constitución quien nombra a los jueces es el Consejo Nacional de la Magistratura. Como expresamente dijo el TC: "La intervención del Poder Ejecutivo, directa o indirectamente, en el nombramiento de los jueces militares, representa un atentado contra la independencia judicial y la garantía de imparcialidad. Ese ha sido también el criterio de la Corte Interamericana de Derechos Humanos" (STC 023-2003-AI/TC, fundamentos 58 y 59).


Quince años después la Constitución de 1993 subsiste. Sin duda con cambios importantes como la reforma a la descentralización y el rediseño del modelo económico fijado por el TC que en los últimos años ha cumplido un importante papel para revitalizar el texto constitucional. Ahora solo resta afianzar nuestra institucionalidad con esa Constitución, reconociendo que tenemos una débil clase política. Ha resultado más fácil ordenar nuestra economía que fortalecer nuestra institucionalidad.


En definitiva, hubiera sido posible volver al texto anterior. Hubiera sido un mensaje histórico y simbólico. Quince años después el texto de 1993 ha superado la vigencia de la Carta anterior que no llegó a cumplir doce años y volver a ella parece imposible. Ello da cuenta que en nuestro país aún no hemos logrado interiorizar un sentimiento constitucional y que los golpes de Estado siguen dejando huella.

¿Cuándo bajará el precio de los combustibles?

La grave crisis financiera internacional, que como efecto dominó ha contagiado a casi todo el mundo con cuadros afiebrados de recesión y desaceleración, ha presionado también a la baja estrepitosa de los precios del petróleo, lo que se supone debería tener un correlato proporcional en el precio de venta de los combustibles y, por el efecto cadena, del transporte y de los principales productos alimenticios.


Sin embargo, ello no ha sucedido en el Perú. El precio del barril de petróleo pasó de 150 dólares a menos de 40, pero es mínimo o nulo el ajuste en las refinerías y grifos locales, lo que está causando serio malestar e indignación entre los consumidores.


¿Qué está pasando? ¿Por qué apenas suben los precios internacionales las estaciones de servicio tienden automáticamente a subir los precios, pero cuando bajan no sucede lo mismo? La inusual situación anterior obligó al Gobierno a crear un Fondo de Compensación, con la saludable intención de que los precios internacionales no se trasladaran al consumidor.


Pero, pasada la etapa crítica del crudo, los peruanos exigimos que los mecanismos de mercado regulen los precios locales. Al respecto, el jefe del Gabinete demandó una moderación de precios y luego el presidente Alan García anunció una rebaja, pero solo de S/.1,50 en las próximas semanas, lo que no parece suficiente. Según los expertos, la reducción del petróleo en los últimos dos meses ha sido mayor al 60%, pero las tres rebajas a partir de octubre no superan el 15% del monto inicial.


La explicación oficial es que la mayor parte de esta reducción se destina a compensar el citado fondo, que obligó al Gobierno a pagar hasta S/.2.400 millones a las refinerías. Ahora, cuando el precio del crudo está bajando, el fondo se está recuperando, pero aún quedan compensar S/.1.000 millones.


¿Es todo lo que se puede hacer? Pensamos que no. Si por una parte las refinerías y griferos deben asumir responsabilidad por no haber hecho caja en la etapa previa, el Gobierno debe aceptar que no ha sido lo suficientemente claro para explicar el fondo del asunto, sobre todo lo concerniente a los mecanismos del fondo de compensación, que en general ha funcionado bastante bien.


No se trata de demagogia sino de simple lógica y sentido común: esperar que se recupere totalmente el fondo para recién trasladar la caída del crudo daría una muy mala señal a los consumidores sobre el modelo económico y las reglas del mercado. Por tal razón, en el entretanto el Gobierno puede ahora propiciar la gradual reducción de precios, así como avanzar en reducir paulatinamente la alta tasa del Impuesto Selectivo al Consumo a los combustibles. También podría incentivar aun más la competencia de precios entre las estaciones de servicio, en lo que pueden ayudar los medios de comunicación publicando las listas de precios comparados.


A propósito de todo esto, subrayamos la urgencia de continuar promoviendo el cambio de la matriz energética orientada a utilizar de modo más intensivo el gas natural como fuente de energía. Y no solo porque contamos con el recurso, sino también porque es más barato y menos contaminante, lo que son factores preponderantes hoy cuando el riesgo del calentamiento global tiene altísima prioridad en la agenda mundial.

Israel o la guerra estilo nazi

El mundo sabe que en Israel existe un régimen que no vacila en parecerse, como una gota de sangre a otra, al sistema de agresión de Hitler.

Veo con asombro que la portavoz del ejército israelí, Avital Leivovitz, anuncia una guerra total contra los palestinos que defienden su suelo patrio. Me hizo recordar el anuncio de “guerra total” del partido nazi, tal como lo precisa el libro Hakenkreuz und Totenkopf (Cruz gamada y cabeza de cadáveres) de Kurt Pätzold y Manfred Weizbecker.

La diferencia es que el proyecto nazi se produjo después de su fracaso en Stalingrado, en tanto que el anuncio israelí de hoy se asienta en la creencia de que, gracias al apoyo de Estados Unidos, la desalmada guerra de agresión contra los palestinos tiene garantizada la victoria.

Esto no es seguro. La reacción del mundo entero, y en particular de los árabes, no promete días tranquilos ni para el sionismo gobernante, ni para sus acólitos del exterior.

La matanza de civiles, en particular de niños, no tiene perdón de Dios ni de los hombres. Los sionistas que gobiernan Israel se equivocan si creen que la humanidad va a perdonar esos crímenes.

Sobre el carácter de ésta no cabe, por demás, ninguna duda.

El 14 de diciembre de 1974, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la definición de agresión que ahora cae, como anillo al dedo, a las acciones criminales del Estado de Israel.

El Artículo I de esa definición es inequívoco:

“La agresión es un uso de la fuerza armada por un Estado contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de otro Estado, o en cualquier otra forma incompatible con la Carta de las Naciones Unidas”.

El Artículo II redondea la definición: “El primer uso de la fuerza armada por un Estado en contravención de la Carta constituirá prueba prima facie de un acto de agresión”.

No sólo la conciencia y los sentimientos de la mayoría de la humanidad condenan, pues, a Israel.

Claro está que el Estado sionista y sus acólitos van a acusar de antisemitas a quienes se oponen a sus crímenes. No es así. Aceptarlo equivaldría a suponer que el judío es una persona que cree que matar niños, como en Auschwitz, es normal.

Hace años, en la notable selección anual de ensayos publicados en Estados Unidos The best american essays (Los mejores ensayos estadounidenses) leí un trabajo de Woody Allen inolvidable. Allí, el genial director de cine y escritor judío informaba que su madre lo había desheredado por denunciar crímenes de Israel (de poca monta comparados con los que hoy se perpetran en Gaza).

Allen sostenía allí que la humanidad parece necesitar más del odio que del amor.

Quienes, desde siempre, admiramos el aporte judío a la cultura y el progreso social, rechazamos los crímenes del Estado neonazi de Israel.

30.12.08

El poder del dinero

Por: Mariella Balbi

Siempre se dijo que el dinero no garantiza la felicidad. Con acierto el gran Groucho Marx añadió que era mejor llorar sobre un Mercedes Benz que sobre un Volkswagen. La crisis financiera mundial parece darle la razón a Groucho, principalmente en EE.UU. Los directivos de entidades financieras que llevaron a la quiebra a varios bancos, perjudicando a millones de clientes, no la pasan nada mal. Según un artículo del "The New York Times" en español, que distribuye acá un medio local, se rumorea con fundamento que la señora Fuld, esposa del presidente ejecutivo del arruinado y extinto Lehmann Brothers, gastó 2.225 dólares en una cachemira, comprada en la exclusiva tienda Hermes. Este grupo de arruinados pero beneficiados con jugosos bonos ingeniosamente pide a los empleados de las tiendas triple A que les entreguen los lujosos artículos en bolsas corrientes, para no levantar la ira santa y justa de los perjudicados.


A estas alturas ya hay consenso de que la fuerte crisis se originó por un exceso de ambición y voracidad por el dinero. Motivaciones tan humanas como la pasión y la gula. Todas las teorías económicas, los ríos de tinta vertidos en miles de libros sobre el tema sirvieron de poco. Menos sirvió la existencia de la Comisión de Intercambio de Valores, la SBS gringa; se colige que no quisieron ver, seguramente guiados también por la seducción del platal. Este descalabro colosal tenía que contar con un Clae, ni modo. Aunque muchos quieran puntualizar que Madoff no es nuestro criollo Manrique, la codicia insaciable de quienes perecieron financieramente es la misma. Ajeno al realismo mágico de Manrique, Madoff ofrecía un jugoso 12% de interés. Como en el Perú, el peso feroz de la realidad llevó a los 'madoffistas' a la ruina, con suicidio incluido.


En la misma edición del "The New York Times" se reseñan los gigantescos sobornos que durante años pagó la empresa alemana Siemens. En cuatro años destinó más de 200 millones de dólares para 'aceitar' a funcionarios venezolanos encargados de las vías del metro, a mexicanos por la modernización de refinerías, de Israel, Argentina, China y Rusia entre otros. El 'sello de calidad' de Siemens, su manejo empresarial, se sustentaba en la coima, ni más ni menos.


No es difícil concluir que la corrupción no tiene cura, ni nunca la tendrá. El poder del dinero resulta siendo más eficiente, más atractivo que la desubicada honestidad. Así las cosas, será difícil que la crisis mundial se supere en un año. Nadie confía en nadie y, como bien se sabe, economía es confianza. Pese a todo, un burbujeante y animado 2009.

¿Costa Verde para todos?

Por: Jorge Ruiz de Somocurcio H. Ex regidor de Somos Perú

Es una lástima que después de todas las declaraciones de amor hacia la Costa Verde del Ejecutivo y de los alcaldes, el resultado final pareciera una nueva oportunidad perdida.


¿Cuál es la situación real? La actual autoridad tiene seis años sin que se haya promovido algo a favor de su desarrollo. Todo lo contrario. Se perdieron terrenos y playa en Barranco, Magdalena y Chorrillos con alcaldes distritales diferentes a los actuales, pero con la misma autoridad en Lima.


En menos de un año se anuncia la modificación total de la visión urbanística, aprobada por ordenanza el 2007, sin ninguna explicación. Pero lo más grave en ambos casos es la ausencia total de consultas ciudadanas. La sociedad civil, que podría expresarse a través de los colegios profesionales o universidades, así como el sector privado han sido ignorados. Y el Instituto Metropolitano de Planificación, que podría garantizar una solvencia profesional, es desautorizado por el alcalde de Lima. Queda la sensación del perro del hortelano, cuando en realidad se podría aprovechar la buena disposición del Ejecutivo, no solo como cajero, sino como socio, en un proyecto que le ha quedado grande a la Municipalidad Metropolitana.


La Costa Verde es propiedad de los peruanos. No es patrimonio intangible de quien no puede desarrollarla. La Autoridad Autónoma de la Costa Verde se creó mediante una ley y puede ser reformulada por el mismo medio, en una nueva autoridad con el Gobierno Nacional --a través de Pro Inversión, por ejemplo--, los municipios, la sociedad civil, la Marina y el Callao. Esto garantizaría una gestión más completa.


Lo que no se entiende es la satanización de la inversión privada. Tengo conocimiento de que tanto Magdalena como San Isidro y Miraflores tienen iniciativas privadas, por casi S/.1.000 millones, respetuosas del ambiente y que estaban solo a la espera del famoso reglamento.


La inversión privada en hoteles, vivienda, recreación, turismo, cultura o servicios no tiene por qué ser contraria al medio ambiente. Lo que necesita son parámetros claros. Es más, la Costa Verde podría ser un modelo de manejo ambiental y autosostenible con inversión privada que garantice el tratamiento de aguas servidas, uso de energía eólica y solar, una adecuada infraestructura vial, un cinturón ecológico para ganarle más área al mar, incorporando al Callao y la isla San Lorenzo como área turística y residencial. Tiene que ser vista como un 'mix' de inversión público-privada como única garantía para movilizar los no menos de S/.1.500 millones que se necesitan para su desarrollo.


De todos los anuncios, solo quedó claro que Miraflores convertirá en verde su parte de costa. No nos han ofrecido metas, plazos, costos, ni una imagen integral que involucre al Callao y como financiarla. Por lo que todo hace pensar que la Costa Verde seguirá siendo el terral que es ahora, excepto que, como en el Pentagonito, la sociedad civil exija un cambio.

El Cusco contra Hiram Bingham

EL VALOR DE LA COLECCIÓN DE MACHU PICCHU

Por Teodoro Hampe Martínez. Historiador


Como es bien sabido, el pasado viernes 5 de diciembre, en un juzgado de Washington D.C., la República del Perú interpuso una demanda contra la Universidad de Yale. La demanda tiene por objeto reintegrar al patrimonio cultural de la nación una serie de objetos arqueológicos que fueron obtenidos ilegal y fraudulentamente hace cerca de un siglo, especialmente de la ciudadela de Machu Picchu. El director científico de aquella expedición fue el profesor de historia latinoamericana y aventurado explorador Hiram Bingham III.


La demanda interpuesta en Washington ha causado un poco de sorpresa, pues en algún momento se llegó a decir que el litigio judicial sería iniciado en la ciudad del Cusco. Machu Picchu es sin duda un patrimonio cultural del Perú y de toda la humanidad, pero pertenece ante todo a los cusqueños como herederos directos de los incas y de su civilización. Por eso conviene recordar ahora que la confrontación del Cusco contra Hiram Bingham se inició hace ya muchos años, cuando se llevaba a cabo la expedición peruana de 1914-1915.


Por entonces se suscitó una encendida polémica en los medios intelectuales cusqueños. Esto impulsó al profesor yanqui a escribir una extensa carta al diario El Comercio de esa ciudad, que había publicado el contrato oficial, suscrito con la Universidad de Yale, que autorizaba a esta a realizar estudios y excavaciones en territorio peruano. En respuesta, el Instituto Histórico del Cusco, encabezado por Luis E. Valcárcel, protestó por el monopolio que el gobierno de Benavides había otorgado a la misión estadounidense.


Bingham justificaba el privilegio obtenido diciendo que era "para conservar mejor los grandes monumentos del Perú y hacer responsable a una sola institución, en lugar de varias, lo que siempre se hace difícil y negativo". Al mismo tiempo, insistía en que Yale solo perseguía fines científicos, buscando ampliar los conocimientos en antropología, geología, geografía, osteología, etnología e historia en general.


El asunto de las excavaciones llevadas a cabo por el equipo norteamericano generó bastante revuelo en el Cusco. Una información periodística revela que en el local de la Prefectura se realizó la apertura pública de cuatro cajones "sindicados de contener valiosas antigüedades provenientes de las excavaciones".


A pesar de la expectativa general, se comprobó que no había en dichos cajones ningún material de gran importancia. La mayor parte eran fragmentos de alfarería y huesos de momias, recolectados para servir de base a los estudios de la expedición peruana.


El 13 de junio de 1915, se dirigió Bingham al Instituto Histórico del Cusco para procurar refutar las acusaciones y sospechas que se habían levantado contra el trabajo de su comisión. Su comunicación refleja la prevención que ya entonces existía de que se habían enviado las piezas más importantes afuera. En respuesta, Bingham reveló que encontraron un tupu de plata pero absolutamente nada de oro, y afirmó que ninguna parte de su investigación poseía carácter secreto. Por último, expresó que nunca había cometido actos contrarios a la ley ni al sentimiento del Perú.


A pesar de estas buenas palabras, Bingham se negó a cumplir el compromiso de devolver al país 74 cajones con objetos arqueológicos que fueron enviados a New Haven después de su partida. Sus herederos científicos, los responsables del Museo Peabody de Yale, han inventado diversos argumentos para minimizar el valor de esas piezas que corresponden sin duda a la tierra donde se originaron. Esperamos que la cordura se imponga y que este oprobioso capítulo de imperialismo cultural tenga el final que todos deseamos.

Mayor presencia del Estado para recuperar Vizcatán

Así como saludamos la firme voluntad del Gobierno y de las Fuerzas Armadas y Policiales para recuperar el territorio nacional ocupado por un grupo de delincuentes narcoterroristas, debemos lamentar también la muerte de un soldado en una anunciada contraofensiva, un sacrificio que la ciudadanía deplora y reconoce.


Son muchos los avances de las fuerzas del orden, pero es evidente que aún falta mucho para superar los factores adversos y lograr el objetivo final. Todo ello exige un replanteamiento de la estrategia, que pasa necesariamente por una mayor presencia del Estado en tan alejadas como difíciles partes del territorio.


El Comercio ha estado presente en el campo de operaciones, realmente infernal. A la tupida jungla, casi constantemente cubierta por nubes bajas, hay que agregar que allí se han refugiado entre 200 y 300 terroristas que disponen de abundante dinero procedente del narcotráfico y cuentan, además, con buen armamento y conocimiento pleno de la zona que consideran su "santuario". Allí han colocado infinidad de trampas que hacen que el avance de las Fuerzas Armadas sea cauteloso y lento.


No se puede menospreciar la capacidad de ataque de los narcoterroristas, incluso para atacar a un helicóptero militar. Por lo mismo, tiene que abandonarse definitivamente la idea equivocada de que se puede derrotar a este enemigo fácilmente.


Al más alto nivel político y operativo, lo primero que debe considerarse es la necesidad de hacer el máximo esfuerzo económico para reforzar a los combatientes del VRAE y darles ventaja tecnológica sobre los narcoterroristas. Así, no solo podrán enfrentar en mejores condiciones logísticas al enemigo, sino que verán reforzada su moral al sentir que la inmensa mayoría de peruanos aprecia su esfuerzo y sacrificio.


Todo el personal que se destaque al VRAE tiene que contar con un entrenamiento de combate en la selva. Es urgente repotenciar los helicópteros MI-25 de la FAP, que son blindados y artillados, pues los que ahora operan en Vizcatán son del Ejército y carecen de blindaje, con los grandes riesgos implícitos. Se requiere también revisar y, eventualmente derogar, el D.L .824 que no autoriza a las FF.AA. a luchar contra los narcotraficantes.


Dicha política de interdicción tiene que ser complementada con otra de mayor presencia del Estado a través de sus diversos organismos e instrumentos, en ámbitos tan descuidados como educación, salud y apoyo social. La población tiene que sentirse integrada a la peruanidad y confiar en que cuentan con el Gobierno para desarrollarse, ejercer sus derechos fundamentales y acudir a la ley y los mecanismos de diálogo para zanjar diferencias.


Finalmente, debemos recalcar que este nuevo abordaje político debe ser gestado y manejado por autoridades civiles, para no repetir la nefasta experiencia de los comandos político-militares de las décadas pasadas.


No hay tiempo que perder. Lo que se viene haciendo y lo que se proyecta hacer que sea pronto, sin morosidades exasperantes y hasta riesgosas para la vida de la tropa y de la población civil.

Guía para perplejos

Algunos lectores y amigos nos han escrito y telefoneado para opinar que nuestra columna anterior sobre los últimos sucesos en Medio Oriente era entendible solo por aquellos familiarizados con el tema y que le faltaba contexto. Por eso hoy trataremos de subsanar ambas observaciones.
En septiembre de 2005 culminaron 38 años de ocupación israelí de la Franja de Gaza, producida durante la Guerra de los Seis Días de 1967. En aplicación del Plan de Desconexión que aprobaran el Gobierno de Ariel Sharon y el Parlamento, la zona quedó en control total de los palestinos.

En enero de 2006, los palestinos realizaron elecciones parlamentarias. El partido oficialista Al Fatah, fundado por Arafat, fue derrotado por el grupo islámico extremista Hamás, que obtuvo mayoría en el Consejo Legislativo Palestino de 132 escaños. Inmediatamente, el Primer Ministro Ahmed Qurei, perteneciente a Al Fatah, dimitió junto con su gabinete. Luego de tres meses de la formación de un Gobierno de Unidad Nacional entre Al Fatah y Hamás, crueles luchas intestinas se desataron entre ambas facciones y Hamás prevaleció y tomó el control en Gaza.

A partir de entonces, y durante tres años, Hamás arrojó más de 10 mil misiles a territorio israelí. Hace seis meses Israel y Hamás acordaron una tregua que el grupo terrorista nunca respetó. Los habitantes israelíes de las ciudades de Sderot y Ashkelon que desde hace años deben protegerse en refugios y tienen alterada su vida normal, sufrieron en la última semana, la final de los seis meses de “tregua”, una andanada de cohetes Al Kassam y Grad. Más de 100 misiles fueron lanzados cada día.


Los terroristas de Hamás alardeaban que Israel estaba confundido y no sabía cómo reaccionar. Incluso declararon con desafiante sarcasmo que en caso que Israel se animase a entrar en Gaza, iban a secuestrar a una mujer soldado, para que el soldado Guilad Shalit, prisionero de Hamás hace más de un año, pudiese formar una familia.

En este contexto, y después de innumerables advertencias a Hamás para que cesaran los ataques con cohetes, es que Israel inició la llamada “Operación Reparto de Plomo”, dirigida a destruir campos de entrenamiento de los terroristas, almacenes de armas, silos subterráneos de misiles y rampas de lanzamiento diseminadas por toda la Franja de Gaza.

Estos son los hechos. Ahora todos condenan a Israel, pero nadie alzó la voz cuando los misiles de Hamás azotaban día tras día al Estado hebreo. Pareciera que Israel es el único país del mundo al que le está prohibido defender a sus ciudadanos de una agresión externa. Entristece comprobar una vez más que el antisionismo es el antisemitismo de los astutos.


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Las aguas de PPK

¿Cuán lleno está su vaso electoral?

Pedro Pablo Kuczynski admitió el domingo, en el día de los inocentes, que aspira a reemplazar a Alan García como presidente del Perú en el año 2011. Es obvio que no es una broma pues ganas no le faltan de arrojarse a esa piscina, pero también es previ- sible que no lo hará si es que, a pesar del optimismo que lo caracteriza, la ve que está medio vacía. ¿Cuánta agua electoral hay en su futuro político?

Mirko Lauer comentó sobre la eventual candidatura de PPK hace unas semanas en su columna, poco después del CADE en que el presidente Alan García se refirió a dicha posibilidad. No es un secreto, por tanto, su pretensión de volver a Palacio de Gobierno pero ya no como ministro de Estado que ha sido en el segundo gobierno de Fernando Belaunde y en el primero de Alejandro Toledo, sino como inquilino de la residencia.

Pero el domingo fue la primera vez que PPK se refirió en público a dicha posibilidad señalando que “si veo cierta aceptación, algo de entusiasmo, iremos adelante, y si vemos un rechazo, no iremos adelante”, agregando que, además, está buscando un equipo de jóvenes que lo acompañe.

Cuando todavía faltan más de dos años para la elección presidencial es difícil saber cuán lleno está el vaso, pero sí se puede prever algunos factores que están a favor y en contra.

A favor suyo está un amplio reconocimiento en la población que se reforzará con su espacio semanal de economía en RPP; experiencia gubernamental como premier y ministro de Economía y de Energía y Minas; amplio roce en las finanzas internacionales que será relevante en la etapa ‘post crisis’; además de chispa, buen humor y, sobre todo, entusiasmo y ganas de pasar por las peripecias propias de una campaña electoral.

En contra estaría la percepción de que está muy a la derecha en un momento post Alan García en que el elector podría querer alguien más al centro, sensación de ser muy ‘pro extranjero’ y ‘poco nacionalista’ –además del pasaporte USA–, pero, sobre todo, el hecho de pertenecer al ‘elenco estable’ de la política.

En este sentido, si bien hay una tendencia peruana a reelegir presidentes –Fernando Belaunde, Alberto Fujimori, Alan García, ¿Alejandro Toledo?–, no hay mucha tradición reciente de que, al igual que sucede con la Alcaldía de Lima, la PCM o el MEF sean trampolines útiles para llegar a Palacio.

El panorama electoral no está fácil para PPK, pero, ¿lo tiene sencillo algún candidato? Como están las cosas, uno nunca sabe, y por eso es que se aventura a probar cómo están las aguas. En todo caso, es señal inequívoca de que el mar electoral empieza a moverse.

Soraya y Hernani

Si la memoria no me falla, era el legendario parlamentario Celestino Manchego Muñoz –cacique serrano que estuvo entornillado por décadas en el Legislativo- quien solía despertarse de profundas siestas en su curul durante las sesiones parlamentarias preguntándole a su vecino de turno: Dime de qué están hablando para oponerme. Guardando distancias (porque Celestino era un hombre muy inteligente), la misma reprobable actitud se advierte a diario en congresistas como Yonhy Lescano, Freddy Otárola, el juez (otrora comunista rusófilo y ahora ollantista) Víctor Mayorga, ese gran y honrado administrador de beneficencias que es Mekler, el ínclito Aldo Estrada y los humalistas y upepos en general. O en Carlos Bruce, que sí es un tipo inteligente pero que anda también en esa nota de joder por joder por antiaprismo. La verdad, revuelve el estómago lo cainitas que somos los peruanos. Somos nuestros peores enemigos.

De acuerdo, todos dudamos al comienzo sobre la conveniencia de que a los candidatos a Contralor se les nomine por una comisión, a pocos nos gustó que la encabece Webb (que no ha demostrado ser precisamente el hombre más eficiente del planeta en el BCR y el Banco Latino) y que metan oenegeístas y curas caviares a seleccionar...

Pero como en la fábula de Esopo donde el burro sopló la flauta y salió una bella melodía, el resultado fue bastante bueno: los tres nominados mostraron unos CV de primera, sorprendiéndome que gente tan cualificada tenga la paciencia y la locura de querer trabajar en el sector público con esos posgrados en el extranjero. Más bien, me he reído solo y por un largo rato tras leer a un comediante troskista-humalista quejándose de que no haya quedado gente de universidades públicas como finalistas... ¡Ja, ja, ja! Oiga, el 80% de los profesores de las universidades públicas peruanas son unos viejos desfasados y rojimios, que se han enquistado en el puesto para defender su mediocridad y que enseñan cosas con 40 años de atraso con respecto al mundo. Si ni siquiera las propias universidades privadas locales figuran en los rankings internacionales de las mejores 500 del mundo (Chile tiene dos). Consulten al ARWU de la Universidad de Shanghai, (http://www.arwu.org/rank2008/EN2008.htm), la Biblia del tema. Estamos en nada.

Y el CV de la dama nominada es sobresaliente en lo académico. La verdad, no veo a Lescano, Estrada, Otárola, Mekler o Mayorga con ese CV profesional por la vida, pero ellos dicen que esta mujer no tiene méritos... Es el colmo que de antemano la veten sólo por oponerse. Así no vamos a salir nunca adelante.

-A ver si el ministro Hernani se convence, con la reaparición de estas corruptelas, de que tiene que tercerizar la salud de sus efectivos, la provisión de combustibles y el mantenimiento de su flota. Su core business es dar seguridad a la ciudadanía, no andar distrayéndose de enfermero, grifero y mecánico. Que sus efectivos se atiendan en cualquier centro de salud, como en una EPS. Que una cadena de farmacias controle la entrega de medicamentos. Que una cadena de grifos seria le maneje el combustible (que ya debería ser GLP o GNV; más barato y no se roba). Que talleres mecánicos reputados le controlen la flota.

Como hace cualquier corporación privada. Esa sí sería una gran reforma.

Aldo Mariátegui

Guía para perplejos

Algunos lectores y amigos nos han escrito y telefoneado para opinar que nuestra columna anterior sobre los últimos sucesos en Medio Oriente era entendible solo por aquellos familiarizados con el tema y que le faltaba contexto. Por eso hoy trataremos de subsanar ambas observaciones.
En septiembre de 2005 culminaron 38 años de ocupación israelí de la Franja de Gaza, producida durante la Guerra de los Seis Días de 1967. En aplicación del Plan de Desconexión que aprobaran el Gobierno de Ariel Sharon y el Parlamento, la zona quedó en control total de los palestinos.

En enero de 2006, los palestinos realizaron elecciones parlamentarias. El partido oficialista Al Fatah, fundado por Arafat, fue derrotado por el grupo islámico extremista Hamás, que obtuvo mayoría en el Consejo Legislativo Palestino de 132 escaños. Inmediatamente, el Primer Ministro Ahmed Qurei, perteneciente a Al Fatah, dimitió junto con su gabinete. Luego de tres meses de la formación de un Gobierno de Unidad Nacional entre Al Fatah y Hamás, crueles luchas intestinas se desataron entre ambas facciones y Hamás prevaleció y tomó el control en Gaza.

A partir de entonces, y durante tres años, Hamás arrojó más de 10 mil misiles a territorio israelí. Hace seis meses Israel y Hamás acordaron una tregua que el grupo terrorista nunca respetó. Los habitantes israelíes de las ciudades de Sderot y Ashkelon que desde hace años deben protegerse en refugios y tienen alterada su vida normal, sufrieron en la última semana, la final de los seis meses de “tregua”, una andanada de cohetes Al Kassam y Grad. Más de 100 misiles fueron lanzados cada día.


Los terroristas de Hamás alardeaban que Israel estaba confundido y no sabía cómo reaccionar. Incluso declararon con desafiante sarcasmo que en caso que Israel se animase a entrar en Gaza, iban a secuestrar a una mujer soldado, para que el soldado Guilad Shalit, prisionero de Hamás hace más de un año, pudiese formar una familia.

En este contexto, y después de innumerables advertencias a Hamás para que cesaran los ataques con cohetes, es que Israel inició la llamada “Operación Reparto de Plomo”, dirigida a destruir campos de entrenamiento de los terroristas, almacenes de armas, silos subterráneos de misiles y rampas de lanzamiento diseminadas por toda la Franja de Gaza.

Estos son los hechos. Ahora todos condenan a Israel, pero nadie alzó la voz cuando los misiles de Hamás azotaban día tras día al Estado hebreo. Pareciera que Israel es el único país del mundo al que le está prohibido defender a sus ciudadanos de una agresión externa. Entristece comprobar una vez más que el antisionismo es el antisemitismo de los astutos.

El personaje del año

Es significativa la designación como personaje del año, en una encuesta nacional, de una figura de la farándula como Magaly Medina, ya que, al margen de las circunstancias de su arresto, es un reflejo del cansancio de la población respecto a la política, ya que ha sido tradicional que esa distinción se la lleve algún político, usualmente el presidente. Sin embargo, en esta ocasión, este último ha quedado relegado con solo un tercio del apoyo que tuvo la presentadora de televisión.

Más aún, la poca mención al Dr. García se dio a pesar de sus esfuerzos por integrar la farándula local como lo demuestra el tan publicitado baile con Gisela Valcárcel. Quizás el bajo resultado de la encuesta lleve finalmente al presidente a inclinar la balanza a favor de decidir convertirse en un Don Francisco en lugar de un Piérola o un Castilla –como imaginativamente planteó Juan Carlos Tafur– ya que la farándula parece redituar mejores resultados en popularidad.

Sin embargo, esta tendencia hacia un cierto desinterés en la política por parte de la población no es necesariamente negativa o preocupante. Al contrario, en el corto plazo es en cierto modo positiva, ya que a partir de mediados del 2010 tendremos todo un año de campaña electoral empezando por las elecciones regionales y municipales, seguidos por las elecciones generales y las eventuales dos vueltas presidenciales. Así que un periodo de descanso y tranquilidad antes de la agobiante campaña electoral, podría llevar a evitar el hartazgo político en la gente y eso puede ayudar a votar con más serenidad.

Por otro lado, si buscamos denominadores comunes para el grupo de exitosos 21 personajes del año que presentamos hoy en un suplemento, la política brilla por su ausencia. Salvo el breve paso por ella de Mario Vargas Llosa –y el esperado intento, en algún momento, de Gastón Acurio–, el resto de personajes no tiene vinculación con la política. Más bien todos tienen creatividad y talento; y comparten experiencias relativamente similares al ser emprendedores que han tenido que luchar fuertemente para llegar a su actual sitial. Por eso deberíamos promover más historias exitosas como las de ellos para que cuando un encuestador pregunte por el personaje del año, este sea mencionado por su éxito y no por su afán de figuración o porque está en prisión.

El gueto más grande del mundo

Hay 21 niños entre los cientos de muertos palestinos caídos por la ofensiva de estirpe nazi que el estado de Israel, creado para reivindicar a las víctimas del nazismo, ha decidido perpetrar en contra de Hamas. Veintiún niños muertos y 235 niños heridos. Son los daños colaterales de esto que la prensa internacional llama “guerra”.

Pero es una “guerra” donde un bando tiene aviones F-16 y F-18, helicópteros Apache, misilística teleguiada, tanques de última generación, satélites rastreadores (aun de noche), interceptación electrónica y, por último, si llega el momento, un arsenal clandestino de bombas atómicas de uranio y de plutonio; una guerra donde el otro bando tiene viejas armas ligeras, cohetes artesanales que han causado una baja israelí en su “última ofensiva”, piedras, hondas, gritos, multitudes, rabias, y mucha carne de cañón, muchos niños que interrumpir con una bomba lanzada por computadora.

Porque de niños interrumpidos y guerras asimétricas está llena la historia de los palestinos, víctimas de un genocidio rapaz y lento que los pretende aniquilar como nación. Un genocidio que el mundo permite porque el lobby sionista lo ha comprado casi todo y porque los sionistas nazis que hoy gobiernan Israel piensan que el Holocausto les da derecho a todo y les otorga, además, un monopolio del martirio que el pueblo palestino no puede atreverse a disputar.

Yo nací el año del nacimiento de Israel. Soy coetáneo de ese Estado que todo el mundo democrático aplaudió y que tanto le debió a personajes entrañables como David Ben Gurión.

Sólo después nos enteramos de que el nacimiento de Israel implicó el despojo de millones de palestinos que, de la noche a la mañana, se vieron sin casa ni futuro y que vivirían su propia y trágica diáspora.

Curioso es que para redimir a una cultura sin territorio –que eso eran los judíos errantes por el mundo- se tuvo que privar de todo a una nación que sí tenía territorio pero a la que se consideró sin derechos.

Que el estado de Israel -prosocialista, democrático y, en muchos sentidos, ejemplar- se haya convertido en esta especie de Gestapo dispuesta a todos los abusos y a todas las infamias, es algo que no se alcanza a comprender si no se entiende, al mismo tiempo, la descomposición del liderazgo occidental –especialmente el de los Estados Unidos-, el ascenso social del fundamentalismo de ambos bandos, las guerras ganadas y la arrogancia que eso trajo, las traiciones entre árabes, las provocaciones suicidas y ante todo retóricas de grupos como Hamas y la indiferencia mundial ante la matanza sistemática del pueblo palestino (recuérdese los sucesos de Sabra y Chatila).

Esa zorra de la diplomacia internacional que se hace llamar Condoleezza Rice dice que Hamas tiene la culpa. Lo mismo dice el sumamente corrupto Mahmud Abbas, el títere que Washington y Tel Aviv mantienen como presidente de la llamada Autoridad Nacional Palestina.

Pero lo cierto es que si Hamas no existiera, Israel ya lo habría inventado.

De hecho, cada vez que las cosas han marchado sin que corriera sangre y en la atmósfera de cierto mutuo reconocimiento, Israel ha hecho todo lo posible para que, en el seno de Hamas, los halcones ahuyenten a las palomas y empiece de nuevo lo que el estado terrorista de Israel llama, sin rubor, “provocaciones terroristas”.

Cuando Hamas ha dado alguna muestra de tolerancia, Israel ha soltado las alarmas. Y, de inmediato, ha reiniciado y hasta redoblado el bloqueo inhumano del más grande gueto de la historia (más grande que el de Varsovia): la franja de Gaza.

Negándole todo al enemigo, arrinconándolo y humillándolo, Israel logró, por enésima vez, que los idiotas cohetes “Katiushka” del extremismo de Hamas cruzaran la frontera y amenazaran a ciertas aldeas. El porcentaje de eficacia de estos artilugios que se arman en garajes y cocinas es, felizmente, menor al 1 por 1000. Imagínense lo que estaría haciendo el ejército israelí en Gaza si ese porcentaje mejorara.

Pero el libreto israelí era esta vez más audaz. Se trataba de demostrarle a la administración Obama, proisraelí hasta decir que la seguridad de Israel “es sacrosanta”, que Israel –por si acaso alguien lo haya pensado- no admitirá recortes en su política de exterminio del pueblo palestino y en su afán de “admitir” un Estado palestino partido en dos, sin retornados y de cuyo diminuto espacio el estado judío se apropiaría, además, del 7,4 por ciento, que se destinaría a los asentamientos ilegales (algo que ni siquiera el podrido Abbas puede aceptar públicamente).

¿Quién se opone a los designios de Israel?

¿Quién puede conducir a los palestinos a una negociación de verdad?

¿Quién puede convocar a una Intifada?

La respuesta es una sola: Hamas, que ha conservado su limpieza, ha ganado elecciones limpias y ha terminado de enterrar a Fatah, la organización militar que creó Arafat y que hoy ha hundido en el lodo el señor Mahmud Abbas.

Se trata, entonces, de asesinar a Hamas –metáfora sólo para gentiles: literalidad para el extremismo sionista-. Y con Hamas habrán de morir quienes puedan estar en su entorno. Y con la política de terror que la ocupación israelí de Gaza va a suponer se cree que el “problema Hamas” quedará resuelto.

Se equivoca Israel. Como se equivocó Hitler cuando aspiró a que la fuerza fuera derecho y el derecho fuera fuerza. Los sueños nazis terminan en pesadillas mundiales.

Israel necesitaba de Hamas para torpedear las negociaciones de paz y frustrar todo intento de ejecutar las hojas de ruta de las que hablaba Clinton. Todo indica que el gobierno de Tel Aviv ha recibido señales de que la administración Obama no apostará por esas negociaciones ni se opondrá a la política de tierra arrasada y cadáveres brotando de edificios humeantes en una Gaza rota.

Pero si esto es así, entonces el próximo objetivo será Irán. Y si Israel –el pueblo elegido- logra sus objetivos en Irán, estaremos asistiendo al nacimiento larvado de la tercera guerra mundial y de un terrorismo –más “ideológico” y “místico” que nunca- que hará que lo de las torres gemelas parezca un juego de play station.

Entonces, el Armagedón estará próximo.

García contra Piura

El Decreto Supremo 024-2008 es no sólo una expresión del entreguismo de Alan García y su régimen, sino también una medida en favor de una empresa sospechosamente defendida por García. Es, además, un desafío a Piura.

Sienta, además, peligroso antecedente antiperuano.

Gracias al Decreto, la minera Majaz dispondrá ahora de más de 27 mil hectáreas (antes sólo poseía seis mil). Los denuncios abarcan zonas de cabeceras de cuenca de los ríos Quiroz y Piura. Pueden ahora contaminar toda el agua de Piura.

Difícil es suponer que en la génesis del dispositivo no haya intervenido jugosa coima.

La alternativa lógica a esa presunción sería creer que nos gobierna una camarilla de imbéciles.

Claro que las dos hipótesis pueden ser válidas. Los vendepatrias suelen ser, también, imbéciles.

El Decreto Supremo que amplía derechos a la empresa china Zijin, que suma ahora 35 denuncios dentro de los 50 kilómetros de frontera, atenta contra la dignidad y la seguridad nacional, como lo ha precisado el general Roberto Chiabra, ex ministro de Defensa.

El Decreto se ampara en la excepción justificada en el Artículo 71 de la Constitución fujimorista por “necesidad pública”.

Pero en este caso no hay necesidad pública, sino ignominioso interés privado. La reacción de los comuneros y de todo el pueblo de Piura es demostración viva de que nada hay de público en el engendro.

Es preciso que el país se alce contra ese dispositivo de un Gobierno que ya ha demostrado su peligroso grado de corrupción, venalidad e impunidad.

El Decreto debe ser colocado bajo los reflectores de la historia. Se ve entonces que se basa en una fórmula de la Constitución de Fujimori, que revisó y anuló lo establecido en la Constitución de 1979, que ostenta la firma de Víctor Raúl Haya de la Torre.

El tratadista Marcial Rubio Correa en su libro de varios volúmenes Estudio de la Constitución Política de 1993 (edición de 1999) precisa la diferencia sobre este punto entre ambas Constituciones.

La de 1979 dice que no se puede conceder derechos de propiedad o posesión a extranjeros “en una extensión de cincuenta kilómetros distante de la frontera”, “salvo el caso de necesidad nacional declarada por ley expresa” (subrayado nuestro).

La Carta fujimorista habla, en cambio, de “el caso de necesidad pública expresamente declarada por decreto supremo aprobado por el Consejo de Ministros conforme a ley”.

En un caso se habla de ley expresa, es decir, aprobada por el Congreso. En el otro, se da todo el poder al Consejo de Ministros.

García se orienta por el sentido antidemocrático y antinacional de Fujimori. El medio ambiente de Piura, el agua para todos los piuranos, la agricultura de los comuneros, el precedente amenazador, le importan un bledo.

Hay que luchar por la derogación del Decreto vendepatria

29.12.08

César Hildebrandt, víctima de censura con plan A y plan B

Una vez más César Hildebrandt dice ser víctima del poder. Esta mañana denunció en RPP que nada menos que "su cabeza", es decir, su empleo de columnista del Diario La Primera, ha sido dejado sin efecto como ofrenda del propietario (Ricardo Wong) al Presidente de la República.

En la misma edición en que publica su columna donde hace una sui generis distinción entre lo público y lo privado; César Hildebrandt es desmentido respecto a su afirmación de que este Gobierno habría comprado en 70 millones de soles las vacunas contra la rubéola, beneficiando supuestamente a un amigo de Alan García de nombre Hugo Diaz Lozano, quien habría apadrinado el nacimiento de Federico Danton García Cheesman.

Hildebrandt dice que García se vio obligado "por presión de la prensa" a reconocer que tenía un hijo extramatrimonial. Como si el reconocimiento legal del nuevo vástago, realizado a apenas se produjo su nacimiento, no bastara para satisfacer el morbo y la fisgonería; César Hildebrandt, se cree que él solo, es toda la prensa; se siente él mismo, la encarnación y el vicario totalizador y absoluto de la prensa nacional y de lo que ésta debe hacer o decir.

Dado que el rebote que buscaba Hildebrandt, al revelar lo del hijo extramatrimonial del presidente, no fue el que deseaba, arremete contra la prensa peruana diciendo que "es, por lo general, tan agachada porque no la hacen los periodistas sino los patronos, que utilizan páginas, ondas y cámaras para obtener beneficios mercantilistas en sus negocios paralelos –algunos de los cuales son bastante turbios-".

Bien que lo sabe el afamado periodista y ex conductor de TV. Ocurre que sólo lo dice cuando le van a cerrar el programa o suspender la columna. Nunca antes, o mejor dicho: en tanto no "choquen" con las verdades que el defiende, todo bien. El "patrón" es su amigo y obtendrá beneficios mercantilistas sin que Hildebrandt se inmute. Después de todo, eso beneficios ayudan a sostener el canal o el periódico y por ende a pagar las remuneraciones que cobra el señor Hildebrandt y que por cierto, siempre han sido merecidamente jugosas.

Podría preguntársele a Genaro Delgado Parker quien varias veces fue el "patron" que contrató a César Hildebrandt, varias veces lo "censuró" y otras tantas éste volvió para ser "censurado". Por boca de él mismo, compruébelo.

Hildebrandt reveló lo del hijo e imputó un oscuro manejo gubernamental en la adquisición de las vacunas. No nos hagamos los tontos. Eran dos misiles con poderosa carga, orientados a causar severos daños al régimen y generar una suerte de eyección mediática para alguien que antes estuvo en la cresta de la ola periodística y siente que sus bonos bajan si no sigue sobre ella.

La primera carga fue desactivada por la habilidad comunicacional del Presidente y la segunda, desmentida por los propios representantes de la Organización Panamericana de la Salud quienes revelaron que la compra de las vacunas de marras se hicieron en el gobierno de Toledo pues, la previsión para su compra se hace por lo menos con un año de anticipación.

La segunda carga fue desmentida en el propio periódico donde trabaja. El director del Diario "La Primera" donde Hildebrandt publica su columna, con cierta habilidad marketera e instinto periodístico, seguramente calculaba que lanzar el titular "Organización Panamericana de la Salud desmiente a César Hildebrandt" le iba a dar mejores réditos en sus índices de lectoría y seguramente incrementaría su venta de ejemplares pues, amarraba el titular con el tema del nuevo hijo presidencial publicado por Hildebrandt.

Pero no, ese titular es percibido por el afamado conductor como una amenaza a su ejercicio periodístico. El sólamente es un columnista del periódico pero quiere imponer los titulares de portada. Más aún; no le gusta ni acepta ser desmentido cuando se equivoca o consigna datos falsos y obvio, resulta ser una vez más, víctima de censura.

La coartada perfecta. Si el rebote que producen mis columnas es el adecuado, podría articularse una suerte de embrión opositor al régimen promovido, claro está, por mi persona. En cualquier sistema democrático ese embrión, para crecer, requerirá medios de comunicación y allí encaja perfectamente el talante marketero opositor que siempre han caracterizado los programas televisivos, revistas o artículos que Hildebrandt ha conducido, dirigido o escrito.

De ese modo, regresaría a la TV un Hildebrandt redivivo para volver a tener ese inmenso poder que muchas veces, es verdad, ha servido para defender causas nobles y justas, pero otras tantas ha sido usado para amedrentar, destruir honras y sembrar esas inmerecidas reverencias con que muchos políticos han gratificado a Hildebrandt y a las que éste, al parecer, se ha quedado mal acostumbrado.

Pero dado que el rebote no fue el que se buscaba, entonces surge el Plan B y ese consiste en actuar como el pastor que engañaba ser acechado por el lobo. Hildebrandt dice ser acosado, despedido, censurado por su lobo imaginario. Como en el viejo cuento, tantas veces ha gritado este pastor que resulta difícil creerle.

Por lo menos debería presentar mayores evidencias y no pretender que el director de un periódico no ponga en portada el titular que cree corresponde a lo que en ese momento es periodístico.

En este caso, César Hildebrandt pretende que el periódico en el cual, él escribe apenas una columna, se someta a lo que es de particular interés para el propio César Hildebrandt. Rara forma de entender el periodismo y sui generis manera de distinguir entre lo público y lo privado.

No cabe duda que César Hildebrandt es un brillante periodista, lamentablemente, algunas de sus "verdades" no siempre estan dotadas de datos verdaderos. Al mismo tiempo es también un brillante marketero que sabe venderse él mismo y sabe también vender noticias. Olfato periodístico que le llaman. Bueno, si Dios se la dio, San Pedro se la bendiga. Por eso, Ave César.

Por: Gerardo Cabrejo

La Primera Palabra

Resulta que ahora, por obra y gracia del neoliberalismo, el Perú no solamente limita con Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador y el océano Pacífico, como aprendimos en la escuela, sino también con China. Un decreto supremo publicado el sábado último concedió a la empresa china Xiamen Zijin Tongguan Investment la titularidad de ocho denuncios mineros ubicados al borde mismo de la frontera con Ecuador, pese a que la Constitución prohíbe que los extranjeros tengan título alguno en territorios ubicados a menos de 50 kilómetros de las fronteras.


La precaución la toman todos los países, por la experiencia histórica de la expansión pacífica de vecinos poderosos o la presencia de potencias lejanas que después convierten esa expansión económica en conquista territorial.


Los capitalistas ingleses y chilenos fueron la punta de lanza de la conquista chilena de las costas de Bolivia, en las que se establecieron y las que llenaron de población chilena, para luego apoderarse de esos territorios por la fuerza de las armas, en una contienda en la que el Perú, desprevenido e inerme como hoy, fue el plato de fondo de las ambiciones chilenas apadrinadas por la potencia de la época, Inglaterra.

Aún antes, los colonos norteamericanos se instalaron en el lado mexicano de la frontera, con el apoyo de su gobierno, que, cuando los mexicanos quisieron reaccionar, les hizo la guerra en forma feroz y desproporcionada, para conquistar un enorme territorio.


Por recuerdos como los citados, los países prohíben, constitucionalmente, que los extranjeros tengan propiedades o exploten recursos en las zonas fronterizas. Y en el caso peruano, se exceptúan los hechos en los que tal presencia sea de necesidad pública.

Por eso el decreto que comentamos declara de necesidad pública las concesiones otorgadas a la empresa china, invocando decretos previos de los gobiernos de Alberto Fujimori y Alejandro Toledo, que favorecen inversiones en la banda de 50 kilómetros adyacentes a las fronteras. Con tales referencias el gobierno considera que ha cumplido la formalidad de declarar de necesidad pública la entrega, pero los peruanos se preguntan con justa razón si basta con un trámite burocrático para que la Carta Magna sea perforada en aras de la inversión extranjera, y si la necesidad de esta justifica que se afecte la seguridad nacional con la presencia de una potencia extranjera en un área colindante con un país vecino.

Un debate jurídico y nacional debe abrirse de inmediato sobre el delicado tema. LA PRIMERA aporta a él su posición firme de defensa del territorio peruano; la necesidad pública invocada no está sólidamente fundamentada ni demostrada y los sectores patriotas, de todas las posiciones políticas e ideológicas, que hicieron retroceder a quienes pretendían vender parte del Cuartel General del Ejército, deben pronunciarse para impedir la entrega y dejar en claro que el Perú no está en venta. Deben, en fin, poner coto a la obsesión subastadora del gobierno.

Hildebrandt

Mirko Lauer

No soy amigo, ni admirador, ni siquiera simpatizante del periodista César Hildebrandt. Aun así, su columna me resultaba el principal argumento para visitar La Primera. Ahora me dicen que Hildebrandt partió porque el diario izquierdista no tenía manera de pagarle. Con lo cual por el momento Hildebrandt sale de las pantallas del radar periodístico.

Es muy extraño que el periodista que consistentemente gana las encuestas del who is who profesional haya llegado al desempleo. Algunos dicen que ese es un comentario sobre su personalidad. Probablemente sí, o también. Pero no hay manera de que no sea también un comentario sobre los propietarios de los medios audiovisuales en el Perú.

Puede haber una familia de la TV o radio que deteste a Hildebrandt al grado de excluirlo de toda contratación. ¿Pero todas? El periodista mismo ha opinado que su veto llega de las alturas de Palacio, y de allí se expande por todo el ansioso negocio de la noticia. Aunque la idea de un Palacio que influye incluso en los opositores es complicada, no imposible, de entender.

Todavía está fresca la conversación de un fluctuante propietario de canal con Vladimiro Montesinos ofreciendo la cabeza parlante de Hildebrandt a cambios de favores varios. De modo que la idea de presiones políticas, no necesariamente o no solo de Palacio, para mantener periodistas fuera del aire no es tan exótica como piensan algunos.

Pero quizás no se necesita poderes o conspiraciones oficialistas para explicarse el ostracismo de Hildebrandt. Cada vez más los dueños de medios en el Perú se han ido acostumbrando a trabajar menos con periodistas y más con locutores. Un Hildebrandt que ha hecho del desafío (incluso al propietario del medio) su razón de ser puede resultar incómodo.

Hay en todo esto algunas lecciones importantes. Una de ellas es que el espacio audiovisual local es más uniforme de lo que parece, que ya es mucho, respecto de qué quiere y qué no. Como en la frase atribuida al columnista Walter Lippman, cuando todos están pensando parecido, nadie está pensando demasiado. Más todavía cuando los principales avisadores piensan todo parecido.

Desde el punto de vista de la Ley de Sociedades Mercantiles las empresas están en su derecho de contratar a Hildebrandt o no. Desde el punto de vista del servicio al público, una hipotética asociación de usuarios de TV (i.e. la opinión pública) algo tendría que decir sobre esta aparente debilidad de la libre competencia.

¿Podrá esta situación de rostro casi monopólico cambiar cuando la TV digital multiplique los canales dentro de poco? No si los nuevos canales van a las mismas manos o si solo pasan a manos del Estado que amablemente concede las licencias. ¿Existe el empresario liberal dispuesto a contratar a Hildebrandt en su canal a pesar de discrepar con sus ideas y su estilo?

LA REPUBLICA

A Uceda con pala

Va Ricardo Uceda al juicio de Fujimori y dice que, según sus averiguaciones, a él casi le consta que Fujimori no sabía lo que ordenaba Martin Rivas a su pandilla. Y, claro, lo aplaude “La Razón”, lo viva Oscar Medelius, lo besa en una comisura Luz Salgado, lo desea Martha Hildebrandt.

Y saca Uceda una pala que parece que se compró en Sodimac la semana pasada –la pala con la que cava su propia tumba de testigo de descargo que Nakasaki saca de la manga– y balbucea más que nunca, como si hablase en inglés, y duda más que nunca –hace años que imita sin éxito el estilo interrupto de Enrique Zileri– y dice que con esa pala española es posible que enterraran a los muertos de La Cantuta, muertos que Fujimori aprobó no sólo dando la orden de matarlos –como bien sabe Umberto Jara, un fujimorista que ha tenido la decencia extravagante de decir la verdad– sino felicitando a sus asesinos, primero, ascendiéndolos, luego, y amnistiándolos, cuando ya el escándalo ­era internacional.

¿Y por qué dice Uceda que Fujimori no supo nada previamente de lo sucedido en Barrios Altos y La Cantuta? ¡Porque se lo contó “Kerosene”! ¿Que quién es “Kerosene”? ­Uno de los asesinos del grupo Colina, un tal Jesús Sosa Saavedra, el encargado de quemar cadáveres cuando era necesario calcinar a los que habían pasado el rito de los Colina.

No sólo eso. “Kerosene” también le dijo que lo de La Cantuta fue una “ocurrencia” de Martin Rivas. ¿Cómo? Sí, dijo Uceda, “Kerosene” le contó que ellos no estaban preparados para matar a nueve alumnos y un profesor de la universidad magisterial situada en Chosica. “Yo ni siquiera había llevado los implementos propios para un entierro clandestino”, le contó “Kerosene” al periodista que hoy parece tan misterioso como un sótano del SIE. ¿Los “implementos propios” para un entierro clandestino?

De allí, entonces, viene el asunto de la pala. Porque, según Ricardo Uceda, como “Kerosene” había ido a La Cantuta quizás a pasear por sus predios y a oler eucaliptos –no a matar, qué horror, cómo se le ocurre, en todo caso a interrogar nomás–, entonces, cuando al psicópata de Martin Rivas se le vino a la cabeza la idea de enfriarse a diez personas ­acusadas de nada y sospechosas de todo, en ese momento de emergencia, a “Kerosene” –según el creyente Uceda– se le ocurrió que, si iban a matar por orden “repentina” de ese loco, entonces había que contar con la pala que él, el quemador de cadáveres, no había llevado aquella noche de puro desavisado.

¿Y de dónde sacar una pala? “Kerosene” le contó a Uceda –y Uceda se lo creyó como si se lo contara al oído la mismísima Sonia Goldenberg– que, en ese momento de extrema urgencia, se le ocurrió ir al almacén de La Cantuta, ­abrirlo no se sabe cómo porque ya no había empleados, encontrar los interruptores del caso o hacer uso de una linterna que no figura en el relato, buscar entre sus anaqueles, encontrar el sitio de las palas de la jardinería (una pala de la Cooperación Española porque esas tenían marca y número de lote, ajá) y salir con su brillante hallazgo rumbo a la caravana de criminales que lo esperaba para partir hacia la playa donde harían lo que sabían hacer y hacían sistemáticamente.

¡Ya me imagino a “Kerosene” cantando de alegría con su pala al hombro, cantando como un minero asturiano rumbo a su carbón, caminando desde el almacén de La Cantuta –que pudo encontrar en medio de un operativo nocturno y encubierto donde todo debía ser rápido y discreto– hasta el lugar donde, seguramente, Martin Rivas lo esperaba feliz porque ahora sí “el instrumental estaba completo” y todo iba a ser como Dios manda! Es decir, con su pala respectiva.

¿Pero es que alguien puede creer esto?

¿Pero es que a Uceda le ha dado un derrame cerebral y es tan inteligente que nadie se ha dado cuenta?

¿O es que a tan reconocido hombre de prensa le han lavado el cerebro con champú para rubias? ¿Cómo puede alguien que ha sido tan brillante para investigar tragarse ese pejesapo de un bocado?

Y todavía dice que “Kerosene”, el quemador de cadáveres, le entregó, años más tarde, la pala que había guardado como un tesoro, la pala incriminatoria que él, criminal profesional, había conservado seguramente con sus preciosas huellas dactilares, la pala que había guardado para entregársela algún día, como terminó haciéndolo, al periodista que más contribuyó al descubrimiento del crimen de La Cantuta. ¡Qué “La fosa y el péndulo” ni qué ocho cuartos! Sosa es mejor que Poe. Y este cuento podría titularse “El giro en redondo de la pala”.

¿Y cómo llamar al cuento de Sosa (a) “Kerosene” diciéndole a Uceda que Martin Rivas hacía cosas muy malas sin permiso de Fujimori y que Fujimori no tenía nada que ver con quienes después premiaba, felicitaba, ascendía y amnistiaba?

Ese cuento debería de ganar el premio de “Caretas”. Y habría que añadirle el de La Lampa de Oro.

LA PRIMERA_CESAR HILDEBRANT

Extrañando a Álvarez Rodrich

La separación de Augusto Álvarez Rodrich del cargo de director de “Perú 21” poco o nada tiene que ver con la labor de limpieza que Francisco Miró Quesada Rada había empezado en diversas secciones del periódico matriz del grupo, es decir “El Comercio”.

Álvarez Rodrich ha sido -nos gustase o no su estilo seco y cuadriculado de brigadier del sentido común- el capitán de una nave exitosa y plural. Una nave que los piratas al servicio de los hermanos Agois cañonearon sin hacerle mella acusándola de llevar exceso de caviar en sus bodegas.

Por las páginas de “Perú 21” han desfilado columnistas de todos los pelajes y el espíritu del periódico ha sido el de un simpatizante socialdemócrata. ¿Tiene algo de malo eso? Por supuesto que no, excepto entre los chicos de la cueva de Altamira, que son los que creen que el capitalismo ha salido “reforzado” de su propia crisis.

Mientras escribo estas líneas me entero de las renuncias a seguir escribiendo en “Perú 21” de los columnistas Fernando Rospigliosi y Nelson Manrique. La verdad es que lo de Rospigliosi era inevitable, dado su papel en el asunto de las grabaciones clandestinas que detonaron la peor crisis política de este régimen. Pero lo del historiador Manrique es pura solidaridad intelectual con Álvarez Rodrich. Y nadie puede decir, sin incurrir en mayúscula injusticia, que el prestigio de Manrique es algo prescindible en un periódico que aspira a ser influyente.

Dudando respecto de su permanencia en el diario también estaba el legendario Heduardo, el pétreo caricaturista de la página 2.

Detrás de esta polvareda no hay un asunto como el que asomó en la “operación escoba” que cambió la Unidad de Investigación de “El Comercio”. Hay, más bien, una pugna ideológica en la que los conservadores del directorio plantean que el Grupo El Comercio dé un paso a la derecha. Y la caída de Álvarez Rodrich se inscribiría en esta línea de creciente intolerancia.

Una cosa es limpiar establos y otra muy diferente es tratar de hacer que “El Comercio” se parezca a “El Mercurio”, que alguna vez fue financiado por la CIA y que ha sido la sentina del fascismo chileno.

Una cosa es deshacerse de quienes habían creado condados personales para fines espúreos y otra muy diferente es darle a Milagros Miró Quesada y a Pepe Graña Miró Quesada (sí, el de Collique y los terrenos subvaluados) el inmenso poder del que ahora parecen disfrutar.

Una cosa es plantear el debate de los petroaudios como un asunto de manual y escuela y otra es convertir a Martha Meier Miró Quesada en la comandante en jefe del miedo. Nos hemos enterado de que en una reunión con la gente de la sección Opinión, Martha Meier, que fue candidata fujimorista a un asiento en el Congreso, insinuó que Absalón Vásquez podría ser un consultor en temas como el de Fonafe. A todos los que la escucharon se les pararon los pelos.

El cambio en “El Comercio” comenzó cargado de promesas. Hoy tiene un semblante bilioso y derechista.

Los nuevos mandamases de “El Comercio” piensan que escorando a la derecha y rebajando las críticas a su mínima expresión serán más fieles a la “tradición” del viejo periódico conservador. Pero una cosa es ser conservador y otra es ser sobón. Y ser sobón para hacer negocios como el del aeródromo de Collique ya no sólo es sospechoso sino que abiertamente indigno. Basta mirar atrás y recordar cómo entendió don Luis Miró Quesada de la Guerra el periodismo y su relación con la publicidad y el poder, basta mirarse en ese espejo, para comprender que Milagros Miró Quesada y Pepe Graña -el amigazo público de Alan García- poco tienen que ver con lo más ilustre de “El Comercio”.

Francisco Miró Quesada Rada es un hombre respetable. Me imagino que no se prestará a ser el hombre de paja de tamaños angurrientos. Más allá de evidentes y notorias discrepancias, mis saludos de colega quince veces defenestrado para Augusto Álvarez Rodrich.


LA PRIMERA_HILDEBRANT

Escila, Caribdis y la Contraloría

Por: Richard Webb

Odiseo debió navegar entre los dos monstruos marinos, Escila y Caribdis, evitando sucumbir ante el uno o el otro. Sobrevivió al viaje, pero su navegación fue menos que perfecta y tuvo que sacrificar tripulantes ante Escila y sufrir una encalladura en Caribdis. Si el examen fuera hoy, se le hubiera denegado el brevete.


El reto para la Contraloría es comparable pues debe navegar entre el monstruo de la corrupción y el monstruo de un Estado maniatado e ineficaz. Su función no es ser un simple tapón. La Contraloría debe ser un filtro contra la contaminación, pero sin impedir el flujo de aire que requiere el motor de la gestión estatal. Desgraciadamente, su performance como marinero no supera al de Odiseo. Cuando visité escuelas y hospitales en varias regiones recientemente, quedé deprimido por la frecuencia con que los maestros y médicos estatales se referían a la corrupción existente en sus centros de trabajo. Un grupo de empresarios entrevistados por IPAE y Proética confirmó la prevalencia de la corrupción, justificando su complicidad como una necesidad para la sobrevivencia. Encallamos con la corrupción, pero tampoco esquivamos al monstruo de la ineficacia estatal, como queda demostrado con la inoperancia del shock de inversiones, de Forsur, y los presupuestos no gastados.


Otra institución pública, la Aduana, ha demostrado que sí es posible fiscalizar y al mismo tiempo apoyar la buena gestión. En 1990 la Aduana era un antro de corrupción y un gran escollo para el empresario; los tiempos y los costos de desaduanaje eran impredecibles. Una reforma que demoró cuatro años la convirtió en un modelo internacional de eficacia fiscalizadora y a la vez facilitadora. En sus lineamientos estratégicos, la Contraloría habla de mejoras fiscalizadoras, pero dice poco del objetivo facilitador. Ciudadanos al Día ha otorgado premios a las buenas prácticas en la gestión pública, pero en varios casos la secuela del premio fue una persecución por la Contraloría. En vez de castigar, la Contraloría debería estar incentivando la mejora de la gestión pública.


Es hora de adecuar la Contraloría, no solo a su doble función institucional, sino también al nuevo Estado del siglo XXI, que no es más un ente aislado y superior sino un socio de la actividad privada y de la sociedad civil, trabajando con ellos mediante contratos, concesiones y convenios, por lo que se requiere flexibilidad, técnica y capacidad de respuesta rápida a los cambios de un mundo acelerado.
EL COMERCIO

El delito de pensar diferente

El delito de pensar diferente

Por: César Robles Ascurra. Periodista

No han pasado más que unos días desde que la Sala Penal Nacional revocara la detención de Roque Gonzales La Rosa, dirigente de la Coordinadora Continental Bolivariana para que ahora en ese mismo poder del Estado, en complicidad con funcionarios del gobierno aprista levanten una nueva amenaza en contra de la democracia, la libertad de agrupación y expresión de ideas al ordenar la detención de 13 dirigentes de la izquierda peruana.


Raro este país, pues mientras el primer ministro Yehude Simon se reúne públicamente con algunos dirigentes de izquierda y declara que no tienen ninguna vinculación con el terrorismo, el juez Omar Pimentel Calle, del Segundo Juzgado Supranacional, ordena la inmediata ubicación y captura de los dirigentes políticos acusándolos de ser 'colaboradores' del terrorismo internacional.


Con esta nefasta decisión judicial, asistimos a la instalación de un nuevo escenario político que tiene entre sus objetivos el de amedrentar a los dirigentes populares y de izquierda, así como el de evitar que los temas trascendentes en la vida política conciten el interés nacional.


No es casualidad que una investigación de este tipo se realice de forma completamente reservada, casi clandestina, como si se tratara de 'peligrosos' elementos a los que hay que atrapar a como dé lugar y llevarlos a la justicia. Y, lo peor, que la acusación y el mandato de detención solo se haya conocido por las declaraciones públicas del ministro del Interior, Remigio Hernani.


De otro lado, a tenor de lo dicho por el ministro Hernani, es que se habrían encontrado correos electrónicos en la computadora personal del extinto 'Raúl Reyes' que 'comprometerían' a los dirigentes de la izquierda en actos vinculados a las FARC colombiana. Esto simplemente no resiste el mayor análisis y le da poca credibilidad a la sustentación de la resolución del auto apertorio de instrucción.


No olvidemos, como dato, que Nubia Calderón, la embajadora de las FARC, también entabló conversaciones y diálogos con los principales líderes del Partido Aprista y, además, visitó el Congreso de la República. Siguiendo la lógica de la justicia peruana, acaso no sería factible también indagar e investigar qué es lo que trataron o abordaron en las mencionadas reuniones los dirigentes del Partido Aprista con la embajadora de las FARC.


El fondo del asunto, sin embargo, es otro, y pasa por el difícil y agudo problema económico y financiero que se viene con el tema de la crisis internacional, el decaimiento de nuestras exportaciones y las anunciadas medidas de despido por parte de los empresarios, que, cual espada de Damocles, pende sobre los trabajadores. Lo otro es la respuesta organizada que prepara la CGTP y la agudización de la polarización social y política en el país. A falta de teletones, teteos y lentejuelas, bueno es crear los escenarios y las condiciones para distraer a la platea.
EL COMERCIO

El desafío del 2009

Por Alfredo Torres Guzmán. Ipsos Apoyo


Los economistas peruanos suelen recordar que los años terminados en 8 tienden a ser años de crisis en el Perú. El 2008 prometía romper el maleficio, el Perú se encontraba transitando por el mejor año económico de su historia cuando estalló la crisis internacional y se derrumbaron las bolsas de valores y los precios de nuestras exportaciones. Sin embargo, a diferencia de otras épocas, el Perú ha venido creciendo con tanta vitalidad que los primeros efectos de la crisis no han logrado detener ese proceso y concluirá el año con una tasa de crecimiento del PBI del 9%, la mayor de América Latina y similar a la de la mismísima China. Esta tasa bien justifica un brindis por el año que termina.


De otro lado, es verdad que el crecimiento no ha sido igual para todos y que muchos compatriotas continúan viviendo ajustadamente. Para ellos, el 2008 no ha sido motivo de celebración. Por el contrario, la inflación anual, superior al 6% y con incrementos mayores al 10% en algunos alimentos, ha sido motivo de constante angustia. Los muñecos que se quemarán a fin de año con las figuras de nuestras principales autoridades serán la consecuencia de esta crisis. Para los más pobres, la crisis no estalló con la quiebra del banco Lehman Brothers, sino antes, cuando el precio del kilo de pollo superó la barrera de los 6 soles.


No está de más recordar que la economía peruana se venía recalentando peligrosamente a mediados de este año. Varias empresas enfrentaban cuellos de botella en su producción y se vislumbraba desabastecimiento de energía para el 2009. Los inmuebles subían vertiginosamente de valor por la frenética actividad inmobiliaria. Los precios de una serie de productos de consumo empezaban a incrementarse no solo por los crecientes precios internacionales, sino también por el incremento de la demanda. Todo esto generaba una serie de tensiones sociales y la discusión se centraba en cómo enfriar la economía... hasta que vinieron los vientos helados del norte de América.


Ahora, las empresas que operan en el Perú orientadas al mercado interno aguardan el 2009 con cautela, pero, a diferencia de otros países, sin caer en el pesimismo. Será un año de ajustes para incrementar la productividad, se postergarán algunos proyectos inciertos, pero nadie dejará pasar oportunidades ni le regalará mercado a su competencia. Los consumidores, por su parte, tampoco están dispuestos a postergar la atención de sus necesidades. Algunas familias de clase media serán algo más prudentes al tomar créditos, lo que frenará la venta de bienes de mayor valor, pero los sectores populares, que viven al día, seguirán consumiendo lo que necesitan mientras tengan empleo.


El Gobierno ha reaccionado correctamente con un conjunto de medidas contracíclicas para que el Perú continúe por la senda del crecimiento. Está muy bien estimular la inversión en infraestructura y la eliminación de trabas burocráticas, de manera de sostener el empleo e incrementar la competitividad nacional. Pero las autoridades no deben perder de vista que el éxito de la política económica para el ciudadano común se sustenta en que los precios de los productos para el hogar se mantengan estables. Si el Perú logra atravesar la crisis internacional con tasas de crecimiento del 5% al 7% del PBI y una inflación anual menor al 3% el 2009, pero especialmente el 2010, no solo se incrementará justificadamente la popularidad presidencial, sino que se reforzará de manera considerable la confianza de los peruanos en su futuro.
EL COMERCIO

El legado de Távara y el reto de Villa Stein

En entrevista exclusiva con El Comercio, el saliente presidente del Poder Judicial Francisco Távara ha hecho un balance de su gestión tan crudo y realista que no puede pasar desapercibido.

En su diagnóstico debe resaltarse una buena dosis de autocrítica, sobre todo cuando reconoce que no ha podido llegar adecuadamente a la opinión pública para demostrar su voluntad de cambio. Por tanto, las nuevas autoridades del sector tendrán que mejorar sus estrategias de comunicación e imagen, pero teniendo cuidado en entender que cualquier esfuerzo será inútil si no se retoma a fondo la reforma judicial.


Es cierto que hubo avances notables el último año, especialmente en el mayor control interno, como lo demuestran la nueva facultad para levantar el secreto bancario de los magistrados y las diferentes acciones preventivas y sancionadoras de la OCMA. Sin embargo, aún queda mucho por hacer tanto para superar las deficiencias estructurales en la administración de justicia, cuanto para moralizar a un poder del Estado actualmente vilipendiado por la mayor parte de los ciudadanos.


Por ejemplo, es urgente disminuir los excesivos plazos procesales, seguir desconcentrando las salas especializadas, acabar con la provisionalidad de algunos magistrados y, sobre todo, desterrar la corrupción que se produce desde los escalones más bajos. También es prioritaria la revisión del marco normativo y de actuación del Consejo Nacional de la Magistratura y de la Academia Nacional de la Magistratura para asegurar que quienes accedan a la judicatura tengan los méritos profesionales y la capacidad ética necesarias.


Del balance presentado por el doctor Távara fluye, por supuesto, que los problemas presupuestales son tan graves que por ello precisamente la corrupción encuentra un campo fértil entre muchos magistrados y servidores paralegales, cuyos ingresos están atrasados y resultan irrisorios frente a la tremenda responsabilidad que les toca asumir. Pero nada justifica el nivel de venalidad que, por desgracia, prevalece en el PJ. Y, al mismo tiempo, eso tampoco justifica las arremetidas avasallantes, tanto del Ejecutivo como del Congreso, porque el drama presupuestal debe resolverse respetando estrictamente la autonomía jurisdiccional que reconoce la Constitución al Poder Judicial.


Los recursos magros y la desmoralización consiguiente han venido atentando contra gestiones singularmente alentadoras como la del Dr. Távara, que, pese a su empeño, poco han podido hacer para avanzar en retos cruciales como la aplicación del Código Procesal Penal, la renovación administrativa y tecnológica de las diferentes instancias, el fortalecimiento de la carrera judicial, etc.


En otro nivel de análisis, el informe de gestión del doctor Távara hace bien en demostrar que, pese a todas las restricciones materiales, con la voluntad de sanear y preservar el prestigio de la institución judicial se puede dar pasos interesantes, como la capacitación continua de magistrados, el abordaje conjunto de proyectos con otros gremios (como en el caso del Consejo de la Prensa Peruana y la búsqueda de descriminalización de los delitos mediáticos), y la mayor presencia de la Corte Suprema en el interior de la República (según ha podido verse con las sesiones plenarias descentralizadas).


Frente a este panorama, en el cual puede concluirse que hay estrechos límites financieros, pero con amplios espacios para la gestión basada en la iniciativa, la buena voluntad y la búsqueda de recursos de la cooperación internacional, la agenda de trabajo del entrante presidente del Poder Judicial, doctor Javier Villa Stein, será ardua. Y para que pueda afrontarla de la mejor manera, sin duda, desde la prensa habrá que apoyarlo en lo que corresponda, aunque al mismo tiempo se deberá fiscalizar sus acciones, especialmente en lo que toca a independencia política y jurídica de las sentencias judiciales.

EL COMERCIO