Ayer, en la Plaza Dos de Mayo, alrededor de 500 personas sentenciaron a George W. Bush. De los otros líderes mundiales nadie dijo palabra. Menos del TLC con China y de Hu Jintao, el presidente elegido por el Partido Comunista chino.
¿Qué pasó con la Asamblea Nacional de los Pueblos? ¿Dónde se metió Ollanta? ¿Aprovechó el feriado largo? ¿Qué pasó con la izquierda furibunda de la ALC-UE?
En mayo no sólo llenaron la mitad de la plaza donde se reúnen, sino que cientos de delegados abarrotaron los salones de la Universidad de Ingeniería con un Tribunal de los pueblos. Incluso se jugaron un partido de fútbol para que Evo Morales fuera la estrella. Al final, el hijo de esa encerrona fue el paro de julio, la Coordinadora Política Social y el plan de lucha, que culminaría en estos días con la Asamblea Nacional de los Pueblos.
Del plan de lucha salieron el paro de julio, la jornada de protesta de octubre y las asonadas que los frentes de defensa de Patria Roja provocaron trepándose en las reivindicaciones de Moquegua, Tacna, Cajamarca y Sicuani. Según el plan, las protestas culminarían en una Asamblea que, aupada en la protesta generalizada a causa del hambre y la inflación, cuestionaría la legitimidad del Congreso y del Presidente y convocaría a una Constituyente. Esa Asamblea se produjo el fin de semana pasado en el local de Construcción Civil y nadie se enteró. Lo único que trascendió fueron las tradicionales pugnas y enfrentamientos que caracterizan a la izquierda peruana.
¿Qué pasó con la unidad conquistada en mayo en los salones de la UNI? ¿Qué faltó esta vez? Fácil: el aceite de Chávez.
En mayo, el presidente venezolano pretendía hacer el show contra Uribe y a favor de las FARC, pero la computadora de Raúl Reyes le aguó la fiesta. Hoy el precio del barril de petróleo está en la tercera parte de lo que estaba durante la ALC-UE y esta vez Chávez no pinta nada. Eso es lo que le pasa a la izquierda.
Cecilia Valenzuela
¿Qué pasó con la Asamblea Nacional de los Pueblos? ¿Dónde se metió Ollanta? ¿Aprovechó el feriado largo? ¿Qué pasó con la izquierda furibunda de la ALC-UE?
En mayo no sólo llenaron la mitad de la plaza donde se reúnen, sino que cientos de delegados abarrotaron los salones de la Universidad de Ingeniería con un Tribunal de los pueblos. Incluso se jugaron un partido de fútbol para que Evo Morales fuera la estrella. Al final, el hijo de esa encerrona fue el paro de julio, la Coordinadora Política Social y el plan de lucha, que culminaría en estos días con la Asamblea Nacional de los Pueblos.
Del plan de lucha salieron el paro de julio, la jornada de protesta de octubre y las asonadas que los frentes de defensa de Patria Roja provocaron trepándose en las reivindicaciones de Moquegua, Tacna, Cajamarca y Sicuani. Según el plan, las protestas culminarían en una Asamblea que, aupada en la protesta generalizada a causa del hambre y la inflación, cuestionaría la legitimidad del Congreso y del Presidente y convocaría a una Constituyente. Esa Asamblea se produjo el fin de semana pasado en el local de Construcción Civil y nadie se enteró. Lo único que trascendió fueron las tradicionales pugnas y enfrentamientos que caracterizan a la izquierda peruana.
¿Qué pasó con la unidad conquistada en mayo en los salones de la UNI? ¿Qué faltó esta vez? Fácil: el aceite de Chávez.
En mayo, el presidente venezolano pretendía hacer el show contra Uribe y a favor de las FARC, pero la computadora de Raúl Reyes le aguó la fiesta. Hoy el precio del barril de petróleo está en la tercera parte de lo que estaba durante la ALC-UE y esta vez Chávez no pinta nada. Eso es lo que le pasa a la izquierda.
Cecilia Valenzuela
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