Ante el destape de las cuentas de la ciudadana Nadine Heredia y la evidencia de recibir –por parte de esta dama dedicada a la política– dinero proveniente del “chavismo”, el Partido Nacionalista (PN), jefaturado por su esposo, el ex candidato presidencial Ollanta Humala, ha sobrerreaccionado en varios escenarios.
En uno de ellos –el congresal–, plantea investigar las actividades que realiza la primera dama de la nación, señora Pilar Nores de García, desde su ONG “Trabajo y Vida” y del Programa Sembrando. Este pedido no sólo resulta siendo una bajeza sino una mezquindad, porque busca distraer la atención de la opinión pública sobre los fondos que maneja la principal activista del “nacionalismo”.
El país conoce la trayectoria y prestigio de la señora Pilar Nores. Ella no es una improvisada y ha dado más que suficientes ejemplos de la misión desinteresada que ejecuta a favor de los más débiles, tal como ocurrió con la ayuda dirigida a los infantes pobres a través de la “Fundación Por los Niños del Perú”, que existió desde el año 1985 hasta que el toledismo influyó negativamente en su desenvolvimiento. O como sucede en la actualidad mediante el apoyo que la primera dama viene brindando a las comunidades altoandinas y a pueblos rurales con el fin de que los pobladores mejoren su calidad de vida.
En este momento debemos ser lo suficientemente objetivos al comprobar –sobre los hechos– la abismal diferencia que existe entre el desempeño de la actual primera dama y la anterior, Eliane Karp de Toledo. Dicho sea de paso, hoy el Poder Judicial estudia la abundante documentación que comprobaría cómo la señora Karp habría utilizado más de S/. 700,000 del presupuesto de Palacio en gastos personales; o la enorme diferencia que hay entre la primera dama, Pilar Nores, y la ciudadana Nadine Heredia, aspirante al mismo cargo, pues mientras la señora Nores de García muestra una actitud transparente y pide que se le investigue de cualquier forma y por quien así lo desee, la activista política del “nacionalismo” monta cortinas de humo para evadir la explicación que le debe a la ciudadanía y a sus propios correligionarios sobre sus cuentas, o las de su hermano Ilán Heredia y de una serie de amigos, olvidando que como esposa de un quien pretendió –y pretende gobernar el país– necesita mostrar un comportamiento absolutamente limpio.
Lamentamos que gente improvisada quiera hacer política recurriendo a eludir a la prensa para evitar poner en claro lo mucho que tienen por aclarar. Como por ejemplo en este caso, que el pùblico conozca de dónde consiguió el hermano de Nadine Heredia US$ 68,258 para depositar en la cuenta de ésta; o cómo hizo el amigo de su hermano, Lino Bejarano, para depositarle US$ 44,150 también en su cuenta; o cómo se explica que una ciudadana pensionista de bajos ingresos económicos le haya entregado US$ 31,300. Y así la suma de ingresos de una activista polìtica y esposa de un pretendiente a la jefatura del Estado –como la Nadine Heredia de Humala– resulta ascendiendo (sólo en el último año) a medio millón de dólares. De modo que aquí no estamos ante una persecución, como quiere presentarlo su partido. Se trata de un deber ético de indispensable transparencia al cual está obligado todo político, en vez de enlodar, por ejemplo, a la actual primera dama, hecho que para nosotros es una despreciable mezquindad
EXPRESO
En uno de ellos –el congresal–, plantea investigar las actividades que realiza la primera dama de la nación, señora Pilar Nores de García, desde su ONG “Trabajo y Vida” y del Programa Sembrando. Este pedido no sólo resulta siendo una bajeza sino una mezquindad, porque busca distraer la atención de la opinión pública sobre los fondos que maneja la principal activista del “nacionalismo”.
El país conoce la trayectoria y prestigio de la señora Pilar Nores. Ella no es una improvisada y ha dado más que suficientes ejemplos de la misión desinteresada que ejecuta a favor de los más débiles, tal como ocurrió con la ayuda dirigida a los infantes pobres a través de la “Fundación Por los Niños del Perú”, que existió desde el año 1985 hasta que el toledismo influyó negativamente en su desenvolvimiento. O como sucede en la actualidad mediante el apoyo que la primera dama viene brindando a las comunidades altoandinas y a pueblos rurales con el fin de que los pobladores mejoren su calidad de vida.
En este momento debemos ser lo suficientemente objetivos al comprobar –sobre los hechos– la abismal diferencia que existe entre el desempeño de la actual primera dama y la anterior, Eliane Karp de Toledo. Dicho sea de paso, hoy el Poder Judicial estudia la abundante documentación que comprobaría cómo la señora Karp habría utilizado más de S/. 700,000 del presupuesto de Palacio en gastos personales; o la enorme diferencia que hay entre la primera dama, Pilar Nores, y la ciudadana Nadine Heredia, aspirante al mismo cargo, pues mientras la señora Nores de García muestra una actitud transparente y pide que se le investigue de cualquier forma y por quien así lo desee, la activista política del “nacionalismo” monta cortinas de humo para evadir la explicación que le debe a la ciudadanía y a sus propios correligionarios sobre sus cuentas, o las de su hermano Ilán Heredia y de una serie de amigos, olvidando que como esposa de un quien pretendió –y pretende gobernar el país– necesita mostrar un comportamiento absolutamente limpio.
Lamentamos que gente improvisada quiera hacer política recurriendo a eludir a la prensa para evitar poner en claro lo mucho que tienen por aclarar. Como por ejemplo en este caso, que el pùblico conozca de dónde consiguió el hermano de Nadine Heredia US$ 68,258 para depositar en la cuenta de ésta; o cómo hizo el amigo de su hermano, Lino Bejarano, para depositarle US$ 44,150 también en su cuenta; o cómo se explica que una ciudadana pensionista de bajos ingresos económicos le haya entregado US$ 31,300. Y así la suma de ingresos de una activista polìtica y esposa de un pretendiente a la jefatura del Estado –como la Nadine Heredia de Humala– resulta ascendiendo (sólo en el último año) a medio millón de dólares. De modo que aquí no estamos ante una persecución, como quiere presentarlo su partido. Se trata de un deber ético de indispensable transparencia al cual está obligado todo político, en vez de enlodar, por ejemplo, a la actual primera dama, hecho que para nosotros es una despreciable mezquindad
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