Fuimos afortunados los limeños de que nuestro poco locuaz alcalde nos haya obsequiado una declaración. Lamentablemente, después de lo que escuchamos, la verdad, mejor estábamos con el sonido del silencio.
Posiblemente lo que motivó al burgomaestre a salir fue la denuncia de Perú.21 sobre el copamiento por parte de su partido de la plana mayor de la extensa planilla que mantiene la municipalidad. Incluso nos pareció indignante que no exista dirigente importante de su movimiento que no tenga ingresos provenientes del contribuyente limeño. Toda la dirigencia de Solidaridad Nacional parece vivir del arca municipal.
Sin embargo, el alcalde, en lugar de aclarar la situación, se limitó a repetir la absurda explicación que ya habían intentado sus allegados. Que, al ser 7,500 los trabajadores, sus partidarios representaban solo un grano de arena en la montaña de la planilla municipal. La queja era sobre el acaparamiento de la plana gerencial, pero se contesta sumando barrenderos, guachimanes y portapliegos para inflar el número total.
Luego de ello, sutilmente nos prepara el terreno para una nueva postergación del viaje del niño Goyito en que se ha convertido su proyecto de transporte masivo, al decir que El Metropolitano se “concluiría” a fin de marzo. A los sufridos limeños, que ya ni recordamos cuándo se inició este infierno de permanente rompimiento y cierre de vías, nos sorprendería gratamente que existiera algún plazo de cumplimiento que no sea el inaugurar el sistema como parte de su campaña electoral, lo cual lo llevaría, más bien, hacia el segundo semestre del próximo año .
Por otro lado, cuando el alcalde dice que su principal proyecto de inversión –luego de varios años de construcción– “concluiría” dentro de seis meses, sin precisión, nos está diciendo que no existe planificación y que habría en la municipalidad un gran nivel de improvisación.
Finalmente, argumenta que las denuncias serían consecuencia de su posicionamiento en las encuestas, lo cual suena bien como defensa. Sin embargo, considerando el alto nivel de popularidad que mantiene desde hace años, que incluso lo ubicó en primer lugar en la intención de voto presidencial en la anterior elección, hasta que declinara postular, el plantear que no cuestionen su gestión mientras tenga una buena ubicación en los sondeos de opinión hay que traducirlo en que, simplemente, no quiere ser investigado.
PERU21
Posiblemente lo que motivó al burgomaestre a salir fue la denuncia de Perú.21 sobre el copamiento por parte de su partido de la plana mayor de la extensa planilla que mantiene la municipalidad. Incluso nos pareció indignante que no exista dirigente importante de su movimiento que no tenga ingresos provenientes del contribuyente limeño. Toda la dirigencia de Solidaridad Nacional parece vivir del arca municipal.
Sin embargo, el alcalde, en lugar de aclarar la situación, se limitó a repetir la absurda explicación que ya habían intentado sus allegados. Que, al ser 7,500 los trabajadores, sus partidarios representaban solo un grano de arena en la montaña de la planilla municipal. La queja era sobre el acaparamiento de la plana gerencial, pero se contesta sumando barrenderos, guachimanes y portapliegos para inflar el número total.
Luego de ello, sutilmente nos prepara el terreno para una nueva postergación del viaje del niño Goyito en que se ha convertido su proyecto de transporte masivo, al decir que El Metropolitano se “concluiría” a fin de marzo. A los sufridos limeños, que ya ni recordamos cuándo se inició este infierno de permanente rompimiento y cierre de vías, nos sorprendería gratamente que existiera algún plazo de cumplimiento que no sea el inaugurar el sistema como parte de su campaña electoral, lo cual lo llevaría, más bien, hacia el segundo semestre del próximo año .
Por otro lado, cuando el alcalde dice que su principal proyecto de inversión –luego de varios años de construcción– “concluiría” dentro de seis meses, sin precisión, nos está diciendo que no existe planificación y que habría en la municipalidad un gran nivel de improvisación.
Finalmente, argumenta que las denuncias serían consecuencia de su posicionamiento en las encuestas, lo cual suena bien como defensa. Sin embargo, considerando el alto nivel de popularidad que mantiene desde hace años, que incluso lo ubicó en primer lugar en la intención de voto presidencial en la anterior elección, hasta que declinara postular, el plantear que no cuestionen su gestión mientras tenga una buena ubicación en los sondeos de opinión hay que traducirlo en que, simplemente, no quiere ser investigado.
PERU21
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