23.7.09

Castañeda Lossio: el balance entre gestión y transparencia

En momentos en que la ciudad capital está envuelta en un sinnúmero de obras, muchas inconclusas, el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, ha salido a explicar los lineamientos de su gestión, las causas de los retrasos y su visión de lo que debe ser la Lima del futuro.

Saludamos este esfuerzo de informar a los vecinos y electores por parte de la máxima autoridad de la ciudad y también que lo haya hecho en entrevista exclusiva con El Comercio.

Sin embargo, es preciso subrayar que este diálogo con los ciudadanos, a través de los medios de comunicación, debe ser la regla —y no la excepción— en el Estado de derecho y el sistema democrático. Más aun, deben crearse canales de comunicación adecuados para la obligatoria y periódica rendición de cuentas de todas las autoridades.

Dicho esto, ha sido interesante y necesario conocer el leitmotiv de la gestión de Castañeda, que él mismo resume como la aspiración de mejorar la calidad de vida de los vecinos.

Efectivamente, debemos reconocer que, luego de la administración del recientemente fallecido Alberto Andrade, quien inició la recuperación del Centro Histórico, la capital ha avanzando en muchos aspectos, sobre todo en los conos. Castañeda Lossio, a decir de muchos, es uno de los alcaldes que más obra ha hecho en la historia de la ciudad.

Aparte de implementar escaleras para mejorar el acceso a las viviendas ubicadas en los cerros de barrios pobres y populosos, es evidente que los parques zonales, ahora llamados clubes, se han convertido en dinámicos centros de esparcimiento sano, impecables y ordenados, para cientos de miles de conciudadanos.

Adicionalmente, ha habido una notable mejora en la infraestructura vial, sobre todo en las troncales, arreglo de pistas y construcción de “by-passes”, con un esquema moderno y fluido que considera tanto el transporte privado como el público.

No obstante, y este es un punto medular y polémico, es evidente el malestar de un gran sector de vecinos por la profusión y retraso de las obras vinculadas al sistema metropolitano de transporte urbano. Según el burgomaestre, lo importante es que se hace obra, lo que está bien, pero ello tiene que ejecutarse de un modo más planificado y transparente.

Bien es cierto que hay organismos contralores, pero la misma municipalidad ha reconocido que los presupuestos han tenido que ser ajustados más de una vez, lo que demanda una explicación más detallada ante las entidades que financian las obras y ante el público. Ello no necesariamente porque haya indicios de corrupción, sino por la obligación principista de rendir cuentas sobre la estructura y ejecución presupuestaria.

La nueva página web de la municipalidad debería ser el medio primario para dar información permanente y actualizada sobre contigencias de este tipo, avance de obras, etc.

Finalmente, como es usual, Castañeda ha evitado responder a las preguntas sobre una eventual candidatura presidencial, pero remarca la capacidad de convocatoria de su partido. No obstante, es indudable que mantiene un alto porcentaje de aprobación ciudadana, la que no se restringe solo a la capital, porque, a pesar de todo, se percibe que Lima está mejorando.

EL COMERCIO

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