27.6.10

Un pueblo que no conoce su historia…

Autor: Fritz Du Bois



La repentina reaparición de Sendero en nuestras vidas ha generado un escalofrío de temor en una población que lo había olvidado demasiado rápido. En realidad, si uno mira nuestro reciente pasado, fue hace solo 12 o 18 años cuando la mayoría de los terroristas fueron capturados. En cualquier otro país del mundo, considerando el daño que causaron, pasarían no menos de tres décadas antes de que alguno de ellos fuera liberado. Sin embargo, en nuestro caso, la gran mayoría ya está suelta, incluso algunos de ellos han vuelto a las andadas subversivas. ¿Qué ocurrió?

La combinación de hechos y errores que nos ha llevado a esta situación demuestra que entre nuestros políticos la historia cuenta poco y que lo único que les importa es el corto plazo. Así tenemos la arrogancia de fines de los 90 que impidió que se le diera el tiro de gracia a Sendero; luego, la irresponsable actitud de Paniagua y de Toledo de flexibilizar el tratamiento a terroristas como parte del cuestionamiento a Fujimori, para concluir con la incompetencia de este gobierno, que recién se dio cuenta, en su cuarto año, de que los estaban excarcelando a la velocidad de un rayo. Como resultado de una década de errores y de relajo en prisión, solo queda el 15 por ciento de los que fueron originalmente sentenciados.

Lo que queda ahora para proteger al ciudadano, y evitar que se repita una terrible historia, es reasignar los recursos en Defensa e Interior para darles prioridad a los servicios de Inteligencia y que puedan cumplir su función manteniendo a los terroristas que han sido liberados bajo supervisión.

Por otro lado, el cortoplacismo del actual presidente del Parlamento le impidió ver la posibilidad que tuvo de colocar su nombre en la historia. Si en lugar de estar regalando a sus amigas nuestro dinero y maquinando con todas las bancadas buscando su reelección se dedicaba a cumplir con el programa legislativo propuesto en el último mensaje de Fiestas Patrias por el jefe de su partido, hoy estaríamos por lo menos camino a un histórico referéndum para lograr la renovación por tercios y el voto facultativo. En lugar de ello, tenemos otro año legislativo para el olvido.

Finalmente, como reafirmando la falta de visión de nuestros parlamentarios, esta semana se cumplió 41 años de la nefasta promulgación de la Ley de Reforma Agraria, que destruyó un eficiente agro enviando, hasta el día de hoy, a la informalidad y pobreza a millones de peruanos.
¿Qué propuestas existen en la agenda del Congreso para acelerar la modernización del agro y poder así cerrar ese desastroso capítulo de nuestra historia? Aunque no lo crea, no solo no hay ninguna iniciativa creativa o positiva, sino que la bancada del partido de gobierno propone repetir el error y poner nuevamente límites a la propiedad en el agro. Increíble. Más aun, en el colmo del cortoplacismo, aparentemente sería para favorecer a un grupo que no quiere pagar por la propiedad, pero tampoco ceder el control, de un par de ingenios lambayecanos.

Estando ad portas de varias elecciones habría que agregar a la lista de requerimientos para ser candidato la aprobación de un examen de historia para ver si de esa manera se reduce el riesgo de seguir repitiendo errores.


PERU 21

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