Autor: Fritz Du Bois
Estamos a pocas semanas de Fiestas Patrias y va a ser fundamental el enfoque que el Gobierno tome para el último año de su mandato.
Si bien existe el riesgo de que podrían actuar irresponsablemente, y empezar a dar cargos a los partidarios que aún no han participado, algo así como un programa de empleo que se llame 'Compensando al compañero’, el hacerlo sería jugar con fuego, ya que podrían dejar tan mal recuerdo al país que el electorado no lo olvidaría ni en 10 años.
Por ello, lo lógico sería que fueran sensatos y tomen todas las precauciones del caso para asegurar que no se encuentren con sorpresas durante el próximo año.
Más aún considerando que hay varios ministros con aspiraciones de postular al Parlamento, y un cambio de gabinete parecería un hecho, lo cual le da la oportunidad al presidente de otorgarle un nuevo y último impulso a su mandato.
En el caso del gobierno anterior, los últimos 12 meses fue lo mejor que exhibieron. Contaron con un gabinete básicamente independiente y técnico, por lo que las elecciones no fueron impedimento para que avanzaran, por ejemplo, en la negociación de tratados. Incluso, la mayor popularidad que logró Toledo fue durante ese último periodo de su gobierno.
Para poder repetir ese resultado, al margen de a quién designen como premier, la agenda final de este gobierno tiene que incluir, ineludiblemente, la seguridad, sea las preocupaciones por la falta de Inteligencia policial, para evitar el retorno del terrorismo, o el incremento del narcotráfico, pasando por la explosión del crimen en el norte, que se ha ido totalmente de las manos. La sensación de inseguridad del ciudadano continúa aumentando, y si el Gobierno no hace algo, la percepción de fracaso en este tema va a devaluar totalmente lo que han logrado.
Por otro lado, la rápida recuperación del optimismo empresarial se puede concretar en bastante mayor crecimiento que lo esperado si es que el Gobierno da confianza con muestras de mantener bajo control el manejo fiscal y monetario, tratando, a la vez, de destrabar obstáculos para que se lleven a cabo proyectos de inversión.
Así que si el Gobierno optara por un gabinete ministerial mayoritariamente independiente, que le permitiría aislarse de las presiones partidarias durante las elecciones y avanzar en su trabajo, podría aspirar a que el último año se convierta, incluso, en el mejor de todo el mandato.
PERU 21
Estamos a pocas semanas de Fiestas Patrias y va a ser fundamental el enfoque que el Gobierno tome para el último año de su mandato.
Si bien existe el riesgo de que podrían actuar irresponsablemente, y empezar a dar cargos a los partidarios que aún no han participado, algo así como un programa de empleo que se llame 'Compensando al compañero’, el hacerlo sería jugar con fuego, ya que podrían dejar tan mal recuerdo al país que el electorado no lo olvidaría ni en 10 años.
Por ello, lo lógico sería que fueran sensatos y tomen todas las precauciones del caso para asegurar que no se encuentren con sorpresas durante el próximo año.
Más aún considerando que hay varios ministros con aspiraciones de postular al Parlamento, y un cambio de gabinete parecería un hecho, lo cual le da la oportunidad al presidente de otorgarle un nuevo y último impulso a su mandato.
En el caso del gobierno anterior, los últimos 12 meses fue lo mejor que exhibieron. Contaron con un gabinete básicamente independiente y técnico, por lo que las elecciones no fueron impedimento para que avanzaran, por ejemplo, en la negociación de tratados. Incluso, la mayor popularidad que logró Toledo fue durante ese último periodo de su gobierno.
Para poder repetir ese resultado, al margen de a quién designen como premier, la agenda final de este gobierno tiene que incluir, ineludiblemente, la seguridad, sea las preocupaciones por la falta de Inteligencia policial, para evitar el retorno del terrorismo, o el incremento del narcotráfico, pasando por la explosión del crimen en el norte, que se ha ido totalmente de las manos. La sensación de inseguridad del ciudadano continúa aumentando, y si el Gobierno no hace algo, la percepción de fracaso en este tema va a devaluar totalmente lo que han logrado.
Por otro lado, la rápida recuperación del optimismo empresarial se puede concretar en bastante mayor crecimiento que lo esperado si es que el Gobierno da confianza con muestras de mantener bajo control el manejo fiscal y monetario, tratando, a la vez, de destrabar obstáculos para que se lleven a cabo proyectos de inversión.
Así que si el Gobierno optara por un gabinete ministerial mayoritariamente independiente, que le permitiría aislarse de las presiones partidarias durante las elecciones y avanzar en su trabajo, podría aspirar a que el último año se convierta, incluso, en el mejor de todo el mandato.
PERU 21
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