7.12.09

Las decisiones en política exterior

La política exterior consiste esencialmente en tomar las decisiones correctas en escenarios políticos, económicos, sociales y estratégicos complejos y cambiantes. La diplomacia, a diferencia de la política interna, actúa en el ámbito descentralizado de la sociedad internacional. Por esta razón, las decisiones, además de tener en cuenta a los actores internos nacionales (políticos, militares, sociales y económicos), deben adoptarse considerando su impacto en los otros Estados nacionales y en los múltiples actores internos al interior de éstos. Por esta razón, el medio internacional es mucho más complejo y cambiante que el interno o nacional. Las decisiones incumben e inciden en múltiples intereses internos y externos y no dependen sólo del Estado emisor, sino de sus contrapartes y del resto de los estados. Tienen un margen de incertidumbre mayor del que existe en la política interna.

Cuando Nikita Jrushchov y Fidel Castro decidieron trasladar los misiles nucleares intercontinentales a territorio cubano, impactaron en los procesos políticos, económicos y estratégicos de sus políticas internas y de su relación bilateral. Pero, esa decisión incidía también en todos los países del mundo, en los partidos políticos, los movimientos sociales, las empresas; y, muy parti-cularmente, en Estados Unidos. Fue un test de resistencia para el llamado equilibrio del terror. Kennedy tenía básicamente tres opciones, decidir asumiendo una guerra nuclear, aceptar el emplazamiento de los misiles y la preeminencia estratégica soviética en el mundo o decidir buscando resolver la crisis políticamente con los menores costos. Lo grave era que la última opción, la más razonable, podía ser sólo un paso para el escenario del holocausto nuclear.

En esos días que remecieron el mundo, Kennedy y Jrushchov adoptaron lo que se llama en la teoría “decisiones de crisis”. Al final, la URSS respetó el bloqueo marítimo ordenado por Kennedy, ordenó el regreso de sus naves y junto con Cuba desmantelaron las instalaciones de lanzamiento ya emplazadas en la isla. Los EE.UU. renunciaron a derrocar a Castro a través de nuevas Bahías de Cochinos. Y Cuba ganó su viabilidad estratégica en la guerra fría.

Las decisiones de manejo de crisis, en diversa escala, como las de ejecución de la política exterior se rigen por unas reglas básicas: 1) Un análisis o diagnóstico lo más objetivo posible de la realidad, por más dura que ésta sea. Reconocer las cosas como son, no como deseamos que sean. 2) La elaboración de escenarios posibles, según las decisiones que teóricamente pueden adoptar los estados involucrados. 3) Establecer un balance de las ganancias y pérdidas, según cada decisión y escenario. 4) Prever que toda decisión conlleva siempre, por mínimo que sea, un margen de incertidumbre.

Cuando se adoptan siguiendo los procesos básicos que reducen los márgenes de incertidumbre, estamos frente a un Estado tecnificado y de conductas previsibles en política exterior. Cuando, al contrario, las decisiones se adoptan sin los requerimientos mínimos de un proceso interno fiable, estamos frente a lo que Basadre llamó el Estado empírico.


LA PRIMERA

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