26.7.09

Apología de la intolerancia

A mediados del 2005 firmé una carta por un juicio justo para Víctor Polay que hacía correr la señora Otilia, su madre, invariable militante del Partido Aprista desde muy joven, pero por sobre todo una madre que dará hasta lo último por la recuperación de los derechos y de la condición humana para su hijo. En enero del 2006, cuando arrancaba la campaña electoral y yo me recuperaba de un cáncer como el que acaba de matar a Micky Rospigliosi, me encontré mencionado en las páginas de un diario de vocación macartista que decía que los firmantes queríamos ignorar a los miles de muertos de la violencia y dejar sin sanción a los terroristas. O sea que reclamar justicia para ciertas personas, que habían pasado quince o veinte años, en la cárcel, sometidos a un régimen inhumano de aislamiento e incomunicación y procesados en juicios irregulares que fueron descalificados internacionalmente, era olvidar muertos y propugnar la impunidad ante la violencia.

Obviamente, nadie había olvidado a las víctimas y a los responsables. Pero hay quienes sólo se quiere ver una parte de la verdad histórica y cuando se entreabren otras miradas, como la que propuso la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, en un intento de hacer aceptar al Estado y las fuerzas represivas su parte de responsabilidad, se armó el escándalo y la persecución política que dura hasta hoy. Así que en el Perú si uno dice que un subversivo es un ser humano puede ser acusado de apología y si viaja al lado de uno que ya purgó su pena y se supone que se ha reintegrado a la sociedad, puede terminar preso a su lado. O le puede ocurrir lo que le pasó a Aprodeh, terminar acusada de terrorista por decir la simple verdad que el MRTA ya no opera militarmente hace un largo número de años. A mí también me pasó. Fui a una reunión de solidaridad por la libertad de Roque Gonzales cuando aún estaba en Castro Castro y me convertí en material de un programa de televisión que no sólo me implicaba como un contacto de las FARC sino trataba de involucrar al medio en el que trabajo.

En noviembre del año pasado, la Unidad de Investigación de LA PRIMERA destapó un plan de represión contra la izquierda que llegaba hasta el líder nacionalista Ollanta Humala, con el cuento de la computadora de las FARC, y por la osadía de hacer esta denuncia el suscrito terminó siendo uno de los investigados, como si la computadora siguiera aumentando implicados después de muerto Raúl Reyes. El primitivismo en el análisis, la mentira deliberada y la falta total de respeto a las personas, explica la estridencia con la que se abordan ciertos problemas, con la deliberada intención de tocar fibras sensibles de la gente y alimentar el miedo. El incidente sobre Patria Libre en el Congreso, donde no hubo ninguna apología, es uno más de una larga lista. No será el último.

LA PRIMERA

El mito del infierno

El prestigio literario del infierno es enorme. Quizá sólo comparable a la leyenda que la religión, esa rama de la literatura fantástica como decía Borges, ha construido para sembrar de miedos el planeta.

Desde hace muchísimos años monjes y fabuladores se han disputado el derecho de ponerle al infierno más detalles intimidatorios.

La carrera fue por ver quién ponía más fuego a los calderos, más podre en sus orillas, más torniquetes al potro, más sal a las heridas.

El infierno, dicen los mitómanos sagrados, es lo que merecemos cuando deseamos a una mujer en flor. Y si arrancamos esa flor, entonces, de puro castigo, más infierno, más chirridos de ingenios que martirizan, más aullidos de bestias innombrables.

Entre el principio del placer y el principio de la realidad la religión siempre escogió el placer de negar la realidad. Cuando se inventó el asunto de que María no había concebido humanamente a Jesús se dio un paso de gigante en el proyecto de la abolición del cuerpo y el destierro de los sentidos.

La religión odia la carne porque sus mitos más ancestrales nos proponen, en la apuesta chiflada de la resurrección, una carne exonerada de los ciclos de la materia.

Si arrancamos esa flor o florecemos, ¡el infierno nos espera! El mayor pecado es, entonces, vivir. Pero no por el absurdo que nos legisla ni por la brevedad y finitud de nuestras vidas sino -dicen los religiosos- porque corremos el riesgo de ser libres. La pesadilla de la religión es que alguien viva su libertad.

Aunque no lo parezca, yo creo en la ley del progreso. Por eso estoy seguro de que dentro de miles de años examinarán este periodo de la humanidad de la misma manera como un entomólogo estudia sus criaturas bajo el microscopio.

El infierno es puro cuento, saga de narradores por encargo, verdín de César Borgia, emanaciones de fraile pederasta.

¡Al demonio con el infierno!

El infierno real, laico y próximo, siempre está en otros lados. Yace a veces al lado nuestro, en la misma cama, o sobrenada en la sopa, o huele a laca en ciertos camerinos, o hace piruetas bajo un cielo de neón, o es, sencillamente, el sedimento de los meses, la baba de los años.

El infierno real, el verdadero y ateo infierno del que no podremos escapar, es un hombre que escribe sobre el infierno cuando la voz de su esposa derriba la puerta de un grito, un grito respaldado por miles de años de levadura e intendencias, una voz robusta de razones y sentido común, una voz que vuela debajo de todos los radares y que pregunta si ha sido el hombre que escribe sobre el infierno quien echó a la basura el pan duro, sí, ese pan duro que estaba destinado a una sopa de ajos.

LA PRIMERA

El mensaje (y futuro) diferente

“Compatriotas, el último año ha sido el peor de mi segundo mandato, lamentablemente olvidamos muchos de los compromisos que asumimos en el discurso inaugural de 2006, por ello ahora los repito y me comprometo a retomarlos.

A partir de la fecha volveré a tratar de ser el defensor del ciudadano para evitar los abusos del Estado. Por cada dos peruanos con empleo adecuado hay uno que trabaja para el Estado, la carga que representa para el contribuyente el aparato estatal es tremenda y no presta ningún servicio de calidad a cambio.

Por ello será el objetivo de mis últimos dos años de gobierno iniciar finalmente una verdadera reforma del Estado, porque el Perú ve al Estado y al sistema político como centros de frivolidad con nombramientos a parientes, paisanos, amigos, partidarios. Tenemos un empleo público que se agiganta, pero que no sirve para nada. Adicionalmente, el Estado tiene una clara tendencia a caer en dispendio con viajes placenteros, autopublicidad vanidosa y asesores innecesarios.

Por tanto, tendremos una austeridad real, mejoraremos la calidad del gasto público y estableceremos compras centralizadas, fusionaremos entidades innecesarias y programas sociales que no llegan a los necesitados, daremos protección a los ciudadanos en lugar de guardaespaldas a los funcionarios, introduciremos concursos de méritos y desterraremos el nombramiento a dedo, en suma, cuidaremos cada sol del erario.
Adicionalmente, tenemos que convocar a todos los peruanos, no podemos depender únicamente de los partidarios, así que el Gobierno debe reconstruir su capacidad de convocatoria para atraer técnicos independientes al gabinete y a todas las instancias del Estado. Especialmente a aquellas entidades encargadas del diálogo con la población insatisfecha a la cual, lamentablemente, hemos ignorado y que tanto daño nos ha causado.

Por otro lado, si bien nuestro país puede no estar tan bien como quisiéramos, tampoco está tan mal como algunos pregonan, y seremos de cualquier forma la economía con el mejor desempeño en América Latina este año, por lo que contamos con una base muy sólida para seguir atrayendo inversiones. Para esto debemos garantizar transparencia y reglas de juego estables en todos los procesos que convoca el Estado evitando, asimismo, que el Congreso continúe promulgando leyes con nombre propio de allegados. Quien desee invertir creando empleo en nuestro país debe contar con un marco legal claro y con reguladores confiables de mercado, no es en modo alguno sano que un inversionista interesado requiera de audiencias en Palacio o en cualquier despacho.

Compatriotas, en esta ocasión sí cumpliremos nuestras promesas y lograremos que los últimos dos años no sean un período sin imaginación y con cansancio o, peor aún, una repetición de los tristemente recordados años de Hidalgo con partidarios desbocados. Me comprometo a que serán más bien dos excelentes años de bienestar y prosperidad a fin de poder dejarle a mi sucesor un país con optimismo y entusiasmo”.

PERU 21

Una malcriadez y un tonto chavista

De confirmarse ese presunto desplante malcriado de la presidenta

chilena -que ha llevado una administración pública muy floja. Me asombra

su popularidad actual allá-, eso debe ser contestado con el retiro de

nuestro embajador en Santiago hasta que La Moneda tenga otro ocupante

(que espero sea Piñera o Enríquez-Ominami, porque Frei le vendió las armas a

Ecuador -¡siendo garante!- durante pleno conflicto del Cenepa) en

enero. No queda otra, menos siendo julio, el mes patrio. Nuestro

Canciller representaba al país en esa cita y esa malcriadez nos la

habría hecho a TODOS los peruanos.

Y a continuación transcribo una magnífica aclaración, mediante una carta

a El País, que le hace el pintor Fernando de Szyszlo al "escritor"

Roncagliolo, un "light" que comparó en un inexacto libro a Abimael con

un personaje de La Guerra de las Galaxias, en cuanto a una cojudez

rojimia que escribió éste para dicho medio español y que lo pinta como

digno hijo de su padre, colaborador estrecho de la dictadura velasquista

que ahora pretende dar clases de democracia. Para variar, nuestra

embajada en Madrid ni enterada. Ahí va:

"Desde ultramar, y como lector asiduo de El País, me siento obligado

a enviarle estas líneas. He encontrado en el artículo de Santiago

Roncagliolo del último 20 de julio "América Latina, la democracia abre

fuego" algunas gruesas inexactitudes, algunos intentos de pasar gato por

liebre y una notoria falta de información que muestran que el señor

Roncagliolo, con ser peruano, ha estado mal o pobremente informado en

España de lo que pasa en este país.

Reconociendo que ha habido un error en no haber informado y explicado

previamente el alcance de los decretos respecto a las comunidades

indígenas de la sierra como de la selva, lo que ha permitido que fueran

satanizados y distorsionados por los activistas políticos para hacerlos

aparecer como contrarios a sus intereses, cuando es indudable que la

intención era reparar una situación que venía desde la colonia y que les

otorgaba una propiedad colectiva, al mismo tiempo individual y

hereditaria, que les impedía, entre otras cosas, ser sujetos de crédito

financiero y que les obligaba a permanecer indefinidamente en una

situación en que les era imposible acceder a la modernidad, adquirir

maquinaria para trabajar el campo y que les confinaba a no seguir usando

sino las manos y solamente la ayuda de animales para arar el campo, por

ejemplo.

Los nativos, desinformados, manipulados, se alzaron cerrando las

carreteras, atacando los gasoductos y, por último, tomando de rehenes a

los policías de la pequeña ciudad de Bagua, y cuando arreció el choque

con la policía que intentaba desbloquear la carretera, los rehenes

fueron torturados y 18 de ellos fueron degollados. En los choques que se

produjeron murieron 24 policías y tres nativos.

En la localidad de Canchas, en el Cusco, los agitadores consiguieron que

los pobladores impidieran que les instalaran agua y desagüe y que les

pusieran conexiones a las redes eléctricas. La comisión del Congreso que

investiga la infiltración de activistas encontró que 10 estudiantes

bolivianos figuraban entre los que presidían las protestas. Luis Vilar,

miembro del grupo terrorista MRTA, que ha purgado prisión por

terrorismo, vinculado al grupo Alba de Hugo Chávez, está fotografiado

participando en los disturbios en ese lugar.

El enviado por la ONU para investigar los hechos en Bagua, Janes Anaya,

ha concluido en su informe que no ha habido ninguna masacre de nativos y

ha constatado el asesinato de los policías.

Los compañeros de ruta del dictador venezolano usan los más discretos

caminos para apoyarlo".


CORREO

El Apra, ¿un partido zombie?

Por Mirko Lauer

Muchos cuadros apristas ven con cierto pesimismo las elecciones regional-municipales del 2010. En el 2002 el partido ganó la mitad de las regiones, y en el 2006 eso se redujo a un par. El temor en el Apra es que una ola de izquierda vuelva a arrinconar al partido, confinándolo otra vez a un par de regiones del norte del país. Un resultado con ribetes plebiscitarios.

Quizás más importante que si el Apra gana o pierde es si se volverá a repetir o no el amplio triunfo de figuras moderadas e interesadas en llevar adelante una buena administración. Son las que se llevaron la pasada elección, con la excepción de Ancash y Puno, donde ganaron políticos contestatarios e ineficientes, que hoy buscan la reelección.

Los cuadros apristas ubicados sobre el terreno en todo el país no esperan mayor ayuda del gobierno saliente, y hoy expresan temor por el avance del radicalismo de izquierda, algo que para ellos incluye la presencia de agentes externos con recursos e influencia. Ese sería el origen del comentario de Alan García sobre una guerra fría en territorio peruano.

Hoy el Apra no es un partido gobernante, y ha sido reducida a los términos de una maquinaria electoral. Pero hay problemas para esto último: la organización funciona en base a la disciplina, pero sin el menor punche ideológico, condición indispensable para dar una batalla política exitosa en un terreno social radicalizado.

La varita mágica del Apra es Alan García, que ha hecho la diferencia entre obtener votaciones ridículas y ganar la presidencia de la República más una bancada considerable en el Congreso. ¿Funcionará el encanto endosado de García en el 2010 y en el 2011, en el entendido de que él lo desee? No parece haber en el Apra un solo interlocutor capaz de emplazarlo en estos términos.

La versión de algunos cuadros distantes del gobierno es que el Apra existe hoy como un partido zombie, que además de realmente no gobernar se dedica a una vida partidaria esencialmente sin ideología, dedicada al ancestral culto al líder máximo. Esto último expresado en una inacción por la que se le ha reclamado en el 2006.

Lo anterior calza bien con la difundida idea de que el Apra no tiene cómo ni con quién ganar las elecciones del 2011, y que su papel se limitaría a evitar el triunfo de un candidato inconveniente para ella. Una versión de lo que en cierto modo hizo en 1990, en lo que terminó siendo un bumerán para el partido como organización.

¿Qué dicen las bases? Muy poco. Hay voces descontentas en la red, pero no realmente movimientos disidentes como los de otros decenios. La antigua ideología ya no es convincente, y no parece haber más ideas nuevas que la modernización de derecha del alanismo. El sueño social-demócrata de los años 90 ha quedado perdido en la traducción de lo viejo a lo nuevo.

LA REPUBLICA

La pensión social está a la vuelta de la esquina

Por Humberto Campodónico

Las recientes medidas sobre pensiones de la Superintendencia de Banca y Seguros tienen de cal y de arena. Lo bueno es que hay una preocupación efectiva por establecer una pensión mínima para los que se jubilan en las AFP. El problema es que esa pensión solo dura lo que el jubilado tiene acumulado en su libreta, lo que quiere decir, para muchos, que de todas maneras se van a quedar sin pensión varios años después de jubilarse, justo cuando más la necesitan.

Pero el problema de fondo no se aborda. Y tiene que ver con el hecho que en el Perú menos del 30% de la PEA tiene pensión, ya sea de las AFP o de la Oficina Nacional de Pensiones. Ese porcentaje nos coloca muy por debajo del promedio de la Región, que es el 42%, según la División de Desarrollo Social de la CEPAL.

Países como Brasil, Chile y Argentina nos dan duro, pues allí la cobertura es 90%, 82%, y 76%, respectivamente. También nos gana Bolivia con su programa Bonosol (ahora Renta Dignidad), que viene desde la época de Sánchez de Losada, con una sorprendente cobertura del 82%. En el 2008, la Renta Dignidad otorgó 1,577 millones de bolivianos (US$ 210 millones) a 732,512 personas mayores de 65 años, según la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Pensiones (www.ap.gob.bo).

La Renta Dignidad es lo que se llama una pensión no contributiva, o pensión social, que se otorga a las personas mayores, aún si no contribuyeron a algún sistema pensionable. Esta pensión social –que existe también en Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay– tiene esta filosofía: todos los ciudadanos del país viajan en el mismo barco y, por tanto, tienen derecho a la inclusión social.

¿Se podría aplicar en el Perú? Claro que sí. Incluso ya hay planes de reforma del sistema de pensiones elaborados en el MEF, con apoyo del Banco Mundial. Lo único que falta es algo que se llama voluntad política.

Hemos hecho un ejercicio de cálculo de pensión social para todas las regiones donde la pobreza es superior al 50%, según el último Informe Técnico del INEI (Huancavelica tiene 82.1% de pobres y Cajamarca 53.4%). Tomamos la Población Total (Censo INEI del 2007) y la multiplicamos por el porcentaje de mayores de 65 años, lo que arroja la cifra de 431,000 ciudadanos.

Si a cada uno se le otorga S/. 200/mes (el 40% del salario mínimo), el monto anual a desembolsar sería de S/. 1,034 millones (US$ 340 millones). A esta cifra habría que descontarle las personas que ya reciben una pensión, lo que la disminuiría a S/. 850 millones anuales (US$ 283 millones), el 0.23% del PBI.

¿Es esto factible? Claro que sí. Es la misma cantidad que el gobierno otorga por drawback a los exportadores. Podría obtenerse eliminando las exoneraciones al impuesto a las ganancias de capital que hoy tienen los tenedores de bonos y los participantes en la Bolsa de Valores de Lima. Bolivia, cuya economía es 10 veces más pequeña que la nuestra, reparte US$ 210 millones por Renta Dignidad.

¿Por qué no comenzar subiendo de nivel a los más pobres, sobre todo, rurales, del barco Perú? Tan solo un gesto en esta dirección –cuya aceptación es universal– podría provocar un shock de inclusión que beneficiaría a todos. El CADE 2006 decía que “no existe nosotros con alguien afuera”, frase que rápidamente pasó al olvido. Es hora de refrescar la memoria, ahora que estamos en Fiestas Patrias. La pensión social sí está a la vuelta de la esquina.

LA REPUBLICA

Un gobierno regularón nomás

Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

A dos días del mensaje presidencial por el 28

Me disculpará el secretario general del Apra, Mauricio Mulder, quien califica al gobierno actual como el mejor de la historia del Perú. Me excusarán los empresarios que creen que el éxito del país se mide solo en la ‘última línea’ de resultados de la compañía. Me dispensarán los colegas deslumbrados a los que el régimen ha conquistado el corazón (o la billetera). Me perdonará, por último, el ego hinchado del presidente.

En fin, ofrezco a todos ellos mis más sentidas disculpas por no poder coincidir, como sinceramente quisiera, pero la verdad es que, en contra de lo que ellos creen y pregonan, la segunda administración del presidente Alan García no constituye un gran gobierno; a lo más, llega a regularón.

Claro, si la comparación se hace con el primer gobierno aprista, entre 1985 y 1990, cuando hiperinflación, terrorismo y pobreza crecían sin cesar, el actual es una maravilla.

Asimismo, si la comparación se hace con la mayoría de gobiernos peruanos desde el siglo pasado, la gestión actual no sale mal parada y fácilmente podría estar en el quinto superior, debido a que existen logros innegables y muy relevantes.

El principal es el correcto aprovechamiento del momento internacional por parte de una gestión macroeconómica sobresaliente, lo cual permitió, en los primeros dos años, crecimiento importante y reducción significativa de la pobreza.

Pero la comparación relevante, la que de verdad nos debiera importar, el benchmark contra el cual medirnos, no es con el anterior gobierno aprista, ni con los otros, democráticos o golpistas, sino con los establecidos por las naciones que dieron el gran salto y pasaron la gran liga mundial del progreso.

Me refiero a países como Singapur, Taiwán, Nueva Zelanda, Irlanda o –para no ir muy lejos– a lo que Chile está cerca de alcanzar, es decir, al grupo de naciones que apostó por una transformación de fondo para concretar un cambio sustantivo en su situación actual y perspectiva futura.

Eso implica reformas estructurales del sector público y de la efectividad del gasto, en educación, salud, justicia, seguridad, infraestructura, y del sistema político para que pueda procesar con realismo y eficiencia las demandas sociales, así como de la transparencia y lucha contra la corrupción.

Es obvio que todo eso no se puede lograr en solo un lustro, pero este sí es un lapso suficiente para sentar las bases de la gran transformación requerida.

Desde esta perspectiva, y con esos referentes para la comparación, entenderán por qué creo que lo mejor que se puede decir de lo que va del segundo gobierno del doctor García es que con las justas llega a ‘regularón’ nomás.

LA REPUBLICA

Después de alunizar

Hace cuarenta años que los Estados Unidos de América –y con esa nación, la humanidad– llegó a la Luna. Inclusive desde entonces se agregó un nuevo verbo al lenguaje humano: alunizar (“posarse en la superficie de la Luna”).

Ahora, más allá del espacio-tiempo de cuatro décadas que nos separa del evento contemporáneo más importante para la civilización, y de la diferencia de tecnologías y conocimientos espaciales desde la era del Apolo 11 a los más sofisticados aparatos de la actualidad, el mensaje es el mismo (y uno a la vez insoslayable): la tenacidad del hombre, un ser privilegiado capaz de llegar a cumplir los desafíos más complicados para materializar sus más caros sueños.

Por ello es necesario que los jóvenes, y por supuesto los adultos –que entonces fueron jóvenes testigos de tamaño acontecimiento transmitido por tv el 20 de julio de 1969– no vean tamaño suceso de forma superficial sino como invitación a la reflexión, usando aquellas palabras del astronauta Neil Armstrong, primer ser humano en pisar la Luna: “Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”. Al margen de los diversos adelantos científicos y tecnológicos que el alunizaje desencadenó en el planeta, cabe preguntarnos hoy si la civilización es capaz de concretar logros mayores, en defensa, precisamente, de nuestra futura existencia. Porque las amenazas aparecen por doquier contra el planeta Tierra, y lo peor es que vienen del interior de ella misma, de quienes la habitamos, del propio hombre que pudo conquistar la Luna hace cuatro décadas.

Si una misión tan difícil como fue llegar a la Luna se pudo conseguir –pese a que para muchos era casi imposible de realizar–, entonces por qué ahora no somos capaces de alcanzar otros logros, pero dirigidos concretamente a beneficiar a toda la humanidad, haciéndola partícipe de un desarrollo y progreso impulsado por la ciencia, la técnica y por sistemas políticos democráticos que invitan a la libertad, al conocimiento y al progreso, evitando propinar más males a esta aldea global que nos alberga. Para esta tarea, no se necesita construir ideologías destructivas ni generar más movimientos ideologizados pro derechos humanos ni de ecologistas radicales que condenan al atraso a seres humanos que viven en la extrema pobreza. Se requiere solo sentido común, así como mejorar nuestra percepción de las cosas para convencer y convencernos a través de veraces programas educativos, óptima información y mejor ejecución de decisiones que no se queden en la palabrería acostumbrada de los más grandes líderes mundiales.

El comandante de la misión espacial que aterrizó en la Luna fue Neil Armstrong. Estuvo acompañado de Edwin “Buzz” Aldrin y Michael Collins. Los tres son ejemplos vivos de aquella hazaña fenomenal que ha cumplido su aniversario N° 40, de modo que –sin dejar de lado la necesidad de seguir investigando y explorando el universo con sondas espaciales– igualmente requerimos otros paradigmas con ese mismo tesón para conseguir nuevas hazañas planetarias en temas ecológicos, económicos y sociales. Recordemos que ya no se trata de quién llega primero a la Luna, un estadounidense, ruso o chino, sino de materializar e irradiar el espíritu de superación y cooperación a fin de que más naciones derroten el hambre y la contaminación al encaminarse por la senda de la libertad y el desarrollo.


EXPRESO

Prohibido prohibir

PIEDRA DE TOQUE

Por: Mario Vargas Llosa Escritor

Hace ya de esto algunos años vi en París, en la Televisión Francesa, un documental que se me quedó grabado en la memoria y cuyas imágenes, de tanto en tanto, los sucesos cotidianos actualizan con restallante vigencia.

El documental describía la problemática de un liceo en las afueras de París, uno de esos barrios donde familias francesas empobrecidas se codean con inmigrantes de origen subsahariano, latinoamericano y árabes del Magreb. Este colegio secundario público, cuyos alumnos, de ambos sexos, constituían un arco iris de razas, lenguas, costumbres y religiones, había sido escenario de violencias: golpizas a profesores, violaciones en los baños o corredores, enfrentamientos entre pandillas a navajazos y palazos y, si mal no recuerdo, hasta tiroteos. No sé si de todo ello había resultado algún muerto, pero sí muchos heridos, y en los registros al local la policía había incautado armas, drogas y alcohol.

El documental no quería ser alarmista, sino tranquilizador, mostrar que lo peor había ya pasado y que, con la buena voluntad de autoridades, profesores, padres de familia y alumnos, las aguas se estaban sosegando. Por ejemplo, con inocultable satisfacción, el director señalaba que gracias al detector de metales recién instalado, por el cual debían pasar ahora los estudiantes al ingresar al colegio, se decomisaban las manoplas, cuchillos y otras armas punzocortantes. Así, los hechos de sangre se habían reducido de manera drástica. Se habían dictado disposiciones de que ni profesores ni alumnas circularan nunca solos, ni siquiera para ir a los baños, siempre al menos en grupos de dos. De este modo se evitaban asaltos y emboscadas. Y, ahora, el colegio tenía dos psicólogos permanentes para dar consejo a los alumnos y alumnas —casi siempre huérfanos, semihuérfanos, y de familias fracturadas por la desocupación, la promiscuidad, la delincuencia y la violencia de género— inadaptables o pendencieros recalcitrantes.

Lo que más me impresionó en el documental fue la entrevista a una profesora que afirmaba, con naturalidad, algo así como: “Tout va bien, maintenant, mais il faut se débrouiller” (“Ahora todo anda bien, pero hay que saber arreglárselas”). Explicaba que, a fin de evitar los asaltos y palizas de antaño, ella y un grupo de profesores se habían puesto de acuerdo para encontrarse a una hora justa en la boca del metro más cercana y caminar juntos hasta el colegio. De este modo el riesgo de ser agredidos por los “voyous” (golfos) se enanizaba. Aquella profesora y sus colegas, que iban diariamente a su trabajo como quien va al infierno, se habían resignado, aprendido a sobrevivir y no parecían imaginar siquiera que ejercer la docencia pudiera ser algo distinto a su vía crucis cotidiano.

En esos días terminaba yo de leer uno de los amenos y sofísticos ensayos de Michel Foucault en el que, con su brillantez habitual, el filósofo francés sostenía que, al igual que la sexualidad, la psiquiatría, la religión, la justicia y el lenguaje, la enseñanza había sido siempre, en el mundo occidental, una de esas “estructuras de poder” erigidas para reprimir y domesticar al cuerpo social, instalando sutiles pero muy eficaces formas de sometimiento y enajenación a fin de garantizar la perpetuación de los privilegios y el control del poder de los grupos sociales dominantes. Bueno, pues, por lo menos en el campo de la enseñanza, a partir de 1968 la autoridad castradora de los instintos libertarios de los jóvenes había volado en pedazos. Pero, a juzgar por aquel documental, que hubiera podido ser filmado en otros muchos lugares de Francia y de toda Europa, el desplome y desprestigio de la idea misma del docente y la docencia —y, en última instancia, de cualquier forma de autoridad—, no parecía haber traído la liberación creativa del espíritu juvenil, sino, más bien, convertido a los colegios así liberados, en el mejor de los casos, en instituciones caóticas, y, en el peor, en pequeñas satrapías de matones y precoces delincuentes.

Es evidente que Mayo del 68 no acabó con la “autoridad”, que ya venía sufriendo hacía tiempo un proceso de debilitamiento generalizado en todos los órdenes, desde el político hasta el cultural, sobre todo en el campo de la educación. Pero la revolución de los niños bien, la flor y nata de las clases burguesas y privilegiadas de Francia, quienes fueron los protagonistas de aquel divertido carnaval que proclamó como eslogan del movimiento “¡Prohibido prohibir!”, extendió al concepto de autoridad su partida de defunción. Y dio legitimidad y glamour a la idea de que toda autoridad es sospechosa, perniciosa y deleznable y que el ideal libertario más noble es desconocerla, negarla y destruirla. El poder no se vio afectado en lo más mínimo con este desplante simbólico de los jóvenes rebeldes que, sin saberlo la inmensa mayoría de ellos, llevaron a las barricadas los ideales iconoclastas de pensadores como Foucault. Baste recordar que en las primeras elecciones celebradas en Francia después de Mayo del 68, la derecha gaullista obtuvo una rotunda victoria.

Pero la autoridad, en el sentido romano de auctoritas, no de poder sino, como define en su tercera acepción el Diccionario de la RAE, de “prestigio y crédito que reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia”, no volvió a levantar cabeza. Desde entonces, tanto en Europa como en buena parte del resto del mundo, son prácticamente inexistentes las figuras políticas y culturales que ejercen aquel magisterio, moral e intelectual al mismo tiempo, de la “autoridad” clásica y que encarnaban a nivel popular los maestros, palabra que entonces sonaba tan bien porque se asociaba al saber y al idealismo. En ningún campo ha sido esto tan catastrófico para la cultura como en el de la educación. El maestro, despojado de credibilidad y autoridad, convertido en muchos casos en representante del poder represivo, es decir en el enemigo al que, para alcanzar la libertad y la dignidad humana, había que resistir, e, incluso, abatir, no solo perdió la confianza y el respeto sin los cuales era prácticamente imposible que cumpliera eficazmente su función de educador —de transmisor tanto de valores como de conocimientos— ante sus alumnos, sino de los propios padres de familia y de filósofos revolucionarios que, a la manera del autor de “Vigilar y castigar”, personificaron en él uno de esos siniestros instrumentos de los que —al igual que los guardianes de las cárceles y los psiquiatras de los manicomios— se vale el establecimiento para embridar el espíritu crítico y la sana rebeldía de niños y adolescentes.

Muchos maestros, de muy buena fe, se creyeron esta degradante satanización de sí mismos y contribuyeron, echando baldazos de aceite a la hoguera, a agravar el estropicio haciendo suyas algunas de las más disparatadas secuelas de la ideología de Mayo del 68 en lo relativo a la educación, como considerar aberrante desaprobar a los malos alumnos, hacerlos repetir el curso, e, incluso, poner calificaciones y establecer un orden de prelación en el rendimiento académico de los estudiantes, pues, haciendo semejantes distingos, se propagaría la nefasta noción de jerarquías, el egoísmo, el individualismo, la negación de la igualdad y el racismo. Es verdad que estos extremos no han llegado a afectar a todos los sectores de la vida escolar, pero, una de las perversas consecuencias del triunfo de las ideas —de las diatribas y fantasías— de Mayo del 68 ha sido que a raíz de ello se ha acentuado brutalmente la división de clases a partir de las aulas escolares. La enseñanza pública fue uno de los grandes logros de la Francia democrática, republicana y laica. En sus escuelas y colegios, de muy alto nivel, las oleadas de alumnos gozaban de una igualdad de oportunidades que corregía, en cada nueva generación, las asimetrías y privilegios de familia y clase, abriendo a los niños y jóvenes de los sectores más desfavorecidos el camino del progreso, del éxito profesional y del poder político.

El empobrecimiento y desorden que ha padecido la enseñanza pública, tanto en Francia como en el resto del mundo, ha dado a la enseñanza privada, a la que por razones económicas tiene acceso solo un sector social minoritario de altos ingresos, y que ha sufrido menos los estragos de la supuesta revolución libertaria, un papel preponderante en la forja de los dirigentes políticos, profesionales y culturales de hoy y del futuro. Nunca tan cierto aquello de “nadie sabe para quien trabaja”. Creyendo hacerlo para construir un mundo de veras libre, sin represión, ni enajenación ni autoritarismo, los filósofos libertarios como Michel Foucault y sus inconscientes discípulos obraron muy acertadamente para que, gracias a la gran revolución educativa que propiciaron, los pobres siguieran pobres, los ricos ricos, y los inveterados dueños del poder siempre con el látigo en las manos.
DIARIO “EL PAÍS”, SL/ MARIO VARGAS LLOSA. PRISA.COM
EXCLUSIVO PARA EL DIARIO EL COMERCIO EN EL PERÚ
MADRID, JULIO DEL 2009

EL COMERCIO

La vigencia del libro, un buen síntoma

Es saludable y auspiciosa la gran convocatoria que ha suscitado la decimocuarta edición de la Feria Internacional del Libro de Lima, FIL Lima 2009, pues básicamente demuestra que, a pesar de todo, existe un enorme interés de los ciudadanos por el libro y que este sigue vigente con renovado dinamismo.

Efectivamente, el auge de los medios audiovisuales, signo de los nuevos tiempos, no ha podido opacar al libro como medio predilecto de difusión de conocimiento y de cultura. Llama positivamente la atención la gran afluencia de jóvenes y de niños a esta feria, que esta vez se organiza en un local mucho más amplio como el Vértice del Museo de la Nación, en San Borja, que reúne también a autores, agentes literarios, bibliotecarios, libreros, etc.

La Feria del Libro es considerada la cita cultural de mayor importancia y representatividad de las letras en el Perú y tiene el mismo nivel que sus similares en Guadalajara, Santiago de Chile, Bogotá, Buenos Aires y Panamá.

La oferta es realmente variada. Además de 150 casas editoriales nacionales e internacionales, se han preparado foros, espectáculos especiales y homenajes a escritores destacados, como Joaquín Lavado, el humorista argentino creador de la entrañable Mafalda, y también a El Comercio por cumplir 170 años al servicio del país.

Habrá, según han informado los organizadores, más de 400 actividades culturales, artísticas y de entretenimiento, además de presentaciones especiales de escritores de diversos países, como España, Estados Unidos, Alemania, Italia, México, Colombia, Chile, Ecuador. Por supuesto, los peruanos estarán en primera línea, con reconocidos escritores y poetas que serán homenajeados.

En esta edición el país invitado de honor es la República Federal de Brasil, que está presente con varios escritores de primer nivel, como Nélida Piñón. Se evidencia aquí que la motivación de los organizadores está por encima de cualquier prejuicio o barrera idiomática y que, por el contrario, lo que se busca es derribar fronteras, integrar y acercar culturas y países.

En esta feria se ha dado especial énfasis al público del futuro, con el encuentro de editores titulado “Edición del libro infantil en el Perú” que incluye charlas y conferencias. Además, se anunciará al ganador del Primer Premio Cámara Peruana del Libro de Novela Breve 2009. Y, a tono con los tiempos, esta vez se ha incluido una sala de audiovisuales con proyecciones de películas y cortos de varios países del mundo, además de una sala de exposiciones a cargo del Ministerio de Transportes y Comunicaciones y el salón Perú Gastronómico promovido por la Universidad San Martín de Porres.

Hay, pues, motivos para ser optimistas. Saludamos el entusiasmo de los organizadores de estos certámenes, que sirven no solo para incentivar la difusión del libro original y el interés de las empresas editoriales, sino también para seguir fomentando el hábito de la lectura entre los diversos sectores de la población y promover los derechos de propiedad intelectual. Un país que lee es un país vivo y con futuro.

EL COMERCIO

25.7.09

Érase una vez “la de Lima”

Yo, un distraído pelucón urbano, obnubilado y enfrascado en los libros de la biblioteca. Ella, una estudiante de Derecho, con los ojos verdes sólo para la plástica de izquierda, con algunos guiños entre acordes de Pablo Milanés y subrayados de Mi planta de Naranja-Lima (Qué, tú ya dijiste “¡me hice famosa!”, pasa pasa nomás). Para mí sólo existía un gordo buk en inglés de la poesía contemporánea norteamericana (From the other side of century: a new American poetry 1960-1990. Messerli, Douglas), mi Biblia de nuevas formas. Eran los tiempos de lectura de Andrés Bello mientras Emilio Bustamante dictaba sus clases y yo, el choteado del salón, caballero nomás por faltoso lector desubicado -junto a Tato, cusqueño casi cajacho porque el jazz lo quiso así-. Mis causas de la ‘rampa’ me jalaban para chupar con las nais sandungueras en las mesas de la lleca frente al recién lubricado Jockey Plaza, pero prefería escribir un poema a la leidi de mis ojos, cual huevonauta frente a la sartén del futuro aceite rompecorazones. Eso sí, días tan felices cual bolsillo de travestido el domingo por la mañana en el puente Atocongo. Recuerdo un haiku político mío publicado en “Factoría” (pág. 19; 2002), revista de Comunicaciones de la universidad (profe: Teresina Muñoz- Nájar). Eran los tiempos del Chino rat bones fugado a Japón. Y dice así… música no, maestro, perreo sí: “Escatología del Primer Ministro Koizumi: después del golf/ baño bach bush/ remind me the global zone/ piedras pedos Perú”. PD.- Acabo de leer “Nexos”, publicación periodística de la beloved “La de Lima”; me llegó embolsadita al buzón de mensajería a The First -el único diario respetable que no vive de la publicidad del Estado, pe, chúpate ese limón, Alditus, sigue ‘rompiéndote la nariz’… con mi eskeibor –. Ah, altamente recomendable “La escritura 3.0” de Eloy Jáuregui; y Alan Morales, sobre los subtes

LA PRIMERA

Nuestros periodistas que dibujan

El célebre Quino hizo una puntualización decisiva. “Soy un periodista que dibuja” dijo y saldó así una discusión sobre si los llamados “caricaturistas” debían ser llamados así o como debe ser, periodistas a secas.

Nuestro periodismo tiene una venerable tradición de esos dibujantes que resumen la opinión en pocas líneas y palabras y con frecuencia con más contundencia que muchas palabras. Y quizá el caso más notable sea “Variedades”, el semanario fundado en 1908 que hasta su desaparición casi treinta años después sólo puso dibujos, caricaturas, en su primera página. Allí Alcántara La Torre zarandeó a los políticos del Oncenio y no pocas veces el mismísimo Leguía debió soportar las tomaduras de pelo de sus propios partidarios (las únicas que toleraba, por lo demás).

En algún momento el recuadro con la caricatura pasó a formar parte de la página o sección de opinión de los diarios y por tanto se integró al tándem Editorial, Artículos, Ensayos, coherentes con la línea central del diario.

La Caricatura es un género de Opinión que requiere oportunidad política y talento particular para el dibujo aunque alguna vez vimos una tira cómico-política norteamericana en la que el diálogo, ocurrente y punzante, era sólo entre puntos. Todo un desafío.

Nuestro periodismo tiene actualmente varios notables de aquellos editorialistas de papel y tinta. Cito sólo a cuatro y en orden alfabético y no de importancia porque todos son eso, importantes.

Juan Acevedo presenta en la Feria su “Ciudad de los Reyes”, visión personal y crítica de los limeños y peruanos en general, con dibujos-textos que datan de 1969, es decir casi desde que Juan tomaba lápices. Acevedo es un observador perspicaz de costumbres, maneras, cultura urbana; sabe cómo piensan, dicen los limeños desde Villa María hasta Las Casuarinas. Y los retrata y hace hablar trazando un testimonio imprescindible para los futuros científicos sociales criollos.

En línea parecida pero con estilo muy personal está Alfredo Marcos con sus famosos Calatos y Pitucas, personajes con los que esgrime crítica social sin importarle el medio en que aparezcan. Sus pobretones se han trasladado con comodidad de un periódico liberal a otro conservador, persistiendo en su línea de sátira.

Los formidables editoriales-dibujo de Eduardo “Heduardo” Rodríguez, representan la mordacidad sin concesiones. Y si al director no le gusta, que se aguante, como sucedió en la reciente crisis de su diario. Sus hieráticos muñecotes, lanzan dardos críticos que deben doler…

Carlos “Carlín” Tovar es el mandoble implacable, la burla de los personajes de actualidad política. Dibujante extraordinario, retrata y desdibuja a los protagonistas de coyuntura con oportunidad que hace reír, pensar y algo mejor todavía: coincidir con su punto de vista.

Son 4 grandes periodistas que dibujan. De quitarse el sombrero.

LA PRIMERA

Flor de venenos

El escritor mexicano Gabriel Zaid se ha sumergido en el mundo de la diatriba para escoger algunas flores de esos barros gloriosos.

Se trata, por supuesto, de flores carnívoras. Pero lo que comen estos engendros no es carne sino reputaciones, honras, narcisismos.

Como dice Zaid, algunas de estas flores del mal dicen más de quienes las profieren que lo que pueden decir de sus presuntas víctimas. Y es que muchas de ellas son auténticas deposiciones de la envidia y el malestar por la notoriedad ajena.

Zaid se remonta a Catulo, quien fue el autor de esta frase genial:

“Lo que recitas en tu plagio es mío, Fidentino. Pero lo dices tan mal que hasta parece tuyo”.

¿Lapidario? No tanto como este dardo impregnado de moralina lanzado por Thomas Macaulay, el mediocre poeta e historiador inglés:

“El sistema ético de Byron se reduce a estos dos mandamientos: Odia a tu prójimo y ama a su mujer”.

Y tenía razón. Pero eso no expulsa a Byron del paraíso de la poesía ni sitúa al primer barón de Macaulay en ningún parnaso. Porque, como se sabe, hasta la envidia tiene serias limitaciones.

Ahora bien, no hay nada más feroz que la ironía. Por eso es que, en la colección de Zaid, las agujas más punzantes son las que vienen del humor. He aquí un ejemplo:

“De haber estado en la creación del mundo, Emerson hubiera hecho sugerencias valiosas”. La frase es de Herman Melville y debe haberle brotado en los más amargos momentos de su fracaso como escritor. Porque Melville, como muchos otros, fue valorado sólo de manera póstuma.

Chesterton, que fue todo un profesional del humor (y muchas veces del malhumor), construyó esta lápida textual en torno al poeta inglés Alfred Tennyson: “Tennyson tenía un estilo tan elevado que sus ideas no llegaban hasta allí”.

Para arsénicos verbales, el Reino Unido. Y para canibalismo fratricida, los ingleses. Samuel Coleridge dijo del historiador Edward Gibbon algo horrible: “El estilo de Gibbon es detestable, pero no es lo peor de él”.

El estrepitoso Mark Twain era más áspero: “Si me pagaran, leería la prosa de Edgar Allan Poe, que es ilegible. Pero ni pagado leería la de Jane Austin”.

De una perversidad sin límites resulta esta casi sentencia de Wilde: “Henry James escribe novelas como si fuera un deber desagradable”.

Famosos son los celos en el escenario de la música. El gran Satie dijo del opaco Ravel lo siguiente: “Ravel rechaza la Legión de Honor, pero toda su música la acepta”.

La muy sobreestimada Virginia Woolf se atrevió a construir uno de los juicios más estúpidos de la literatura:

“El Ulises de Joyce es difuso, mañoso, pretencioso, pasado de sal y literariamente (no sólo socialmente) maleducado”.

Y Mary McCarthy no se resistió a ser cruel con Lillian Hellman, la escritora estadounidense que vivió muchos años con Dashiell Hammett: “Cada palabra de lo que escribe Lillian Hellman es mentira, incluso and y the”.

Y qué rabia impotente habrá experimentado Juan Ramón Jiménez cuando escupió esto: “Neruda es un gran mal poeta”.

Ni Jorge Luis Borges se pudo librar del comején de los celos: “Cien años de soledad está bien, pero le sobran veinte o treinta...”

Y Kerouac no dejó de ser, con su torrente callejero, la obsesión maligna de Truman Capote: “Kerouac no escribía: mecanografiaba”.

En fin, que para insultar con clase hay que tenerla.

LA PRIMERA

Su propiedad es el robo

El actual gobierno aprista se caracteriza, igual que en su primer período, por la corrupción, el robo en gran escala con alevosía y ventaja. Es la línea general impuesta por el presidente Alan García.

Collique, Majaz, lotes petroleros, Doe Run, acaparamiento de tierras en el río Piura, remate a precio irrisorio de los puertos del Perú en provecho de Chile, construcciones y compras fraudulentas en EsSalud, aparte de anuncios no menos fraudulentos de inauguraciones y adquisiciones de equipos médicos financiados por los asegurados y pregonados como obra generosa del genial estadista. Para no hablar del plan de despojo de las comunidades que conduce a tragedias como la de Bagua.

Hay que remontarse a Fujimori para encontrar un punto de comparación.

Claro que el jefe de Estado buscará que se olvide todo eso en aras de exaltar las cifras del crecimiento macroeconómico, un crecimiento que sólo chorrea en salarios de hambre, privación de derechos sociales y despidos en masa para quienes se atreven a formar sindicatos o afiliarse a ellos.

Todo eso y mucho más viene a la mente en vísperas del 28 de Julio y del mensaje a la nación de García.

Al mismo tiempo, pueblan mi cabeza las páginas de un libro inolvidable, Ética para vivir mejor, del judío canadiense Peter Singer, Editorial Ariel, Barcelona, 1995. Allí se pronostica, con tres lustros de anticipación, la tragedia bursátil e industrial que iba a traer la carrera individualista, y corrupta, de ganar miles de millones de dólares sin mover un dedo, gracias a la especulación en la Bolsa de Valores de Nueva York, con la complicidad de informes ilegales de las autoridades que debieran controlar y fiscalizar.

He releído al mismo tiempo una fotocopia enviada por un lector que prefiere ocultar su identidad, y que me suele abastecer de textos en francés de notable calidad, guiado sólo por el amor compartido por la lengua francesa. Se trata en este caso de la obra del filósofo francés contemporáneo André Comte-Sponville La sagesse des modernes (La sabiduría de los modernos).

Escribe allí el joven pensador: “Que se evite votar por un imbécil, está claro. Pero esto no significa que se vote por el más inteligente, ni por el más sabio ni por el más competente”.

Sostiene Comte-Sponville: “Ustedes recuerdan lo que escribía Montesquieu. Cada tipo de régimen tiene su principio, que lo mueve o lo condiciona: el despotismo no va sin el miedo, ni la monarquía sin el honor, ni la democracia sin la virtud. No se trata de fundar la república sobre la moral, menos aún de reducirla a eso. Se trata de someter a los individuos, incluso cuando están en el poder, a cierto número de obligaciones legales y morales sin las cuales toda democracia se va a pique”.

En el Perú asistimos al naufragio de la democracia.

LA PRIMERA

Viaje al centro de la tierra

Por más que los políticos dicen que las elecciones están todavía muy lejos y que ni siquiera están pensando en el proceso, la realidad es que desde hace ya algún tiempo no pueden dejar de hablar de ella. Así que el ambiente electoral, pese a que aún faltan 20 meses para la elección presidencial, inexorablemente se va calentando.

Tenemos, por ejemplo, la última encuesta de Apoyo sobre intención de voto, la cual vuelve a presentar a Keiko Fujimori primera, seguida de cerca por Luis Castañeda y Ollanta Humala. Luego de ellos vienen, a varios cuerpos de distancia, Lourdes Flores y Alejandro Toledo. De esa medición hay un par de consideraciones que se deben tomar en cuenta. La primera, que es un sondeo hecho solo en centros urbanos; por tanto, no incluye a un poco más de la cuarta parte del electorado del campo. El voto rural fue en la última elección mayoritariamente para Humala y ha sido en el pasado también proclive a votar por Fujimori, así que ambos serían los más beneficiados. Por lo cual cada uno de ellos podría asumir que tiene al menos entre 20 y 25% de apoyo.

En segundo lugar, como reflejo del actual desgaste del gobierno, no figura en los primeros lugares ningún candidato del Apra. Sin embargo, ese partido entrará al proceso electoral teniendo detrás de él a todo el poder del aparato estatal, con lo cual debería esperar lograr un 10% o 15% del voto. Ese eventual apoyo estaría, en la actualidad, comprendido dentro de la intención de voto que reciben los tres candidatos de centro. En suma, se podría decir, de manera preliminar, que Fujimori, Humala y el Apra representarían un 60% del electorado.

Por tanto, los números le darían la razón a Lourdes Flores cuando dice que si los tres candidatos de centro –ella, Castañeda y Toledo– no se unen en una sola candidatura, de seguro los tres pierden las elecciones. Por ello, sería saludable para el proceso que inicien temprano la búsqueda de coincidencias para que definan si existe la posibilidad de una propuesta conjunta al electorado y, de esa manera, ir claramente marcando las opciones que tendrá el ciudadano. Lamentablemente, la primera y desacertada reacción de una parlamentaria, hablando de niveles de apoyo que solo existen en su fértil imaginación, nos ha recordado que muchos solo ven la política como un medio para llegar al poder sin siquiera ofrecer un programa a cambio.

Autor: Fritz Du Bois

Gobierno también entregó puerto de Paita a chilenos

Ganadora de concesión sería ‘fachada’ de grupo naviero mapocho Von Appen

El 31 de abril de este año el gobierno entregó la buena pro de la concesión del terminal portuario de Paita, en Piura, a una empresa que mantiene vínculos empresariales con capitales chilenos, pese al rechazo de los pobladores de dicha provincia y de los trabajadores portuarios del Perú.

El Consorcio Terminales Portuarios Euroandinos (TPE), único postor que finalmente quedó en el proceso, estaría vinculado a la empresa de capitales mapochos Von Appen.
TPE presentó una propuesta tarifaria de US$120.00 para contenedores de 20 pies, y US$151.43 para los contenedores de 40 pies, la mínima tarifa establecida en las bases del proceso. Además, ofreció una inversión adicional de US$100.9 millones a los US$127 millones estipulados en el contrato de concesión.

El representante de los trabajadores portuarios ante la Autoridad Portuaria Nacional, Manuel Dammert, dijo en aquella oportunidad que la empresa Tertir Terminais Portugal S.A. (Portugal), integrante del consorcio ganador junto a las peruanas Cosmos Agencia Marítima y Translei, es socia de la española Dragados SPL, que a su vez mantiene fuertes vínculos con el grupo chileno Von Appen.

“La postora portuguesa solo sería una pantalla, ya que es muy pequeña, y la española Dragados, que se asoció con ésta, quebró en febrero, por lo que la chilena Von Appen, principal socia de la española, asumiría su posición”, refirió.

También se conoció que Von Appen mantiene relaciones con la consultora chilena Ikons, que coincidentemente fue la encargada, junto a Halcrow y Chemonics, del diseño de la concesión del puerto de Paita.

La Federación Nacional de Trabajadores de Enapu (Fentenapu) denunció que fue Ikons la que puso condiciones “de regalo” que no se estipulan en ninguna parte del mundo, como la cláusula que demandaba al Estado pagarle a la empresa si ésta no obtenía las ganancias esperadas.

Postergan firma del contrato
TPE debía suscribir el contrato de concesión del puerto de Paita el 23 de junio, sin embargo, ProInversión decidió posponerla hasta el 24 de julio a solicitud del consorcio para tomar contacto con los actuales trabajadores portuarios a fin de evaluar las diferentes fórmulas de entendimiento con los mismos respecto a las condiciones de contratación.

El 23 de julio ProInversión volvió a aplazar la fecha por 30 días, reprogramándola para el 24 de agosto por el mismo motivo.

Sin embargo, Gustavo Gutiérrez Vigil, secretario general de Fentenapu, expresó que la prórroga de la firma del contrato del puerto de Paita no se debe a que el consorcio esté buscando un acuerdo con los trabajadores.

“Eso es mentira. TP Euroandinos no ha podido conseguir los montos de las garantías que se requiere para firmar el contrato, por eso la prórroga. El consorcio no cuenta con ese dinero y ningún banco le quiere prestar porque no garantizan los ingresos que dicen que van a ganar con el puerto. El Estado va a tener que asumir ese pago”, advirtió Gutiérrez.

LA RAZON

El BCR ganó la apuesta

La estabilidad cambiaria es clave. Cuando un banco central se ve forzado a devaluar en exceso, se tambalean empresas y deudores, máxime en una economía tan dolarizada como la peruana. Ante una crisis, recae sobre el banquero central la complejísima tarea de decidir la combinación adecuada entre cuántas reservas sacrificar, hasta dónde permitir que se devalúe la moneda, y qué tasas de interés y/o inyección monetaria ejecutar.

Durante la crisis internacional que se inicia en setiembre del 2008 no le han faltado críticos al BCR. Pocos le reconocen el mérito de estar en minoría entre los bancos centrales que mantuvieron la estabilidad cambiaria y financiera. Muchos le han reprochado la "demora y rapidez" en bajar tasas de interés. Concluyo que su desempeño encaja en la película As good as it gets, que protagonizó Jack Nicholson. O sea, tan buena como se puede esperar en el mundo de lo posible.

Si el BCR hubiera reducido la tasa de interés prematuramente, se hubiera corrido el riesgo de una crisis cambiaria. Cierto que las reservas de divisas eran elevadísimas (US$36 mil millones, cifra superior a todos los depósitos bancarios), pero en una situación de pánico nadie se cree nada ni se fía de nadie. Entre setiembre y marzo pasados se acrecentó la preferencia de los inversionistas por los bonos del Tesoro estadounidense. Para retener los capitales en Perú no había otra opción que pagarles una prima de riesgo suficiente (o sea, mantener la tasa en alrededor del 7%). En paralelo, a partir de setiembre el BCR inyectó liquidez adicional en el sistema equivalente al doble del circulante para que los bancos mantuvieran el crecimiento del crédito y pudieran hacer frente a posibles retiros. La inyección nunca es "gratis". Las divisas mermaron de US$36 mil a US$30 mil millones. Ahora repuntan de nuevo. Fue una buena apuesta, porque el BCR pudo mantener la estabilidad cambiaria con un costo moderado de reservas.

México, Brasil y Chile no corrieron la misma suerte. Los brasileños, y sobre todo los mexicanos, perdieron contra el mercado y tuvieron que devaluar alrededor del 50%, y sus pérdidas de reservas cayeron en saco roto. Los chilenos decidieron dejar caer el valor del peso 32% frente al dólar antes que perder reservas. La ironía es que ahora estas monedas se están apreciando. Primero sobredevaluaron y ahora los tipos de cambio van de regreso al punto de partida. La excesiva volatilidad cambiaria tiene efectos negativos en empresas y consumidores. Este es, a mi juicio, uno de los factores que han empujado a estas tres economías a la recesión. El BCR consideró que la solidez financiera del país era suficiente y evitó una maxidevaluación. Su diagnóstico fue el acertado.

Chile pudo empezar a bajar las tasas desde el 8% de diciembre pasado hasta el 0.5% actual porque su moneda pasó por una devaluación acumulada del 32% desde setiembre (y del 50% desde abril del 2008). Había pagado un alto costo devaluatorio. El BCR no pudo iniciar la reducción de tasas hasta marzo porque el sol apenas se había devaluado moderadamente (12%) y dicha caída se mantuvo hasta febrero. No tenía pues el resguardo de una maxidevaluación precisamente por haber sido capaz de evitarla.

Desde marzo, el BCR ha podido reducir las tasas de 7% al 2%. Las tasas de Brasil y México aún siguen a niveles más altos que las peruanas: 8.75% y 4.5%.

¿Cómo puede uno suponer que no habría habido una crisis cambiaria si se hubieran bajado las tasas cuando todavía cundía el pánico y reinaba la preferencia por los bonos del Tesoro de EE.UU.? Soledad la de algunos funcionarios públicos que hacen su trabajo bien.

CORREO

Nostalgia del libro instantáneo

Por Mirko Lauer

Perú padece una sequía de libros instantáneos. Es decir libros de coyuntura, más elaborados que la información periodística, pero menos densos que un volumen académico sobre el tema. A veces aparecen (la memoria carcelaria de Magaly Medina fue un hit en los quioscos), pero muy rara vez en temas de política nacional.

Las explicaciones existen: pocos lectores, políticos que no escriben, resistencia a profundizar, una alta rotatividad de los temas. El libro instantáneo político no es un antídoto contra la superficialidad, pero sí expresa un deseo público de calar algo más hondo que la dieta de los medios. Da la impresión de que aquí no lo tenemos.

Al mismo tiempo somos un país privilegiado para hacer libros al paso sobre política. Un vacío que a veces es llenado por la monografía de una ONG. Lo cual es algo, pero no en el fondo se trata de especialistas escribiendo para especialistas. Son libros que por su forma de ser escritos suelen aparecer cuando el público se ha olvidado del asunto.

Por ejemplo, el linchamiento del alcalde de Ilave, Puno, en el 2002 acaso hubiera dado para un best seller. Produjo dos buenos textos de ciencia social (José Luis Ayala, Ramón Pajuelo) recién en el 2005. Por el camino se perdió un público potencial, una ampliación del debate sobre el tema, y quizás un negocio editorial.

Notemos que aquí la violencia política 1980-1992+ luego de ser tratada monográficamente pasó directamente a la narrativa, sin detenerse en el libro instantáneo. Hay temas, como el de ciertas formas de corrupción, que simplemente se atascan en el limbo de los medios y la red. Pero en términos generales no conviene buscar la política actual en las librerías.

Gustavo Gorriti está a punto de revertir la tendencia con Petroaudios, una historia del caso y su investigación, que será serializada por Planeta en breves tomos desde los primeros días de agosto. Será un texto policial y judicial, pero inevitablemente también político. Aunque en este caso ya es, más que un libro instantáneo, una suerte de libro simultáneo.

Un buen libro instantáneo no solo recoge de la política, sino que influye en ella. En este sentido es notorio que parte de ese papel se ha trasladado a un conjunto de películas peruanas que en los últimos tiempos lograron instalarse en el debate sobre temas político-sociales de fondo en el país. No ha sucedido con las novelas, como sucedía en los años 60-70.

A pesar de que hay más librerías que antes, y mejor amobladas e iluminadas, es evidente que la Ley del Libro de 2003-2004 tampoco ha funcionado mucho para promover este tipo de libro. El quiosco de la calle todavía es un mostrador demasiado primitivo, y el pirata editorial funciona como una suerte de polilla ultrarrápida para los libros de actualidad.

LA REPUBLICA

La pensión social está a la vuelta de la esquina

Por Humberto Campodónico

Las recientes medidas sobre pensiones de la Superintendencia de Banca y Seguros tienen de cal y de arena. Lo bueno es que hay una preocupación efectiva por establecer una pensión mínima para los que se jubilan en las AFP. El problema es que esa pensión solo dura lo que el jubilado tiene acumulado en su libreta, lo que quiere decir, para muchos, que de todas maneras se van a quedar sin pensión varios años después de jubilarse, justo cuando más la necesitan.

Pero el problema de fondo no se aborda. Y tiene que ver con el hecho que en el Perú menos del 30% de la PEA tiene pensión, ya sea de las AFP o de la Oficina Nacional de Pensiones. Ese porcentaje nos coloca muy por debajo del promedio de la Región, que es el 42%, según la División de Desarrollo Social de la CEPAL.

Países como Brasil, Chile y Argentina nos dan duro, pues allí la cobertura es 90%, 82%, y 76%, respectivamente. También nos gana Bolivia con su programa Bonosol (ahora Renta Dignidad), que viene desde la época de Sánchez de Losada, con una sorprendente cobertura del 82%. En el 2008, la Renta Dignidad otorgó 1,577 millones de bolivianos (US$ 210 millones) a 732,512 personas mayores de 65 años, según la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Pensiones (www.ap.gob.bo).

La Renta Dignidad es lo que se llama una pensión no contributiva, o pensión social, que se otorga a las personas mayores, aún si no contribuyeron a algún sistema pensionable. Esta pensión social –que existe también en Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay– tiene esta filosofía: todos los ciudadanos del país viajan en el mismo barco y, por tanto, tienen derecho a la inclusión social.

¿Se podría aplicar en el Perú? Claro que sí. Incluso ya hay planes de reforma del sistema de pensiones elaborados en el MEF, con apoyo del Banco Mundial. Lo único que falta es algo que se llama voluntad política.

Hemos hecho un ejercicio de cálculo de pensión social para todas las regiones donde la pobreza es superior al 50%, según el último Informe Técnico del INEI (Huancavelica tiene 82.1% de pobres y Cajamarca 53.4%). Tomamos la Población Total (Censo INEI del 2007) y la multiplicamos por el porcentaje de mayores de 65 años, lo que arroja la cifra de 431,000 ciudadanos.

Si a cada uno se le otorga S/. 200/mes (el 40% del salario mínimo), el monto anual a desembolsar sería de S/. 1,034 millones (US$ 340 millones). A esta cifra habría que descontarle las personas que ya reciben una pensión, lo que la disminuiría a S/. 850 millones anuales (US$ 283 millones), el 0.23% del PBI.

¿Es esto factible? Claro que sí. Es la misma cantidad que el gobierno otorga por drawback a los exportadores. Podría obtenerse eliminando las exoneraciones al impuesto a las ganancias de capital que hoy tienen los tenedores de bonos y los participantes en la Bolsa de Valores de Lima. Bolivia, cuya economía es 10 veces más pequeña que la nuestra, reparte US$ 210 millones por Renta Dignidad.

¿Por qué no comenzar subiendo de nivel a los más pobres, sobre todo, rurales, del barco Perú? Tan solo un gesto en esta dirección –cuya aceptación es universal– podría provocar un shock de inclusión que beneficiaría a todos. El CADE 2006 decía que “no existe nosotros con alguien afuera”, frase que rápidamente pasó al olvido. Es hora de refrescar la memoria, ahora que estamos en Fiestas Patrias. La pensión social sí está a la vuelta de la esquina.

LA REPUBLICA

Para ganar mi primer millón

Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

Hay un mal olor a corrupción en el gobierno.

Por su bien, el gobierno debe encarar con seriedad los indicios de corrupción que siguen surgiendo, y sería conveniente que el combate a este mal sea tratado por el presidente Alan García en el mensaje del 28, pero con alguna iniciativa que compense el creciente déficit de credibilidad del régimen en la materia.

La señora Pilar Nores ya había dicho hace un tiempo, como autocrítica, que el combate a la corrupción aún era una agenda pendiente, y esta semana el congresista Mauricio Mulder mostró la misma preocupación legítima por la concesión de Taboada y la privatización de acciones en las azucareras.

En la opinión del secretario general del Apra, la bulla congresal y de los medios logró detener a lobbies alrededor de ambos proyectos de inversión que serían perniciosos para el país. Lo apropiado sería decir ‘algunos’ medios y ‘algunos’ parlamentarios, pues como el propio Mulder indica, se debe investigar a los legisladores que actuarían a favor de intereses particulares. Lo mismo podría decirse de periodistas jugados para algunos de los grupos empresariales en conflicto.

Ambos casos –azucareras y Taboada– son desarrollados en la magnífica edición de julio de la revista Poder, la cual rápidamente se está ganando un espacio muy relevante en el esfuerzo de la investigación periodística en el Perú.

Sobre las azucareras, el reportaje de Luis Navarro da cuenta de una serie de presiones alrededor de la venta de la participación del Estado en las cooperativas azucareras y particularmente en Pomalca, que son las mismas a las que –sin precisar a quién se refiere– alude el congresista Mulder, y que Poder vincula incluso con el escándalo de los ‘petroaudios’.

Pero es Taboada el caso que más sonado en estos días. Según el reportaje de Ricardo Uceda, durante la sesión del Consejo de Ministros del 1 de julio, el ministro Francis Allison informó a sus colegas del gabinete que el abogado Domingo Orezzoli lo había intentado sobornar con un millón de dólares para que decidiera en este caso.

El abogado aludido ha desmentido cualquier oferta impropia al ministro Allison, y este ha negado que él haya mencionado el tema en el gabinete, pero Uceda –uno de los mejores periodistas de investigación del país– se ha ratificado en la versión de que, al margen de si el intento ocurrió realmente, eso sí fue lo que se dijo en la sesión del 1 de julio, lo cual, además, ha sido corroborado por otros cuatro ministros.

Si el gobierno no enfrenta todos estos asuntos con transparencia y con la ley, y sin atender intereses particulares y nocivos, va a acabar metido en un pozo profundo y con mucha dificultad para salir del mismo.


LA REPUBLICA

Papelón de ayayeros

La Universidad debería ser una institución fiel reflejo de la libertad de pensamiento, la acumulación de sabiduría y conocimiento, como también una tribuna de tolerancia donde se busca la verdad. Siglos de evolución histórica han hecho que la Academia sea hoy el espacio privilegiado donde, primordialmente, los jóvenes se preparan para conducir a la sociedad global. Y, frente a este marco, opinamos que en ningún momento el cardenal Juan Luis Cipriani atentó contra institución alguna cuando, ejerciendo su libertad de pensamiento y expresión, sostuvo que las autoridades de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) deben cumplir cabalmente el Ex corde Eclassiae, aprobado en 1991 por el Papa Juan Pablo II.

Es decir, solicitar que una casa superior de estudios –que lleva nada menos que los nombres de “pontificia” y “católica”– respete a la referida “Constitución Apostólica del Sumo Pontífice sobre las Universidades Católicas”, bastó para que el nuevo rector Marcial Rubio Correa y sus ayayeros, respondieran con prepotencia a tan importante autoridad eclesiástica, quien además de Cardenal es el Arzobispo de Lima. Se evidencia pues que los sectores caviares que respaldan a Rubio Correa –quien no debe estresarse tanto cuando se le recuerda su pasado velasquista y su militancia en el Partido Socialista Revolucionario PSR y su participación en Izquierda Unida–, se han puesto muy nerviosos hasta protagonizar inclusive un papelón mediático. Este escandaloso resbalón se materializó cuando la PUCP contrató costosos avisos en un medio escrito (por cierto con dinero de los estudiantes universitarios) para espetar y agraviar a monseñor Cipriani, así como para intentar refutar su pedido que esa universidad se adecue a los parámetros que hoy le permiten usufructuar –sin rubor– la condición de “pontificia” y católica”.

Pero, reiteramos, la cúpula enquistada en la PUCP patinó estrepitosamente no sólo al practicar el estilo montesinista de obligar a profesores, docentes y alumnos a firmar una suerte de “carta de sujeción” (como en su momento opinó el hábil periodista Aldo Mariátegui), sino porque supuestamente varios de quienes la suscribieron no recuerdan haber firmado un comunicado cuyo texto empezaba así: “Ante las recientes e infundadas declaraciones del Sr. Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, en las que afirma que la Universidad está siendo ‘copada’ por ciertos grupos de poder desde hace casi 20 años (...)”. Por ello, 24 horas después los promotores de este mamotreto tuvieron que rectificarlo, publicando otro millonario aviso a toda página, aunque señalando torpemente que “el día de ayer se publicó otro texto por error” –es decir, cuando ya habían logrado su propósito de insultar al religioso– demostrando así que la camarilla que manda en la PUCP engañó a muchos de los firmantes, cuya intención no fue agraviar al cardenal Cipriani.

Mal comienzo del rectorado de Rubio Correa, pues de qué transparencia estamos hablando si sus allegados pasan de contrabando el texto de un comunicado para hacerlo firmar por muchos miembros de la comunidad universitaria de la PUCP, pero solo después de publicado algunos se dieron cuenta de que el tenor aparecido no era el que habían leído antes de suscribirlo, por lo que los autores del respaldo maquiavélico a Rubio tuvieron que enmendarlo, retirando el párrafo que atacaba al cardenal Cipriani. Este desaguisado no sólo pone sobre el tapete que “para mentir o comer pescado se debe tener mucho cuidado”, sino que resulta un deshonor para quienes hoy detentan altos cargos en la PUCP, quienes además equivocadamente quieren sorprender a la opinión pública diciendo que la autonomía universitaria está en peligro, cuando en realidad esto no es nada más que otra farsa de la cúpula enquistada en la PUCP.

EXPRESO

¿De qué lado estamos?

Por: Hugo Guerra Arteaga

Buen lector, en estas fiestas debemos meditar sobre el futuro de nuestra patria, guiados con un solo interés: hacer posible que el Perú se consolide como una república unitaria, democrática y viable en libertad.

Está ya trazada la raya de quienes entendemos a nuestro país desde una perspectiva liberal y quienes intentan un cambio revolucionario de inspiración neomarxista.

Los aciagos acontecimientos de Bagua, así como la osada reaparición del emerretismo en pleno Congreso, indican que estamos llegando a niveles peligrosos en la guerra política que se libra día a día por la toma del poder.

Entre los que buscan la destrucción del Estado social y constitucional de derecho, están los grupos extremistas de izquierda que van desde un senderismo que se irradia cada vez más amenazante a partir de sus bases en el VRAE, hasta el humalismo aliado del MRTA, banda que nunca murió sino que opera desde el refugio que le da la Coordinadora Bolivariana chavista.

La alianza es incuestionable. Por ejemplo, más allá de sus ridículas explicaciones, y sin sanción alguna de su bancada, el congresista seudonacionalista Mayorga sí invitó a usar la sede del Parlamento a dos dirigentes de Patria Libre, organización cuyos postulados son equivalentes a los del emerretismo, y cuyos dirigentes quizá ya purgaron insuficiente condena por sus crímenes anteriores, pero sin renunciar al programa subversivo que alentó la violencia reciente en la Amazonía y el ande.

Entre tanto, son indignas de un peruano bien nacido las declaraciones de Ollanta Humala en las cuales relativiza el genocidio perpetrado por Sendero Luminoso y el MRTA. Además, al poner en igualdad a los terroristas con los representantes del Estado, el comandante traiciona al Ejército al cual sigue perteneciendo aunque en situación de disponibilidad.

Del otro lado de la raya está la propuesta de formar una gran alianza de centro, tal como ha sugerido la lideresa del PPC, Lourdes Flores Nano.

La idea es buena pero tiene que redondearse y ampliar su convocatoria. Es indispensable que para frenar al extremismo se forme más que una alianza electoral, una concertación o un frente de convergencia que trace las bases programáticas para la preservación de nuestra identidad republicana.

Necesitamos forjar la unidad incluyendo a los auténticos grupos demócratas, desde Perú Posible, el PPC, Solidaridad Nacional, Acción Popular y el Apra, hasta protopartidos como los encabezados por César Acuña y Ántero Flores-Aráoz.

Sus diferencias no serán insuperables si deciden alinearse contra ese enemigo que quiere desaparecer al Perú como Estado-nación soberano para someterlo, so pretexto de la construcción de un socialismo utópico, al dictado de tiranos extranjeros como Chávez y los hermanos Castro.

Celebrar hoy nuestra independencia exige decidir, como ciudadanos, de qué lado estamos en esta guerra política por el futuro nacional.


EL COMERCIO

No inventemos héroes

TODO COMENZÓ HACE UN SIGLO

Por: Ernesto Pinto-Bazurco

Este 25 de julio Europa, especialmente Francia, celebra el centenario del cruce del Canal de la Mancha por un avión. La hazaña corresponde al francés Blériot. Casi un año después el peruano Jorge Chávez logra una hazaña aun mayor. Fue el primero en transponer los Alpes. Esto suponía vencer una marca de altura nunca antes lograda de más de 2.000 metros. No se sabía cómo se comportaría el cuerpo humano, ni de la pérdida en su rendimiento de los motores conforme alcanzaban más altura.

Chávez no solo es un pionero de la aviación civil mundial, sino un cooperante internacional. Con sus conocimientos, valor y destreza para maniobrar un aparato que tenía menos caballos de fuerza que un Volkswagen escarabajo, prestó su colaboración para que la alejada zona de Brig, enclavada en los Alpes suizos, pueda abrirse una ruta para conectarla con la pujante Europa.

Fue el 23 de setiembre de 1910. Centenario que se debe celebrar. El Perú, que siempre ha olvidado a sus hijos más ilustres y ha porfiado en dignificar personalidades extranjeras, tiene ahora la oportunidad de reivindicar la figura del joven aviador que, a los 23 años, supo poner en alto el nombre de nuestro país.

Chávez, luego de cumplir el encargo de arrojar la bolsa de correo y medicamentos que quería exportar el boticario de Brig, se disponía a aterrizar en el gramado en el que se habían aglomerado todos los pobladores de la ciudad italiana. Por un extraño destino, la máquina impactó con fuerza sobre la tierra y Geo, nombre con el que se recuerdan a él en Europa con marcado cariño, quedó herido. Cuatro días después murió en brazos de Angelina, la joven que lo amaba.

No solo debemos declarar el año entrante como del centenario de Jorge Chávez, sino organizar una serie de actividades conmemorativas. Los aspectos académicos pueden centrarse en un concurso literario que premie al mejor ensayo sobre Jorge Chávez. U otras, entre las que podría estar la promoción de una película sobre Jorge Chávez o una exposición de fotografías o imágenes sobre su vida, muestra itinerante que puede presentarse en nuestras embajadas y consulados. Se podrá interesar a la empresa privada para hacer una promoción de una serie de productos alusivos. Casacas, camisetas, polos, réplicas del avión y hasta presentaciones culinarias.

El Perú no necesita inventar sus héroes. Y las nuevas generaciones, tan acostumbradas a crear sus ídolos en base a imágenes de estridentes cantantes, podrían encontrar verdaderos valores en el ejemplo de Chávez.

De otro lado, entidades como Prom-Perú y la cancillería deben de reconocer que a nuestro país no solo se lo promociona dándoles valor a los monumentos históricos, sino también recordando a los peruanos que han hecho historia, o que han destacado por lograr algo importante.
EMBAJADOR

EL COMERCIO

El camino de Daniel

ADIÓS A UN PORFIADO SOÑADOR`

Por: Martha Meier

“Si tuviera los medios, me dedicaría exclusivamente a lo que más me gusta: la producción de películas. Pero el compás de espera para llevar a cabo un sueño puede ser larguísimo”, escribió Daniel Camino Diez Canseco en nuestro suplemento El Dominical hace pocas semanas. Su corazón ya le había jugado algunas malas pasadas y el último jueves, por desdicha, dejó de latir. Daniel fue ante todo un hombre bueno y decente, un espíritu libre, un apasionado creador dispuesto a transitar por el espinoso camino de los propios sueños. En síntesis una especie en extinción y como tal, único y fascinante.

Constantemente generaba nuevos proyectos, el último “una serie televisiva de exportación sobre un problema mundial: la adicción a las drogas. Muestra lo fácil que es caer en ella y las alternativas para salir”, contó. Fue periodista (en su último artículo entrevistó a la notable escritora peruana, afrorrealista, Lucía Charún Illescas); crítico de cine, guionista, productor y compositor. Reconocía el talento ajeno y se esforzaba por apoyarlo. Distintas generaciones de jóvenes creadores recibimos sus palabras de aliento, sus sabias recomendaciones y una lección de constancia y optimismo. Iba por la vida atento a quien necesitara de su ayuda, un andariego dispuesto a tenderle la mano a quien lo requiriera. Según este señor, dos palabras no debían existir: mezquindad y vanidad (y para él efectivamente no existían).

Por esas cosas del destino murió la mañana del lanzamiento del XIII Festival de Cine de Lima —que va del 7 al 15 de agosto—, el mayor evento cinematográfico del Perú con el que colaboraba desinteresada y activamente convencido de que nuestra capital podría convertirse en una meca del cine, “como San Sebastián, Berlín o Cannes, ¿por qué no?”, decía. En el lanzamiento Édgar Saba, director del festival, le dedicó unas sentidas palabras ante la prensa. Recordó: “En la primera versión del festival yo estaba muy nervioso pensando que todo sería un fracaso, que no llegarían figuras internacionales para resaltar la cita. Daniel cogió el teléfono y llamó a la actriz mexicana Silvia Pinal y le dijo ven y ella vino, lo mismo hizo con Arturo Ripstein”. Camino era un profesional respetado, bien contactado pero principalmente muy querido por todas las personas con las que se vinculó.

A finales de la década de los sesenta trabajando con Chabuca Granda descubrió, con sorpresa, que tenía talento musical. Compuso entre otras canciones “Macondo”, una cumbia inspirada en la novela “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez con la que ganó, en 1969, el segundo premio del Festival de Ancón. “Macondo” se convirtió rápidamente en un hit internacional, en un himno latinoamericanista que sigue vigente. Daniel se consideraba “porfiado”. Escribió: “Si creo en algo jamás me doy por vencido. Hasta de Papá Noel me he disfrazado para sobrevivir”. Con “Macondo” nos enseñó a cantar “me imagino y vuelvo a vivir en mi memoria quemada por el sol, mariposas amarillas Mauricio Babilonia, mariposas amarillas que vuelan liberadas”. Chau Daniel liberado, desde este lado siempre te recordaremos con cariño y admiración. Y se te extrañará mucho, demasiado.
(*) ESPECIALIZADA EN TEMAS AMBIENTALES
PERIODISTA

EL COMERCIO

Institucionalizar el diálogo para desactivar conflictos

Es positivo que el nuevo jefe del Gabinete, Javier Velásquez Quesquén, haya adelantado los lineamientos de su estrategia para afrontar los numerosos conflictos sociales, lo que revela la prioridad del tema.

En este esquema, lo que se busca es descentralizar responsabilidades, de modo que cada ministerio asuma los conflictos en su ámbito. Luego se considera la necesidad y utilidad del diálogo como método de disuasión y búsqueda de consenso para solucionar problemas. Y, adicionalmente, se aliviaría a la Presidencia del Consejo de Ministros de la enorme carga que arrastra hace años, pues con la llamada “política del bombero” todos los conflictos, ya en etapa violentista, debían ser vistos por el jefe del Gabinete.

Asimismo, es importante que varios ministros hayan empezado a viajar al interior del país para tomar conocimiento directo de los problemas y que el mismo Velásquez siga esta labor.

En Andahuaylas, el ministro de Agricultura instaló la mesa de diálogo con autoridades locales, regionales y dirigentes de los campesinos, para promover el desarrollo integral de la zona y luchar contra la pobreza. Se incluye aquí la evaluación de proyectos de infraestructura, inversiones, préstamos para el agro, etc.

En Puno, mientras tanto, Velásquez dialogó con los alcaldes para buscar fórmulas que faciliten la provisión de servicios básicos y las inversiones, así como para empezar a desterrar los mitos de que se les va a quitar el agua o a invadir sus tierras.

Son pasos importantes, pero aún no suficientes para enfrentar el grave problema. Para definir una estrategia coherente, unitaria y efectiva es crucial que todas las partes entiendan la necesidad de dar sostenibilidad en el tiempo e institucionalizar las mesas de diálogo como instrumentos del Estado democrático.

Ello implica seleccionar cuidadosamente a los participantes, bajo estrictos criterios de legitimidad y representatividad, en lo que los gobiernos regionales y las municipalidades no pueden estar ausentes, sino tener una participación activa. También deben aceptarse las reglas básicas como evitar condicionamientos o chantajes previos, escuchar a las partes y respetar tanto el orden constitucional y legal cuanto los derechos de los demás.

Asimismo, debe tenerse especial cuidado al evaluar la responsabilidad de las partes. En el complejo caso de Doe Run la principal responsabilidad es de la empresa, que pretende prorrogar indefinidamente el Programa de Adecuación y Manejo Ambiental. El Estado actúa más como interlocutor ante las graves repercusiones sociales del conflicto para una amplia población en La Oroya.

Aparte de ello, la PCM y los ministerios tienen que instalar oficinas de comunicación, atentas a cualquier inicio de conflicto y con sistemas de alerta, prevención y solución temprana. Complementariamente, la Defensoría del Pueblo puede ayudar a instalar un sistema de seguimiento de los conflictos. Luego deben honrarse los compromisos que se asuman. Al respecto, es una buena noticia que Velásquez haya declarado que se respetarán los 326 compromisos asumidos por la gestión de Yehude Simon.

Como lo ha probado la experiencia propia y de otros países, esta etapa crítica para la paz social puede y debe ser superada con diálogo, orden y respeto a los demás, para lo cual las mesas de diálogo son un instrumento primordial.

EL COMERCIO

24.7.09

Viaje al pinbol

Estoy en el óvalo de Miraflores rodando con el skate y me sumerjo en un portal que se abrió de madrugada. Ingreso a un espacio tiempo paralelo: Soy un pirañita talla small (o sea normal nomás) que llega a ese local ruidoso. Veo armazones de videojuegos (pinbols); sacrifico la ‘propi’ y agarro la palanca y a botón limpio deliro. Las máquinas destellan sus colores veloces en mi cara chaposa. “Lo mejor de la ciudad de Lima es el pinbol”, les decía, hace unos días atrás, a mis compañeros de la escuelita, en Casapalca, mientras jugábamos bajo la lluvia con nuestras rueditas y alambre. Cuando piso la capital ya es motivo para videojugar. La casa de la abuela queda por el mercado dos de suyorqui, cerquita al ‘pinbol’. Me escapo de casa por las veredas orinadas de Chicago Chico, los autos locos cruzando el puente Angamos de la Vía Expresa. El mundo es sólo Pac man, Space Invaders, Phoenix -y el misterio de qué cosa tenían las mujeres entre las piernas pero eso ya es otra columna-. Soy una suerte de caballero en el cementerio bajándome harto zombi con mis sables (Ghost and Goblins). Se va cerrando el portal… Despierto. Cuando en un programa de televisión dije que la política es seria como un videojuego, quise decir que a veces me da ganas de entrar al Congreso y hacer Doom. Aunque Javier Velásquez Quesquén me haga acordar más a un personaje green de ‘Wow’ (World of Warcraft) y el Grand Theft Auto me llegaba por ser tan Miami -sin combis para chancarlas-. Los videojuegos han mutado y hemos crecido con ellos. El Atari no lo agarré porque la economía estaba lejana. La Commodore 128, sí. Me importó poco su sistema operativo y le daba sólo a California Games. Ahora, sueño con una X Box que arruine mi sentido real, manejando un Mech Warrior y disparando como siempre en la lucha contra el mal. Casi como hacer periodismo o escribir una columna malapalafaiter. Jugar a morir, ¿cuándo me mandan la moto? Game Over.

LA PRIMERA

Los trabajadores frente al mensaje de 28 de julio

El 28 de julio, Alan García dará su cuarto mensaje al país e intentará justificar el incumplimiento de sus ofrecimientos electorales para subordinarse a los preceptos neoliberales que hoy sumergen al Perú en una serie de conflictos sociales, debido a la incapacidad del gobierno de cumplir los acuerdos suscritos y atender las demandas postergadas de millones de peruanos, que no se benefician del modelo económico neoliberal que hoy es la fórmula aprista para desarrollar el país.

Es necesario precisar que el APRA ha condenado a la mayoría de connacionales a la pobreza y la exclusión. Para “atraer” la inversión extranjera, se ha renunciado a la soberanía y se propicia la entrega del patrimonio nacional y el saqueo de recursos naturales, garantizándoles máximas ganancias que se acrecientan con los privilegios tributarios, recorte de derechos laborales, congelamiento de los salarios, entre otros. A esto se suma, la desprotección a los productores nacionales, entrega del mercado interno y se propicia la dependencia alimentaria, para favorecer a los oligopolios importadores.

A pesar que muchos países desarrollados recurren a la intervención del Estado y adoptan medidas para proteger sus economías de los efectos nocivos de la crisis mundial, aquí se insiste en aplicar a rajatabla las recetas neoliberales responsables del colapso económico que vive el mundo que se demuestran con el fracaso del denominado Plan de Estimulo Económico.

Por estos motivos, exigimos al Presidente que en su mensaje exprese una sincera rectificación de errores y apreciaciones sobre la crisis y asuma medidas que resuelvan los problemas, como se planteó en la propuesta de la CGTP, llamada “Plan en Defensa del Empleo y la Economía Popular”.

En ese sentido, frente al mensaje presidencial, los trabajadores esperamos lo siguiente: a) Medidas efectivas para enfrentar la caída de la producción, la pérdida de puestos de trabajo y protección a la soberanía alimentaria b) Aumento de sueldos y pensiones c) Solución de los conflictos laborales y sociales; d) Atención a los problemas regionales y sectoriales e) Investigación de la matanza de Bagua f) Cese de la represión y persecución, además de garantías para el retorno de Alberto Pizango g) Lucha frontal contra la corrupción h) Derogatoria de los decretos legislativos que criminalizan la protesta y privatizan la economía i) Aumento de presupuesto 2010 para educación y salud.

(*) mrhuaman3@gmail.com / www.cgtp-peru.blogspot.com / www.youtube.com/cgtptv

LA PRIMERA

Comandante a la deriva

CESAR H.

El señor Ollanta Humala es tan revolucionario y tan nacionalista que busca en Madrid al novelista Mario Vargas Llosa para decirle que no, que de ninguna manera, que él (Ollanta) no es un cáncer, que no hay de qué preocuparse.

Y sale de la reunión el señor Humala convencido de que convenció al novelista y creyendo que ya no le lloverán palos por ese lado del tejado.

Lo único que le faltó a Humala fue respirar aliviado y decir a todo pulmón:

-Con la bendición de Mario Vargas Llosa me puedo considerar “parte del sistema”.

Es como si Mitterrand le hubiese pedido un visto bueno a Raymond Aron. O como si el joven Allende de los años 50 hubiera solicitado la aprobación de Gabriela Mistral. O como si Rodríguez Zapatero hubiese perseguido a Camilo José Cela para que no siguiese hablando mal del socialismo. O como si José Carlos Mariátegui le hubiera escrito cartitas demandantes a Clemente Palma.

Este columnista piensa con cada vez más intensidad que el señor Humala no es el líder de la oposición. No tiene el carácter de un líder ni la consistencia de un personaje. No lo ampara un temperamento, no lo auxilia un cuerpo de ideas, no lo corrige un programa y no lo alivia el esperpéntico cuerpo de asesores que más bien lo sabotea.

Lo peor de todo es que lo primero que hizo el señor Vargas Llosa, luego de la reunión con Humala, fue llamar a su amigo Fernando de Szyszlo y decirle que aquellas dos horas de conversación sólo habían servido para reafirmar todo lo que pensaba del ex candidato del Partido Nacionalista.

-Acepté la cita sin ninguna esperanza –le dijo Vargas Llosa a Szyszlo, según la crónica del diario “La República”.

Según Szyszlo, Vargas Llosa, a la hora de despedirse, le dijo a Humala, cortés pero claramente, que lo que pensaba de él no había cambiado un ápice.

Y a pesar de eso, Humala salió de la reunión diciendo que esperaba que Vargas Llosa ya no lo percibiera como el cáncer del dilema cáncer/sida que el novelista planteó como metáfora de una segunda vuelta entre el nacionalismo y el fujimorismo.

No contaba con que Vargas Llosa iba a llamar a Lima a darle su versión de los hechos al pintor Fernando de Szyszlo.

El ridículo, entonces, ha sido doble.

Porque Vargas Llosa es un novelista genial pero también un funcionario intelectual de la derecha con sede en Washington y Bruselas. Y Humala no ha querido tener un encuentro con el narrador sino que ha buscado la bendición civil del intelectual ultraderechista.

Que Vargas Llosa no apruebe las ideas de un progresista dice mucho y bien del progresista.

Que un progresista vaya a rogarle a Vargas Llosa que no lo siga reprobando, dice mucho y mal del progresista.

Mario Vargas Llosa, que se había burlado de algunas cachaquerías en “Pantaleón y las visitadoras”, debe estar muriéndose de risa. Ni siquiera a Vega Llona, gran amigo del novelista, se le ocurrió que un día Ollanta Humala iba ir a Madrid a pedirle que dejara de considerarlo un enemigo.

Si García Márquez inventó al coronel que no tenía quien le escriba, Humala acaba de representar al comandante más a la deriva que hayamos conocido.

LA PRIMERA

El know-how de la CIA

Los golpes militares son una tradición en América Latina. En los primeros 30 años del siglo XX los tramaron embajadores y agregados militares de Estados Unidos. Desde la creación de la CIA, ésta y el Pentágono han asumido la función.

Esos dos aparatos actúan en la Honduras de hoy. Sin la decisión y el permiso de ambos los golpistas no se hubieran atrevido a derrocar al presidente Manuel Zelaya.

El Pentágono y la CIA constituyen un gobierno paralelo en Estados Unidos. Por eso, pese a la condenación de Barack Obama contra los facciosos de Honduras, éstos se atreven a desafiar, no sólo a la opinión mundial, sino también a la oposición local (obreros, campesinos, empresarios, intelectuales, universitarios y hasta escolares y colegiales.)

Ese proceso de duplicación del poder se ha manifestado desde los días en que Allen Dulles, jefe de la CIA, organizó en Irán un golpe para derrocar a Mossadegh, el patriota que había nacionalizado el petróleo.

Gay Talese, el novelista y cronista estadounidense, recuerda en The kingdom and the power (El reino y el poder) cómo los periodistas de The New York Times habían preparado una información sobre la inminente invasión a Cuba por agentes financiados por la CIA en 1961. Los dueños del diario impidieron que se publicara.

Tiempos después, John Kennedy, el presidente que autorizó la expedición, declaró, recuerda Talese, que hubiera sido bueno que se publicara la noticia. Eso, dijo, hubiera frustrado la incursión y “nos habría evitado una derrota y una vergüenza”.

Otro ejemplo de esa fuerza paralela se dio en el golpe de Augusto Pinochet contra Salvador Allende. El Congreso de Estados Unidos y decenas de libros han denunciado que Henry Kissinger preparó el cuartelazo por orden del presidente Richard Nixon, en complicidad con la CIA, sin conocimiento del Departamento de Estado ni del embajador en Chile, Edward Korry.

También la dictadura de Jorge Rafael Videla, instaurada en Argentina en marzo de 1976, fue estimulada y apoyada por la CIA. Y por el Secretario de Estado Henry Kissinger. Cuando un embajador argentino reveló a Kissinger los planes represivos de Videla, aquel respondió: “Háganlo, pero háganlo rápido”.

La dictadura de Videla fue aún más sanguinaria que la de Pinochet. (Algunos partidos marxistas latinoamericanos sostuvieron que había que apoyar a Videla ¡para evitar otro Pinochet!).

El Pentágono es el gran poder. Su Escuela de las Américas (también conocida como escuela de asesinos) instruyó a miles de militares latinoamericanos, entre ellos al tirano bonaerense Leopoldo Galtieri y el coronel Roberto D’ Aubuisson, jefe de los escuadrones de la muerte de El Salvador.

La CIA y el Pentágono dictan cátedra de cuartelazos, torturas y asesinatos. Tienen buenos alumnos en Honduras.

LA PRIMERA

Una nueva oportunidad

Es innegable que el emblemático episodio de los 'petroaudios’ se ha convertido en el principal examen que está rindiendo la justicia peruana ante la opinión pública. Incluso, de la percepción final que se forme la población sobre el accionar de los magistrados en este caso se podrá ya sea construir una base de apoyo para realizar una urgente reforma del Poder Judicial o cualquier posibilidad de iniciar una reforma quedará indefinidamente enterrada en la total desconfianza ciudadana.

Por ello, la correcta decisión de revocar el arresto domiciliario al principal implicado y retornarlo al penal, coincidiendo con el día en el que finalmente se inicia el proceso de deslacrado de su computador, le da al Poder Judicial una nueva oportunidad para hacer las cosas bien. Esto último requiere destinar recursos adecuados para progresar con la investigación, así como citar a todos los involucrados, al margen de la posición que ocupen en el partido o en el gobierno. En suma, finalmente, tomar con un sentido de urgencia el caso. Sería, desde todo punto de vista, un verdadero desastre para la credibilidad del Poder Judicial que vuelvan a pasar nueve meses sin ningún progreso.

Por otro lado, mientras no se tenga confianza en el desempeño judicial en este caso, todos los temas relacionados a él seguirán siendo materia de dudas y suspicacias. Por tanto, se deberá mantener bajo la lupa a un gran número de entidades estatales, como Petroperú, y el contrato de 'charteo’ que reportáramos ayer, por ejemplo, dada la ambiciosa cobertura de sectores, así como la extensa red de contactos gubernamentales y partidarios que tenían los implicados.

Más aún, puede parecer injusto que algunos funcionarios que tuvieron una tangencial o pasajera relación con los investigados se mantengan bajo sospecha, pero la cruda realidad es que mientras no se logren avances concretos en la investigación, la impresión general seguirá siendo de que existe encubrimiento y a todos los involucrados se les considerará culpables hasta que se demuestre lo contrario. Así que ellos deberían ser los más interesados en avanzar rápidamente y concluir con el caso.

Para eso sería fundamental que no pierda la indignación, ni el interés, el presidente de la Corte Suprema, quien intervino luego de la avalancha de críticas por el otorgamiento del arresto domiciliario.

PERU 21

Chile en actitud soberbia dice que no tiene nada que hablar

Advierten sobre posible conflicto bélico

Carlos Linares

El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Mariano Fernández, volvió a asumir una actitud soberbia y confrontacional contra nuestro país y aseguró que su gobierno no tiene nada que conversar con el Perú respecto a su desbocada carrera armamentista, tema sobre el cual el titular de Torre Tagle, Antonio García Belaúnde, expresó su preocupación.

“El gobierno de Chile manifestó su opinión sobre el tema, que yo creo que quedó bastante clara y supongo que no habrá más que conversar sobre el caso”, comentó de manera tajante.
Asimismo, precisó que durante la ceremonia de inauguración de la Cumbre del Mercosur, en Asunción, Paraguay, en la que también participó nuestro país, no se produjo un diálogo entre las cancillerías de Perú y Chile.

Ante ello, el embajador Hugo de Zela refirió que la actitud del titular chileno de Relaciones Exteriores podría interpretarse “como que quiere ocultar algo”.

“Si no hay nada que ocultar, el canciller chileno podría explicar para qué está comprando tanto material ofensivo bélicamente hablando. Eso despierta suspicacia e inquietud no solo en los países vecinos, sino también en toda la región. El equilibrio bélico fue quebrado ya hace varios años por Chile”, aseveró.

Para De Zela, la única manera de detener “la carrera armamentista” es que se derogue la llamada Ley del Cobre, que permite a sus Fuerzas Armadas recibir cada año 10 por ciento de las ventas brutas de la empresa pública Corporación del Cobre (Codelco).

“Es inocultable: la desbocada carrera armamentista de Chile, que alega contratos suscritos hasta 2020 con empresas que fabrican material bélico”, comentó.

Por su parte, el presidente del Consejo por la Paz, Francisco Diez Canseco, dijo que Perú debe recuperar su capacidad disuasiva para enfrentar un posible desconocimiento sureño al fallo de La Haya.

“Tenemos que tener armamento disuasorio porque hay que pensar en el futuro cuando, como todos esperamos, le ganemos legítimamente el diferendo en La Haya. Se debe pensar si Chile va a cumplir con el fallo, al estar amparado por los millones de dólares que ha invertido en armamento de tierra, aire y mar”, anotó.

Advirtió que una política de indefensión peruana fue la que en su momento permitió la Guerra del Pacífico y llevó a nuestro país a la derrota.

LA RAZON