28.1.10

Si vas (o no) para Chile

Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

¿Debe ir Alan García a la juramentación de Piñera?

Una decisión importante de Torre Tagle del próximo mes es el consejo que le dé al presidente Alan García sobre si conviene –o no– que él asista a la transmisión de mando en Chile el jueves 11 de marzo.

La invitación la hizo el propio Sebastián Piñera en una carta a García en la que señaló que “su presencia en este acto (...) realzará la amistad de Chile con el Perú”, así como su voluntad de trabajar por “el desarrollo de nuestros países y de los pueblos de América Latina, cuya convivencia se asienta en la historia compartida y el respeto al derecho internacional”, algo relevante en el contexto del diferendo limítrofe que está en La Haya.

En la carta también recordó su reunión con García, en el 2008 en Palacio, en una visita que produjo incomodidad en Michelle Bachelet pero en la que parece que ambos congeniaron.

Como parte de esa visita, Piñera tuvo un almuerzo en Torre Tagle con la participación del canciller José Antonio García Belaunde, el secretario general Gonzalo Gutiérrez, el jefe de protocolo Carlos Pareja –hoy embajador en Santiago– y un par de periodistas: Rosa María Palacios y este columnista.

Sin perjuicio de la reserva que corresponde a todo encuentro privado, la impresión que Piñera proyectó en ese almuerzo fue de un gran interés por tener una relación armoniosa con el Perú que permita reforzar los aspectos económicos y comerciales.
A eso apuntan, precisamente, sus declaraciones iniciales como presidente electo. “El gobierno chileno en un momento dado dijo que, mientras no se resuelva lo de La Haya, vamos a poner en el refrigerador la agenda del futuro, y yo quisiera que la agenda del futuro con Perú salga del refrigerador”.

Es cierto que, al inicio de sus mandatos, todos expresan esa voluntad y, poco después, esta se enreda, como ocurrió entre Alejandro Toledo y Ricardo Lagos. Para promover enredos surgen pachotadas como la reciente del jefe de la FACH de que “tenemos capacidad de pegar fuerte”, ante lo cual el gobierno peruano ha hecho bien en no caer en la provocación obvia.

¿Puede ser diferente la relación ahora, al inicio del mandato presidencial de Piñera y al final del de García? “La relación con Chile debe ser fría pero no tanto como el hielo porque entonces puede romperse”, me contó Alberto Adrianzén que le dijo una vez ese gran canciller que fue Carlos García Bedoya.

Ahora que Piñera dice que quiere sacar la agenda del refrigerador, podría ser útil, para no llegar al hielo que se rompa, que Torre Tagle evalúe la conveniencia de que el presidente García viaje a la transmisión de mando en Santiago, antes de que a alguien se le ocurra enviar como representantes suyos en la ceremonia a picahielos como el vicepresidente Luis Giampietri o el general Edwin Donayre.


LA REPUBLICA

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