31.1.09

El primer gobernante gay del planeta se parece a la Gringa Inga

Johanna Sigurdardottir será la nueva jefa del gobierno islandés y es gay. Gay, GAY, G-A-Y. Pese a la crisis financiera en la que se encuentra sumida la pequeña isla europea que lo apostó todo por la economía de libre mercado, y que vivió un auge económico sin igual los últimos 20 años, lo último que les importa a los descendientes de los vikingos es que su jefa de estado sea lesbiana. Su homosexualidad no fue el centro de su ascenso, como sí es el de algunos aprendices de candidato cholo, o no tan cholo que se me ofende el Bayly, que es de familia de bien. Johanna es el clon de la Gringa Inga y está casada con la periodista y dramaturga Jonina Leosdottir. Otrora, el país de la cantante Björk fue el paraíso donde más de uno ansiaba vivir. Ahora colapsa, botan gente a mares de sus chambas – el diario más importante de Islandia, Morgunbla_i_, reduce alarmantemente su personal- y la gente emigra. Si en el Perú se presentará un candidato parásito -o sea alguien haciéndose cherri vía su homosexualidad-, aprovecharía nuestra minusvalía cultural para sus fines. Qué en el Perú nos gobierne un homosexual, pe. Normal. Aunque nuestras anquilosadas mentes sólo quieren Chollywood y escándalo y eso es nuestra perdición. Para satisfacer el gusto peruano tendría que ser el Jaimito -aunque éste no es socialdemócrata o de izquierda; más bien un liberal egócrata-. En el caso islandés, la opción sexual de Sigurdardottir no lo sacará de su peor debacle económica del siglo XX. En nuestro laberinto peruviano, nuestros tabúes culturales son nuestros protagonistas. Los que nos hacen esclavos de nosotros mismos.

“Periodismo bajo terror”

Los Enviados Especiales llegaban a Huamanga y tenían la obligación de recoger datos para hacer noticia cada tarde porque desde Lima les exigían eficiencia.

Hacían crónicas, tomaban fotos, y luego regresaban a la capital. Y allá en Ayacucho quedaban los corresponsales de siempre, los que sufrían el acoso de ambos bandos.

Esta es la tesis central del libro de la periodista noruega Aase Hjelde, que acaba de publicar el vicerrectorado académico de la Universidad de San Marcos y que titula “Periodismo bajo terror. Ayacucho en tiempo de guerra”.

Aase es una calmosa colega de ojos glaucos que observa y escucha con atención porque todo le interesa. Por eso estuvo en el Perú a inicios de los años 90 y viajó a Ayacucho…como Enviada Especial de un diario de Oslo. Y conoció y trató con los periodistas que vivían allá en la zona de guerra y que habían sido sorprendidos por una violencia que los dejaba en el medio de la confrontación.

Así pasó con la emisora La Voz, en 1981. Llegaron los subversivos, encapuchados y armados y obligaron al aterrorizado operador a transmitir un mensaje de tres minutos. Se marcharon corriendo y a los pocos minutos llegaron los militares, a increparle su presunta colaboración con los senderistas.

A ellos se dirigió la mirada de Aase y el libro está dedicado a narrar las peripecias de los periodistas ayacuchanos que debieron soportar años de guerra sucia.

Los periodistas provincianos suelen ser aficionados a esta profesión y en especial en los Andes, donde la radiodifusión sigue siendo el principal medio de información. En las emisoras legales o ilegales luchan por la vida y con frecuencia se exceden en sus denuncias. Así era el periodismo en los Andes centrales al iniciarse la década de los ochentas en que ser periodista en Ayacucho se convirtió en la profesión más peligrosa del mundo.

Hjelde recorre esa historia entrevistando a todos esos corresponsales que eran realmente víctimas de los Enviados Especiales que muchas veces sufrían las consecuencias de los apresuramientos capitalinos. “Periodismo bajo el terror” es un reconocimiento a ese periodismo provinciano que fue tan importante y que tuvo víctimas mortales como Luis Morales, Hugo Bustíos de Caretas o Jaime Ayala de La República, entre otros.

Chumpitaz o la perfección


A mí me gusta mucho lo que ha hecho el señor Tito Chumpitaz, entrenador de la selección de fútbol sub 20.

Él no se ha andado con medias tintas. A él le parece muy mal eso del limbo y la indefinición.

En suma, Chumpitaz es un radical del fracaso, un jacobino de lo fronterizo, un Papa deportivo del Cero Absoluto.

Siempre el fútbol peruano había sido mediocre hasta en su mediocridad. Y esa tibieza hasta para ser malos era algo que, seguramente, irritaba a este Napoleón de la impotencia.

Por eso es que, paso a paso, esquema tras esquema, charla tras charla, preparó esta actuación que ha rozado lo perfecto y que es la obra maestra de la miseria futbolística.

Como huérfanos de Dickens golpeados por todas las adversidades, como idiotas sin rumbo salidos de una pesadilla de Mario Poggi, estos muchachos han puesto, por fin, las cosas en claro: somos lo peor de América Latina, lo último de lo de abajo, los invictos de la derrota, el sarro del barrio de la boca (puro chamullo).

Como el Perú es un país que cultiva el medio pelo y la indeterminación, este paso dado por Tito Chumpitaz y sus lisiaditos es un aporte que podría llevarnos, de encontrar otros ecos, a la adquisición de un carácter nacional menos parecido al de la malagua.

Ser perfecto en la estupidez es un arte raro. Porque muchas veces los estúpidos nos traicionan con un acierto y nos disgustan con un buen momento y nos confunden hasta con un libro publicado y elogiado por el cuetismo nacional.

¿Pero qué decir de Tito Chumpitaz? Nada, excepto admitir que posee una estupidez sin mácula. Y añadir que es el mayor perfeccionista de la historia del fútbol peruano, incluyendo en esa historia las hazañas de Chemo del Solar, el mejor amigo de Platero.

Perder todos y cada uno de los partidos, hacer el ridículo en cada minuto de los muchos que nos desgraciaron, ordenar los cambios que sólo el cerebro de un canguro con la cabeza masacrada podía concebir, obtener la compasión unánime de todos los rivales y el asco profundo de todos los árbitros, separar cada línea del equipo para incomunicarlo, envilecer el concepto mismo del fútbol como juego colectivo, proponer la debilidad defensiva como un don fatalista y la esterilidad del ataque como una flamante virtud, todo eso, decía, convierten a Tito Chumpitaz en el Osama Bin Laden del malogro.

Lo que no han entendido los que lo critican tan frívolamente es que Chumpitaz, harto de Chemo, cansado de lo gris, separado de Oblitas, aspiraba a esta campaña devota de la ruina para decirnos –y aquí está el detalle- que nada de lo hecho por quienes fracasaron antes y matizadamente vale la pena, que no hay nada peor que las derrotas intercaladas (o sea las victorias inservibles) y que ya era tiempo de que el fútbol peruano se pareciera a parte de nuestra historia.

¿Por qué no unir el fútbol peruano con la vieja levadura de la historia? Me imagino que eso debe de haber pensado Chumpitaz en sus momentos de reflexión.

Y debe de haberse dicho: nada con Cáceres, que nos distrajo en la derrota, ni con Grau, que lavó a solas (y con agua salada) el honor nacional, ni con Bolognesi, que nos permitió disimular algunas cobardías.

¡Nada de eso! –debe haberse dicho Chumpitaz.

Y debe haberse dicho seguidamente:

-Que todo se parezca al Prado presidente que era general chileno honorario y que se fugó apenas estalló la guerra. Y que se parezca al Piérola que todo lo que tocaba se desvanecía en un flato maloliente. Y que sea como Iglesias, el traidor ciento por ciento. Y que se parezca –retrocediendo- a Felipillo, resumen de la infamia. Y –avanzando en el tiempo- a Montesinos, maldito hasta las uñas.

Tito Chumpitaz no es sólo un entrenador de fútbol. Es un filósofo y un artista extremo. Sólo hay que comprenderlo.

CESAR H.

La contadora y sus valedores

Ingrid Suárez ya no es contralora, porque tampoco es ingeniera. La farsa de su nombramiento apadrinada por el Presidente Alan García y el ex ministro Rafael Rey ha exhibido el tamaño de la desvergüenza en las altas esferas del Perú.

La aparatosa caída de Suárez obliga a pensar en la costumbre peruana de dar y asumir cargos sin considerar las competencias pertinentes. Ello se produce gracias al uso de la vara, palabra que por algo es un peruanismo.

“El Tunante” Abelardo Gamarra y el Barón de Malapatemburgo habían criticado ya, en tono jocoso, esa mala costumbre. Manuel González Prada la fustigó con verbo de fuego.

El nombramiento de incompetentes es costumbre de mi país, hermano.

¿Acaso no tuvimos como canciller de la República a Fernando Olivera, que no sabía nada de diplomacia ni de historia de nuestras relaciones exteriores? Cierto es que duró un día, pero lo quiso y lo pudo.

La vara, mi viejo, la vara.

Las trapacerías de la ex contralora tienen aspectos de sainete. Por ejemplo, cuando exhibe un título otorgado por la Universidad de Berkeley; pero luego expresa que no recuerda cómo lo obtuvo.

La historia del ridículo en la política peruana consignará los nombres de Alan García, Rafael Rey, Javier Velásquez, presidente del Congreso.

Los dos períodos presidenciales de García se distinguen por esta clase de supercherías. Los ministerios y prácticamente todas las dependencias públicas del país se han convertido en feudo de apristas y apristones, que exhiben, junto con escasa o nula capacidad, una desenfrenada ambición dineraria.

Esos casos pueden no ser tan notorios como el de la contadora Suárez, mas pesan en la memoria colectiva y dejan en la caja fiscal un vacío difícil de llenar.

Para muchos compañeros resulta válida la frase irónica del poeta César Calvo: “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.

Precisamente, la Contraloría General de la República tiene como función cuidar, controlar, que los fondos y bienes públicos sean honestamente administrados.

En un régimen en el que campea la corrupción administrativa, resulta explicable que se buscara a alguien moralmente incapaz de fiscalizar.

Incapaz por condición ética. La falsedad de los títulos exhibidos es demostrativa.

Incapaz asimismo por el origen turbio del nombramiento, que implicaba un pacto de complicidad con el Poder Ejecutivo y con su entorno político y económico.

La señora Suárez puede ser una magnífica contadora; pero descuella sobre todo como contadora de cuentos.

Su nombramiento y el apoyo que tuvo entre congresistas y grandes empresarios revela el nivel de la moral pública de esos sectores.

Conste por intermedio de la presente que la denuncia contra el fraude surgió en nuestro diario y halló eco en otros medios y en la oposición política.

LA PRIMERA

Poniéndose las pilas

El gobierno, finalmente, se puso las pilas y empezó a acelerar la implementación del 'plan anticrisis’ para tratar de sostener el crecimiento. El anuncio de la ejecución de la primera parte del plan por 4,500 millones de soles fue seguido, de inmediato, por la publicación de una serie de normas necesarias para poder hacerlo efectivo. Con este celeridad, el gobierno claramente está tratando de demostrar que ahora sí tiene voluntad.

En primer lugar, se debe reconocer que el paquete es bastante atractivo y lo más positivo está en la aceleración de la inversión pública. Asimismo, hay algunas medidas de simplificación de los procesos de concesiones (o APPs) para fomentar la inversión privada. Siendo la brecha de infraestructura pública nuestro peor cuello de botella como país, el aumentar la inversión en general no solo apoya el crecimiento en el corto plazo, sino que también lo puede hacer sostenible en el tiempo. Por ello sería importante complementar estas medidas con nuevos proyectos concretos, para lo cual se debería fijar el gobierno metas ambiciosas para entregar en concesión.

Sin embargo, lo que es un error es el aumento del drawback. Al incrementar el nivel del subsidio se va a generar una situación de preocupante dependencia entre el balance del exportador y esa distorsión.
Como si fueran adictos quienes empiecen a recibir hoy 8% directo a la vena de la utilidad, mañana dirán que esa dosis ya no satisface y pedirán más. Basta recordar la costosa historia del CERTEX para tener una idea de adonde podemos parar. Por otro lado, esa decisión nos va a complicar las negociaciones de futuros TLC y, al ser un triunfo del lobby gremial, los va a alentar a pedir más. Sería un desastre, por ejemplo, hacerles caso en soltar el tipo de cambio, ya que en un solo acto pasaríamos a una situación de insolvencia en el sector privado. Sin duda, lo del drawback es una mala idea por donde se le mire.

Finalmente, el siguiente paso debería ser profundizar acciones que, sin mayor costo fiscal, pueden mejorar significativamente nuestra competitividad. El gobierno debería estar pensando en bajar aranceles, en eliminar trámites y otras trabas burocráticas, en promover activamente la ley Mypes para formalizar el empleo, entre otras medidas. Esperamos que el gobierno mantenga el entusiasmo.
PERU 21

Poniéndose las pilas

El gobierno, finalmente, se puso las pilas y empezó a acelerar la implementación del 'plan anticrisis’ para tratar de sostener el crecimiento. El anuncio de la ejecución de la primera parte del plan por 4,500 millones de soles fue seguido, de inmediato, por la publicación de una serie de normas necesarias para poder hacerlo efectivo. Con este celeridad, el gobierno claramente está tratando de demostrar que ahora sí tiene voluntad.

En primer lugar, se debe reconocer que el paquete es bastante atractivo y lo más positivo está en la aceleración de la inversión pública. Asimismo, hay algunas medidas de simplificación de los procesos de concesiones (o APPs) para fomentar la inversión privada. Siendo la brecha de infraestructura pública nuestro peor cuello de botella como país, el aumentar la inversión en general no solo apoya el crecimiento en el corto plazo, sino que también lo puede hacer sostenible en el tiempo. Por ello sería importante complementar estas medidas con nuevos proyectos concretos, para lo cual se debería fijar el gobierno metas ambiciosas para entregar en concesión.

Sin embargo, lo que es un error es el aumento del drawback. Al incrementar el nivel del subsidio se va a generar una situación de preocupante dependencia entre el balance del exportador y esa distorsión.
Como si fueran adictos quienes empiecen a recibir hoy 8% directo a la vena de la utilidad, mañana dirán que esa dosis ya no satisface y pedirán más. Basta recordar la costosa historia del CERTEX para tener una idea de adonde podemos parar. Por otro lado, esa decisión nos va a complicar las negociaciones de futuros TLC y, al ser un triunfo del lobby gremial, los va a alentar a pedir más. Sería un desastre, por ejemplo, hacerles caso en soltar el tipo de cambio, ya que en un solo acto pasaríamos a una situación de insolvencia en el sector privado. Sin duda, lo del drawback es una mala idea por donde se le mire.

Finalmente, el siguiente paso debería ser profundizar acciones que, sin mayor costo fiscal, pueden mejorar significativamente nuestra competitividad. El gobierno debería estar pensando en bajar aranceles, en eliminar trámites y otras trabas burocráticas, en promover activamente la ley Mypes para formalizar el empleo, entre otras medidas. Esperamos que el gobierno mantenga el entusiasmo.

PERU 21

Plástico y ketchup

Ingrid Suárez, la contralora que pudo ser y no fue, ha dicho que fue objeto de una campaña mediática “despiadada” y que le faltó “malicia política” para afrontar los “ataques” a su persona. Con ello, se ha sumado a la larga lista de aquellos que cuando son pillados con las manos en la masa recurren al fácil expediente de culpar al mensajero, o sea la prensa.
A ver, vayamos por partes y cucharadas. En efecto, hubo una campaña en su contra, y en este diario la denunciamos en su momento, señalando con nombre y apellido a la ministra que la estaba maleteando para tratar de colocar en el puesto a otra candidata de su preferencia. Pero eso no tiene nada que ver con el hecho de que Suárez falseó sus datos (para eso sí le sobró malicia). Y no podíamos dejar de informar al respecto. Si hubiera consignado la verdad, la campaña no le habría hecho mella. Por otro lado, aún suponiendo que su currículum fuera el mejor, estas reacciones histéricas ante las críticas revelan que no tenía el carácter adecuado para dirigir la Contraloría. Como le dijo en su momento Bush padre al quejoso de Dukakis, “si no aguantas el calor, no te metas a la cocina”.


No nos impresionan por tanto las lágrimas de cocodrilo de Suárez. Más bien confirman lo que siempre sostenemos respecto de los políticos y de todos aquellos que aspiran a ocupar un cargo público: si aparecen frente a ti con un cuchillo clavado en el pecho, comprueba primero si es de verdad o de utilería. Y de paso, verifica si el líquido de color rojo que brota es sangre o salsa de tomate.

Un ejemplo reciente, para mayor abundamiento: al día siguiente que este diario publicó, a comienzos de octubre pasado (y modestia aparte en exclusiva) que el “Chito” Ponce estaba detrás del “chuponeo”, el susodicho telefoneó para reclamar indignado que lo estábamos calumniando y que jamás sería capaz de hacer algo así. Y nos pidió una rectificación que por supuesto jamás hicimos, porque sabíamos que estábamos en lo cierto.

Así que, de paso, no nos impresionan los gestos grandilocuentes ni las vestiduras rasgadas de otras personas, compañías petroleras y bufetes que hemos mencionado en el curso de nuestra investigación sobre el “chuponeo”. Más temprano que tarde van a quedar al descubierto porque ya la Fiscalía de la Nación está tras sus pasos. Y por lo tanto, sus amenazas de juicio, sus campañas de desprestigio y sus cartas notariales terminarán siendo apenas cuchillos de plástico y “sangre” fabricada con ketchup.

LA RAZON

Fiasco, fiasco

Aún recuerdo con una sonrisa el título de ingeniero que los simpáticos campesinos norteños me pusieron cuando siendo universitario, hace muchas lunas, trabajé en un fallido proyecto de agroexportación. Allí fue que me enteré que en el campo es usual que se llame de esa manera a los gestores, técnicos, etc., citadinos que llegan a laborar. Y no sólo es una graciosa costumbre rural, pues en las ciudades se le llama doctor a cualquier profesional de alguna carrera de letras, especialmente a los abogados. Así como ya por cansancio no corrijo a nadie que me llama Bosé (como el cantante), creyendo de buena fe que así se pronuncia mi segundo apellido, simplemente ya resignado paso por alto que me llamen doctor muchas veces.

Es que esta costumbre es muy latinoamericana, desde el mexicano vicio de llamar licenciado allá a cualquiera hasta la entrañable comedia Mi hijo, el doctor (1903) del dramaturgo uruguayo Florencio Sánchez (cuya efigie reproduzco en la ilustración), que ironizaba sobre el tema. Sánchez fue el creador del término canillita, pues su primera obra, titulada así, trataba sobre un niñito de piernitas muy flacas (canillas-canillita), personaje que vendía diarios por las calles y que cantaba: Soy canillita/gran personaje/con poca guita/y muy mal traje. Después vendría la película, con el inmortal cómico Luis Sandrini, y el tango (1936) con esa linda letra: Va con los diarios bajo su brazo/buscando siempre un comprador/cruzando calles no da ni un paso/sin que se escuche su clara voz. Si no me equivoco, un personaje público conocido que fue canillita es César Lévano, ahora director de un diario. Ruta vital ciertamente encomiable, pese a nuestras abismales diferencias con su comunismo-humalismo y los insultos escatológicos que alentaba a su finado caricaturista.

Pero todo esto deja de ser broma y remembranza cuando una persona aspira a un cargo público, más aún cuando éste se trata del control de las conductas de los funcionarios. Ingrid Suárez no sólo ha cometido una torpeza y una conchudez al pretender pasar por ingeniera cuando no era más que una eventual alumna libre, sino que ha colaborado con esa criollada a reforzar esa impresión de país chicha que tenemos, algo que daña nuestra autoestima y obstruye los esfuerzos por imponer la meritocracia.

Otros que han quedado tocados con esto son los integrantes de la comisión seleccionadora, que les faltó prolijidad y cuidado al presentar su terna final. No sé cómo no examinaron de pies a cabeza los títulos presentados.

Es más, ya dudo que sea políticamente potable que se pueda presentar a los otros dos candidatos finalistas como aspirantes. Una lástima, porque si bien al comienzo fui muy escéptico con este sistema de comisión, en un momento pareció que podría ser una buena alternativa al cubileteo político. Y los humalistas, los Yonhys, etc... van a estar felices y se van a llenar harto la boca con este patinazo, con esta pequeña victoria.

Como dice el adagio, tenemos otra buena intención más con qué empedrar el infierno, tras los fiascos de Forsur y la ONA (que espero que no se repita con PerúCompras).

P.D. Esta columna regresa el lunes.

Aldo Mariátegui

Mentiras piadosas

Por: Augusto Álvarez Rodrich

¿Por qué Ingrid Suárez ‘bambeó’ su CV?

Ya fue. La designación de Ingrid Suárez como nueva contralora general de la República fracasó finalmente ayer porque, sencillamente, la candidata no pudo demostrar la información que había consignado en el currículum vitae con el que postuló.

Tan simple como eso. Y tan ‘rochoso’ como eso, porque a cualquier persona que postule a un cargo –público o privado– se le podría exonerar incluso de no reunir algún requisito específico solicitado para el puesto si es que compensa dicho déficit con alguna condición excepcional en otro rubro.

Lo que resulta imperdonable es que el candidato mienta, ya sea si postula a la presidencia o a la posición de menor responsabilidad de una institución. Y en un puesto donde la verdad es un valor fundamental, como sin duda es la jefatura de la Contraloría General de la República, es inaceptable que la candidata no haya tenido el cuidado y el rigor suficientes para un asunto tan simple como completar con exactitud su CV.

Esto constituye un hecho lamentable. Primero, para la comisión que realizó el proceso de selección. Ojalá que esto no lleve a descartar este sistema en beneficio del ‘a dedo’. Segundo, para el Presidente de la República, quien confió en el trabajo de dicha comisión. Tercero, para el Congreso, que quizá debió haber agotado la verificación. Cuarto, para el país, pues es posible que una noticia que esté dando la vuelta al mundo –de esas que aparecen en las secciones ‘insólitas’ o ‘mundo loco’ de los diarios– sea esta: ‘Anulan designación de contralora peruana porque falseó su CV’. Sin embargo, es obvio que la responsabilidad inicial y final es de la señora Suárez.

Ahora bien, una explicación posible para esta falta de diligencia de la frustrada candidata en el llenado del CV –lo que no implica aceptar su extraño comportamiento– es el extendido uso, abuso y aceptación social de la mentira en el país.

Si la Marina insiste en que no tenía equipos para chuponear; si Carlos Raffo estafó a todos con su increíble travestismo político en la comisión de petroaudios; si Alfredo Bryce plagia artículos y algunos amigos suyos lo festejan y atacan a los periodistas que revelaron este hecho; si la dirigencia del Alianza Lima se aferra al cargo con maniobras tan burdas que no habría hecho ni el fujimorismo en su peor etapa; si hubo gente que volvió a confiarle dinero a Carlos Manrique; si una periodista dice que fue víctima de una agresión xenófoba en España y enreda a tantos en su engaño; en fin (ya no sigo porque se acabó el espacio), pero si mentiras como estas son socialmente aceptadas con tanta facilidad en el Perú, ¿debería sorprender que la señora Suárez ‘bambee’ su CV para postular a la Contraloría General de la República?

LA REPUBLICA

¿Costumbre nacional?

Quisiéramos equivocarnos –por lo menos lo alertamos– pero existe entre nosotros una mala costumbre a la hora de sancionar a los responsables de actos de corrupción. El “gasolinazo” destapado al interior de la Policía Nacional es uno de ellos. Lamentablemente, en ese como tantos en otros casos se hacen “profundas” investigaciones, al final del día son pocos los encausados y menos los castigados administrativa y penalmente. Para los corruptos, la benevolencia de los órganos de control interno de cada entidad, la lentitud de la Fiscalía y el garantismo judicial les permite salir airosos y hasta libres de polvo y paja.

La verdad es que el problema del tráfico de gasolina al interior de las Fuerzas Armadas y de la PNP no es reciente. Más de una voz especializada ha señalado que viene de décadas. Pero nunca se le ha llegado a poner coto a tamaña corrupción. Por ello no es raro que, a diferencia de muchos empresarios que a través de un trabajo honrado de años logran constituir estaciones de expendio de combustibles, existan militares en retiro que de la noche a la mañana resultan dueños de tales negocios. ¿Cómo lo hacen? Quizá en parte la respuesta estribe en los escándalos conocidos –ventilados en la prensa– al interior del Ejército y de la Policía. Llegar a decisiones judiciales definitivas sería la gran cuestión.

El periodismo cumple con denunciar. Sin embargo las auditorías que realiza el Estado, la forma como profundiza las pesquisas el Ministerio Público o el modo como resuelven los jueces no siempre se conoce ni es público. En el caso particular del “gasolinazo” en la PNP las autoridades del Ministerio Público y el Poder Judicial deben ponerle más atención. No sólo porque constituyen actos delictivos –y consecuentemente implican un serio resquebrajamiento del nivel moral de nuestros uniformados– sino porque lo demanda una ciudadanía indignada que necesita creer en quienes se encargar de garantizar su seguridad.

De modo que lo mejor es advertir a los entes encargados de luchar contra la corrupción a fin de que pongan mayor atención al supuesto tráfico de combustible en cuarteles policiales y comisarías. No confiamos en lo que digan los órganos de control interno, pues por más que existan funcionarios honestos a la larga pesa esa costumbre perversa del falso “espíritu de cuerpo”. Pero también, ya que el caso se encuentra en manos de la Fiscalía anticorrupción, hay que poner la lupa en lo que haga esta instancia que acaba de ampliar por sesenta días las investigaciones. Tampoco olvidemos que últimamente la compra de gasolinas para abastecer vehículos de la PNP se ha realizó sin concurso público. En este y otros casos, corrijamos esa mala costumbre de dejar a medias las fiscalizaciones y sobre todo la sanción penal, que difícilmente llega a los que se lo merecen.

EXPRESO

Los policías sí tienen derechos

POR UNA AUTÉNTICA REFORMA POLICIAL


Por: Samuel Abad Constitucionalista

Cada cierto tiempo sucede lo mismo cuando fallece un policía. Las autoridades piden “mano dura” frente a la delincuencia. Otros reclaman la pena de muerte y critican a quienes defienden los derechos humanos, pues “solo velan por los delincuentes”.

Hay que ser claros. Los policías sí tienen derechos. Vivir en democracia implica el respeto a la ley y a los derechos humanos de todos, con o sin uniforme. Sin embargo, el uso legítimo de la fuerza tiene límites. Esto es particularmente relevante cuando se presentan actos de violencia, como lo sucedido en el Santuario de Pomac. En tales casos se requiere aplicar una estrategia que encuentre un razonable equilibrio entre el uso legítimo de la fuerza, el respeto de las personas y la seguridad de los policías. Un buen ejemplo fue el desalojo en el mercado de Santa Anita. Y es que muchas veces detrás de estos casos subyacen un conflicto social y una violencia latente, pues vivimos en una sociedad fracturada donde algunos sienten que lo ilegal genera derechos. Lo sucedido evidencia que la autoridad civil sigue encargando a los policías “resolver” estos problemas sin el apoyo necesario.

“Al policía se le respeta”. El mensaje no solo va dirigido al ciudadano, sino al propio Estado que sigue sin garantizar sus derechos. Según la Constitución, los policías no pueden sindicalizarse, hacer huelgas ni presentar peticiones colectivas, es decir, no pueden agruparse para exigir sus derechos. Solo reclaman a través de sus familiares o cuando pasan a retiro. Hasta hace poco ni siquiera podían votar en las elecciones.

Los problemas empiezan desde su formación. Las mujeres no pueden quedar embarazadas, pues si no les dan de baja. Cuando egresan, constatan que su derecho a una remuneración “equitativa y suficiente” no se respeta, y que están obligados a “ejercer la función policial en todo momento, situación o circunstancia por considerarse siempre de servicio” (Art. 66.2, Ley 28857). Es decir, policía las 24 horas. Tener vacaciones o pago de horas extras es imposible. ¿Cuándo descansan? Nadie sabe, pues cuidan empresas en sus horas de franco. Si pretenden ascender, constatan que el mérito y la capacidad no siempre se respetan; y si el Poder Judicial los ampara, el procurador denuncia al juez. Tampoco hay garantías de permanencia en el cargo, pues la causal de retiro por renovación los mantiene inestables. Si se enferman, van al Hospital de Policía cuyas limitaciones son públicas. Cuando fallecen, el trámite para acceder a la pensión demora y los familiares deben certificar periódicamente que todo está correcto. Es decir, el Estado apoya escasamente a la policía.

La policía es una de las instituciones públicas que está más cerca de la gente, pues vela por su seguridad. Por eso, el Estado debe asumir su responsabilidad y garantizar sus derechos. Sin ello, no existirá seguridad ciudadana posible. En definitiva, seguimos viendo que a la policía no la respetan. La reforma policial y la defensa de sus derechos constituyen una prioridad. Haría bien el Ejecutivo en reconocerlo y adoptar medidas efectivas para ello.

Por una red de reservas marinas protegidas

SE BUSCAN LÍDERES QUE PROTEJAN NUESTRAS RIQUEZAS


Por: Martha Meier Periodista*

Al cumplirse el centenario de la creación de la Compañía Administradora del Guano, en 1909, para recuperar este tesoro natural depredado, saqueado y agotado, el Perú podría convertirse en un ejemplo internacional y líder regional en conservación de la biodiversidad marino-costera y sus ecosistemas. Todo depende, claro está, de nuestras más altas autoridades y su visión sobre el desarrollo sostenible, es decir el progreso real, el avance sin degradación y el crecimiento con continuidad en el tiempo.

Desde hace más de 7 años, la doctora Patricia Majluf impulsa la creación de un sistema de áreas marinas protegida que incluya la totalidad de islas y puntas guaneras, así como las 2 millas de mar adyacente. Un corredor que cubriría prácticamente todo el litoral peruano, desde La Libertad hasta Moquegua, protegiendo zonas esenciales para la supervivencia de lobos marinos, pingüinos, aves guaneras, delfines, ballenas y peces como la anchoveta de gran valor alimenticio (para humanos y mamíferos marinos), por no mencionar su importancia económica e industrial. Se trata también de sitios fundamentales para mantener las costumbres, religiosidad y el modo de vida de millares de familias de pescadores artesanales y marisqueros, entre otros.

“La Compañía Administradora del Guano creó el primer sistema de “áreas protegidas” en el Perú protegiendo las islas (...) Esta medida fue tan exitosa que en pocas décadas fue necesario crear islas artificiales —cercando penínsulas con muros de concreto— para aumentar el hábitat disponible de los más de 10 millones de aves que ya habían para entonces”, ha escrito Majluf, quien en el año 2006 recibió el premio Whitley de Oro a la conservación de la naturaleza, de manos de la princesa Ana de Inglaterra, en la Real Sociedad Geográfica de Londres.

El proyecto que lidera la especialista peruana fue seleccionado por un panel de expertos como el mejor y más necesario de concretar. Un merecido reconocimiento para quien desde hace 30 años ha consagrado su vida a la conservación e investigación en punta San Juan de Marcona, y contra viento y marea viene impulsando la creación de un extenso hábitat donde las criaturas del mar y los procesos ecológicos y evolutivos sean protegidos a perpetuidad. A estas alturas existe un proyecto de ley que solo espera la firma de las autoridades para entrar en vigor y convertir al Perú en ejemplo de conservación, por el bien de sus generaciones presentes y futuras.

Un país no es sino la suma de las buenas o malas intenciones de sus habitantes. Un país se forja sobre la base de la capacidad de sus autoridades para concretar, en aras del bien común, las iniciativas y proyectos germinados en la sociedad civil con fines diversos y positivos. Un país existe, subsiste y progresa en la medida en que sus gobernantes comprenden su responsabilidad de preservar los ecosistemas para el aprovechamiento económico, la investigación científica, el goce estético y espiritual de las futuras generaciones. Esperemos, pues, que pronto seamos los líderes regionales en protección marina y que nuestras autoridades den una clara señal de que están por encima de las veleidades pasajeras de la política y de los intereses de unos pocos.

ESPECIALIZADA EN TEMAS AMBIENTALES

EL COMERCIO

La defensa del patrimonio es deber de todos

En congruencia con nuestros principios de respeto al orden legal y defensa del patrimonio nacional, hemos procedido a devolver a la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) valiosos ejemplares que habían sido sustraídos en circunstancias aún no aclaradas.

Se trata de cuatro ejemplares recuperados del mercado negro por un coleccionista privado, quien los entregó a este Diario como evidencia de su denuncia sobre el tráfico de libros procedentes de esa institución. Los libros fueron entregados por nuestro director, Francisco Miró Quesada Rada, al director de la BNP, Hugo Neira, de notable gestión, quien destacó la actitud del benefactor anónimo y ofreció avanzar en las investigaciones.

Los libros entregados son: “Papirii massoni annalium”, una edición en latín de 1578, escrita por el erudito francés Jean Papire Masson; “Querétaro. Memorias de un oficial del emperador Maximiliano”, del militar francés Alberto Hans (México, 1869), y el “Compendio histórico, geográfico y genealógico de los soberanos de la Europa”, de Manuel Trincado (Madrid, 1769). Un cuarto libro, “Instrucción de Confessores y penitentes”, de Daniel Concina (Madrid, 1766), del que en un inicio la BNP no dio razón ante una consulta de El Comercio, se localizó finalmente en las bóvedas del local de la avenida Abancay. El ejemplar entregado ayer sería uno adicional o copia.

En cuanto a nuestro Diario, solo hemos cumplido nuestra obligación en defensa del interés nacional. Los medios de comunicación, cuando se topan con bienes ilegales, deben ponerlo en conocimiento de la opinión pública y actuar conforme a ley.

Este caso tiene un final positivo, pero nos lleva a varias reflexiones. Ante todo, tiene que realizarse una profunda investigación sobre el robo y desaparición de estos ejemplares, en lo que no se puede descartar la participación de personal de la biblioteca.

Luego, debemos saludar la actitud patriótica de ciudadanos que, por encima de intereses particulares, procedieron a denunciar y devolver estos ejemplares, a expensas de su propio peculio. ¿Dónde habrían ido a parar si no fuera por estos peruanos? ¿Hasta dónde pueden llegar los tentáculos de este mercado negro que trafica con bienes únicos que pertenecen a todos los peruanos?

Seguidamente, se hace imprescindible la realización de una revisión e inventario de las obras más valiosas de la biblioteca, para lo cual tiene que dársele los recursos y el presupuesto suficiente. No solo para contar con más personal seleccionado, técnico y responsable, sino también para redoblar las medidas de seguridad en el nuevo local, restringir el acceso a estos ejemplares a investigadores y contratar seguros nacionales e internacionales que nos cubran ante cualquier imponderable.

El acervo bibliográfico de la BN es parte de nuestra historia y de nuestra identidad nacional, que todos debemos preservar, defender y denunciar ante cualquier atentado.

EL COMERCIO

30.1.09

Paulovich: New President USA

Paulovich

Para el Achacachi Times, exclusividad total. Prohibida la reproducción total y parcial de este despacho periodístico, salvo en los periódicos de la Cadena Líder. También está prohibida la traducción al aymara, quechua y otras lenguas nativas de las 36 naciones nativas, originarias, aborígenes y campesinas que conformarán la Nación Boliviana en caso de triunfar el proyecto de Constitución del MAS.


Me encuentro como la mayoría de la población inteligente del mundo, frente a mi televisor colocado en el living room de mi domicilio, situado en la zona de Obrajes de la ciudad de La Peace, que se pronuncia Pis por falta de mingitorios. Son las 13 horas (hora boliviana), o sea que podrían ser las 13 y 10, las 13 y 30, y también las 14 para los más incumplidos, y me hallo en compañía de la señora Macacha viuda de Racacha, señora cochabambina que es pariente espiritual de este corresponsal.

La importancia del acontecimiento que comenzamos a describir ha obligado a este periodista y su compañera a renunciar a su tradicional lunch que ha sido reemplazado por deliciosas salteñas acompañadas por algunas cervezas paceñas, una libra de maní tostado con cáscara al que otros llaman cacahuates. También tenemos a nuestro alcance mandarinas y naranjas.

En este momento una señorita de CNN nos dice que comenzará el acto de juramento del señor Barack Obama, presidente cuadragésimo cuarto de los Estados Unidos de América.

Al verle aparecer en nuestra pantalla, comentó mi comadre Macacha con la espontaneidad que le caracteriza:

"¡Qué negrito tan simpático, no se parece en nada a los negros resentidos y malacaras que aparecen en nuestra televisión!".


Le pido menos comentarios ofensivos y le cuento que el señor Obama es muy inteligente y encarna las esperanzas de su pueblo y de muchos otros en un mundo mejor.


Cuando el señor Obama iba a prestar su juramento sobre la Biblia que perteneció a Abraham Lincoln, ante el Presidente del Tribunal Supremo, señor John G. Roberts, mi comadre Macacha derramó unas lágrimas al escuchar que el señor Obama juró observar, proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos.

Cuando la televisión comenzó a mostrarnos las imágenes de mandatarios, reyes y principales invitados que acudieron a celebrar la ceremonia inaugural del nuevo presidente norteamericano, me preguntó por qué no apareció ningún boliviano. Para que no siguiera llorando mi comadre qhochala, le dije solamente:

"Es que en este momento no tenemos relaciones diplomáticas con los Estados Unidos de América".


Mí comadre lloró de todas maneras porque ella es así y ya sabemos que las cholitas son mujeres de llanto fácil y de sentimientos profundos. Save mister President.

TODO SE ARREGLA CON PLATA

Paulovich


AL CUMPLIRSE HOY EL ÚLTIMO DÍA DEL MES DE JULIO, me apresté a llamar por teléfono a mi esposa para recordarle que a partir de mañana no tengo un centavo para hacer frente a mis gastos durante el mes de agosto y rogarle que sea más puntual en sus remesas, de acuerdo con nuestro convenio internacional hispano-boliviano.

-Hola, tesorito mío, hablas con tu cholito que te extraña mucho, sobre todo cuando llega cada fin de mes.

-Hola, cholito mío, aquí la situación está que arde, pues la temperatura no baja de 40 grados, ya que estamos en el mes más caluroso del año.

-Pues aquí también la situación está que arde y hay orden de no aflojar, pese a las nevadas que han caído.

-Sin embargo, he sabido que estuviste bailando en la Entrada Universitaria del sábado pasado en La Paz.

-Tus informantes son unas chismosas, pues no estuve bailando, sino admirando otra vez la belleza y el colorido de nuestro folclore.

-¿Y por qué bailan tanto? ¿Es que los bolivianos tienen muchos motivos para alegrarse?

-Claro que sí, tesorito y tesorera mía. El otro día supe que el presidente Evo repartió dinero a jefes militares.

-¿Tanta plata tiene tu Presidente?

-Me dijeron que ese dinero es una donación del presidente Chávez de Venezuela, que es su amigo.

-¿Nadie ha protestado contra esa entrega de dinero venezolano a los militares bolivianos?

-No, pues, tesorito, el dinero regalado no tiene nacionalidad. ¿Acaso yo protesto por los euros que tú me mandas mensualmente, aunque a veces te atrasas algunos días, como en esta oportunidad, cuando ya mañana comienza agosto y todavía no he recibido la remesa? Yo espero que además me envíes unos euros adicionales en calidad de ‘bono patriótico’, porque el 6 de agosto es la fiesta de mi país y el 7 viajaré a Santa Cruz para calmar a los ‘ponchos rojos’ de Achacachi, que desfilarán en la parada militar.

-¡Qué disparates organizan tus paisanos, cholito mío! ¿Quién pagará el traslado, la vestimenta, la alimentación y el alojamiento de los ponchos rojos y otras milicias indígenas?

-No lo sé, tesorito mío, pero ten la seguridad de que alguna platita recibiré, porque en mi país nadie da un solo paso gratis, pues todo se arregla con plata.

-Y si te mandara tu remesa de agosto y tu bono patriótico inmediatamente, ¿dejarías de desfilar con los ponchos rojos en la parada militar de Santa Cruz?

-Claro que desistiría de hacerlo, pues ¿qué me importan los Ponchos Rojos y otras milicias indígenas?


Fuente: Periódico El Deber (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia)

‘Ponchos Rojos’ en emergencia

Paulovich

UN CHASQUI QUE VINO DESDE ANCORAIMES, PROVINCIA Omasuyos del departamento de La Paz, llegó a mi casa y fue atendido por mi empleada del hogar, la famosa Winona, que vino a mi escritorio y me dijo muy emocionada: “Cawallero, te busca un originario y dice que quiere hablar contigo”. Como yo me hallaba escribiendo esta crónica le dije: “Debe querer vender papas, cómprale media arroba”.

La imilla volvió para atender al visitante, regresó a los pocos instantes y me dijo: “Cawallero, no ha venido a vender papas, sino a entregar un documento en mano propia”, por lo que tuve que hacerle pasar a mi living. En efecto, era un mensajero de los ‘ponchos rojos’, que luego de entregarme un sobre se marchó, luego de hacerme firmar una constancia de haber recibido un importante documento.

Cuando estuve solo en mi escritorio lo abrí y comprobé temblando que era una orden para viajar a Sucre con el fin de defender la Asamblea Constituyente y a su presidenta, Silvia Lazarte, que había sido ‘insultada’ por un chuquisaqueño que le dijo ‘chola ignorante’.

Inmediatamente llamé por teléfono a España para comunicarle a mi esposa mi viaje a Sucre para defender a una dama que había sido ofendida. Grande fue mi sorpresa, cuando lo primero que me dijo mi esposa fue: “¿Cómo estás, cholito mío?”, respondiéndole inmediatamente: “Te prohíbo volver a decirme ‘cholito mío’ porque el vicepresidente García Linera dice que es un insulto llamar a alguien chola o cholo”.
Ella se rió suavemente de mi prohibición y me dijo con dulzura: “Siempre te llamé cholito mío o mi cholito cochabambino y nunca te enfadaste por ello, y no veo por qué ahora lo tomes como un insulto y me lo quieras prohibir”.

Humillado y ofendido como estaba, le dije con voz severa: “Es que debes saber, hispanohablante, que desde hace 20 meses ‘Bolivia cambia y Evo cumple’, y es por ello que ahora te llamé para comunicarte que los ‘ponchos rojos’ y las ‘mantas café’ me han comunicado que debo viajar a Sucre para defender a doña Silvia Lazarte, presidenta de la Asamblea Constituyente, que ha sido ofendida por un chuquisaqueño que le dijo ‘chola ignorante’, mientras los originarios de Ancoraimes, próximos a Achacachi, se hallan en emergencia y amenazan con marchar a Sucre, y yo seré el primero en acudir a la capital para defender a esa noble chola que fue ofendida”.

Mi esposa volvió a reírse de mi posición y me dijo: “No jodas, cholito mío, y no te hagas el Quijote defendiendo a damas, doncellas y viudas. Tú serás siempre ‘cholito mío’ porque la palabra chola o cholo no es ningún insulto, sino expresión de mestizaje”.
Pero yo iré a Sucre a defender a la chola Silvia.


Fuente: Periódico El Deber (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia)

El gas de Gaza y el exterminio palestino

Mucho se ha escrito (‘hemos’ escrito) sobre los motivos que han tenido los israelíes para la carnicería en la Franja de Gaza.

Unos, defensores de los sionistas, la excusaron como una defensa contra los cohetes Qasam lanzados por Hamas. Lo cual ha sido rebatible al comprobarse que ya hace dos años se preparaba la invasión, mucho antes de que gobernase el grupo islámico en la Franja.

Otros negamos que pudiese ser señalada como una guerra por no existir dos estados soberanos, dijimos que se parecía más bien a la heroica resistencia judía en el gueto de Varsovia, y que la ideología sionista era, hoy por hoy, contraria al semitismo, representado por la nación palestina. Todos estos esfuerzos intelectuales para comprender los desvaríos israelíes eran, sin embargo, gastar pólvora en gallinazos. Los políticos sionistas no son Hitler. Olmert el corrupto, Barak el ambicioso, Livni la ex espía son solo un disminuido Bush, manejados por las transnacionales del gas y del petróleo.

La verdad es que, como señala el investigador de la universidad de Ottawa, Michel Chossudovsky, inmensas reservas marinas de gas existen a lo largo de la Franja de Gaza, las que fueron descubiertas en el año 2000. La Autoridad Palestina firmó un acuerdo, en 1999, con British Gas (BG Group), en el que les concedía los derechos de explotación de gas y petróleo por 25 años.

Desde un punto de vista jurídico las reservas de gas pertenecen a Palestina pero la elección de Hamas y el hundimiento de la Autoridad Palestina bajo el gobierno títere de Mahmoud Abbas han permitido a Israel establecer un control de facto sobre estas reservas. Incluso hay un estudio para construir un gasoducto hacia la terminal petrolera de Ashkelon. El problema es que, para ello, Israel tendría que violar el derecho internacional.

La invasión y posterior ocupación militar de Gaza lo que realmente intenta es transferir la soberanía de estos yacimientos marítimos a Israel. Buen negocio. No importan las muertes ni el sufrimiento palestino. Unas millonarias reservas de gas a cambio del olvido postrero del Zyklon B.

LA PRIMERA

Petroaudios y petroprensa

En todo esto de los petroaudios está el asunto de que los periodistas reclamamos un estatuto especial porque nuestra misión es también especial.

Es decir, exigimos privilegios porque se supone que le contamos a la gente lo que pasa en el mundo y eso, naturalmente, se considera una labor extremadamente delicada.

¿Pero eso es lo que hace la prensa en el Perú? ¿Eso es lo que hace en el mundo?

La respuesta a ambas preguntas –salvando las excepciones- es un rotundo ¡no!

La prensa, cada vez más roída por el poder del dinero, le cuenta a la gente lo que le da la gana, omite lo que la perjudica, censura a quienes pueden ser peligrosos por indómitos, destaca lo que son sus paradigmas, sataniza lo que considera herejías y, en suma, crea un mundo paralelo que se parece al mundo real tanto como una lombriz se parece a una esmeralda.

Digamos de una vez por todas, y sin temerle al tumulto gremial que grita eslóganes, que las prerrogativas que exige la prensa peruana no se concilian con la abdicación que ha hecho de muchos de los principios que la hicieron alguna vez respetable.

Resulta absolutamente indefendible, por ejemplo, festejar el apresamiento –justísimo- del “Chito” Ponce Feijoó y describir sus delictivas actividades, para luego, en una pirueta de hombre-bala en el circo, pasar a decir que lo obtenido por Ponce Feijoó en sus correrías de sucio topo es “saludable para el país”, “decisivo para la democracia”, “devastador para la corrupción”. Esos niveles de cinismo son, aun para el Perú, extraordinarios.

Business Track, creada en el 2004 por ex oficiales de marina metidos en la guerra sucia, es una empresa dedicada a una actividad ilícita, que servía a clientes cuyos propósitos eran más ilícitos todavía, que empleaba métodos del hampa electrónica –métodos aprendidos en el servicio de Inteligencia de la Marina de Giampietri (no la de Grau), y que vendía su material a reducidores que lo usaban para librarse de competidores, espiar a adversarios potenciales, o acopiar información útil para la extorsión.

Estos “destructores” con uniforme, estos mercenarios del chupón fueron, por encargo de una empresa dispuesta a demostrar que el Perú era el burdel del que hablaba Macera, los que abastecieron a “Cuarto Poder” –ese programa tan afecto a no crearle problemas a lo políticamente correcto- de los llamados “petroaudios”.

¿Querían Ponce Feijoó y su gavilla moralizar al país? ¿Pensaban en la higiene política cuando grababan a ese viejo procaz apellidado Químper y a ese plenipotenciario de Lurigancho apellidado León?

Y cuando la empresa que los contrató para esa tarea específica le regaló a Rospigliosi ese botín, ¿quería abortar una corruptela en marcha o quería, entre otras cosas, deshacerse de quienes le habían hecho pagar decenas de millones de dólares de merecidas multas?

Si Ponce Feijoó cometió un delito sistemático –y lo cometió-, ¿por qué habría que erigirle un monumento a quienes compraron su mercadería?

¿Y quiénes reclaman ese monumento? ¿No son los periodistas que hicieron de la unidad de investigación de “El Comercio” una fábrica de documentos falsos e insinuaciones infames? ¿No es un ex ministro que trabaja para la embajada norteamericana y no puede dejar de estar en el escenario?

Admitamos que métodos y personajes tan ordinarios lograron, sin embargo, que nos enteráramos de las andanzas de Rómulo León, ese alanista furioso y demasiado indiscreto que García detesta porque apesta a la legua y no sabe disimular sus apetitos.

Es cierto, los petroaudios nos han llevado hasta la ventana de ese Malraux nuestro que era Alfredo Barnechea. Y por la ventana hemos visto que nuestro Malraux tenía tiempo para pensar en negocios con Maimann y en expectativas de negocios con Slim –la dura cotidianidad del pan ganado con el sudor del teléfono, se diría-.

Pero, más allá de la anécdota, están los principios que deberían prevalecer. Y uno de ellos es el de la coherencia. Y decir que Ponce Feijoó es un delincuente y, al mismo tiempo, un fantástico abastecedor de primeras planas, es incongruente por donde se le mire. Y señalar que los periodistas debemos estar siempre más allá de la ley es de un narcisismo colectivo que sólo los mañosos y los ingenuos –cada uno por su lado- convierten en prédica.

Tiene que haber un punto en donde se concilien la libertad de expresión y el derecho a la privacidad de las comunicaciones –derecho que puede levantarse si un juez lo ordena-. Decir que los periodistas hacemos lo que queremos porque nos da la gana y porque somos mejores es parte de una histeria anarcoide que algo tiene que ver con la anomia y algo con el engreimiento y el abuso.

¿Que gracias al primer vladivideo terminó el vertedero de Fujimori? Pues precisamente ese es un mal ejemplo para los ultras del gremialismo periodístico. Eso fue una autofilmación, un suicidio perfecto. Y tenía la relevancia pública que no tienen las jactancias de un mujeriego braguetero que hoy se cuelgan en Internet.

¿Que los Papeles del Pentágono no se hubiesen conocido si los métodos prohibidos no fuesen parte de los recursos de la prensa?

Menuda ocurrencia esta de comparar a Ponce Feijoó con Daniel Ellsberg, el funcionario de la Rand Corporation que, analizando el fracaso estadounidense en Vietnam por encargo de McNamara, entregó al New York Times y al Washington Post los 7,000 folios que había fotocopiado en secreto y que eran el cuaderno de bitácora de la corrompida política de los Estados Unidos en el sudeste asiático.

Ponce Feijoó es un sicario a tanto el poste intervenido. Ellsberg fue un idealista que se enfrentó al peor de los Nixon, al FBI que allanó el consultorio de su psicoanalista para acusarlo de demente y a la maquinaria del Pentágono, que hizo todo lo posible para enviarlo a prisión. Ellsberg no vendió nada sino que se compró, involuntariamente, la merecida posteridad y el respeto de todos. ¿Cómo puede mezclarse papas con camotes, chupones con patriotismo, petroleras mugrientas con altruismo, chavetas con espadas de honor?

La publicación de los Papeles del Pentágono, en 1971, fue el comienzo del fin de Richard Nixon. Muchos de quienes reclaman estatuas con su nombre serían incapaces de publicar algo que de verdad hiciera tambalear “el sistema” alanista, esa injusticia que se hace llamar orden. Y otros de los que hablan desde sus flamantes púlpitos de paladines de la libertad de expresión se callaron en castellano y en chino mandarín cuando Fujimori defecaba sobre la Constitución.

Recurrir al hampa para indagar es lícito. Aplaudir sus métodos cuando nos conviene es lamentable.

cesar H

La elocuencia de los audios

Escuchar con atención los petroaudios del escándalo conduce a percibir voces que están más allá de las palabras.

Isaac Stern, el violinista genial, dijo que la maestría en la ejecución consiste en descubrir qué hay, al margen de las notas, en la trayectoria del compositor. En nuestro caso, lo que descubrimos en los audios es un conjunto de hechos sobre el poder político, la acción de los empresarios y el vínculo entre servicios de inteligencia y negocios y política.

Esas verdades están agazapadas en el silencio u ocultas debajo del ruido del escándalo.

Rómulo León y sus socios eran y se confesaban intermediarios: agentes en la plaga de corrupción que perturba y empobrece al país.

Claro está que empresarios como el dominicano Fortunato Canaán o el israelí Joseph Maiman serían capaces de defender en público la libre empresa, la competencia leal, las inviolables leyes del mercado. Sin embargo, en los sótanos del poder trabajaban, incluso con el secretario general de la Presidencia, Luis Nava, para obtener favores en negocios en los que no arriesgaban nada e iban a cosechar millones de dólares, con perjuicio para el Perú.

Ése es el trasfondo estructural, que va más lejos que los delitos específicos, los cuales deben ser sancionados.

Los audios ayudan a descubrir hasta qué punto los servicios de inteligencia, en particular de la Marina, resultan implicados en el negocio del espionaje a favor de intereses privados.

Esto último señala un peligro o una realidad: puesto que el motor de esas actividades ilícitas es el negocio, la codicia, nada impide que, a cambio de dinero, se entreguen a poderes foráneos secretos de la Defensa nacional.

Si nos fijamos bien, encontraremos que los métodos bandidescos empleados por algunos tiburones de los negocios no son nuevos, ni en la esfera nacional, ni en la internacional.

El neoliberalismo proporcionó el marco ideológico adecuado para ese despliegue. El propio Barack Obama, presidente de Estados Unidos, ha señalado en su mensaje inaugural que la crisis que estremece a su país y arruina al mundo proviene de la codicia de los ricos, los superricos para los cuales gobernó Bush.

Y eso que, como está cada vez más claro, Obama no es un gobernante radical o reformista.

Hace diez años, Noam Chomsky señaló males del neoliberalismo que conducirían a lo que hoy vemos. En el libro Noam Chomsky habla de América Latina expresó:

“Toma el ejemplo de Estados Unidos, donde más transnacionales hay. Todas dependen de cosas como subsidios públicos que reciben a través del sistema del Pentágono y otros… Si las empresas entran en problemas, se carga a la cuenta de los contribuyentes estadounidenses”.

Dicho y hecho. También los clientes de Rómulo León buscaban en las alturas del poder licencia para saquear.

la primera

No era la mujer del César

Finalmente, la tortuosa saga del nombramiento de la nueva contralora parece haber llegado a un lamentable término. Tal como estamos informando en esta edición, ha quedado confirmado que la Srta. Suárez no es ingeniera industrial, como había consignado en su currículum y como figuraba en los oficios que firmaba.

Si bien no se puede negar que el haber participado en clases como alumna 'oyente’ le puede haber dado conocimientos de la materia, el haberse presentado formalmente como ingeniera fue un intento por sorprender o una increíble muestra de falta de criterio. A estas alturas del partido, no importa tanto el determinar a ciencia cierta si fue un engaño o un error. En cualquiera de los dos casos ella se ha descalificado para ejercer tan importante cargo.

Por otro lado, lo más lamentable de este penoso incidente es que con el traspiés se intentará desacreditar el proceso de concurso abierto y transparente para designar a los funcionarios públicos. Incluso, todos aquellos que lucran con el padrinazgo político –de ellos hay muchos en el Congreso– estarán encantados con el fracaso y resaltarán las bondades del nombramiento a dedo. Peor aún, este fiasco podría alentar a algunos compañeros a tratar de restablecer a la contralora que fue nombrada hace veinte años, quien en el tiempo que ocupó el cargo lo hizo con mucha pena y nada de gloria.

Esperamos que se vuelva a realizar un proceso de amplia convocatoria o que se busque al contralor entre los más de cien candidatos que postularon al anterior. Sería un retroceso que al igual que en los gobiernos anteriores –ninguno de los cuales fue un buen ejemplo– se nombre directamente a un allegado. El solo hecho de haber realizado un concurso público ya fue un gran paso y no se debe perder lo avanzado.

Por ello se debe seguir intentando por todos los medios de introducir la cultura de la meritocracia. Incluso, el costo político para el gobierno de haberse equivocado con la primera propuesta para contralor se absorbe rápido. Basta ver la larga lista de metidas de pata –solo en lo que va del año– que ya se han olvidado. Sin embargo, ceder en el intento de introducir una revolución en la forma como se realizan los nombramientos en el Estado sería una equivocación que al país le costaría caro.

Mondo cane

Si damos crédito a lo que señala el Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus últimas proyecciones, el 2009 puede ser recordado como el año en que el planeta dejó de girar: la economía global tendría un avance de tan solo 0.5%, el más bajo desde la Segunda Guerra Mundial.
La peor parte la llevarán economías asiáticas como Hong Kong, Corea, Singapur y Taiwán, cuya producción se contraerá 3.9 por ciento. En el ranking de las peores recesiones siguen Reino Unido (-2.8%), Japón (-2.6%), Alemania (-2.5%) y España (-2.1%). Y de EE.UU. ni hablar: una recesión de -1.6 por ciento. China, en cambio, seguirá siendo uno de los pocos motores de la economía mundial con un crecimiento de 6.7%, que sin embargo es 1.8 puntos porcentuales menos que lo proyectado en noviembre de 2008.


¿Y por casa cómo andamos? El gobierno ya soltó varios miles de millones de soles del paquete anticrisis, ahora bautizado más optimistamente como “Plan de Estímulo”, y anunció rebajas en los combustibles y otras medidas que se detallan en esta página. Y el crecimiento peruano para el 2009 sería del 5% –frente al 9.3% del año pasado–, que sigue estando entre los más altos de la región, mientras que la inflación sería de las más bajas. No está mal si se tiene en cuenta que en promedio el conjunto de los países de América Latina y del Caribe crecerá en total solo 1.1% este año, y no 2.5%, como se calculó en noviembre. Brasil, por ejemplo, pasará de crecer 5.8% en 2008 a 1.8% este año, mientras que México entrará en recesión y pasará de avanzar 1.8% el año pasado a retroceder 0.3% en 2009. Hasta ahora, además, la población se muestra bastante cauta. Según las encuestas, el 70% dice que en los próximos doce meses las cosas irán iguales o mejores.

Hasta aquí, hemos presentado el vaso medio lleno. Pero hay factores preocupantes. Los minerales, que representan el 60% de nuestros ingresos, han caído a su cotización más baja en una década. Las remesas que envían los compatriotas desde Estados Unidos y Europa bajarán a la mitad o la tercera parte. La balanza comercial ya muestra signos negativos...

A ello debe sumarse que hay empresarios que por creerse muy vivos están jugando con fuego. El precio de la harina ha caído más de 40 por ciento pero el pan no baja. El aceite también está por las nubes, igual que el pollo, pese a que los insumos se han rebajado a la mitad. Indecopi debería hacer algo al respecto. Está bien que vivamos en una economía de mercado, pero el abuso es otra cosa. Más aún en un país como el nuestro, donde por desgracia lo único barato es el sueldo.

LA RAZON

Velocidad y percepción

La Blitzkrieg (guerra relámpago en alemán) fue una brillante estrategia militar, diseñada por Hans Guderian, que los alemanes utilizaron durante la II Guerra Mundial, perfeccionada posteriormente al extremo por Israel en la Guerra de los 6 Días de 1967.

Se trata de enfrentar al enemigo con una extrema movilidad, no siendo ya decisivo el contar con mayores tropas y equipo (a menudo los alemanes iban en inferioridad) sino la velocidad de actuación. Se evitaba el desgaste y todo el ataque se concentraba en un punto central (Schwerpunkt), donde los tanques, aviones y la infantería se lanzaban al unísono. Para todo esto se necesitaba una extrema coordinación en las comunicaciones.

Algo de esto tienen que aplicar García y Carranza para derrotar en la playa a la ola recesiva que se nos acerca. Tienen que diseñar y ejecutar planes rápidos, así como dotar de flexibilidad de gasto a sus subordinados y comunicar bien. Febrero será vital para anticiparse, porque los efectos de la política monetaria y fiscal toman tiempo luego de decidirse. Más que tener muchos recursos almacenados, lo que se debe hacer es usarlos rápidamente y en forma concentrada, y no repetir 1998, donde fuimos arrasados por la inercia del MEF y el BCR de aquel entonces. Por eso me preocupa la pachocha del BCR, que hace rato que ya sabe que la inflación de enero va a ser negativa y no baja encajes y tasas de referencia. Y por eso me alegra que Carranza haya actuado tan agresivamente ayer con este paquete inicial de medidas, que deben ser complementadas con más y más medidas. Valdivieso perdió tiempo precioso -¡pensando en bonos!- y hay que recuperarlo.

Y al periodismo le toca su parte. La mitad de la profundidad de las recesiones se debe a la caída de expectativas, de los animal spirits, y me preocupa cómo varios medios ponderados -no me refiero a La Primera ni a La República, pues esos más bien quieren que se joda todo- asustan innecesariamente a la gente.

Nadie dice que sean waripoleras o que oculten las malas noticias, pero no entiendo portadas tan alarmistas. Un experto me comentaba que gran parte del reciente bajón tan rápido en las economías chilenas y argentinas se debía al impresionante pesimismo que había contagiado la prensa local. Ese derrotismo económico es peligrosísimo. Hace poco vimos que esos medios serios patinaron feo inventando despidos en empresas donde no los había y magnificando las cifras de otros. Deberían pensar cómo a ellos se les caería la acción, se les complicarían los créditos y tendrían una seria zozobra y desmoralización laboral interna si alguien les inventa por allí que han botado 500 trabajadores o si despiden a cinco personas y les ponen que han echado a cien. ¿Y por qué creer tan a pie juntillas las cifras de empleo que dan los sindicatos comunistas, evidentemente parte interesada en que el sistema de libre mercado se resienta con la crisis? ¿Ingenuidad o búsqueda de portadas impactantes? También existe responsabilidad en los líderes de opinión, con PPK diciendo que 1,500 containers de espárragos están tirados en el Callao o Farah de la SNI sacando miles de despedidos de no sé dónde. O Valdivieso bautizando infaustamente como Plan Anticrisis a sus medidas.

El filósofo George Berkeley decía que ser es ser percibido, que tú eres

para los demás como te perciben y no como eres en realidad. Si se ponen a

gritar que estamos jodidos, pues acabaremos jodidos.

Aldo Mariátegui

A los amigos, todo; a los enemigos, ¿la ley?

Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

El nocivo peso de la política en los negocios.

Un rasgo inequívoco de una sociedad moderna, donde las instituciones son sólidas y respetadas, es que los negocios se realizan de acuerdo con reglas establecidas de antemano en lugar de ser diseñadas –o cambiadas– en función del gusto del cliente. La última camada de audios revelados ofrece indicios de que, en esto, todavía estamos bien atrasados.

Por ejemplo, el hecho de que alguien inteligente como Alfredo Barnechea necesite indagar (audio # 6), con personas quizá bien enteradas como Rómulo León, por el estado de la relación personal entre el presidente Alan García y el empresario Yosef Maiman, para identificar si se le puede incorporar en un proyecto, o si lo podrían vetar, no es una buena señal.

Que Maiman sea amigo del ex presidente Alejandro Toledo, que ambos festejaran en Las Brisas del Titicaca, o –incluso– que un empresario no haya aportado a la campaña electoral del ganador, nunca deberían ser asuntos relevantes para su participación en un negocio en el país, especialmente cuando este demanda decisiones o permisos del sector público.

Tampoco debiera influir en esos procesos el estudio legal o la asesoría específica que se contrata. Debiera dar lo mismo si este servicio proviene de los hijos de algún funcionario de Palacio de Gobierno, del amigo del premier, del que cena con regularidad con el jefe de Estado, o de Perico de los Palotes.

Lo que quiero decir es que una sociedad moderna es una donde la política no afecta el mundo de los negocios, en el sentido de quién tendrá luces verdes y quién las luces rojas.

Lo ‘normal’ sería que cualquier empresario –nacional o extranjero– que quisiera emprender un negocio en el país, simplemente lo hiciera sin tener que pasar a saludar al presidente de la República o al ministro del sector. Con reglas claras y de aplicación rigurosa, no sería necesario hacerlo porque daría lo mismo quién es el que invierte si es que cumple con todas las obligaciones y con todas las leyes.

Por eso es tan importante que Palacio de Gobierno aprenda a encontrar un equilibrio armonioso de la labor de promoción de la inversión privada pero sin que esto proyecte la sensación de que, si no se pasa por ahí, no se puede iniciar un negocio en el país. Peor aún es la sensación de que el presidente pueda “vetar” a un empresario. Eso debe cambiar.

Mientras prevalezca este tipo de percepciones, seguirá habiendo individuos que, como Rómulo León, hacen de la venta del acceso a los que toman decisiones en el gobierno, como una especie de ganzúa dorada, un negocio lucrativo y, como se está oyendo en los audios, hasta delictivo.

LA REPUBLICA

Ruta antimafia

¿Quién está sometiendo al Perú a nuevos psicosociales, como solía hacer el tristemente célebre Vladimiro Montesinos Torres? En este momento, desde el poder mediático progre algunos hombres y mujeres de prensa hacen coro común alrededor de una telenovela donde, por capítulos –que más parecen señales de clara extorsión–, se entregan audios conseguidos vía el ilícito “chuponeo”.

En particular se trata de ciertos personajes que antes trabajaron solícitamente para el fujimontesinismo, pero que luego de caer ese régimen no dudaron en pasarse a los sectores caviares para, desde ahí, levantar su dedo acusador contra Alberto Fujimori y denostar del proceso al cual prestaron servicios –rentados– profesionales.

Ahora, específicamente sobre el tema de los “petroaudios”, esos “periodistas” –dotados de una indudable vocación histriónica y capacidad camaleónica– pretenden presentarse falsamente como héroes o víctimas de una persecución por el hecho de denunciar a Rómulo León Alegría, Alberto Quimper, Ernesto Arias Schreiber, etc. Uno de ellos incluso –el “hipersensible”– no deja de llorar y renegar todas las mañanas desde una emisora radial acerca de su abrupta salida de la dirección de un periódico. Sin embargo la ruta establecida por ellos está equivocada, es como una silla coja pues sólo ponderan y enfatizan contra los “chuponeados”, pero olvidan incriminar a quienes contrataron a los “chuponeadores”.

Este doble discurso es una pésima lección para el buen periodismo y para los hombres y mujeres de prensa jóvenes. Así nosotros postulamos que se investigue por igual a ambos grupos mafiosos, a los que usan al Estado para hacer lobbies y a quienes interceptan correos o teléfonos (autores materiales e intelectuales). Si algunos columnistas caviares y determinados conductores de radio o televisión prefieren torcer la perspectiva en el caso de los “multiaudios”, consideramos un deber ineludible enderezarla a fin de que se llegue al fondo de la verdad y se castigue todas las formas de corrupción que existen en este affaire.

La prensa imparcial e independiente se enfrenta al poder. Y si existen colaboradores eficaces en este caso, pues hay que darles la importancia que tienen sus denuncias como tales. Si se sindica como sospechosa de haber pagado a Business Track (para chuponear) a Petro-Tech, entonces la puntería debe dirigirse también por este lado, y no proceder a distraer a la platea con psicosociales encubridores. Si también resultan sospechosos poderosos estudios jurídicos, entonces no caben subterfugios para incluirlos en las investigaciones periodísticas. Hacer omisiones a estas alturas –por parte de una cofradía o argolla mediática– es peligroso porque demostraría que un sector de la prensa no fiscaliza al poder sino que en rigor formaría parte de sus intereses. Ello resultaría sumamente cuestionable, como cuando se esconden audios por meses y se entregan bajo cálculo interesado o –¿quién sabe?– dentro de un escenario al final chantajista. La ruta correcta a seguir tiene que ir contra todas las mafias. Vengan de donde vengan

EXPRESO

El papel del presidente ahora

Por: Jaime de Althaus

En más de una ocasión el presidente de la República ha definido su rol principal como el de atraer inversión privada. Y sin duda la inversión es indispensable para crecer a tasas altas y redistribuir. Pero, de un lado, ya sembró lo suficiente en ese terreno y, de otro, ya está claro que por más que haga este será un año yermo en inversión, como consecuencia de la crisis internacional.
Mejor concentrar ahora su energía en lo que pueda hacer el Estado para contrarrestar la retracción privada y mantener viva la demanda interna. Lo que implica “poner al Estado en forma”, como diría Jorge Basadre. Institucionalizarlo. Es decir, liderar las reformas necesarias para conseguir un Estado capaz de ejecutar obra y brindar servicios eficientes sobre todo a los más pobres.
La carrera pública magisterial —el mejoramiento de la calidad de los maestros—, que es la gran reforma que ha emprendido este gobierno, necesita fuerte impulso y liderazgo porque ya está perdiendo el paso. El año pasado debieron ingresar 30 mil maestros a la nueva carrera y no ocurrió. Se perdió el presupuesto. Hay que recuperar el tiempo perdido. Y hay que buscar nuevos métodos de capacitación, acaso por Internet, que permitan avanzar más rápido. Y movilizar a la sociedad.

Se ha planteado el aseguramiento universal en salud, pero ello debería comenzar por construir, equipar y dotar de personal a las postas de los distritos más pobres, donde opera el programa Juntos, que tiene el grave déficit de que reparte 100 soles a cambio de una condicionalidad que no se puede cumplir porque las postas, si las hay, no tienen lo necesario. Los recursos en Salud están concentrados en los niveles regionales, y no llegan a los pobres. Hay que redistribuirlos. Y tampoco se trata de recibir indefinidamente 100 soles: los campesinos tienen que aumentar su productividad para generar sus propios ingresos y salir de la pobreza: hace falta generalizar Sierra Productiva.

La mayor parte de los programas de lucha contra la pobreza son inútiles. Hace años que el Pronaa reparte papillas y desayunos y la desnutrición no baja. Deberían unificarse en un fondo que contrate contra resultados. Y debería ser obligatorio que se focalicen solo en la pobreza extrema, pero ni siquiera hay un mapa de la pobreza oficial ni menos un registro único de beneficiarios que permita conocer superposiciones y filtraciones.

A la simplificación administrativa le falta fuerza, y así sucesivamente. Es la hora de la formalización de las pequeñas empresas. De institucionalizar el país. A todo eso debería dedicarse el presidente.

EL COMERCIO

Un largo camino por recorrer

Por: Anibal Sierralta Ríos. Abogado

Toda inversión extranjera está vinculada con su Estado. Así ha sido desde que las compañías de las Indias, inglesa, francesa y holandesa, controlaron las materias primas. Lo fue durante el siglo XX propiciando la expansión de Francia, Reino Unido y, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, de los Estados Unidos de América. Ahora, sucede lo mismo, con las transnacionales de minería y telecomunicaciones.

Esta situación obliga a identificar los intereses de los países receptores y el tema de la seguridad, dentro de un plan de desarrollo, ya que se trata de una interrelación entre transnacionales con los estados anfitriones.

Ambos actores contraponen visiones distintas sin un deslinde por parte del mercado, pues la libertad de movimiento posibilita que actúen de acuerdo con sus voluntarias decisiones.

Es aconsejable que ambos conozcan de antemano las normas que la regulan. En caso contrario, no cabe duda de que el inversionista intentará influir en la política del receptor; en tanto que el anfitrión buscará imponer condiciones pues no está comprometido con regla alguna. Vale decir las políticas claras y previas sobre los sectores a los cuales se deben de orientar las inversiones, así como las reglas de su recepción y tratamiento, son saludables para ambas partes.

A pesar del desarrollo del libre comercio la realidad nos muestra las presiones de las empresas transnacionales que permiten avizorar que hay todavía un largo camino por recorrer para ver el declive del proteccionismo y más aun el fin del Estado.
Las naciones conviven en una economía globalizada integrada por economías con distintos niveles de desarrollo. Esa disparidad proporciona un sólido argumento para defender los intereses nacionales.

Los mecanismos de mercado no son los apropiados para proteger la economía nacional. Incluso la dinámica del mercado puede ser perjudicial para su seguridad. Por consiguiente, el Estado debe intervenir con el propósito de lograr sus objetivos como son la protección de la industria, la conservación de los recursos naturales, la promoción de las exportaciones, superar el desempleo, amparar la industria infante y la identidad nacional.

Dentro de los padrones o estándares internacionales de tratamiento a la inversión extranjera, se han previsto excepciones en razón de la seguridad nacional, el interés público, el orden público, la moral, la salud pública y las exigencias medioambientales.

De tal manera que los estados receptores siguen manteniendo su condición soberana de establecer algunas restricciones.
Esta es una condición admitida por todos los países, pero que se ha soslayado en el Perú a partir del D.L. 662, que posibilita la inversión en cualquier sector, sin registro ni control; y lo que es más preocupante, alienta únicamente la inversión extranjera y no la nacional, razón por la que las empresas peruanas han establecido asociaciones con capitales extranjeros lo cual desnacionaliza su accionar y limita su expansión a otros mercados

EL COMERCIO

Jalados en conducta

Por: Luis Solari. Ex primer ministro

El interminable torrente de “petroaudios” y sus implicancias políticas hace palidecer al escándalo en que se ha convertido la designación del contralor, así como también al inaudito intento de limitar la libertad de prensa y el derecho ciudadano a la información.

Sin embargo, los tres casos revelan que la cuestión pública aparenta ser tierra de nadie, entendiéndose este calificativo como el lugar donde campean los intereses y se pisotean los principios.

Vemos desde la ausencia total de principios, como en los diálogos del “faenón”, hasta el risible relativismo ético de un ampayado que proclamaba que el “chuponeo” alejará a los inversionistas. ¿A cuáles? Obviamente a los “traferos”; los decentes saben que es imposible competir con “traferos”.

Cuando hay principios se establece nítidamente una línea de conducta personal, institucional o nacional, que se convierte indubitablemente en un intangible que genera coherencia, confiabilidad, credibilidad y seguridad. Si el liberalismo extremo, el del vale todo, parece estar campeando en el manejo de los asuntos públicos, debemos preguntarnos si realmente a los financistas de la política les interesa que haya gente de principios manejando esos asuntos. ¿O es que se prefiere financiar electoralmente a quienes después servirán para hacer “arreglos”?

Precisamente, la posición y campaña de El Comercio, criticada por algunos, para exigir que se conocieran las “dos caras de la luna” en el asunto de los “petroaudios”, evidencia una vocación por la verdad, valor y principio indispensable para una justicia democrática. Caiga quien caiga, debe ser la exigencia nacional.

En otras latitudes, y en otra dimensión, también se viven situaciones análogas.

En el artículo “Tras bambalinas” me ocupé de cómo el presidente Obama desde su campaña negoció con el poder tradicional de su partido, y cómo luego de la elección sus nombramientos confirmaron lo dicho. Allí escribí: “Preguntémonos a qué hora aparecerán los eugenistas”. ¡Ahora, ya aparecieron!

En acto público, por las barbaridades denunciadas sobre la cárcel de Guantánamo, Obama decretó su cierre. Obvia decisión basada en los principios consagrados en los tratados de derechos humanos. Sin embargo, por un año más seguirán los presos ¡en las mismas condiciones!

Peor aún, decretó de solapa la autorización para volver a financiar con fondos públicos estadounidenses a las organizaciones que en el mundo promuevan la privación del nacimiento (o aborto) de niños.

¿The change we need (el cambio que necesitamos)? ¡Qué tal cambio! ¡Al tacho los tratados y los principios! Ya sabíamos que los “eugenistas” le echarían un zarpazo a la vida. Muchos intereses, mucho dinero, muchas retribuciones hay en la política.
¿Qué organizaciones peruanas recibirán ese dinero foráneo para pisotear nuestras leyes basadas en el primordial principio de la defensa de la vida? Atentos, ya comenzó el desfile.

En el 2011, mientras el ciudadano creyente en el proceso vea ante sí una contienda entre candidatos, la guerra subterránea será entre financistas.

La crisis ética es mayor a la que parece. Esto no se arregla con reforma del Estado ni “plancitos” anticorrupción; lo que presenciamos es indicador de que necesitamos urgentemente un cambio de personas: gente con principios, nada de cortesanos; gente que tenga en lo secreto igual conducta que en lo visible.

¿Vida pública pisoteando principios?

¡Jalados en conducta!

¿A dónde quiere llevar Morales a Bolivia?

En lo formal, el referéndum constitucional celebrado el domingo pasado en Bolivia ha sido un triunfo de una mayoría afín al modelo socialista del presidente Evo Morales. Sin embargo, en el fondo, constituye un retroceso para el sistema democrático de libertades, al aprobar una seria de medidas que solo alientan el divisionismo, la polarización y la abierta discriminación entre ciudadanos.

Efectivamente, la nueva Constitución Política del Estado (CPE) ha sido concebida por Morales como una especie de refundación de Bolivia según su particular enfoque ideologizado, autárquico y confiscatorio, no exento de una voluntad reeleccionista, al mejor estilo de su mentor Hugo Chávez, y como sucedió antes en nuestro país con el régimen de Alberto Fujimori.

Bolivia, junto con Venezuela, se han convertido así en los lunares autoritarios de la región, lo que es preocupante. Más todavía cuando es conocida la intención de ambos, Morales y Chávez, de “exportar su revolución” e interferir inescrupulosa e indebidamente en la política soberana de los países vecinos.

El controvertido texto constitucional aprobado reconoce cuatro niveles de autonomía (departamental, regional, municipal e indígena), lo que otorga mayores derechos a algunos por su extracción racial y social. Además , se pone límites a la propiedad de tierras y a la actividad económica en diversos sectores, lo que es una restricción de derechos fundamentales a la propiedad y a la libertad económica. En suma, se profundiza el estatismo, a pesar del fracaso de esta política en el mundo contemporáneo.

Para complicar las cosas, se estipula que la sociedad ejercerá control en la gestión pública y privada. Ello resulta particularmente preocupante si no se aclaran bien los conceptos y si se considera que, detrás de esa figura, podría haber la intención de arrinconar a la oposición y enfrentarla con las masas oficialistas.

Tras la aprobación del nuevo texto, el reto ahora es adecuar las leyes actuales, lo que demanda un esfuerzo de acercamiento y conciliación entre las fuerzas políticas dentro y fuera del Congreso. No podemos dejar de considerar aquí que hay importantes regiones que han rechazado la nueva Constitución y que reclaman restablecer el diálogo para que se respeten sus autonomías.

Sin embargo, ayer mismo el presidente Morales volvió a calificar a la Iglesia Católica como la principal “enemiga de las transformaciones pacíficas” que su gobierno quiere implementar en su país, lo que solo atiza la confrontación. Y previamente atacó a la oposición política y la prensa independiente y no adicta, lo que ha sido motivo de pronunciamientos internacionales.

En tal contexto, es incierto lo que pueda venir. Resquebrajada la relación con Estados Unidos, que ha devenido en el recorte de los beneficios del ATPDEA, y en un contexto internacional sumamente crítico en lo político y económico, solo cabe esperar que se abra paso a la cordura y el diálogo para que no se siga afectando más la unidad y estabilidad de la nación boliviana, ni de la región, que están en grave peligro. Eso es lo que deben entender Morales y Chávez.

EL COMERCIO

29.1.09

El DNI de Reimond Manco

Natural de Lurín, remeció a una colérica hinchada grone porque cuidó sus piernas como si fueran las de Beckham. Se achicó porque los fanáticos le dijeron que decorarían el mar de Ventanilla con un tulipán cobrizo (PSV de Holanda). Su ascendencia es un mix combo de genes indisciplinados de Kukín más el del quinto ‘poncho’ reciclado de la foquita Farfán –próximo terno de Brack- y juega de aprendiz del cazador máximo: El ‘Coyote’ Rivera. Actualmente, mira el balón bajo un marco de bino-culares; una media luna de las caderas altaneras de su novia. El ‘Rei de las escapadas’ cambió el lema de su polo “Lo justo, Tío Pacori” por el de “A lo hotel golf los Incas, Tío Chumpimonsi”. Su actual soledad holandesa es un cuadro de Vermeer; con luz natural de apagón ochentero se trastornó a nivel pipilin de dog. Es un molde real de los futbolistas que construyen sus bibliotecas de Alejandría en plan saltimbanqui textual de claro a telefónica con destellos nextel y el emoticom con gafas de sol es su Picasso. Cuando juega con la franja piensa en la tranca. Es miembro de la generación PBB (piraña con billetera bomba) con la que atrapa a las chicas más amarra bolas -como él-; éstas se rinden por su ‘culantro’ rasca rasca de tanto chuño má. Es el Messi cojo del Perú (sólo ahí no es manco) y muchos periodistas deportivos donarían sus órganos por este chico invento de sus portadas. En casting y profilaxis de lusers, elevó a ‘jotita choque y no fuga’ a demás compañeros y ya cree, como el mismísimo Pizarro, que su país es la colonia de su vanidad. Qué viva el Perú, carajo, pero sin sus futbolistas de hoy. La blanquirroja se duplica para tachar el pobre corazón de Manco con una equis carmesí. Eres una lástima, Reimond. No eres ‘Rei’; sino “Richie Rich”, el pobre niño rico.

El negro petróleo de la guerra

Es absurdo negarle a Israel el derecho a existir, a trabajar para progresar, a vivir en el marco de las diferentes culturas que orientan su cotidianidad, a practicar las varias religiones que habitan en su seno, a plasmar en sus ciudades el modelo urbano que estimen conveniente. Tan absurdo como relegar a los pueblos árabes al subsuelo del progreso a punta de guerras y abuso militar.

Israel es un pequeño territorio ubicado en el Medio Oriente con intereses diversos que representan espacios políticos y económicos complementarios y que hacen parte del bloque de poder estadounidense que les procuró el territorio, a través de la ONU, y los medios para desarrollarse en él, después de la segunda guerra mundial.

Israel es el único Estado judío del mundo, con una población que profesa mayoritariamente (76%) la religión judía. Ahí conviven judíos, musulmanes, cristianos y otras minorías religiosas más pequeñas, es un pueblo culto con un alto nivel educacional y técnico, pero que es dirigido políticamente por un Estado que ha violado muchas veces los derechos humanos en su región y que no ha cumplido con las exigencias de la comunidad internacional en cuanto a tratados, como la Corte Penal Internacional, creándose un blindaje a cañonazos para imponer sus intereses, entre los pueblos árabes que lo rodean.

El gran problema de Israel y de los árabes es el petróleo que abunda en el Medio Oriente y que cada vez más rige el desarrollo de grandes industrias en este planeta, pero también lubrica los conflictos internacionales de nuestro tiempo. El oro negro ha constituido la razón principal para que Estados Unidos impulse a sangre y fuego la creación de Israel en territorio palestino con el objetivo de controlar como un guachimán el petróleo de la zona.

Mientras se mantenga la violencia como el idioma de árabes e israelitas, tan mal conducidos por sus dirigentes políticos, Israel y Hamas serán los pretextos para llenar de pobreza, sangre y destrucción los países del Oriente Medio. La Torá y el Corán tienen que guiar más de cerca a los dirigentes de Israel y a los pueblos árabes por el camino de la paz prometido en sus escrituras.

La palabra maldita

Me encuentro con una sala con capacidad para cuatrocientas personas pero en la que hay –me dicen los organizadores- por lo menos quinientas y por eso las entradas y las salidas están tapadas y hay gente que está de pie detrás de la última fila de asientos.

Es la Feria del Libro de Trujillo y aquí estoy, inexplicablemente, hablando de este libro que, para alimentar el odio de mis siempre divertidos parásitos, fue el más vendido de la feria limeña Ricardo Palma.

A mí claro que eso me interesa muy poco, pero a mis editores les parece una gran noticia y les pinta como mejor noticia este recibimiento de Trujillo, que no tiene ninguna justificación, desde luego, pero que se agradece con los ojos abiertos.

Hacen la presentación dos colegas que acabo de conocer y que son tan generosos que me dejan patitieso. Y me pregunto en silencio: ¿No me estaré muriendo? ¿No me verán cara de solicitado por la Parca y por eso, de pura compasión, dicen lo que dicen de “Cambio de palabras”? ¿Y todo porque, sencillamente, siempre hice mi chamba y dije unos cuantos “¡No!” en el momento en que debía decirlos?

Entonces me toca el turno de hablar y hablo desde los apuntes que hice por la mañana, en el hotel, en el cuaderno de notas que más quiero.

Y hablo de lo difícil que es entrevistar en países como el nues-tro, donde admitir la verdad se consi-dera una derrota, una flaqueza, casi una mariconada.

Y hablando de cómo es que en el Perú se odia la verdad y se ama la mentira recuerdo el caso de Mario Vargas Llosa, a quien se le ocurrió decir en 1990 que salir de la crisis iba a ser difícil, que la economía necesitaba de un sacudón y un sinceramiento y que la reforma del Estado implicaba una serie de privatizaciones.

Decir todo eso le causó una derrota fulminante. Decir mentira tras mentira tras mentira le significó a Fujimori llegar a la presidencia. Y cuando el japonés encubierto hizo lo que Vargas Llosa había anunciado que haría –pero sin anestesia y con Colinas, sin compasión y con cadáveres- los peruanos lo premiaron con la adoración y con el segundo mandato.

Les digo a los muchos jóvenes y a algunos viejos (como yo) que me escuchan –o que simulan hacerlo, nunca se sabe- que los políticos peruanos son negacionistas de sí mismos. O sea que Beltrán decía que jamás fue golpista, Haya juraba que no había mudado de doctrina y Jorge del Prado sostenía que nunca había recibido consignas de Moscú. La creación de la propia santidad –añado- es la tarea que con mayor seriedad se toman los políticos en el Perú.

Hago una apología de la vieja grabadora como método todavía irreemplazable para entrevistar y ser fiel con el diálogo ocurrido, digo que ningún entrevistado hará alguna confesión si considera que el entrevistador no es “un igual” desde el punto de vista intelectual y les recuerdo a esos alumnos universitarios que pueblan la sala que las preguntas no son comentarios ni glosas y que el verdadero secreto de esta vaina de las entrevistas está en la dosis de repreguntas venenosillas que hay que aplicar.

Digo también que le debí mucho –y le sigo debiendo- al maestro Alfonso Tealdo y que, a pesar de algunas versiones narcisistas de sus propias entrevistas, aprendí un montón de la insolencia informada de Oriana Fallaci. Y añado que la entrevista que me hubiera gustado hacer es la que “Playboy” le hizo hace cuarenta años a Marlon Brando.

Y apunto que las peores entrevistas que he visto y oído siempre han tenido el mismo escenario: el Palacio de Gobierno de Lima, Perú. No las ha habido peores. Ni más infames ni más sobonas ni más patéticas.

Y, por último, hablo, al margen de mi tema, de la palabra que más odio, de la palabra maldita, del término que adormila y masacra el alma y castra de un zarpazo. Esa es la palabra “resignación”. La que está detrás de las autoestimas tiroteadas, de los mensajes de “la gran prensa”, de los contrabandos diversos que el sistema mundial esparce a través de sus intelectuales orgánicos. Y hablo de la necesidad de desobedecer cuando la irracionalidad es la que pretende reclutarnos.

Y me emociona ver lo que ese breve discurso produce, la reacción animada de gente que se me acerca, a la hora de firmar ejemplares, y me dice que ahora se siente capaz de imaginar algo distinto. Y sólo por eso ha valido mil veces la pena venir a esta ciudad.

CESAR H.

Traición de alto vuelo

En los últimos días, a partir de una revelación del doctor Fernán Altuve en el programa El perro del hortelano de César Hildebrandt (Canal 11), se ha reavivado el escándalo de Collique.

El jurista ha precisado que sobre los terrenos de ese aeródromo pesa un cargo, es decir, una prohibición de que se los dedique a algo que no sea la promoción de la aviación civil.

Esa es su condición de origen, desde que fueron adquiridos y donados, junto con la estructura, gracias a una colecta nacional en la que contribuyeron más de medio millón de personas.

La colecta data de 1944, y todos los gobiernos han respetado la función patriótica que los ciudadanos asignaron al aeródromo.

Tuvo que llegar el gobierno de Alan García, con su entonces ministro de Vivienda Enrique Cornejo, para que se malvendiera el aeródromo a un consorcio formado por la empresa peruana Graña y Montero, y la chilena Besco S.A.

No hubo en esto sólo acto ilegal. Es evidente que se trató de uno de los hechos más graves de corrupción en un régimen que se distingue por una deshonestidad recalcitrante. Los terrenos se vendieron a 28 dólares el metro cuadrado, siendo así que se valoran en por lo menos 150 dólares. El diario El Comercio informó que la tasación de la Cámara Peruana de la Construcción es de 301 dólares el metro cuadrado.

Sobre la complicidad o la autoría del presidente Alan García en este negociado, no caben dudas. Tan interesado está en defender el faenón, que en la última Conferencia Anual de Empresarios (CADE) afirmó que en Collique sólo había una avioneta.

Hizo reír a empresarios dóciles a las cosquillas del poder, pero emitió una mentira de alto octanaje. En verdad, en ese aeródromo emprendían vuelo decenas de avionetas, en las que se entrenaban jóvenes que aspiran a ser aviadores civiles.

Acto de corrupción, la venta fue también acto de traición nacional.

Sabido es que en todos los países la aviación civil no sólo es instrumento comercial y económico, sino también reserva para la defensa aérea.

Si se consumara el despojo al país, el Perú sería uno de los pocos países sin campo de entrenamiento para pilotos civiles. ¿No lo sabían los gobernantes?

Quizás a los García y los Cornejo los guía no sólo el interés personal, sino también la idea de que hay que dejar que los chilenos se lo lleven todo, en sociedad con peruanos que carecen de sentido nacional.

La ministra aprista de la Vivienda, Nidia Vílchez, promete un nuevo aeródromo para la escuela de aviación civil, en el kilómetro 181 de la Panamericana Sur. Sabemos que desde Palacio se ofrece, por otra parte, un refugio provisional en la base de Las Palmas.

Eso no es solución. La solución es que se investigue a fondo el aspecto legal, económico y político de la transacción vendepatria. Y que se anule.
LA PRIMERA

Todo lo resisto, menos la tentación

La frase de Oscar Wilde refleja claramente la fragilidad del ser humano. Es fácil pregonar que uno nunca debe ser seducido por la tentación, pero es difícil no caer, al menos, en alguna ocasión. Lo que los 'petroaudios’ nos demuestran es que algunos ven el Estado peruano como un fruto prohibido y no pueden contenerse en darle un mordisco. Incluso, como el riesgo de que sean expulsados del paraíso es mínimo, a medida que va avanzando el mandato, la desesperación es cada vez mayor y se empieza a perder cualquier inhibición.

Por ello, es vital disminuir el número de manzanas en la canasta estatal para reducir los objetos de deseo que puedan tentar. Petroperú es el ejemplo más claro, ya que no pueden dejar de manosearla y en los audios es frecuentemente mencionada. Esto último debido ya sea a derechos de exploración, transporte de combustible o compra de petróleo por licitación.

Más aún, una empresa que tiene ingresos de 11,000 millones de soles al año, pero que no tiene accionistas reales a quienes rendirle cuenta y su directorio está compuesto por partidarios o amigos del gobierno, es una crónica de corrupción anunciada. Sin embargo, el Congreso ha hecho que esa enorme manzana sea aún más tentadora retirándole controles y limitaciones, en lugar de tratar de auditarla y ajustarla. La solución estaría en la fiscalización por parte del mercado si las acciones se cotizaran en bolsa, aunque en la actualidad no parece existir ninguna voluntad gubernamental en reformar.

Por otro lado, están las compras estatales, por ejemplo, camionetas u hospitales, las que siempre serán una tentación. Por ello, este gobierno creó Perú Compra para mejorar la calidad de ejecución y transparentar la gestión. Sin embargo, parece que al final les dio pena dejar el sistema o los sectores no han querido soltar las licitaciones. El hecho es que han dado marcha atrás y la entidad nunca se ha implementado. Adicionalmente, el Estado cada día trata de regular más y existe una creciente tendencia a intervenir en el mercado, todo lo cual aumenta la discrecionalidad estatal y, por ende, la corrupción. Por el contrario, en un estado pequeño, eficiente y transparente difícilmente existirán objetos que despierten tentación. Ojalá el identificar la causa real de la corrupción –un Estado sobredimensionado– sea lo que los 'petroaudios’ nos dejen como lección.

PERU 21

Algo huele mal

Alcanzamos, al final de nuestra columna anterior, a comentar al paso la extraña decisión del periodista Pablo O’Brien de entregar al juez 86 “petroaudios” y a preguntarnos por qué justamente ahora. Y si acaso era una maniobra para desviar la atención de los autores intelectuales del “chuponeo”. Pues hoy comprobamos que no somos los únicos suspicaces. Jorge Morelli, en su “Media Columna”, se pregunta lo mismo. Y también Jacqueline Fowks en su blog “Notas desde Lenovo”. Y El Comercio hace notar que O’Brien, ahora tan diligente para colaborar con la justicia, no cumplió con asistir a las dos citaciones que le hicieron la fiscalía y la policía durante las investigaciones por el ‘chuponeo’ efectuado por Business Track. Y en otro blog, el del Morsa, un cibernauta que se identifica como Luis Aguirre hace un comentario pertinente:
“Lo de O’Brien y los nuevos petroaudios es de una ferocidad y de una laxitud ética impresionante. Por favor, subraya esto que dice (O’Brien en su propio blog) ‘Algunos audios tratan, en ciertas partes, asuntos más personales’. Cero filtro, cero edición, cero narrativa, cero separar grano de paja. La onda del ‘jódanse todos’ a mí me ha dejado estupefacto”.

Y en otro comentario (ya no recordamos dónde, disculpen, tanta información a veces nos marea) otro cibernauta le hace a O’Brien la pregunta del millón de dólares –que, de paso, se dice, es lo que se pagó por el “chuponeo” – : “¿Por qué si los tenías (los audios) desde diciembre no los entregaste a la fiscalía antes? ¿Qué pasó, te pegaste un susto cuando metieron presa a tu amiguita la Gia?”.


“La Gia” es Giselle Giannotti. Y aquí repetimos –el recordado Manuel D’Ornellas solía decirnos que todos los días hay nuevos lectores para viejos temas– lo anotado ayer en nuestra crónica:

“El periodista O’Brien, con su gesto de entregar a la autoridad judicial estos audios, confirmó la coartada de la analista de sistemas de seguridad, Giselle Giannotti Grados, de que los seis USB con audios de conversaciones, que la policía le encontró en su poder pertenecían a O’Brien, y que éste se los había entregado para que ella los evalúe. La pregunta inevitable, en relación a la coartada de Giannotti, es ¿cómo los audios fueron a dar a manos de O´Brien y luego retornados a la empresa Business Track para sus evaluaciones, cuando ésta era la autora y posesionaria de los ‘chuponeos’ y audios originales?”.

Para hacer corta una larga historia, lo que queda claro es que el momento elegido por O’Brien para entregar un material que tenía largos meses en su poder es más que sospechoso. En la edición anterior cumplimos con dar a conocer la noticia y en reseñar algunos de los audios. Pero ahora volveremos a enfocarnos en el asunto de fondo: quién o quiénes contrataron a Business Track.

LA RAZON