29.6.09

Ciudadanía activa

En su edición de ayer, EXPRESO publicó el artículo del presidente de la República, doctor Alan García Pérez, titulado “A la fe de la inmensa mayoría”. Evidentemente su autor lo ha escrito en un escenario distinto a aquel en el que planteara la tesis del “perro del hortelano”.

La velocidad y dinámica de la economía y de la política son tan marcadas que impulsan a muchos elementos y factores de la vida a presentarse más cambiantes que nunca. Al empezar el 2008 ya se conocían las noticias del aumento del precio del petróleo –que en julio de ese año llegó a US$ 147/barril–. Para entonces no se descartaba la presencia de una crisis, pero no se presagiaba la magnitud que tendría.

Y es en ese nuevo contexto que se detiene el ritmo de desarrollo de un país como el nuestro –que creció nada menos que 9%/PBI el 2007 y 9.8%/PBI el año pasado– que se agudiza la recesión internacional. Sin embargo no debemos echarnos a llorar ni paralizarnos en medio de la frustración. Tampoco echarle la culpa de las externalidades económicas, cuyos efectos enfrentamos hoy, ni menos aducirlo a la mala suerte o al infortunio. Nada de eso. He aquí una prueba más que pone el destino a los peruanos, al país que ha dado ejemplos de tesón y fuerza, cualidades que precisamente permitieron que derrote a la hiperinflación y al terrorismo genocida. Entonces, no veamos a esta prueba como un problema invencible, sino como un reto a nuestra fortaleza milenaria y a nuestra capacidad creativa. Como asegura hoy la gerencia moderna, toda crisis es una oportunidad. Por ello –impregnados de esa convicción– perseveremos en la lucha que realizamos por un futuro mejor.

Por ese motivo resulta trascendente el pensamiento del jefe de Estado, transmitido a través de una columna publicada por este periódico. En ella el primer mandatario puntualiza: “Debemos tener fe y confianza en las metas que estamos logrando juntos, más crecimiento, más desarrollo social, más inversión y más empleo. Esa debe ser nuestra actitud”. Pero, a la par que el Presidente insta a los peruanos a la esperanza, también advierte que hay una lucha de modelos económicos, donde países del extranjero se dedican a poner piedras en el rumbo trazado por el Perú para que no gane la apertura económica sino un “modelo regresivo y dictatorial”. El énfasis puesto por el jefe de Estado en esta alerta nos obliga a tomarla en cuenta. Forjando, por ejemplo, una forma proactiva de participación ciudadanía, pues si cedemos terreno a los revoltosos y a los “viejos dirigentes” de facciones radicales –que, a pesar de haber sido derrotados en las ánforas, insisten en capturar a gente poco informada para hacerla presa fácil de su estrategia de muerte y atraso– quedará nuestro país a merced de la ambición ideológica del totalitarismo estatista que nos retrocederá a la miseria y al colapso que embargó a nuestra nación desde los sesenta a los años noventa del siglo pasado.

De ahí que el artículo presidencial constituye un mensaje contra el derrotismo que induce a no mirar pasivamente a aquella antipatria que incendia la pradera. A la gente que defiende la paz, el progreso y el bienestar nacional le corresponde salir a la calle, acudir a los medios de comunicación y participar en cuanto foro se presente para demoler viejas tácticas socialistas como “la captura de los instrumentos de decisión y comunicación”. Como refiere el Presidente, así como en la lejana Rusia de 1917, hoy existen trotskistas que se dedican a tomar trenes, telégrafos y radios. “Los de ahora saben que no pueden ganar las elecciones ni pueden tomar los cuarteles porque han asesinado demasiados soldados y policías, por eso, sólo se multiplican en los blogs, azuzan a los comunicadores, se adueñan con violencia de la noticia, etc.” Frente a ello, con evidente acierto el doctor García aboga por el surgimiento de nuevos, eficaces, decididos liderazgos de la sociedad peruana, que defiendan a la nación de los acomplejados sociales –locales o extranjeros– que buscan regresarnos al oscurantismo velasquista, impulsando al máximo el ejercicio de la ciudadanía activa.

expreso

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