Muchas veces –y desde diversas tribunas– la sociedad ha pedido al gobierno central poner énfasis en la lucha contra la extrema pobreza, pues suelen destinarse recursos económicos, fusionarse programas sociales y gastarse demasiados esfuerzos en iniciativas que lamentablemente no consiguen resultados reales e inmediatos a favor de los necesitados. Pero ahora el Ejecutivo ha decidido articular el universo de políticas sociales mediante la implementación de planes piloto distritales de ayuda directa al público objetivo.
Sin duda que los años de experiencia que tiene el Perú en organizar programas contra la pobreza han servido de base a la iniciativa del presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon. En este caso, para poner en marcha el denominado Módulo Perú Crecer. La labor de este plan consiste en llevar ayuda a los pobres de Lima y Callao, previa determinación de las zonas de urgente atención. Así se empezará por distritos como Ate Vitarte y Ventanilla, ya que estas serían las comunas con mayor población sumida en la indigencia.
Empecemos por el hecho que la existencia de varios millones de habitantes menesterosos viviendo en la gran capital, no quiere decir que ellos no necesiten auxilio, tan igual como los pobres de las zonas altoandinas. Porque –para tener una idea de la cantidad de necesitados que existen–, en una megaurbe como Lima basta tomar en cuenta lo señalado por la ministra de la Mujer y Desarrollo Social, Carmen Vildoso, al precisar que sólo los pobres extremos de Ate representan a todos los necesitados de la región Apurímac.
De manera que implementar un plan (Módulo Perú Crecer) para ir casa por casa a brindar ayuda médica, asistencia legal, asesoría de los ministerios de carácter asistencial, seguridad, etc., en base a la data trabajada sistemáticamente por el INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática), evitará duplicar esfuerzos, racionalizar recursos, prevenir que más niños sean obligados a mendigar al pie de los semáforos capitalinos, o que miles de indigentes pidan la caridad en los principales distritos limeños.
El 10 de enero empieza remozada la estrategia de Crecer en el distrito de Ate Vitarte, comuna que recibirá el apoyo detallado y minucioso del Estado durante tres meses, tiempo en el cual se buscará cambiar el rostro de la pobreza en sus zonas más pauperizadas. Luego esta acción se repetirá en Ventanilla y así sucesivamente hasta completar los quince distritos más pobres de Lima y Callao. La idea es interesante y, obviamente, podrá ser perfeccionada en el camino de su ejecución. Creemos que esta iniciativa nace después de haberse escuchado el insistente reclamo del país, pues todos somos conscientes de que hay recursos pero que estos lamentablemente hasta ahora no fueron inteligentemente utilizados.
Sin duda que los años de experiencia que tiene el Perú en organizar programas contra la pobreza han servido de base a la iniciativa del presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon. En este caso, para poner en marcha el denominado Módulo Perú Crecer. La labor de este plan consiste en llevar ayuda a los pobres de Lima y Callao, previa determinación de las zonas de urgente atención. Así se empezará por distritos como Ate Vitarte y Ventanilla, ya que estas serían las comunas con mayor población sumida en la indigencia.
Empecemos por el hecho que la existencia de varios millones de habitantes menesterosos viviendo en la gran capital, no quiere decir que ellos no necesiten auxilio, tan igual como los pobres de las zonas altoandinas. Porque –para tener una idea de la cantidad de necesitados que existen–, en una megaurbe como Lima basta tomar en cuenta lo señalado por la ministra de la Mujer y Desarrollo Social, Carmen Vildoso, al precisar que sólo los pobres extremos de Ate representan a todos los necesitados de la región Apurímac.
De manera que implementar un plan (Módulo Perú Crecer) para ir casa por casa a brindar ayuda médica, asistencia legal, asesoría de los ministerios de carácter asistencial, seguridad, etc., en base a la data trabajada sistemáticamente por el INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática), evitará duplicar esfuerzos, racionalizar recursos, prevenir que más niños sean obligados a mendigar al pie de los semáforos capitalinos, o que miles de indigentes pidan la caridad en los principales distritos limeños.
El 10 de enero empieza remozada la estrategia de Crecer en el distrito de Ate Vitarte, comuna que recibirá el apoyo detallado y minucioso del Estado durante tres meses, tiempo en el cual se buscará cambiar el rostro de la pobreza en sus zonas más pauperizadas. Luego esta acción se repetirá en Ventanilla y así sucesivamente hasta completar los quince distritos más pobres de Lima y Callao. La idea es interesante y, obviamente, podrá ser perfeccionada en el camino de su ejecución. Creemos que esta iniciativa nace después de haberse escuchado el insistente reclamo del país, pues todos somos conscientes de que hay recursos pero que estos lamentablemente hasta ahora no fueron inteligentemente utilizados.
EL EXPRESO
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