11.11.09

Debate con vista al mar

En el debate televisual entre los candidatos a la presidencia de Chile hubo un tema que también interesa al Perú: el de la salida al mar para Bolivia.

Sólo Jorge Arrate, el postulante de Juntos Podemos, frente de izquierda que incluye a los comunistas, propuso una solución sensata: una negociación bilateral que otorgue a Bolivia una salida soberana con territorio, a cambio de beneficios para Chile.

El derechista Sebastián Piñera sostuvo que debe haber relación bilateral para fortalecer la integración económica, pero que bajo su gobierno no habrá solución que involucre la entrega de tierra o mar con algún tipo de soberanía.

El ex presidente Eduardo Frei, democristiano que postula por la Coalición que ahora gobierna, guardó silencio sobre la materia. Pero es sabido que el oficialismo chileno tiene frente a Bolivia y su aspiración marítima una posición dura en el fondo y ambigua en la forma.

El Chile gobernante busca en Bolivia ayuda para su hambre de energía; pero no cede en cuanto al reclamo boliviano de salida soberana al mar.

La derecha extrema, el centroderecha democristiano y el seudosocialismo mantienen una línea expansionista (para eso se arman hasta los dientes) y sostienen la mentira de que entre Chile y el Perú existe un tratado de límites marítimos.

El debate del lunes entre los presidenciables de Chile tuvo otras aristas reveladoras. Una principal es la notable lucidez, el horizonte programático y la serenidad expresiva del joven político independiente, ex socialista, Marco Enríquez-Ominami.

Patricio Gajardo, decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Central, elogió el formato del debate, que permitió réplicas de los polemistas y preguntas del público.

“Se pudo apreciar”, declaró Gajardo, “a los candidatos de manera integral, no solamente en términos de entregar un discurso que puede ser verdadero o falso, interesante o aburrido, sino que se tuvo la oportunidad de conocer a los candidatos en varias facetas y eso fue lo interesante del debate. El que estuvo mejor, el que estuvo más asertivo, fue Marco Enríquez-Ominami. Tiene un manejo televisivo significativo, sabe atacar cuando corresponde, sin caer en una situación de agresividad excesiva”.

Momento filudo fue la interrogación que Piñera lanzó a Frei: “¿Por qué en su gobierno indultó a Ángel Vargas Parga, el más grande narcotraficante, a otros 57 narcotraficantes y a homicidas?”.

“No me arrepiento de las decisiones que tomo”, respondió Frei.

Cuando Piñera reprochó a Enríquez sus simpatías por Fidel Castro y Hugo Chávez, la réplica fue: “Usted tiene a Aznar como su asesor, y es el que arrastró a España a la guerra más cruel, como la de Irak, y mintió con el atentado al Metro de Madrid”.

Enríquez resultó el más valiente y rápido.


la PRIMERA

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