9.11.09

La quiebra continúa

El capitalismo mundial sufrió este fin de semana dos golpes recios: la cifra de desempleados en Estados Unidos llegó a 16 millones y en Escocia, en la reunión de los ministros de Finanzas y representantes de bancos centrales del Grupo de los 20 (G-20), el llamado Consenso de Washington fue remitido al desván del olvido.

El número de desempleados estadounidenses es catastrófico. El Departamento del Trabajo lo sitúa en el 10.2 por ciento. Pero Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, ha precisado que el porcentaje real es 17%, pues la cifra oficial incluye sólo a los que buscan empleo, pero no a los que ya no se dan el trabajo de buscarlo ni a los que trabajan sólo medio día.

Por su parte, Peter Morici, profesor de Economía de la Universidad de Maryland, calcula que la tasa real llega a 18%. Uno de cada cinco estadounidenses estaría así pateando latas.

Stiglitz considera que la recesión no ha terminado en Estados Unidos y que si éste no crece a razón de 3.3% este año, la desocupación seguirá siendo un problema grave.

Para el sistema, las desgracias no vienen solas. El sábado, en Saint Andrews, Escocia, el G-20 aprobó, a propuesta de Argentina y Brasil, que en la declaración final se eliminaran dos palabras que mantenían al Fondo Monetario Internacional como señor de horca y cuchillo de las economías en desarrollo: Supervisión y asesoramiento.

Ahora, gracias a esos dos miembros latinoamericanos del G-20 (el tercero es México), el FMI sólo tendrá un papel de “colaboración y análisis”.

Aunque aún no se pueda entonar la marcha fúnebre de una institución que durante 20 años impuso la política neoliberal en la economía, la sociedad y hasta en la educación de nuestros países, es evidente que ha sufrido un rudo golpe que la tumba en la lona.

El episodio se ubica no sólo en el ámbito de la crisis económica. Refleja asimismo los deslizamientos políticos que ocurren en los países desarrollados: la derrota del liberalismo en Japón, el avance de la izquierda marxista en Alemania, el descontento público respecto al corrupto primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, el desempleo masivo en España.

La reunión de Escocia es preparatoria de la conferencia de Naciones Unidas que se llevará a cabo del 7 al 18 de diciembre en Copenhague, Dinamarca, con el fin de preparar un acuerdo que reemplace al Protocolo de Kioto sobre Medio Ambiente, Protocolo que, como se sabe, Washington suscribió primero y desechó después. El principal contaminador del mundo demostró así su desprecio por el género humano.

Señal de que la catástrofe capitalista obliga a cambios es la propuesta, presentada en Escocia, de que se aplique un impuesto global a las transacciones financieras. Los bancos generaron la crisis; bueno sería que paguen algo por sus culpas.


LA PRIMERA

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