1.12.10

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PIÑERA ES UNA COSA Y CHILE OTRA


Hace algunos años entrevistamos a la entonces ministra de Defensa de Chile, Michelle Bachelet. El tema principal discurrió sobre el armamentismo chileno y las prevenciones que en el Perú existían respecto de los motivos que había detrás de la carrera armamentista sureña.

Bachelet nos dijo que era impensable que Chile estuviese preparándose para un horizonte bélico. Nos recordó que ella había tenido que huir de Chile al exilio durante la dictadura de Pinochet y que fue acogida en el Perú por el entonces gobierno de Juan Velasco Alvarado. Según su argumentación, no había de parte de la clase política chilena animadversión alguna hacia el Perú y que ella tampoco creía que la hubiera de parte de los dirigentes políticos y militares peruanos.

Durante la entrevista le recordamos que ese gobernante que ella recordaba con aprecio, Velasco Alvarado, fue el mismo que casi invade militarmente su país y que si no lo hizo fue porque lo melló una penosa enfermedad y luego fue sacado de Palacio por el golpe militar que en su contra realizó Francisco Morales Bermúdez.

En otras palabras, las situaciones bélicas, siempre factibles de ocurrir, no dependen, pues, de los buenos o malos afectos que las personas que conducen un país tengan respecto de otro. Suelen darse por circunstancias de Estado, intereses económicos o apetencias geopolíticas que desbordan largamente las voluntades personales.

En ese sentido, la visita del presidente chileno Sebastián Piñera es, sin duda, una buena noticia. Contribuye a aligerar las relaciones diplomáticas y se espera que baje las tensiones a propósito del venidero fallo arbitral de La Haya respecto de la delimitación de nuestra frontera marítima.

Pero no nos debería distraer respecto de un hecho incontrastable. Chile se ha armado y no lo ha hecho por gusto. En esta edición mostramos, por ejemplo, cómo se ha construido cerca de nuestra frontera una réplica de nuestra principal base aérea, la de La Joya, en Arequipa. ¿Por gusto arquitectónico? ¿Por juego estratégico? Resulta más que obvio que Chile tiene entre sus escenarios previstos el de una guerra contra el Perú.

Y el fallo de La Haya será un momento crítico que pondrá a prueba a ambos países. ¿Realmente podremos confiar en que si el fallo nos favorece, Chile lo respetará calladamente? No lo creemos. En todo caso, la probabilidad de que los sectores “duros” de la clase política y militar chilena quieran aprovechar el tema para hacer sentir su superioridad militar existe. La simpatía personal de Piñera no nos debería engañar. No podemos bajar la guardia, ni psicológica ni militarmente.



Basadre contra corruptos

Ahora que está fresco el caso del fresco Fernando Barrios, actuales y oportunas son unas reflexiones que Jorge Basadre expuso, hace 21 años, en la CADE 1979 realizada en Tacna. Se refirió el maestro al “mundo de la vara, la coima, la mordida, los ayayeros, los patas, los compadres, los padrinos”.

“Es el mundo”, prosiguió Basadre, “que Abelardo Gamarra llamó, muchos años atrás, en 1921, de los camaroneros, los expertos en la mamandurria”.

El gran historiador tacneño no se limitó a trazar el croquis de la corrupción y la vara. Ahondó en las raíces de la podredumbre que nos corroe desde la iniciación de la República. Señaló: “El economista holandés Fritz Wils en su libro Los industriales, la industrialización y el Estado Nación en el Perú expresa que, desde la independencia, hemos formado aquí una ‘sociedad sin techo’, una sociedad marcada por un Estado económicamente débil… Sociedad marcada, además, por un alto grado de privatización del poder público y también por un proceso no bien regulado de penetración extranjera. De ello surgió, dice Wils, una redistribución muy limitada del poder, de las riquezas y de los ingresos”.

Basadre, tacneño medular, formó parte de la generación del Centenario, a la que también pertenecen José Carlos Mariátegui, Víctor Raúl Haya de la Torre y Raúl Porras. Su visión lúcida y profunda del Perú lo llevó a sonar la alarma frente a lo que podía ocurrir si no se atendían “las urgencias latentes en las entrañas del pueblo”. Pocos meses después de su muerte se inició la etapa de violencia que durante veinte años flageló al país.

En la segunda edición de su gran libro juvenil PERÚ: problema y posibilidad, Basadre condenó una vez más a los podridos del poder político:

“Hace muchos años, el autor del presente libro escribió lo siguiente acerca de los tres grandes enemigos de la promesa de la vida peruana: los Podridos, los Congelados y los Incendiados. ‘Los Podridos, dijo, han prostituido y prostituyen palabras, conceptos, hechos e instituciones al servicio de sus medros, de sus granjerías, de sus instintos y de sus apasionamientos. Los Congelados se han encerrado dentro de ellos mismos, no miran sino a quienes son sus iguales y a quienes son sus dependientes, considerando que nada más existe. Los Incendiados se queman sin iluminar, se agitan sin construir. Los Podridos han hecho y hacen todo lo posible para que este país sea una charca; los Congelados lo ven como un páramo; y los Incendiados quisieran prender explosivos y verter venenos para que surja una gigantesca fogata. Toda la clave del futuro está allí: que el Perú escape del peligro de no ser sino una charca, de volverse un páramo o de convertirse en una gigantesca fogata. Que el Perú no se pierda por la obra o la inacción de los peruanos’”.



Las universidades públicas y el canon

Por Humberto Campodónico

Del 2005 al 2009 la transferencia del canon minero, petrolero y gasífero a las universidades nacionales ascendió a S/. 829 millones, de acuerdo a información del MEF procesada por el Grupo Propuesta Ciudadana (1). Las universidades que más recibieron fueron la del Santa y Antúnez de Mayolo (Ancash), seguidas de la San Antonio de Abad (Cusco), Jorge Basadre (Tacna) y Cajamarca (ver cuadro).
Estas transferencias se establecen en la Ley 28077 del 2003 que dice: del 25% del canon que reciben los gobiernos regionales, deberán entregar el 20% de ese monto “a las universidades públicas de su circunscripción, destinado exclusivamente a la inversión en investigación científica y tecnológica que potencien el desarrollo regional” (Art. 4).

Además, la Ley de Presupuesto del 2009 estableció que se pueden aplicar esos montos en el financiamiento y cofinanciamiento de investigaciones de ciencia aplicada relacionadas con la salud pública, la sanidad agropecuaria, preservación de la biodiversidad y el ecosistema y para la utilización de energías renovables y procesos productivos.

Cuando se analiza la ejecución presupuestal se aprecia, de un lado, que no se programa el íntegro de los montos transferidos y, de otro, que los avances en la ejecución varían según las universidades.

La cuestión central es que la inversión en ciencia y tecnología es una condición clave para potenciar la competitividad de las regiones, motivo por lo cual es de importancia que las universidades pongan en marcha planes de investigación y desarrollo, así como toda una serie de capacidades que permitan lograr el uso eficiente de las transferencias.

Para Javier Sota Nadal, debemos seguir el ejemplo de Brasil, México y Argentina, donde las universidades públicas llevan a cabo el grueso de la investigación en ciencia y tecnología, pero también recurren a diferentes formas de asociación con otros agentes públicos y privados. Una de ellas puede ser la puesta en marcha de fondos concursables que atiendan las demandas de las regiones, de las municipalidades y de las empresas.

Debe implementarse, por tanto, un Programa de Desarrollo de la Universidad Pública, lo cual no ha estado en la agenda de los recientes gobiernos, que más bien han optado por aprobar, a diestra y siniestra, una gran cantidad de nuevas “universidades” privadas muchas de ellas de dudosa reputación.
Propuesta Ciudadana agrega: “una manera de recuperar las capacidades institucionales y de investigación es establecer convenios y alianzas estratégicas con otras universidades, centros de investigación nacionales y extranjeros”. En otras palabras, abrir la cancha a nuevos actores, lo que también implica una discusión sobre la actual ley del canon (eso será materia de otro artículo).
Como se aprecia, existen propuestas para repotenciar a la universidad pública, las que deben estar en la agenda de los programas de gobierno. De otra manera se corre el riesgo de que ganen terreno las propuestas limeñas “recentralizadoras” que lo único que quieren es privar de los ingresos del canon a las universidades públicas.

Una visita con olor a gas

No hay por qué engañarse: Sebastián Piñera, presidente de Chile, ha tenido en su visita al Perú como tema principal el gas de Camisea, que personajes como Pedro Pablo Kuczynski ofrecieron antes a los Chilenos para fortalecer el norte de Chile, rico en cobre y paupérrimo en agua y energía.

No se equivocó El Mercurio de Santiago cuando informó anteayer sobre los tres puntos que Piñera traía en su agenda: intercambio penitenciario, asuntos mineros y pasos de integración en materia energética. Evidente es que este último es el más importante.

Lo había ya diseñado el mandatario Chileno, después de la entrevista que sostuvo con Alan García, el 13 de noviembre, en el marco de la XVII cumbre de APEC en Japón. El diario mapochino La Tercera recogió en su edición del domingo 14 las declaraciones de Piñera en las cuales, junto con su versión triunfalista respecto a una victoria de Chile frente a la demanda marítima peruana en La Haya, expresó:

“No podemos dejar que el tema de La Haya inmovilice las relaciones entre Chile y Perú. Tenemos una gran agenda conjunta por delante, que tiene que ver con proyectarnos al Asia Pacífico, mejorar la integración en infraestructura y energía”.

Los políticos Chilenos no dan puntada sin nudo. Su propósito es que en materia de energía marchemos juntos; es decir, el Perú proporcionándoles gas y electricidad; Chile tratando de perpetuar lo que es un despojo que deja al sur peruano sin 200 millas marítimas.

Sobre esa ambición fue explícito Piñera: “Conversamos mucho con el presidente García y, sin duda, la posición Chilena es clara y simple: estamos más convencidos que nunca, tras leer la réplica peruana, que el derecho internacional, los tratados, la jurisprudencia durante más de 50 años validan la postura Chilena”.

A la luz de esa estrategia hay que leer el punto 13 de la declaración conjunta firmada ayer por García y Piñera, que anuncia la instalación de un grupo de trabajo de los ministerios de energía y Minas del Perú, y de energía de Chile. En ese acápite se da a Chile en la yema del gusto. El grupo tendrá “la finalidad de identificar posibles proyectos de cooperación y transferencia energética, incluyendo la interconexión e intercambio de energía eléctrica”.

¿Cuál es el país que en la zona fronteriza cuenta con recursos y potencial energético? El Perú, naturalmente.

La alegación de que Chile ha decidido establecer su “independencia energética” suena a barajo. Es un secreto a voces que Chile busca abastecerse con el gas de Camisea, y que hasta ha erigido plantas para el tratamiento del gas peruano.

El presidente García debe al país una declaración explícita de lo acordado a solas con Piñera, tanto en Yokohama, en la Cumbre de APEC, como en el Palacio de Gobierno peruano.



¡Por sólo $4 millones!

Es evidente para todos que el Estado Peruano es un corrupto elefante paralítico. Desde la desastrosa reconstrucción en Ica hasta estos feos escándalos salariales, es obvio que es un lastre para el desarrollo.

Y no se trata de "más Estado" o de "ausencia de Estado", como los rojos, caviares y socialconfusos repiten como papagayos, sino de una reforma integral para que contemos con un aparato estatal que administre de verdad, rápidamente, sin corruptelas o dilapidando. Como liberal, creo que el Estado es un monstruo al que siempre hay que minimizar en todo lo que sea posible, pero lo que conservemos debe ser siempre músculo.

Desde esta humilde columna abogamos por la reforma del Estado -tema esquivado por Fujimori y Toledo- apenas comenzó este gobierno. Nuestra propuesta de que se contrate a McKinsey -la mejor consultora del mundo- para que plantee y al mismo tiempo gestione en paralelo la reforma (porque se necesita un tercero para hacer cambios; nadie se disciplina solo y es inútil sentarse a esperar un informe final que nadie termina ejecutando) fue acogida por el Estado y la ex ministra Verónica Zavala negoció con ellos y le hicieron una propuesta por $4 millones. ¡Era muy poco dinero para todo lo que se iba a ganar a cambio! Y ojo, McKinsey era nuestra favorita, pero también dicha tarea la podían hacer otras de su vuelo, como BCG o Bain (el resto ya no tienen el mismo nivel de excelencia). O incluso asociarlas para la tarea.

Aquí vino lo increíble: ni al muy competente ministro Carranza ni al presidente García les gustó la idea y a este último se le ocurrió soplarle la pluma -¡vaya Dios a saber por qué!- a la Confiep y le solicitó a este gremio que sus miembros sean los que paguen los honorarios de McKinsey. Si bien era absurdo que el Estado le pase el sombrero al sector privado por un gasto que le compete a él, para los empresarios hubiera sido un magnífico negocio que por fin el Estado, su principal obstáculo para crear riqueza, quede en manos de un personal trainer que lo reforme. Desgraciadamente, nuestro empresariado demostró una vez más no estar a la altura de las circunstancias, así que la combinación de sus eternas miopías y avaricias provocó que rechace toda idea de meterse la mano al bolsillo para hacer esta revolución (me contaron que mi amigo Gonzalo Prialé fue uno de los que más se opuso). Les encanta traer invitados, hacer paneles, tomarse fotos, sacar folletos y parlotear en estrados, pero nada de poner un mango. Y no sé qué mella le podía hacer a los grupos Romero, Brescia, Benavides y Hochschild poner un millón cada uno si no se podía hacer una colecta masiva entre los agremiados. Como bien describió el carácter nacional aquel militar británico que la reina Victoria destacó como observador a la Guerra del Pacífico, "los peruanos saben que hay un problema y hablan mucho del problema, para luego echarse a esperar que alguien se los arregle".

Ante esta obtusa negativa empresarial, a García no se le ocurrió mejor idea que encargarle a Verónica Zavala esta tarea. Bueno, ya su floja gestión en Transportes revela lo poco idónea que era para tal empresa. Se limitó a fusionar unos cuantos organismos públicos descentralizados y allí nomás acabó su empeño. Como en su solución para la autopista Prialé, donde hizo un puentecito y se dio por satisfecha. Y una persona sola, por más capaz que sea (que no era el caso), jamás iba a tener éxito. De otro lado, Carranza se entusiasmó con el índice Doing Business del Banco Mundial, y es cierto que se ha avanzado bastante en base a este índice, pero el tema es mucho más de fondo. No sólo se trata de que sea algo más fácil hacer negocios. También se creó "Servir", pero éste ente ha capacitado a poquísimos gerentes públicos. Tampoco se ha revisado la profusa política salarial (lo que ha originado estas millonarias criolladas) y una iniciativa valiosa como "PerúCompras" no pasó de una promesa.

Al Congreso jamás le interesó el tema. Sería mucho pedirle a su mediocridad. Y ningún candidato presidencial tampoco lo enfoca, como tampoco se les preguntó por esto en la CADE. Por $4 millones... Qué cagón todo, ¿no?

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