31.12.09

2009: el año de Carranza

Aldo Mariátegui
LA COLUMNA DEL DIRECTOR


Pocas veces desde 1929 el mundo estuvo tan cerca de un completo descalabro. La mayoría en el Perú no se ha dado ni cuenta, pero el meteorito pasó muy cerca. Desde Lehman Brothers, el mundo financiero e industrial entró en tal implosión que gigantes como General Motors y Citibank terminaron siendo estatizados nada menos que en EE.UU., mientras que el desempleo llegaba al 20% en España, Inglaterra se endeudaba hasta las narices e incluso un sólido país europeo como Islandia quebraba de tal manera que McDonald's tuvo que cerrar su cadena allí por falta de demanda.

Colosos como las agencias hipotecarias yanquis Fannie Mae y Freddy Mac colapsaron, al igual que la aseguradora AIG, mientras que 90% de los otrora todopoderosos bancos de inversión se extinguieron.

Baste recordar que el crack de Wall Street de 1929 hizo caer aquí a un presidente tan poderoso y popular como Leguía, para luego sumir al Perú en una virtual guerra civil. Voló el hegemónico Banco del Perú y Londres y los veteranos refieren que hubo un momento en que tan sólo se trabajaba tres días a la semana por la falta de oferta. Ni con la ocupación chilena ni con el terrorismo y la hiperinflación de fines de los 80 se vivieron momentos tan difíciles. Ahora, en cambio, hemos logrado retener todo lo espectacularmente crecido el 2008 y un poquito más. Es decir, aquí no se ha destruido riqueza y los números están en azul, mientras que muchos países se han encogido y endeudado hasta el cogote. Hubo mucho miedo en el empresariado durante el verano pasado, pero no pasó nada serio gracias a los sólidos fundamentos económicos, tan trabajosamente forjados desde 1992, y a Carranza, el piloto que capeó el vendaval. Ni siquiera experimentamos una crisis tan seria como la de 1998-2002, cuando todo el mundo acabó en Indecopi y sólo quedaron 14 bancos de 25 por esa combinación de crisis rusa, asiática y fenómeno de El Niño. Esta ola nos agarró en el momento más sólido de nuestra historia desde los 50. Sólo un imbécil (los rojos se llevan la palma) o un consultor en busca de chamba como Porter no pueden reconocer que este modelo económico, implantado desde 1992, ha caminado muy bien. Faltan indudablemente reforma del Estado; mejora de la educación; más infraestructura; un régimen laboral más flexible; un PJ eficiente, rápido y honesto; mejor seguridad pública, integración de la Sierra y Selva al modelo, etc... Pero el país es otro, con grado de inversión y Goldman Sachs buscando oficinas en Lima. ¡Sería tan estúpido tirar todo por la borda el 2011 eligiendo a Humala, Arana u otro como éstos! Porque aún no me creo eso de que Keiko y Castañeda son fijos para la segunda vuelta. ¿No se acuerdan cómo se les veía así a Hillary Clinton y a Rudolph Giuliani y al final quedó el par Obama-McCain? Ojo que el peligro aún no ha pasado. Los especialmente afectados gringos y los ingleses no saben en qué momento retirar los estímulos económicos, las "muletas" que les han permitido evitar caer al abismo. Tardan mucho y tendrán inflación y nuevas "burbujas" por tanto dinero barato. Las quitan antes de tiempo y la recaída podría ocasionar una Depresión económica. El nivel de los déficits fiscales de Occidente es espeluznante. Lituania y Hungría pueden seguir el camino de Islandia (llevándose a varios bancos europeos consigo, sobre todo suizos, austriacos y suecos), mientras que ya Dubai y Grecia nos pegaron un buen susto hace poco, España sigue con pulmonía y Japón desorientado.

Pero soy optimista con el Perú en este 2010. ¡Feliz Año Nuevo!

P.D. Esta columna regresa el 11 de enero.



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