12.11.09

Chávez predice guerra

Por Mirko Lauer

El llamado de Hugo Chávez a prepararse para una guerra, que sería latinoamericana y duraría 100 años, bien puede ser visto como un simple ataque de mesianismo bolivariano. Pero en el mundo caldeado e inestable de estos días, es el tipo de declaración que lanza a los estrategas militares de vuelta a sus escenarios hipotéticos.

Desde por lo menos el 2005 los analistas de EEUU vienen considerando que Chávez desarrolla en América Latina una guerra asimétrica, en la cual el ejercicio de la violencia es secundario frente a los factores políticos. Su primer objetivo sería la desestabilización de Colombia, lo cual sin duda redibujaría el mapa geopolítico de la región.

En esa hipótesis debemos entender que la apertura de aeropuertos colombianos al ejército de los EEUU ha sido leída por Chávez como una movida directa contra sus planes de guerra asimétrica. Lo cual lo habría obligado a asumir la posibilidad y el lenguaje de una guerra convencional, lo cual incluiría la defensa de partes de su territorio.

Quizás Chávez está considerando un remake estadounidense de la frustrada invasión a Cuba en Playa Girón de 1981, que terminó de consolidar a la Revolución Cubana. Bogotá hace notar que el apoyo de sus vecinos a las FARC y al ELN constituye en los hechos una forma de invasión, de la que es preciso defenderse.

Por eso en el discurso de Chávez es una Colombia fortalecida por su nuevo pacto la que lo empezaría a invadir. Su ejemplo es la incursión a Ecuador que en el 2008 capturó las computadoras del líder FARC Raúl Reyes, quien utilizaba al país vecino como santuario. En aquella ocasión los discos duros revelaron más nexos de Venezuela con las FARC.

Una incursión colombiana exitosa tendría un efecto similar al del golpe en Honduras: llevar la contención de Chávez a nuevos niveles. Lo cual equivaldría a desanimar a los socios actuales o potenciales de Chávez en la región, lo cual a su vez potenciaría las victorias electorales de derecha que se den en los próximos tiempos.

En cuanto al carácter latinoamericano de la guerra que menciona Chávez, resulta difícil (no imposible) imaginar a los países más decididos del ALBA movilizándose militarmente en defensa de Venezuela. Como también resulta difícil imaginar a los EEUU, empantanados en Afganistán e Irak, moviendo tropa y armas en defensa de Colombia.

Todos estos son cálculos sombríos, que entre otras cosas demuestran que Chávez sigue manteniendo la iniciativa política en la región. Con el petróleo a US$ 80 el barril, y US$ 3,000 millones de armas nuevas en sus hangares, y socios tan eficaces como los cubanos, el mandatario venezolano quizás no debería sentirse tan amenazado.

LA REPUBLICA

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