Caracas Festival
Por Mirko Lauer
La detención de los Vargas Llosa, padre e hijo, en el aeropuerto de Maiquetía por un par de horas es un obvio acto de provocación de Hugo Chávez a sus críticos dentro y fuera de Venezuela. Con esto termina el perfil bajo que el presidente venía ensayando desde su más o menos cordial reunión con Barack Obama en Trinidad & Tobago.
El escritor no es el único crítico que acude a Caracas para una reunión sobre libertades democráticas, pero sí el que por su estilo de polemizar era el blanco más seguro para desencadenar un blitz mediático. Vargas Llosa había precedido su aterrizaje en Maiquetía con varias declaraciones duras contra Chávez, no las primeras.
Pero aquí lo notable no son las denuncias de Vargas Llosa contra Chávez, sino la reacción a ellas. Con el trato áspero a este visitante este se traslada al campo de los gobiernos que restringen la libertad de opinión. Pues no importa que el incidente haya sido leve y las amenazas de expulsión no se lleguen a cumplir: el mensaje está dado.
El mensaje es para adentro. Una primera explicación que viene a la mente es que un Chávez debilitado está buscando formas de aislamiento que le rindan un servicio parecido al que el bloqueo le rindió a Fidel Castro. Con lo cual estaríamos ante la perspectiva de un mayor endurecimiento de la mano política de Chávez.
Si lo que Chávez está buscando es lanzar sus productos llamados bolivarianismo y socialismo del siglo XXI al ruedo de la polémica de ideas, como una suerte de secuela de su regalo a Obama del bestseller de Eduardo Galeano Las venas abiertas de América Latina, quizás ha errado el objetivo. Lo de Vargas Llosa en política es otra cosa.
El novelista es sobre todo un eximio lanzador de frases que no miden el golpe. De estas Chávez ya ha recibido suficientes, pero sin duda ahora va a recibir más. Todo lo cual en Caracas será cargado a la cuenta de la amenaza exterior a la que acude todo caudillo que se respete, y servirá para ajustar más clavijas opositoras.
El gran ganador de esta jornada es el foro Centro de Divulgación del Conocimiento Económico por la Libertad, CEDICE, que con esto pasa a ser algo más que un esforzado instituto de monitoreo de la impredecible marcha económica de Venezuela. No descartemos que tras la partida de los invitados ellos conozcan nuevas represalias.
¿Hay algo que polemizar con el chavismo? Definitivamente sí, desde la izquierda y desde la derecha. Pero no hay un lugar donde hacerlo hoy. El programa de TV Aló Presidente con su dieta de populismo natural es un espacio de catequesis, más que de debate. Chávez ha debido invitar a Vargas Llosa padre al programa y discutir allí. Tremendo rating, chico.
LA REPUBLICA
Por Mirko Lauer
La detención de los Vargas Llosa, padre e hijo, en el aeropuerto de Maiquetía por un par de horas es un obvio acto de provocación de Hugo Chávez a sus críticos dentro y fuera de Venezuela. Con esto termina el perfil bajo que el presidente venía ensayando desde su más o menos cordial reunión con Barack Obama en Trinidad & Tobago.
El escritor no es el único crítico que acude a Caracas para una reunión sobre libertades democráticas, pero sí el que por su estilo de polemizar era el blanco más seguro para desencadenar un blitz mediático. Vargas Llosa había precedido su aterrizaje en Maiquetía con varias declaraciones duras contra Chávez, no las primeras.
Pero aquí lo notable no son las denuncias de Vargas Llosa contra Chávez, sino la reacción a ellas. Con el trato áspero a este visitante este se traslada al campo de los gobiernos que restringen la libertad de opinión. Pues no importa que el incidente haya sido leve y las amenazas de expulsión no se lleguen a cumplir: el mensaje está dado.
El mensaje es para adentro. Una primera explicación que viene a la mente es que un Chávez debilitado está buscando formas de aislamiento que le rindan un servicio parecido al que el bloqueo le rindió a Fidel Castro. Con lo cual estaríamos ante la perspectiva de un mayor endurecimiento de la mano política de Chávez.
Si lo que Chávez está buscando es lanzar sus productos llamados bolivarianismo y socialismo del siglo XXI al ruedo de la polémica de ideas, como una suerte de secuela de su regalo a Obama del bestseller de Eduardo Galeano Las venas abiertas de América Latina, quizás ha errado el objetivo. Lo de Vargas Llosa en política es otra cosa.
El novelista es sobre todo un eximio lanzador de frases que no miden el golpe. De estas Chávez ya ha recibido suficientes, pero sin duda ahora va a recibir más. Todo lo cual en Caracas será cargado a la cuenta de la amenaza exterior a la que acude todo caudillo que se respete, y servirá para ajustar más clavijas opositoras.
El gran ganador de esta jornada es el foro Centro de Divulgación del Conocimiento Económico por la Libertad, CEDICE, que con esto pasa a ser algo más que un esforzado instituto de monitoreo de la impredecible marcha económica de Venezuela. No descartemos que tras la partida de los invitados ellos conozcan nuevas represalias.
¿Hay algo que polemizar con el chavismo? Definitivamente sí, desde la izquierda y desde la derecha. Pero no hay un lugar donde hacerlo hoy. El programa de TV Aló Presidente con su dieta de populismo natural es un espacio de catequesis, más que de debate. Chávez ha debido invitar a Vargas Llosa padre al programa y discutir allí. Tremendo rating, chico.
LA REPUBLICA
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