27.1.10

Uchuraccay

Uri Ben Schmuel
uribs@larazon.com.pe


El martes se cumplieron 27 años de la trágica muerte de ocho periodistas en Uchuraccay. La foto que ilustra esta columna es la última que se conoce del grupo y en ella vemos, de izquierda a derecha, a Jorge Sedano, Amador García, Luis Mendívil, Félix Gavilano, Pedro Sánchez, Willy Retto y Eduardo de la Piniella. La vista debió tomarla Octavio Infante, quien no aparece en la imagen, así como tampoco el guía Juan Argumedo, la novena víctima.
A diferencia de otros años, los caviares han ignorado la fecha. Durante casi tres décadas, traficaron con el dolor de los deudos, a quienes trataron de convencer que no fueron comuneros los asesinos, sino militares disfrazados cuyo objetivo era desarrollar la “guerra sucia” sin fiscalización de los medios.

Eso no obstante que dos investigaciones, una de la comisión presidida por Mario Vargas Llosa y la otra del Poder Judicial, determinaron sin lugar a dudas que en Uchuraccay se produjo un linchamiento a manos de campesinos, sin órdenes ni mucho menos participación de militares.


Por el contrario, en ese tiempo el general EP Clemente Noel había comenzado a aplicar en Ayacucho una estrategia que consistía en ganarse a la población. Se abrieron guarniciones en zonas ocupadas por SL, se reunía a autoridades y pobladores para izar la bandera, cantar el himno nacional y repartir víveres. Y se organizaron las primeras rondas campesinas.

Justamente una de ellas había abatido, por primera vez y cuando SL parecía invencible, a un grupo de terroristas en la comunidad de Huaychao. Y en pos de esa noticia fueron los colegas. Entre ellos Amador García, reportero gráfico con quien tuvimos el honor de trabajar por muchos años en Oiga. Y en el camino a Huaychao estaba Uchuraccay...

La feroz campaña contra Noel desatada por algunos medios y políticos de izquierda provocó el relevo del general, a quien enviaron a Washington como agregado militar. Eso significó el fin de la estrategia de “soldado amigo” y rondas campesinas, que recién sería retomada muchos años después por Fujimori.

Tuvimos ocasión de entrevistar a Noel en mayo de 1988, cuando regresó de EE UU, y nos dijo que si hubiera permanecido seis meses más en Ayacucho habría derrotado por completo a Sendero. Pensamos que fanfarroneaba. Pero en julio de ese año, en la “Entrevista del Siglo” al Diario de Marka, Abimael Guzmán admitió que en efecto Noel estuvo a punto de aniquilar por completo a su banda.

Paz en la tumba de los colegas caídos en Uchuraccay. Y vergüenza eterna para aquellos que al usar políticamente la tragedia le dieron un respiro a Sendero, que tanta sangre derramó en los años siguientes.


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LA RAZON

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