23.6.10

Centro radical

Por Augusto Álvarez Rodrich


Una entrevista póstuma a Valentín Paniagua Corazao.

Un plato fuerte de Politai –revista editada por alumnos de ciencia política y gobierno de la PUCP–, que se presenta mañana, es una entrevista inédita realizada a Valentín Paniagua por Eduardo Dargent y Alberto Vergara, en el año 2003, un documento valioso para un momento de extremismos alterados. Extractos de la entrevista para animarlos a que la lean completa (entrevista y revista):

“Creo y tengo la profunda convicción de que el desencuentro histórico del país proviene del hecho de que cuando se emancipó, logró soberanía para el Estado pero no la soberanía y la libertad para la nación. Extrañamente en el primer decreto que dicta San Martín dice que el primer empeño será lograr la emancipación y después se verá lo que sea necesario para asegurar la libertad. Esa postergación tomó casi 200 años porque yo sostengo que el indio peruano fue admitido en el país recién en el año 1964, cuando se dicta la ley de reforma agraria, y hasta ese entonces vivió en una servidumbre total. Había un sesgo admitido por todos que favorecía a ciertos grupos y discriminaba a otros, discriminación que subsiste en una proporción bastante grande hasta el día de hoy (aunque la gente no admite sus prejuicios). El Perú es un país terriblemente prejuicioso.

“Este país se ha modernizado buscando su propio camino. Gamarra es el símbolo, no de la informalidad sino de la imaginación y la revolución del conocimiento. El sudeste asiático ha tenido éxito en la globalización porque comenzó por globalizarse al conocimiento. Primero la educación, la capacitación de sus profesionales, el mejoramiento de los niveles productivos, la elevación de los estándares comerciales y después, cuando ya se tiene una economía competitiva, apertura de fronteras. Entonces usted tiene una producción industrial o agrícola capaz de soportar la competencia del exterior. Es por esto que el sudeste asiático progresó. Nosotros no, y no vamos a progresar mientras no haya ese cambio explícito.

“¿Cómo puede ser liberal alguien que no cree en la libertad? (…) El gran problema es que el término liberal ha sufrido a lo largo del tiempo una serie de cambios en la percepción y en el juicio de los distintos sectores del país. Cuando nosotros éramos estudiantes, ser liberal era naturalmente estar identificado con la política de Odría o de Pedro Beltrán. Para los izquierdistas, quienes defendíamos la democracia que ellos llamaban formal en esa época, es decir, la democracia representativa, éramos muy liberales, liberales burgueses. Para la derecha conservadora el liberalismo era como para los norteamericanos una forma de izquierdismo sospechoso de marxismo. El término liberal en el Perú es un término equívoco. Yo creo que hay liberales y liberales.

Bobbio prefiere usar el término libertario y por eso él, siendo un liberal, dice que es un liberal socialista, porque él no entiende la libertad sin un acento social y sin un sentido de responsabilidad y solidaridad elemental con los demás”.


LA REPUBLICA

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