24.1.10

Candidatos de verano

Por Mirko Lauer

De pronto, con la llegada del calor, los triunfos electorales le dan a algunos la impresión de ser mucho más alcanzables que antes. No se nos ocurre otra explicación para que tantas personas se hayan lanzado, o relanzado, a competencias que están de nueve meses a un año y medio de distancia. La temperatura, y una lectura más bien literal de la frase 2010 año electoral.

Cada recién lanzado tiene sus propios motivos, pero juntos transmiten una misma imagen: no se pierde nada comenzando temprano. Incluso los candidatos para el 2011 pueden ganarse algo surfeando la elección ajena de octubre próximo. Muchos candidatos del interior se van a querer vestir con alianzas estratégicas con figuras nacionales.

La sensación entre los pitufos, con 3% o menos, es que nadie cree mucho en los candidatos punteros, y que como en otros años la masa va a buscar a un zaguero para elevarlo a las alturas estadísticas. Pero eso ha sucedido antes a pocas semanas de la votación misma. Ahora pareciera considerarse posible orquestar la presorpresa.

Es cierto que Ricardo Belmont, Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Ollanta Humala surgieron de la segunda división. Historias de éxito, pero también lecciones negativas: no se necesita partido político, solo inscripción, para ganar elecciones. A veces ni siquiera se necesitó un planteamiento claro, sólo una anécdota atractiva. Pero esto podría haber cambiado.

Sin embargo los lanzamientos en esta segunda división son huachitos cautelosos, y en varios casos ciertamente tentativos. Hasta el momento nadie está gastando fortunas en convencer a la población de nada. Todos están dejando que sus recursos publicitarios naturales, es decir su prestigio, se encarguen de este tramo de la campaña.

El público está encantado. Los principales candidatos ya tienen años, por no decir decenios, en la parte alta de la marquesina. En cambio esta carne fresca abre nuevos horizontes de posibilidades, y en algunos casos de irresponsabilidades. Nada más rico que votar por un desconocido, y luego poder quejarse sesudamente de sus desastres en el cargo.

Algunos madrugadores van a canjear su acumulación en las encuestas por sitio en una mejor lista. Así, a mediados de año veremos nuevas alianzas entre el pez grande y el pez chico. Pero los más trejos van a permanecer, jugándose el todo por el todo en esas mágicas semanas finales. Siempre están los temas de la docencia política y la acumulación para una próxima vez.

Bienvenidas, pues, todas estas candidaturas de verano, que refrescan las páginas políticas. Los candidatos con poco que perder tienden a decir cosas más interesantes que aquellos dedicados a cuidar sus ganancias. Pero da la impresión de que la gente no suele votar por el que más los entretiene, sino por el que menos los asusta.



LA PRIMERA

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