31.5.09

El desafío Latinoamericano

Hace casi veinte años se derrumbó el Muro de Berlín corroído por un opresivo sistema que solo género incompetencia y corrupción. En ese momento se pensaba que con su caída se había puesto fin a más de medio siglo de intensa confrontación ideológica y se tenía la seguridad de que la humanidad podría finalmente disfrutar de la prosperidad que siempre se obtiene cuando se vive en libertad.

Sin embargo, pese a que de los países que en ese momento se encontraban en la esfera comunista, solo se quedaron sin evolucionar Corea del Norte y Cuba, no contábamos con la inagotable capacidad latinoamericana de siempre tropezarse con la misma piedra y de repetir las equivocaciones.
Durante la última década hemos sido la única región donde se mantiene un anacrónico debate que ha desaparecido en el resto del planeta.

Así tenemos que la debilidad y falta de convicción de sus anteriores gobernantes permitió el fortalecimiento de una corriente de populismo autoritario o chavismo en Venezuela, Bolivia y Ecuador. Si bien, a diferencia de los años 70, en esta ocasión han llegado al gobierno no por golpes de Estado sino por medios democráticos, sus líderes en todos los casos no bien toman el poder consideran que la democracia ya cumplió su función y lo primero que hacen es cambiar la constitución para eternizarse en el cargo.

Luego de ello actúan como su admirado Velasco, estatizando gradualmente todos los sectores de la economía, ahogando con demagogia y represión a sus contrincantes, así como cerrando los medios de difusión que mantienen una línea de oposición. Mientras que en el plano internacional adoptan el antiguo modelo castrista y se dedican a exportar su revolución aunque, a diferencia del anterior esquema, no lo hacen con fusiles sino con petrodólares para así tratar de influenciar en los otros países durante su proceso de elección. Debemos reconocer que la estrategia que han adoptado les ha dado resultados, basta ver el éxito que ha tenido ese dinero en unir a la históricamente atomizada izquierda peruana.

Por otro lado, la crisis internacional va hacer que nuestra región sufra de una creciente insatisfacción social durante un par de años y eso les va a facilitar su labor. Así que hay ser conscientes del peligro y enfrentarlo. No podemos correr el riesgo de perder todo lo avanzado y de caer en la asfixiante situación en que viven los venezolanos.

Por ello es perfectamente válido replicar sus tácticas y apoyar a la oposición interna que tienen en sus países, como ha hecho Mario Vargas Llosa esta semana en Caracas. No solo porque es lo correcto sino, también, porque cuanto más atención les demanden sus temas internos menos tiempo tendrán para entrometerse en los nuestros.

Asimismo, debemos de tratar de recuperar un par de puntos más de crecimiento antes de las próximas elecciones fomentando no solo el gasto público sino, principalmente, la inversión del privado. Es fundamental poder demostrarle al ciudadano que el bienestar viene con la libertad y no con el oscurantismo.

PERU 21

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