12.11.09

No los abandonemos

Mientras el Ministerio de Defensa ha respondido positivamente a la campaña que EXPRESO ha lanzado para mejorar las remuneraciones en nuestras Fuerzas Armadas, el Ministerio de Economía ha optado por el silencio y el Primer Ministro ha avalado ese silencio al anunciar que el próximo año no habrá aumento de remuneraciones para nuestros soldados. Una decisión sobre la que es menester reflexionar. En comunicado reciente, Defensa se quejaba, y con razón, del silencio del MEF y señalaba que desde el 30 de abril, fecha en que expuso una propuesta integral a sus técnicos para empezar a resolver este crítico problema, no recibe respuesta alguna. Además, afirmaba que solicitó en varias oportunidades el apoyo de las comisiones de Defensa y de Presupuesto del Congreso para poner atender otras demandas sociales –que si bien no resuelven atenúan el problema– y que tienen base en normas o leyes. Pasado el tiempo tenemos un panorama sombrío: ni una cosa ni la otra. Y un anuncio que significa postergar una vez más y por un espacio de tiempo no definido, la satisfacción de una legítima demanda.

El gobierno no ha entendido que la situación remunerativa de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional exige hacer algo inmediatamente. No se trata de resolver el tema en su integridad sino de dar algunas señales efectivas de que no se es insensible ante él. Es verdad que debemos cuidar el equilibrio macroeconómico y no dar medidas de carácter populista. Es verdad también que debemos advertir el efecto multiplicador que una medida como la reclamada podría tener en las expectativas de otros sectores. Pero es más verdad que no podemos seguir encargando el orden y la seguridad internas, especialmente en las zonas en donde se combate contra el terrorismo y el narcotráfico, a unas fuerzas armadas que no solamente tienen que afrontar el riesgo de ser enjuiciadas por cualquier cosa y luego abandonadas a su suerte en los tribunales, sino que ganan remuneraciones de escándalo que están entre las más bajas de todo el continente. Además y como lo ha advertido el propio Ministerio de Defensa, sin un aumento en las remuneraciones de las FF AA se corre el riesgo inminente de la quiebra de la Caja de Pensiones Militar Policial.

Está bien mejorar las adquisiciones militares y la operatividad bélica. Está igualmente bien asegurar la consolidación del Núcleo Básico de Defensa. Ambas cosas son necesarias y urgentes, además de constituir punto de partida para una política de Estado en el campo de la defensa nacional. Pero también lo es no dejar en el abandono salarial a militares y policías, más aún si se les pide defendernos, a riesgo de sus propias vidas, del narcotráfico y del terrorismo.


EXPRESO

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