28.9.09

Una moledora de carne política

Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

Francis Allison ya es otro ex ministro con la viada cortada.

Hace ya algunos años, cuando yo tenía veintiuno y era coordinador de Debate, trabajo que incluía el privilegio de acompañar a Felipe Ortiz de Zevallos a las entrevistas de la revista, escuché a Alfonso Grados Bertorini un comentario sobre las razones para aceptar un ministerio cuando la situación no era la más recomendable.

La pregunta planteada en 1981 a don Alfonso –que estuvo en la entrevista acompañado por Alfredo Torres, su entonces asistente en el ministerio de Trabajo al que había vuelto un año antes– era por qué aceptó ser ministro, en octubre de 1968, cuando ya todos sabían –incluido él mismo– de la inminencia del golpe de Estado del general Juan Velasco Alvarado.

“¿Y saben por qué dije que sí? Porque es difícil entender, hasta que realmente a uno se lo ofrecen, cuánto seduce, a quienes tenemos vocación pública, la posibilidad de actuar en un cargo ministerial, con todos los riesgos que esto significa. ¿Por qué acepté? No tenía lógica, yo sabía el golpe que se venía…”.

Pero además de la vocación de servicio público, pueden haber otras razones para aceptar un ministerio: amistad con el presidente; en el caso de los zamarros, obtener prebendas; lograr una foto del recuerdo con fajín, presidente y crucifijo; o utilizar el puesto como trampolín a la fama para alguna próxima postulación. Como se sabe, no siempre se logra lo esperado.

En lo que va del segundo gobierno del presidente Alan García, no son muchos los que han salido del gabinete con una sólida perspectiva política por delante. Empezando por los apristas que aspiraban a la candidatura presidencial en el año 2011.

En este sentido, las dos principales figuras apristas de segunda línea, Jorge del Castillo y Mercedes Cabanillas, tuvieron un paso sumamente accidentado por el gabinete y debieron dejarlo en las peores condiciones. El primero, por su vinculación a los ‘petroaudios’ y su reiterada –y aún no esclarecida– presencia en la suite hotelera de Fortunato Canaán. La segunda, por los lamentables incidentes de Bagua.

Son varios los no apristas que dejaron el gabinete sin muchas ganas de volver a la política. Y entre los que tienen una aspiración que va más allá del gabinete, no se puede decir que Yehude Simon esté del todo quemado pero su paso por la PCM lo dejó medio chamuscado, mientras que para el ya ex ministro Francis Allison haber sido ministro de Alan García no va a ser la mejor parte de su CV.

Hasta ahora, al menos, el gabinete ministerial del segundo gobierno del presidente García ha sido una moledora de carne de candidaturas, carreras, sueños y aspiraciones políticas.

LA REPUBLICA

No hay comentarios: