26.11.08

Los Lewis y la próxima vez

Charles Lewis fue uno de los productores del prestigioso programa de investigación 60 Minutes. Luego de enterarse de que la directiva de CBS –por sus vínculos corporativos con una compañía tabacalera– prohibió la transmisión del testimonio de un testigo que denunciaba un grave escándalo de esta empresa, Lewis renunció a la emisora.

En 1989, Lewis creó el Centro para la Integridad Pública, que investiga asuntos relacionados a la ética, la política y los medios, el cual descubrió los favores especiales que Dick Cheney otorgaba desde el poder a la empresa que el aún vicepresidente de EE.UU. administró por ocho años, Halliburton.

En su artículo 'El Gigante y los Enanos’, Vargas Llosa analiza la historia de 60 Minutes y las tabacaleras –recreada en el filme El informante– y se pregunta: “¿Llegarán, en el futuro, los intereses de las grandes empresas a conseguir aquello que los estados totalitarios se propusieron y fueron incapaces de lograr: un mundo robotizado por la desinformación?”.

Lewis comparte la misma preocupación: “Pensaba que el periodismo y el estado de la democracia habían llegado a su más bajo nivel y que no podrían empeorar. Estaba equivocado. Hoy (2007) está mucho peor”. Otro Lewis –Caroll–, autor de Alicia en el país de las maravillas, contaba a tres pequeñas hermanas el inicio de lo que sería su famosa obra y, ante la insistencia de ellas de proseguir su narración, pidió una tregua: “La próxima vez”. Las niñas replicaron: “¡Ya es la próxima vez!”.

A quienes creen que la libertad no está en peligro cuando intereses políticos, económicos y de los medios se entremezclan, es bueno recordarles el mensaje de ambos Lewis: ¡Ya es la próxima vez!

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