Federico Battifora
Qué importante debe ser en la vida de una persona, cuando se tiene la oportunidad de liderar auténticamente una transformación en bien de los demás, cuando las circunstancias del destino de cada ser humano, lo coloca ante la posibilidad de un poquito de gloria. Debe ser como la satisfacción que sentimos cuando realizamos una recta acción y como lógica consecuencia, el bien, nos embarga un sentimiento tan íntimo, como sublime. Nuestra patria atraviesa por una imperiosa necesidad de sensibilizarnos ante la tragedia que significan los accidentes de tránsito, lo que deja como estela de desolación, en cada familia, no asimila el consuelo. Es complicado y difícil amigos lectores explicar hoy mis líneas, cuando pienso en la tragedia del 24 de diciembre, “guapo lindo”, 42 muertos, y el silencio más absoluto, como saber que más pasó, como atender a los ciudadanos que habitan territorios lejanos y de difícil acceso y como colaborar para que se haga justicia, si el propio jefe del sector, aquel que si tiene el PODER para hacer, no dice esta boca es mía, con respecto a este tema. Que cosa tan extraña, ¿a que teme tanto?, a veces pienso que podría ser a su conciencia que lo debe estar atormentando. Yo habría movilizado por aire y tierra recursos para ayudar a los heridos, para trasladar a los cadáveres, movilizado ayuda material para las familias, asistentas sociales para determinar el grado de abandono en que quedarán algunas familias, buscaría recursos para apoyarlas, solicitaría donaciones a los muchos ganadores de licitaciones en el Ministerio, para que apoyen a estas familias, ya que ni con SOAT contaba esa fatídica unidad de transporte. Si no es el LIDER del sector, entonces ¿Quién es usted? Hasta mañana.
LA PRIMERA
Qué importante debe ser en la vida de una persona, cuando se tiene la oportunidad de liderar auténticamente una transformación en bien de los demás, cuando las circunstancias del destino de cada ser humano, lo coloca ante la posibilidad de un poquito de gloria. Debe ser como la satisfacción que sentimos cuando realizamos una recta acción y como lógica consecuencia, el bien, nos embarga un sentimiento tan íntimo, como sublime. Nuestra patria atraviesa por una imperiosa necesidad de sensibilizarnos ante la tragedia que significan los accidentes de tránsito, lo que deja como estela de desolación, en cada familia, no asimila el consuelo. Es complicado y difícil amigos lectores explicar hoy mis líneas, cuando pienso en la tragedia del 24 de diciembre, “guapo lindo”, 42 muertos, y el silencio más absoluto, como saber que más pasó, como atender a los ciudadanos que habitan territorios lejanos y de difícil acceso y como colaborar para que se haga justicia, si el propio jefe del sector, aquel que si tiene el PODER para hacer, no dice esta boca es mía, con respecto a este tema. Que cosa tan extraña, ¿a que teme tanto?, a veces pienso que podría ser a su conciencia que lo debe estar atormentando. Yo habría movilizado por aire y tierra recursos para ayudar a los heridos, para trasladar a los cadáveres, movilizado ayuda material para las familias, asistentas sociales para determinar el grado de abandono en que quedarán algunas familias, buscaría recursos para apoyarlas, solicitaría donaciones a los muchos ganadores de licitaciones en el Ministerio, para que apoyen a estas familias, ya que ni con SOAT contaba esa fatídica unidad de transporte. Si no es el LIDER del sector, entonces ¿Quién es usted? Hasta mañana.
LA PRIMERA
No hay comentarios:
Publicar un comentario