24.11.08

Apoteosis en la Plaza de Acho

Nuestra Feria Taurina no pudo tener mejor final. Los tres toreros, y también el ganadero, salieron ayer en hombros del coso bajopontino. Los diestros cortaron nueve orejas en una tarde para el recuerdo

Por Bartolomé Puiggrós Planas


Corridas así hacen afición y la plaza estaba a reventar, como hacía años no estaba. La fórmula es clara: figuras y buen ganado. Los espectadores presagiaron el gran espectáculo que hubo ayer. Esta es la fiesta que nos gusta y lo que quiere la afición de Lima --que no está dormida ni mucho menos-- es ver a las figuras, porque estas se justifican. Corrida para el recuerdo.


Bien presentado el ganado de Roberto Puga, en conjunto una buena corrida. Y los toreros en maestros, cada uno en su estilo, Enrique Ponce genial, David Fandila El Fandi espectacular y Sebastián Castella valentísimo.


Ponce vistió de berenjena y oro, El Fandi de verde turquesa y oro y Castella de lila y oro con cabos negros. Ponce sacó a saludar a sus alternantes y grande fue la primera ovación.


PHD DE LA TAUROMAQUIA
Ni maestro ni catedrático. No le caben adjetivos a Ponce. Ayer "se excedió", como dijo alguna vez en Valladolid el mozo de espadas de Pepe Luis Vásquez de su maestro. Su privilegiado modo de torear le saca al toro lo que tiene y le da al público lo que quiere. Y claro, lo borda con una facilidad y galanura increíble. Está claro que hoy se torea mejor que nunca. Su primero se acostaba por el pitón izquierdo de salida, pero aun así, lo toreó muy bien con el capote. Empezó con unos doblones maestros, para domeñar al burel, luego fue tanteando, ya que en los primeros compases perdía dos pasos para colocarse bien en los derechazos, hasta que se acopló con la embestida y empezó el recital, ligando en un palmo que es el toreo bueno. Series largas de varios muletazos, mandones y templados, cada uno una obra de arte. Los pases de pecho duran un siglo y se enrosca el toro a la hombrera contraria. Varias series en este estilo, pases de las flores, redondos completos de pie y flexionando la rodilla. Hay un silencio expectante, el llamado silencio de Lima, precede a unos naturales no tan logrados y estocada desprendida. Espectacular muerte de toro bravo en los medios resistiéndose a morir. Claro, dos orejas.


Lancea a pies juntos a su segundo que se para en cada lance. Recorte torero para ponerlo en suerte al picador, también aquí tardea el bicho. Brinda al público y otra vez los mandones doblones. Otra vez empieza perdiendo dos pasos y luego el recital a un toro codicioso y noble. Naturales citando con el llamado "cartucho de pescao" de uno en uno, larga faena, hay pases de las flores para colocarse en otra serie, termina atacando al toro en cada muletazo citando hasta con el zapatillazo, abaniqueo y adorno, larguísima faena. Estocada entera trasera y otras dos orejas. Se supo anoche que el Consejo Taurino del Rímac otorgó el Escapulario de Oro a Ponce. El de Plata fue para Galante de la dehesa colombiana La Ahumada, lidiado en la segunda de abono.


TORERO DE RAZA
Distraído en el capote es su primero. Chicuelinas en el llamado quite. Banderillea. El primero, al cuarteo, es a cabeza pasada; el segundo, de adentro hacia afuera, y el tercero al violín. Empieza de rodillas en el tercio, ya que citó desde los medios y se fue acercando a un toro de embestida rebrincada y codiciosa, y le liga varios muletazos, luego son muy buenos los derechazos ligando en un palmo ya de pie, pero la faena va a menos, naturales enganchados, desarme, molinete y buena estocada le conceden la oreja, suponemos por la estocada, porque había pocos pañuelos.


El sobrero se emplazó y hubo que llegarle, sale suelto de las suertes en la que hay un manojo de lances, una verónica, una chicuelina y un desarme, aunque codicioso, va con las manos por delante el morito. Otra vez coge los palos y el primero es el de la moviola, el segundo de poder a poder y en el tercero, con cuatro banderillas, clava al violín, y se revuelve y clava al cuarteo. Gran ovación. Brinda al público y tantea por bajo. Molinete, pase del desprecio y hay otro Silencio de Lima. Excelentes series ligadas en un palmo de terreno que es el toreo bueno. El astado se aploma y baja el tono, martinetes manoletinas y buena estocada, le conceden las dos orejas que parte del público protesta.


VALOR Y GRAN PROGRESO
El gabacho empezó toreando a la verónica y termina en un bonito recorte. Su labor con la pañosa la empezó con cuatro por alto a una mano sin casi moverse después de otro Silencio de Lima, no se acopló al principio de la faena, pero poco a poco logra que el astado, que se revuelve pronto y achucha, tome la muleta bien, le cita a muy corta distancia, ya que se aplomó el toro, tirando de él en las series de derechazos, luego le va sacando partido, hay un pase de las flores, bilbaínas enroscándose el burel y arrimón atacando todo el tiempo, otro achuchón al igualar y estocada honda desprendida de la que se amorcilla el toro y tarda en coger el verduguillo del que necesita un golpe.


El sexto no repite en el capote y lancea a pies juntos, se deja al toro crudo, es decir sin picar, y en el quite hay chicuelinas y revolera. Brinda al público y empieza en los medios con varios pases cambiados por la espalda, incluso en alguno ganando terreno. Luego, se nota su evolución y la mano de Pablo Lozano, cuya casa lo apodera, ya que los derechazos son excelentes, ligando en un palmo, templando, mandando y gustándose, son así tres o cuatros series que da entre aclamaciones, cuando se torea bien como lo aprecia el público. Martinetes, molinetes, larguísima faena, otra vez la bilbaína y el arrimón, aun más alarga la faena, parece que suena un aviso, y sigue. Algunos piden el indulto del toro, otros no, el torero duda, el toro pide tablas y al fin sale le ganadero y lo indultan, concediéndole las dos orejas simbólicas. Si bien el toro no parecía de indulto fue un premio quizá para el conjunto de la corrida. Al tremendo juez lo abroncaron otra vez por esto.

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