31.5.09

Los “demócratas” de Caracas

Para cualquier persona sensata es evidente que Estados Unidos está desde hace años en campaña para desacreditar y, si es posible, derrocar a Hugo Chávez, presidente de Venezuela.

El show montado por Mario Vargas Llosa y su hijo encuadra en ese plan. Ha recibido por eso un apoyo mediático insólito.

Derrocar es un verbo cien veces conjugado en primera persona del singular por el imperialismo estadounidense.

Ha organizado la reunión caraqueña el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice), la institución venezolana que recibe los mayores aportes económicos de las agencias de Estados Unidos.

Los fomentadores del escándalo en torno a la reunión de Caracas han ocultado que Rocío Guijarra, la gerente general de Cedice, apoyó el golpe de estado de abril del 2002 contra el régimen constitucional de Hugo Chávez.

Los que acudieron a Caracas para fomentar un escándalo sabían sin duda de ese antecedente. Tampoco podían ignorar el carácter de ese golpe que en el 2002 apresó a Hugo Chávez y quiso obligarlo a renunciar. Todo se convirtió en una farsa cuando las masas populares bajaron de los cerros para apoyar a Chávez. Al final, hasta las tropas de los golpistas cambiaron de hombro el fusil.

Mario Vargas Llosa, quien residía en España, sabe lo que denunciaron en esos días publicaciones madrileñas como Cambio 16: que horas antes de viajar a Caracas para el golpe, Pedro Carmona, el “presidente” de los golpistas, se había reunido en Madrid con jefes del Opus Dei.

En suma, la Guijarra apoyaba una aventura fascista cuyo carácter distintivo se produjo cuando el efímero Carmona no sólo “depuso” al presidente constitucional Hugo Chávez, sino que disolvió el Congreso y anuló todas las autoridades constituidas: Tribunal Supremo de Justicia, Consejo Nacional Electoral, Defensoría del Pueblo, etc.

La televisión privada aplaudió frenéticamente el pronunciamiento contra Chávez, y cuando las masas avanzaban hacia Palacio decidió ocultarlo, y empezó a difundir dibujos animados. Después no sabían dónde meterse.

Cedice coordina hoy con la Cámara de Comercio de Santa Cruz, Bolivia, cuya orientación fascista, racista y separatista es conocida en el continente.

Uno de los financiadores de la cita derechista de Caracas es el Instituto Cato, conocido como órgano fascista ultraliberal.

Cedice y Cato van a crear en Caracas una universidad privada ultraderechista. Uno de los profesores será Daniel Córdova, decano de la escuela de economía de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Lima. Ese eminente profesor es el que, apenas iniciada la crisis que estremece al mundo, vaticinó, en el programa de Jaime de Althaus, en Canal 8, que la crisis sólo iba a durar tres meses.

Esa es la catadura de los libertarios aglomerados en Caracas.

LA PRIMERA

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