26.11.08

Recurso antiinflación

En una economía de mercado global no sólo la oferta y la demanda determinan los precios. También la participación activa de los usuarios y consumidores. Productores, proveedores y clientes consolidan pues un sistema de informaciones que se retroalimentan entre sí –en medio de datos y señales– y que les compelen a actuar a todos juntos con transparencia y con buenas prácticas. Precisamente esto es lo que hace falta en el tema de las alzas de las tarifas eléctricas, para evitar caer en falta de competitividad y riesgo de inflación.


De manera que ha llegado el momento de exigir al ente regulador Osinergmin (Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería) mayor seriedad en relación con las fórmulas y a la oportunidad que toma en cuenta para decidir si eleva los precios de la electricidad de uso doméstico e industrial. Si sus ratios y variables adolecen de precisión y sinceramiento, entonces con la mayor buena fe debería replantear sus mecanismos técnicos de cálculo tarifario. Y es en medio de este intríngulis que una institución tradicional del sector privado –la Sociedad Nacional de Industrias SNI– ha sido la única voz que ha puesto los puntos sobre las íes en aras de la eficiencia y la competitividad empresarial.

Sin embargo la SNI ha ido más allá. Ha presentado a Osinergmin un recurso de reconsideración, el cual debe ser atendido dentro del marco legal y no –como con razón ha denunciado ese gremio empresarial– bajo un contexto viciado, donde el ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, alegremente adelanta opinión a favor del ente regulador, sin considerar que éste es un órgano independiente y técnico. Volviendo al referido recurso, allí se demuestra que las alzas de las tarifas no se ajustan a ley. Además, precisa que la suba de precios es incoherente porque en el mundo éstos tienden a la baja. Por ejemplo, basta recordar que el precio del barril de petróleo fluctúa en alrededor US$ 50 dólares, es decir ha caído en cerca de 100 dólares/barril desde julio pasado, cuando se situó en US$ 147/barril.

Pero el asunto es grave porque el ministro Sánchez ha asegurado que “el reajuste de las tarifas se tiene que dar porque de lo contrario podría bajar la calidad del servicio de alumbrado y podría volver el país al racionamiento”. Ante este “argumento” ministerial debemos señalar que sus extremos no se condicen con la realidad, puesto que, según la SNI, las generadoras y distribuidoras privadas de electricidad alcanzan utilidades de 22.1% y 17.1%, respectivamente. Estos guarismos demuestran pues que ambos sectores ya obtendrían ganancias importantes. Entonces cabe preguntar: ¿acaso el MEM y Osinergmin quieren que ganen más dinero sin invertir y a costa del bolsillo de los ciudadanos y de los industriales

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