Se fue otra vez a la segunda división y nadie debería hacerse el sorprendido. Es que desde el inicio del año Sport Boys se corría una fija para perder la categoría. ¿Después de esto, quién dice que el fútbol no tiene lógica? Valgan verdades, este Boys debería ser un ejemplo sobre lo que no hay que hacer. Es imposible pensar que clubes que no pagan a sus jugadores, con directivos que se burlan de los futbolistas y de toda una provincia pueden terminar en buen puerto.
Lastimosamente para Boys su historia reciente es muy triste. Ha sido tomado en los últimos años por un grupo de gente que sólo ve por sus intereses, pensando sólo en sacar el máximo provecho personal. No, esa gente que tomó el club porteño no entiende lo que es fútbol ni lo que es amor por una institución.
Todo lo contrario es Alianza Lima en lo que se refiere a inversión y sueldos, aunque los caminos que vienen recorriendo ambos clubes en este momento son muy parecidos. Ojo, quiero subrayar que hemos dicho parecidos, no iguales.
Con ello podría pensarse que el no pagar y no invertir es la solución. Tratarán de buscar el caso de Alianza en otros lados y si tienen suerte podrían encontrarlo. Y entonces la campaña de River Plate de Argentina no sería ajena. Colero absoluto del campeonato argentino a pesar de que no escatimó en meterse la mano al bolsillo por el tema de armar un buen cuadro, los "Millonarios" se sienten unos "Miserables".
Miremos más de Alianza y entenderán lo que digo de forma más clara. Veinticinco contrataciones (muchas de ellas con un nombre importante) hablan a las claras de una desesperación. Tanto nombre sólo puede dejar como comentario que los directivos y los técnicos nunca tuvieron muy claro lo que buscaban. No comprar y comprar con desesperación son malas fórmulas. Y aunque la segunda puede dar resultados alguna vez, no es la correcta. La primera en cambio no merece siquiera un comentario.
LUIS TRISANO (LIBERO)
Lastimosamente para Boys su historia reciente es muy triste. Ha sido tomado en los últimos años por un grupo de gente que sólo ve por sus intereses, pensando sólo en sacar el máximo provecho personal. No, esa gente que tomó el club porteño no entiende lo que es fútbol ni lo que es amor por una institución.
Todo lo contrario es Alianza Lima en lo que se refiere a inversión y sueldos, aunque los caminos que vienen recorriendo ambos clubes en este momento son muy parecidos. Ojo, quiero subrayar que hemos dicho parecidos, no iguales.
Con ello podría pensarse que el no pagar y no invertir es la solución. Tratarán de buscar el caso de Alianza en otros lados y si tienen suerte podrían encontrarlo. Y entonces la campaña de River Plate de Argentina no sería ajena. Colero absoluto del campeonato argentino a pesar de que no escatimó en meterse la mano al bolsillo por el tema de armar un buen cuadro, los "Millonarios" se sienten unos "Miserables".
Miremos más de Alianza y entenderán lo que digo de forma más clara. Veinticinco contrataciones (muchas de ellas con un nombre importante) hablan a las claras de una desesperación. Tanto nombre sólo puede dejar como comentario que los directivos y los técnicos nunca tuvieron muy claro lo que buscaban. No comprar y comprar con desesperación son malas fórmulas. Y aunque la segunda puede dar resultados alguna vez, no es la correcta. La primera en cambio no merece siquiera un comentario.
LUIS TRISANO (LIBERO)
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