Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe
Todos planean triunfar en la segunda vuelta
El comentario de Mario Vargas Llosa de que una segunda vuelta entre Keiko Fujimori y Ollanta Humala sería elegir entre el sida y el cáncer no es muy original pues ya la había usado, en el 2001, José Barba Caballero para la disyuntiva entre Alejandro Toledo y Alan García, pero sí refleja que nos hemos acostumbrado a elegir como presidente a un ‘mal menor’.
Por ello, todos creen que –salvo que aparezca una figura rutilante de última hora, que no se percibe en el ‘elenco estable’–, la elección que viene se decidirá en segunda vuelta. En ese sentido, varios ya anuncian su eventual triunfo como consecuencia de que, entonces, se convertirán en el ‘mal menor’ que derrotará al ‘mal mayor’ que asocian con Humala.
Es decir, la mayoría de candidatos aspira a repetir el camino que, hace tres años, llevó a Alan García por segunda vez a Palacio. Como en esta vida todo es relativo, especialmente en elecciones, incluso a los que el ex presidente les caía mal, les pareció correcto votar por él frente a la opción de Humala.
Esa es la ruta que acaba de deslizar Jorge del Castillo para coronar su aspiración de llegar a la Presidencia en el 2011, para lo cual deberá remontar, con la ayuda de toda la prensa que simpatiza con él, más de un problema: fricciones partidarias en Alfonso Ugarte, escándalo de los ‘petroaudios’, falta de carisma, percepción de ser la derecha del Apra y –last but not least– la tirria que le produce últimamente a Alan García.
Keiko Fujmori también cree que, con 25% de intención de voto, tiene asegurado el pase a la segunda vuelta en que derrotaría a Humala, aunque antes deberá aclarar –si puede– el origen dudoso del financiamiento de sus estudios.
A su vez, Humala quiere proyectar una nueva imagen que sea más de centro –pero aún no muy centrada– para mejorar su posibilidad, mientras que no se debe descartar que un escenario político enredado en el 2011 lleve a varios a preferir un ‘mal menor’ ya conocido como Alejandro Toledo, quien enfrentaría el lastre de la mala imagen dejada por Eliane Karp.
Mientras, los partidos están conscientes de que, por la cercanía de la elección municipal/regional (noviembre 2010) con la presidencial (abril 2011), ganar la primera mejorará la posibilidad de triunfar en la segunda. Por ello, están buscando candidatos atractivos que no abundan en sus vitrinas sino entre los independientes. AP quiso seducir –sin suerte– a Gastón Acurio para la Municipalidad de Lima, y Mauricio Mulder señala que están pensando en algún “vecino notable que no sea aprista”.
En todo caso, el ómnibus electoral ya se echó a rodar, y en todas las tiendas políticas piensan que esto (recién) se pone bueno, porque –como dice la canción– al fondo hay sitio.
LA REPUBLICA
alvarezrodrich@larepublica.com.pe
Todos planean triunfar en la segunda vuelta
El comentario de Mario Vargas Llosa de que una segunda vuelta entre Keiko Fujimori y Ollanta Humala sería elegir entre el sida y el cáncer no es muy original pues ya la había usado, en el 2001, José Barba Caballero para la disyuntiva entre Alejandro Toledo y Alan García, pero sí refleja que nos hemos acostumbrado a elegir como presidente a un ‘mal menor’.
Por ello, todos creen que –salvo que aparezca una figura rutilante de última hora, que no se percibe en el ‘elenco estable’–, la elección que viene se decidirá en segunda vuelta. En ese sentido, varios ya anuncian su eventual triunfo como consecuencia de que, entonces, se convertirán en el ‘mal menor’ que derrotará al ‘mal mayor’ que asocian con Humala.
Es decir, la mayoría de candidatos aspira a repetir el camino que, hace tres años, llevó a Alan García por segunda vez a Palacio. Como en esta vida todo es relativo, especialmente en elecciones, incluso a los que el ex presidente les caía mal, les pareció correcto votar por él frente a la opción de Humala.
Esa es la ruta que acaba de deslizar Jorge del Castillo para coronar su aspiración de llegar a la Presidencia en el 2011, para lo cual deberá remontar, con la ayuda de toda la prensa que simpatiza con él, más de un problema: fricciones partidarias en Alfonso Ugarte, escándalo de los ‘petroaudios’, falta de carisma, percepción de ser la derecha del Apra y –last but not least– la tirria que le produce últimamente a Alan García.
Keiko Fujmori también cree que, con 25% de intención de voto, tiene asegurado el pase a la segunda vuelta en que derrotaría a Humala, aunque antes deberá aclarar –si puede– el origen dudoso del financiamiento de sus estudios.
A su vez, Humala quiere proyectar una nueva imagen que sea más de centro –pero aún no muy centrada– para mejorar su posibilidad, mientras que no se debe descartar que un escenario político enredado en el 2011 lleve a varios a preferir un ‘mal menor’ ya conocido como Alejandro Toledo, quien enfrentaría el lastre de la mala imagen dejada por Eliane Karp.
Mientras, los partidos están conscientes de que, por la cercanía de la elección municipal/regional (noviembre 2010) con la presidencial (abril 2011), ganar la primera mejorará la posibilidad de triunfar en la segunda. Por ello, están buscando candidatos atractivos que no abundan en sus vitrinas sino entre los independientes. AP quiso seducir –sin suerte– a Gastón Acurio para la Municipalidad de Lima, y Mauricio Mulder señala que están pensando en algún “vecino notable que no sea aprista”.
En todo caso, el ómnibus electoral ya se echó a rodar, y en todas las tiendas políticas piensan que esto (recién) se pone bueno, porque –como dice la canción– al fondo hay sitio.
LA REPUBLICA
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