25.5.09

Licor en vía pública

Ante el caos, el crimen y el constante aumento de delitos en las calles de las ciudades del país, conviene aplicar una serie de medidas a fin de evitar que las causas de esos estropicios todavía se mantengan intactas, como por ejemplo beber licor en la vía pública, ya que día tras día hay nuevas víctimas de robos, ajustes de cuentas, lesiones, atropellos, entre otros problemas sociales a veces con saldos fatales. Está demostrado hasta la saciedad que uno de los detonantes del hurto agravado, o de las tropelías con heridos y muertos es la ingesta de alcohol, especialmente cuando ésta ocurre en la vía pública. Si ya se dispuso que en el campo del transporte, si una persona maneja un automóvil habiendo ingerido licor, el infractor será pasible de una sanción penal por la situación de peligro que representa conducir un vehículo en estado de ebriedad. Creemos que esta acertada disposición normativa debería ser extendida a los transeúntes que suelen libar alcohol en las avenidas y jirones, sobre todo los fines de semana, tiempo en el cual aumenta el número de asaltos, de delitos contra el pudor, de heridos o contusos.

Sería una atinada y justa medida si las autoridades decretan que embriagarse en la vía pública es una situación de peligro pues, producto del alcohol, se generan fechorías, desde las más leves hasta las más graves, como el abuso sexual contra menores o mujeres, sobre todo aquellas que transitan cerca del lugar donde hay personas de mal vivir que suelen beber licor en los barrios o parques de diversos distritos del Perú. Hay municipalidades que inclusive tienen disposiciones en ese sentido, pero son muy pocas las comunas que han dado este paso en beneficio de la seguridad ciudadana. Esto justifica entonces que se hagan esfuerzos puntuales y concretos para contribuir en la toma de conciencia de toda la población, en particular de los alcaldes y regidores a fin de que ellos sean los más llamados a impulsar los correctivos necesarios que la comunidad reclama para poder vivir en paz y en una sociedad donde se cumple el derecho de las personas a la tranquilidad pública.

La propuesta está hecha. Esperamos que los políticos puedan atender este pedido que sólo busca ordenar mejor nuestras ciudades, así como inhibir una de las causas principales de la perpetración de ilícitos pues algunos antisociales proceden a drogarse o emborracharse antes de acometer sus atracos o robos contra ciudadanos decentes y trabajadores. Estamos seguros que si se prohíbe libar licor en la vía pública, amplio será el porcentaje en que se reducirá la incidencia de accidentes y delitos en las urbes del país, sobre todo en provincias, donde los fines de semana al menos se convierten en tierra de nadie.

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