27.5.09

Libertad de prensa = Democracia

No es la primera vez que el socialismo trasnochado colisiona con las libertades del ser humano, siendo una de las fundamentales la libertad de prensa, que no es otra cosa que el paraguas que permite el democrático fluir de las ideas y opiniones que vierten los individuos y los grupos humanos organizados como partidos políticos, asociaciones, movimientos humanistas o los credos religiosos, por citar algunos casos. El Perú tiene experiencia para hablar de los peligros que encarna la mordaza más descarada, o la censura más fina aunque igual de artera y rapaz, pues padeció el abuso y la prepotencia del velascato, dictadura que –dicho sea de paso– hoy tiene admiradores y defensores dentro de ese “chavismo” venezolano que se ha exportado a otros países como Bolivia y Ecuador. Para nadie es un secreto que Hugo Chávez ha denostado de la prensa no una sino mil veces, y que su obsesión por perpetuarse en el poder lo está conduciendo a ser cada más duro con las empresas periodísticas y los hombres de prensa, a quienes persigue, hostiga, encarcela o expulsa de su país. De modo que no es casual que el presidente venezolano y el primer mandatario de Ecuador pidan regular a la prensa y que, para ello, planeen enviar una propuesta ante la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) a fin de que se conforme un organismo que proteja a sus gobiernos frente a los medios de comunicación.

Lo cierto es que ellos saben que sus programas socialistas son autoritarios y que mientras haya un solo medio de comunicación libre e independiente, habrá una voz valiente que denunciará al totalitarismo que representan. Además olvidan reconocer que la historia ha demostrado de manera contundente que en aquellos lugares donde ha gobernado el socialismo marxista lo único que se consiguió fue atraso, oscurantismo y muerte. Y qué lamentable resulta que haya políticos que hasta hoy no aprendan de esas experiencias como la vivida por los países que estaban detrás de la denominada “cortina de hierro” o por lo experimentado en la propia Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que colapsó el año 1991.

Denigrar a la oposición, quitar licencias a radios o televisoras, enjuiciar a periodistas, es el fácil expediente de cualquier dicadorzuelo que engaña, y se engaña a sí mismo, pues cree que busca la justicia o la defensa del pueblo cuando en realidad se encuentra obnubilado por el poder y la vanidad. Hoy en Venezuela, Bolivia o Ecuador, los dirigentes oficialistas se preparan para controlar totalmente a los medios de comunicación, y el pretexto será acusarlos de corruptos. Pero al final la verdad se abrirá paso y se sabrá quiénes son los que realmente sobornan al pueblo, lo corrompen y lo amordazan. No olvidemos que de la misma forma actuó Juan Velasco Alvarado: acusando a los medios de corruptos. Sin embargo al final su llamado “Estatuto de la Prensa” fracasó rotundamente y puso al descubierto a los felones que complotaron contra la esencia de la democracia. Sin duda, cuando no se tiene la razón ni los argumentos para convencer a la ciudadanía, se lo esclaviza mediante el chantaje, el abuso o el asesinato de libertades y de seres humanos.

EXPRESO

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