20.9.09

Esos locos bajitos

Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

Algunas buenas noticias para la niñez en el Perú

El jueves pasado en que, entre Timoteo y Ernesto Pimentel, acababa de poner mi firma en el lanzamiento de la campaña ‘Se busca un millón de amigos para las niñas y niños del Perú’, una reportera me planteó la típica pregunta de ocasión: “¿Los niños son el futuro del Perú?”.
Claro que sí, pero ‘el pequeño problema’ es que ellos ya llegaron, están aquí y ahora, y no la están pasando muy bien: unos seis millones están en situación de pobreza, y las tasas de desnutrición crónica infantil son, en algunas zonas como las andinas, tan altas como las de los peores países de África.

Una situación dramática como esa vuelve urgente la inversión en educación, salud y protección frente a la violencia de modo que niños y adolescentes puedan crecer sin violencia, con dignidad, en libertad, y la oportunidad de una vida feliz.

Con dicho fin, 32 instituciones de la sociedad civil, del Estado y de la cooperación internacional se han unido para conseguir un millón de firmas a favor de que, en coincidencia con el XX aniversario de la convención internacional sobre los derechos del niño, se lance un movimiento que promueva el incremento de la inversión para los programas de atención y protección.

Si usted quiere presionar a las autoridades por un cambio, puede enviar un email a millondeamigosinfanciaperu@gmail.com o descargar la ficha en http://www.mesadeconcertacion.org.pe/documentos/carta_modelo_a5.pdf.

Otra manera de ayudar a niños pobres es comprando, a cinco soles, su nariz de la campaña ‘Buena Onda’ que anualmente realiza Unicef y que –no olvide– termina el 3 de octubre.

Todo esto ocurre en el contexto de un creciente interés por la situación de la niñez en el Perú, en el que se están realizando investigaciones tan valiosas y relevantes como la de ‘Niños del Milenio’, que analiza las causas y consecuencias de la pobreza infantil mediante el seguimiento de 12,000 niños de cuatro países, incluido el Perú, tarea que aquí la realiza Grade y en la cual tengo la suerte de participar en su consejo consultivo.

Pero el sector de la niñez y adolescencia que requiere más apoyo de la sociedad es el que tiene alguna discapacidad, lo cual no debe impedir que se le ofrezca la oportunidad de una vida feliz y de contribuir al país. Se puede ayudar de muchas maneras; por ejemplo, participando en actividades como la 4ta. carrera por las personas con síndrome de Down (5 km que, con suerte, espero terminar hoy en el Pentagonito).

Como se ve, hay buenas noticias en marcha a favor de la promoción de los derechos de los niños pobres y con discapacidad, una idea audaz y revolucionaria en un país donde, lamentablemente, no se respetan muchos de los derechos ni de los grandes.

LA REPUBLICA

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