Es realmente impresionante la cantidad de denuncias adicionales que venimos recibiendo desde que iniciamos nuestros reportajes sobre el mal uso, por parte de los mandos policiales, de los recursos destinados al combustible para patrulleros y al rancho del personal. Diariamente nos llaman efectivos de la Policía con nueva información o con mensajes de aliento para que continuemos la investigación. Es para nosotros cada día más evidente que la corrupción es bastante generalizada en esa institución y que esta ha estado desalentando, incluso ahuyentado, a sus elementos más honestos que hoy se descargan e infor man sobre el robo sistemático de fondos por parte de sus superiores.
Más aún, tenemos ya no solo la participación de oficiales de esa institución, sino, además, la probable complicidad de autoridades civiles, como es el caso del alcalde de Chosica que reportamos hoy.
Incluso, el señor Bueno habría intentado que sus vecinos no se enteren de la denuncia de Perú.21 mandando a miembros de su serenazgo a retirar de los quioscos todos los ejemplares de nuestro diario. Esta actitud del alcalde de Chosica no sería novedosa, pues habría sido utilizada hace algunos meses con otro diario que contenía una denuncia contra él por abuso sexual de sus subordinados. En esta ocasión, la nota original no lo mencionaba al alcalde, pero parece que hay una estrecha relación con el comisario del distrito y, también, podría existir vinculación de su parte con la estación de servicio en cuestión. De cualquier manera, seguiremos con la investigación.
Sin embargo, es preocupante la postura mostrada ayer por el presidente, quien pese a que inicialmente reaccionó bien y pidió investigar las denuncias, ahora da a entender que estas últimas perjudican a la Policía en su conjunto. Esperamos sinceramente que estas declaraciones hayan sido malinterpretadas y que no sean una señal de que el gobierno no tiene la intención de investigar lo que claramente es una práctica escandalosa, que es lo que realmente está carcomiendo la moral institucional. La única manera de reducir la creciente inseguridad ciudadana es lograr eficiencia en las fuerzas del orden. Para ello es innegable que se tiene que sancionar y, de ninguna manera, avalar la corrupción policial.
Más aún, tenemos ya no solo la participación de oficiales de esa institución, sino, además, la probable complicidad de autoridades civiles, como es el caso del alcalde de Chosica que reportamos hoy.
Incluso, el señor Bueno habría intentado que sus vecinos no se enteren de la denuncia de Perú.21 mandando a miembros de su serenazgo a retirar de los quioscos todos los ejemplares de nuestro diario. Esta actitud del alcalde de Chosica no sería novedosa, pues habría sido utilizada hace algunos meses con otro diario que contenía una denuncia contra él por abuso sexual de sus subordinados. En esta ocasión, la nota original no lo mencionaba al alcalde, pero parece que hay una estrecha relación con el comisario del distrito y, también, podría existir vinculación de su parte con la estación de servicio en cuestión. De cualquier manera, seguiremos con la investigación.
Sin embargo, es preocupante la postura mostrada ayer por el presidente, quien pese a que inicialmente reaccionó bien y pidió investigar las denuncias, ahora da a entender que estas últimas perjudican a la Policía en su conjunto. Esperamos sinceramente que estas declaraciones hayan sido malinterpretadas y que no sean una señal de que el gobierno no tiene la intención de investigar lo que claramente es una práctica escandalosa, que es lo que realmente está carcomiendo la moral institucional. La única manera de reducir la creciente inseguridad ciudadana es lograr eficiencia en las fuerzas del orden. Para ello es innegable que se tiene que sancionar y, de ninguna manera, avalar la corrupción policial.
PERU21
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