23.2.10

El bonificado

Por Mirko Lauer

Luis Giampietri está celebrando su triunfo, con un par de declaraciones que exudan ironía. Una es la felicitación a Alan García por haber demostrado sensibilidad frente al tema del bono para los uniformados. Otra, más arriesgada, es el elogio a la prevención de los efectos del niño en 1997, en pleno gobierno de Alberto Fujimori.

Era inevitable que Giampietri saliera a cobrar su victoria en el tema del bono. Su iniciativa funcionó, a pesar de que hay quejas por el bono. Al final nadie le va a reclamar a él si los aumentos serios a militares y policías no llegan con este gobierno. Debemos entender que el bono concedido le parece suficiente.

La parte del niño ya es políticamente más complicada, pues constituye una crítica frontal al Ejecutivo por no actuar con la previsión de Fujimori. No importa que no haya registro de desastres parecidos, el comentario va a quedar: el gobierno es ineficiente e imprevisor. Es su venganza por las acusaciones de opositor y traidor que le llegaron del Ejecutivo.

Este no es el Giampietri que supuestamente jugaba con su renuncia, sino el que ha sido saludado con besitos por García, y ahora busca recuperar terreno ante su público. Tampoco es el Giampietri que en algún momento “por ahora” pensaba retirarse de la política cuando terminara el gobierno. Este es el verídico Giampietri operador.

En cuanto a la sensibilidad frente al bono, este no ha recibido hasta el momento sino críticas, entre más o menos los mismos sectores que lo reclamaban. Ahora resulta que el pedido no era bono, sino bono + aumento + promesa de reforma. Con lo cual se le ha podido llamar directamente adelanto. Ya verá Mercedes Aráoz qué nombre le pone.

Más aun, por algún extraño mecanismo, la concesión del bono ha venido alentando la difusión de versiones acerca de un paro policial para este cinco de abril. Mientras tanto el proceso de insubordinación tiene todos los visos de estar latente, como que toma su inspiración desde muy arriba. Para el Ejecutivo mal sin el bono, peor con el bono.

Por lo pronto han salido varios dirigentes de uniformados en retiro con una campaña de tipo Fonavi para ser incluidos en el beneficio del bono, hasta con marcha para dentro de unos días. Todo lo cual ya debe estar movilizando los espíritus de los jubilados civiles de todo tipo. Ya los veremos en la puerta del Congreso.

Quienes también han de estar felices, pero no abren la boca, son los congresistas del Apra que han logrado una victoria contra Alan García y el Ejecutivo. No solo han dado muestras de independencia frente a su Nº1, sino que han empezado a vivir la ilusión de poder manejar ellos mismos el proceso de armado de la próxima lista parlamentaria.



LA REPUBLICA

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