“Murieron exponiendo sus vidas mientras otros cobraban”, dice congresista Cayo Galindo, primo de uno de los fallecidos. Responsabilidad le alcanza a ministro Hernani.
Las bajas policiales por el ataque narcoterrorista perpetrado el último miércoles en Tingo María, Huánuco, aumentaron a cinco. El suboficial técnico de segunda Eloy Próspero Martínez Galindo falleció ayer tras una corta pero terrible agonía.
El congresista Cayo Galindo, primo del fallecido, denunció, luego de recoger testimonios de compañeros de los efectivos caídos, que desde julio pasado ellos sólo cumplían con la orden de brindar resguardo, como parte de sus labores oficiales, a las instalaciones del consorcio “Puente Chino”.
Según la información recogida por Galindo, estos policías cumplían sus labores sin cobrar por ese trabajo, mientras que la empresa desembolsaba 100 soles diarios por cada uno, en total más de 50 mil soles mensuales que nadie sabe a dónde fueron a parar. “Murieron exponiendo sus vidas mientras otros cobraban”, apuntó Galindo.
Cada noche, los policías custodiaban en las tranqueras donde se inicia la ejecución de las obras y esperaban 24 horas por sus relevos, en medio de una geografía que los desfavorecía, sin las armas adecuadas para defenderse y sin saber que su superior, el general Edwin Palomino, rentaba sus servicios y sus vidas para prestar seguridad a una empresa privada a cambio de dinero.
“Este servicio era permanente, no era que los policías vendían sus días de franco, como suele suceder, sino que sus jefes disponían de las unidades y encima cobraban por ello. Los terroristas los mataron, pero murieron víctimas de la corrupción”, apuntó el parlamentario. El referido consorcio está conformado por las empresas brasileñas Constructora Queiroz Galvao S.A. y Constructores y Comercio Camargo-Correa S.A., encargada de la rehabilitación y mejoramiento de la carretera Tingo María-Aguatía; tramo Puente Pumahuasi- Puente Chino.
Hernani mintió
El ministro del Interior, Remigio Hernani, argumentó en el pleno del Congreso que los efectivos fallecidos cumplían con un operativo policial al que se habría denominado “Holismo 2008”, que supuestamente consistía en incautar madera y combustible a los terroristas. Pero los familiares de las víctimas rechazaron la versión oficial y en medio del dolor recogieron mayor información. Así se enteraron, conversando con los sobrevivientes del atentado, que “había una nota de inteligencia y la expresión verbal del mayor Oblitas, quien estaba a cargo de ese contingente, que advirtió que iba haber un ataque terrorista en esos días”.
Para el legislador Galindo éste es un tema de corrupción policial y por eso la responsabilidad le alcanzaría al ministro Hernani. “El ministro del Interior le ha mentido al país. Este tema es muy grave porque primó un interés monetario y se restó importancia a la vida de 17 policías, por eso Hernani debe responder”, sostuvo.
Rodrigo Martínez Galindo, hermano del efectivo fallecido ayer, fue más allá en las acusaciones y, según versiones que recogió en Tingo María, el abandono a los policías y la corrupción es tan grande que el dinero destinado para la inteligencia policial es gastado en otros afanes.
“Fue mal atendido en hospitales”
Rodrigo Martínez Galindo, hermano de Próspero Martínez Galindo, el policía que falleció ayer, reclamó por la mala atención que su familiar recibió tanto en el hospital del Ministerio de Salud en Tingo María como en el Hospital Central de la Policía en Lima.
“En Tingo María no le suministraron ni oxígeno, los insumos quirúrgicos eran mínimos y lo atendieron mal. Aquí en Lima nos dijeron que los médicos eran especialistas, lo operaron y aseguraron que estaba fuera de peligro, pero en la madrugada falleció y no nos explicaron los motivos”, indicó Rodrigo. Asimismo, cuestionó que se haya informado en los medios de comunicación que su hermano falleció a las 9 a.m. cuando en realidad el deceso ocurrió alrededor de las 5 a.m. Próspero será sepultado hoy por la mañana en el cementerio Santa Rosa de Chorrillos.
Las bajas policiales por el ataque narcoterrorista perpetrado el último miércoles en Tingo María, Huánuco, aumentaron a cinco. El suboficial técnico de segunda Eloy Próspero Martínez Galindo falleció ayer tras una corta pero terrible agonía.
El congresista Cayo Galindo, primo del fallecido, denunció, luego de recoger testimonios de compañeros de los efectivos caídos, que desde julio pasado ellos sólo cumplían con la orden de brindar resguardo, como parte de sus labores oficiales, a las instalaciones del consorcio “Puente Chino”.
Según la información recogida por Galindo, estos policías cumplían sus labores sin cobrar por ese trabajo, mientras que la empresa desembolsaba 100 soles diarios por cada uno, en total más de 50 mil soles mensuales que nadie sabe a dónde fueron a parar. “Murieron exponiendo sus vidas mientras otros cobraban”, apuntó Galindo.
Cada noche, los policías custodiaban en las tranqueras donde se inicia la ejecución de las obras y esperaban 24 horas por sus relevos, en medio de una geografía que los desfavorecía, sin las armas adecuadas para defenderse y sin saber que su superior, el general Edwin Palomino, rentaba sus servicios y sus vidas para prestar seguridad a una empresa privada a cambio de dinero.
“Este servicio era permanente, no era que los policías vendían sus días de franco, como suele suceder, sino que sus jefes disponían de las unidades y encima cobraban por ello. Los terroristas los mataron, pero murieron víctimas de la corrupción”, apuntó el parlamentario. El referido consorcio está conformado por las empresas brasileñas Constructora Queiroz Galvao S.A. y Constructores y Comercio Camargo-Correa S.A., encargada de la rehabilitación y mejoramiento de la carretera Tingo María-Aguatía; tramo Puente Pumahuasi- Puente Chino.
Hernani mintió
El ministro del Interior, Remigio Hernani, argumentó en el pleno del Congreso que los efectivos fallecidos cumplían con un operativo policial al que se habría denominado “Holismo 2008”, que supuestamente consistía en incautar madera y combustible a los terroristas. Pero los familiares de las víctimas rechazaron la versión oficial y en medio del dolor recogieron mayor información. Así se enteraron, conversando con los sobrevivientes del atentado, que “había una nota de inteligencia y la expresión verbal del mayor Oblitas, quien estaba a cargo de ese contingente, que advirtió que iba haber un ataque terrorista en esos días”.
Para el legislador Galindo éste es un tema de corrupción policial y por eso la responsabilidad le alcanzaría al ministro Hernani. “El ministro del Interior le ha mentido al país. Este tema es muy grave porque primó un interés monetario y se restó importancia a la vida de 17 policías, por eso Hernani debe responder”, sostuvo.
Rodrigo Martínez Galindo, hermano del efectivo fallecido ayer, fue más allá en las acusaciones y, según versiones que recogió en Tingo María, el abandono a los policías y la corrupción es tan grande que el dinero destinado para la inteligencia policial es gastado en otros afanes.
“Fue mal atendido en hospitales”
Rodrigo Martínez Galindo, hermano de Próspero Martínez Galindo, el policía que falleció ayer, reclamó por la mala atención que su familiar recibió tanto en el hospital del Ministerio de Salud en Tingo María como en el Hospital Central de la Policía en Lima.
“En Tingo María no le suministraron ni oxígeno, los insumos quirúrgicos eran mínimos y lo atendieron mal. Aquí en Lima nos dijeron que los médicos eran especialistas, lo operaron y aseguraron que estaba fuera de peligro, pero en la madrugada falleció y no nos explicaron los motivos”, indicó Rodrigo. Asimismo, cuestionó que se haya informado en los medios de comunicación que su hermano falleció a las 9 a.m. cuando en realidad el deceso ocurrió alrededor de las 5 a.m. Próspero será sepultado hoy por la mañana en el cementerio Santa Rosa de Chorrillos.