A finales de este naciente año, Uruguay y Chile eligen a nuevos presidentes. Veamos.
Si Yehude Simon quiere emular a alguien en Latinoamérica, me imagino que su modelo ideal es el rojimio senador uruguayo Pepe Mujica, quien estuvo preso 14 años por integrar la guerrilla de los Tupamaros (un violento grupo castrista de los 60 y 70 que se trajo abajo a la más estable democracia latinoamericana al provocar la intervención militar con sus
tropelías) y que ahora está por convertirse en el candidato del gobernante Frente Amplio para las elecciones de octubre de este año. Hasta en el nombre Tupamaro existe similitud con el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, banda terrorista a la que nuestro actual Primer Ministro estuvo muy cercano, motivo por el cual permaneció encarcelado. Mujica aún no las tiene todas consigo, pues el ex ministro de Economía Danilo Astori podría quitarle la candidatura en las próximas elecciones internas, dado que no tiene la imagen roja de Mujica, aunque este último fue ministro también y no lo hizo especialmente mal.
El Frente Amplio parte fuerte para estos comicios, dado que la actual administración del oncólogo Tabaré Vázquez (que sería reelecto de permitirse esto constitucionalmente) ha hecho un gobierno sorpresivamente moderado y juicioso, aunque desgraciadamente revanchista con los militares, a pesar de provenir de la izquierda, que tiene un montón de ex guerrilleros por allí metidos. Posiblemente, el único partido que le podría hacer pelea es el Nacional o Blanco en una segunda vuelta, pues el históricamente hegemónico Partido Colorado sigue en una fuerte crisis de cara al electorado. Así que me imagino que nuestro Yude va a andar muy atento a lo que vaya a pasar en Uruguay y va a rezar -ahora que dice que se ha vuelto muy cristiano- por Mujica.
De todas formas, confieso que me hace poca gracia ver a esta gente violentista ser recompensada así electoralmente después del gran daño
que hizo en el pasado. Pero así es Cretinoamérica...
Y siguiendo con las dos elecciones presidenciales que se van a dar en Sudamérica este 2009, las chilenas de diciembre van a ser las más importantes para nosotros. Allí la derecha se ha despuntado en las últimas encuestas, con el empresario Sebastián Piñera liderándolas con el 49% que obtendría, contra un 28% del socialista Insulza o un 34% a 44% contra el ex presidente democristiano Frei.
La diestra ya encontró por fin un candidato que atrae a los demás sectores centristas del electorado (Joaquín Lavin había fracasado en ello por ser muy cucufato), amén que la Concertación ya anda muy desgastada con prácticamente dos décadas en el poder. Seguramente Frei representará al oficialismo, dado que los democristianos ya andan muy celosos del crecimiento de los socialistas e Insulza no tiene el peso de Ricardo Lagos, el ex presidente que sorpresivamente ha renunciado a tentar la reelección.
De lo que le hemos visto a Piñera, parece ser más práctico y tratable que la centroizquierda mapochina, a pesar de la fama de dura y antiperuana que tiene la derecha sureña. No creo que las relaciones con éste sean peores que las condiciones gélidas que se dieron entre Lagos y Toledo o las muy distantes entre Bachelet y García.
Aldo Mariátegui
Si Yehude Simon quiere emular a alguien en Latinoamérica, me imagino que su modelo ideal es el rojimio senador uruguayo Pepe Mujica, quien estuvo preso 14 años por integrar la guerrilla de los Tupamaros (un violento grupo castrista de los 60 y 70 que se trajo abajo a la más estable democracia latinoamericana al provocar la intervención militar con sus
tropelías) y que ahora está por convertirse en el candidato del gobernante Frente Amplio para las elecciones de octubre de este año. Hasta en el nombre Tupamaro existe similitud con el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, banda terrorista a la que nuestro actual Primer Ministro estuvo muy cercano, motivo por el cual permaneció encarcelado. Mujica aún no las tiene todas consigo, pues el ex ministro de Economía Danilo Astori podría quitarle la candidatura en las próximas elecciones internas, dado que no tiene la imagen roja de Mujica, aunque este último fue ministro también y no lo hizo especialmente mal.
El Frente Amplio parte fuerte para estos comicios, dado que la actual administración del oncólogo Tabaré Vázquez (que sería reelecto de permitirse esto constitucionalmente) ha hecho un gobierno sorpresivamente moderado y juicioso, aunque desgraciadamente revanchista con los militares, a pesar de provenir de la izquierda, que tiene un montón de ex guerrilleros por allí metidos. Posiblemente, el único partido que le podría hacer pelea es el Nacional o Blanco en una segunda vuelta, pues el históricamente hegemónico Partido Colorado sigue en una fuerte crisis de cara al electorado. Así que me imagino que nuestro Yude va a andar muy atento a lo que vaya a pasar en Uruguay y va a rezar -ahora que dice que se ha vuelto muy cristiano- por Mujica.
De todas formas, confieso que me hace poca gracia ver a esta gente violentista ser recompensada así electoralmente después del gran daño
que hizo en el pasado. Pero así es Cretinoamérica...
Y siguiendo con las dos elecciones presidenciales que se van a dar en Sudamérica este 2009, las chilenas de diciembre van a ser las más importantes para nosotros. Allí la derecha se ha despuntado en las últimas encuestas, con el empresario Sebastián Piñera liderándolas con el 49% que obtendría, contra un 28% del socialista Insulza o un 34% a 44% contra el ex presidente democristiano Frei.
La diestra ya encontró por fin un candidato que atrae a los demás sectores centristas del electorado (Joaquín Lavin había fracasado en ello por ser muy cucufato), amén que la Concertación ya anda muy desgastada con prácticamente dos décadas en el poder. Seguramente Frei representará al oficialismo, dado que los democristianos ya andan muy celosos del crecimiento de los socialistas e Insulza no tiene el peso de Ricardo Lagos, el ex presidente que sorpresivamente ha renunciado a tentar la reelección.
De lo que le hemos visto a Piñera, parece ser más práctico y tratable que la centroizquierda mapochina, a pesar de la fama de dura y antiperuana que tiene la derecha sureña. No creo que las relaciones con éste sean peores que las condiciones gélidas que se dieron entre Lagos y Toledo o las muy distantes entre Bachelet y García.
Aldo Mariátegui
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