28.6.10

El sol que brilla en invierno

En Lima, el color del cielo asemeja a la panza de un burro en invierno, cuando vivimos una película en blanco y negro que dura la mayor parte del año. Sin embargo, en esta temporada sin color, el Sol está brillando.

Es bueno recordar que el rechazo total de la población hacia su signo monetario por la hiperinflación de los 80 llevó a la casi total dolarización del país al final de esa década, cuando muchos, incluso, consideramos que lo más adecuado era eliminar el Sol y dolarizarnos. Pero se optó por mantenerlo y hemos tenido una economía que ha operado bien con dos monedas durante los últimos 20 años.

Gradualmente, a lo largo de ese período, tanto el mercado como los peruanos han ido recobrando la confianza en el Sol y, ahora, pese a encontrarnos ad portas de un proceso electoral todas las indicaciones son que se seguirá fortaleciendo. Lo cual es bueno para la economía en general. En primer lugar, ayuda a moderar cualquier aumento de precios al ser nuestro país, gracias a la reforma agraria de Velasco, un gran importador de alimentos.

Asimismo, obliga a las empresas a ser más competitivas ya que tienen que compensar la caída del dólar en el valor de los bienes del exterior con ganancias en productividad para poder mantener su mercado. Mientras que en el caso de los exportadores tendrán que reducir sus costos si quieren mantener el margen de ganancia.

En suma, un tipo de cambio fuerte asegura que no se cae en complacencia en una economía que lleva más de una década sin el beneficio de reformas estructurales que la haga más competitiva. Un Sol fuerte reemplaza la falta de vocación reformista de los gobiernos.

Pero más importante aun empieza a ser un factor de estabilidad, ya que se convierte en un ancla para una creciente clase media que gana su sueldo y toma hipotecas en soles. Que ahorra en su moneda para financiar la educación de sus hijos, entre otras aspiraciones.

Inevitablemente, a medida que la tendencia se consolide aumentará el reclamo del sector exportador que exigirá intervención para revertir la fortaleza del Sol. En ese caso, el Gobierno, en lugar de mirar al mercado cambiario, debería adoptar medidas que fortalezcan a las empresas: eliminando trámites y burocracia, reduciendo aranceles, flexibilizando la legislación laboral. Serían medidas que, a diferencia de un tipo de cambio artificial, nos harían más competitivos en el largo plazo.


PERU 21

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