29.6.09

También viene: la política en la red

Por Mirko Lauer

a presencia de Internet en la política, y viceversa, se ha puesto los pantalones largos. Las redes de ciberactivistas montadas por la campaña presidencial de Barack Obama, la censura en red establecida por el Partido Comunista Chino, y ahora el bloqueo a la blogósfera disidente en Irán, confirman a Internet como un nuevo campo de batalla político.

Lo advertimos por un instante en torno de Bagua. El llamado periodismo ciudadano en la red pudo lanzar al mundo exterior versiones propias sobre algo sucedido en una zona apartada –mezclando lo valioso, lo exacto, lo falso, lo antojadizo o lo idiosincrásico– y demostró ser mucho más fuerte que los medios llamados nacionales. Estos últimos en muchos casos simplemente se plegaron a la red.

Pero esa magia electrónica duró poco frente al orden más establecido de los medios tradicionales. El secreto: la articulación con la política formal y el peso específico de los datos constatables. La red pesa más cuanto más masas compromete un tema. En última instancia Bagua se resolvió en el ámbito de los poderes del Estado y las dirigencias nativas.

Las relaciones entre la red y los medios en la política de un país como el Perú están en un momento complejo. Ambos espacios mantienen sus fueros pero a la vez que se ignoran cordialmente, se utilizan mutuamente a través de un tabique. Sus públicos y sus estilos tienen claras diferencias, y apenas se traslapan. Pero los medios son la fortaleza bajo ataque, y la red es el ángel de lo nuevo.

La libertad que ofrece la red a sus usuarios es su fuerza y su debilidad. De un lado está la creatividad sin límites, de otro hándicaps como la volatilidad o el anonimato. El predecible objetivo de los regímenes autoritarios es la libertad creativa. En algunas democracias liberales hay sectores que resienten algo más específico: la libertad frente al mercado.

¿En qué punto está la política peruana? Todavía es más urgente para el poder reprimir radios locales que páginas web (que sepamos no se ha dado el caso). Pero para las elecciones que se vienen llegar a la web va a ser más importante que nunca. Con la baja densidad mediática nacional, una de las madres de las llamadas sorpresas electorales, la red puede ser un socorrido complemento.

Encuestas en varios países del hemisferio norte vienen mostrando que la red es el principal lugar donde los votantes de la siguiente elección se enteran de la existencia y datos de los candidatos. Sin embargo entre nosotros todavía hay muy poca actividad proselitista de candidatos democráticos en red. Se podría decir que todavía hay más protesta que propuesta.

LA REPUBLICA

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