22.1.10

Piñera (II)

Uri Ben Schmuel
uribs@larazon.com.pe


Seguimos con la reflexión, esta vez extensa, de nuestro viejo amigo y fiel lector. Que por cierto comparte buena parte del establishment peruano, tal como comprobamos la noche del martes en el cóctel que siguió al homenaje tributado por Torre Tagle a Pérez de Cuéllar. ¿Tendrán razón los que aquí aplauden o es puro wishful thinking? ¿Será la nuestra una jeremiada? En fin, el tiempo dirá...
“Examinemos a Piñera. Sus declaraciones son de candidato y no de presidente. ¿Cómo se nos ocurre creer que un empresario con tantas inversiones en su país y en el nuestro va a desconocer decisiones de cortes internacionales? Ni hablar. Eso es cómo aceptar que nos apropiemos de los mercados Wong, de las tiendas Falabella, de la línea aérea LAN y que si los tribunales consideran ilegal este hecho no les hagamos caso y las ocupemos con nuestro ejército. ¿Tú crees sinceramente que nuestros empresarios estarían de acuerdo en que no respetemos nuestras propias leyes?

“Yo no creo por eso que Piñera presidente suscriba las palabras en contra del derecho internacional de Piñera candidato. Eso era para la tribuna y funcionó. Ahora es otra etapa. No creo que debamos bajar la guardia y más bien debemos seguir fortaleciendo a nuestras fuerzas armadas y policiales. Pero de allí a considerar que fue nefasta la elección de Piñera hay un abismo. Puede que me equivoque, pero yo creo sinceramente que las relaciones con Chile sólo pueden mejorar. La primera prueba podría ser la respuesta a nuestra demanda de espionaje, siempre y cuando nuestra fiscalía actúe inteligentemente y solicite la colaboración de Chile como corresponde y sin tanto ruido. Veremos si entonces Chile sacrifica un peón en aras de una mejor relación con el Perú”.


Cuando estamos por enviar a prensa esta columna, nos llega otro correo del viejo amigo y fiel lector:

“Acabo de recibir el siguiente e-mail de un muy buen amigo chileno que se encuentra en Santiago.

‘Aquí todo el barrio alto celebra la elección, con esperanzas de que el país vuelva a crecer, pues con la Sra. Bachelet el crecimiento se había ido al 2% desde un 7% con el primer presidente después de los militares. Los socialistas son buenos para la propaganda y gastar dinero, pero no para crear trabajo’.

“Lo que quiero agregar a mi comentario anterior es que los chilenos en su mayoría están más preocupados en su bienestar económico que en el litigio con el Perú. Por lo menos eso es lo que le han dicho los votantes a Piñera. Esperemos que capte el mensaje. Por supuesto, los halcones chilenos no faltan y los que se benefician con las ‘comisiones’ en la compra de armamento tampoco.

“Por eso decía que no hay que bajar la guardia. Es decir, modernizar nuestro equipamiento militar, hacer atractiva la carrera militar con buena paga. Acepto comprar computadoras en lugar de lápices, pero sin descuidar a nuestras fuerzas armadas y policiales en el más amplio sentido”.


LA RAZON

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