29.11.08

Primero los chilenos

Hace meses, el general Edwin Donayre, comandante general del Ejército Peruano, expresó que, en el caso de una invasión de Chile, los invasores tendrían que salir “en cajones o bolsas”.

Fue en reunión privada y en respuesta a una pregunta. A raíz de esa declaración se ha armado un escándalo en el Perú, que autoridades chilenas aprovechan para presionar y amenazar a nuestro país.

Creo que cualquier soldado, o incluso cualquier ciudadano de a pie hubiera respondido lo mismo que Donayre.

Algunos elementos de la respuesta de Donayre no deberían molestar a nadie. Plantean una guerra justa, concepto que nació en la antigüedad, y se refiere a la acción bélica que se libra contra un invasor.

Modernamente ha surgido el concepto de guerra asimétrica. Es lo que se emprende contra un enemigo poderoso y quizás vencedor. Allí entran a barajar todos los elementos defensivos: remanentes del ejército vencido, fuerzas irregulares, guerrilleros, saboteadores y hasta atentados individuales.

Se trata, en el fondo, de una guerra de todo el pueblo. Irak muestra el potencial de ese tipo de resistencia.

Los latinoamericanos no debemos olvidar la guerra de resistencia encabezada por Andrés Avelino Cáceres, precisamente contra el invasor chileno. El gran periodista que fue Ernesto More me contó que el comandante peruano Julio C. Guerrero, secretario de Cáceres, y científico de la guerra que dominaba el alemán, le refirió en Berlín que jóvenes revolucionarios chinos, enviados en los años 20 del siglo pasado a estudiar el arte militar en Alemania, habían analizado con interés la lucha de Cáceres expuesta por Guerrero.

Digna de recordación es asimismo la guerra de liberación emprendida por el héroe nicaragüense Augusto Sandino. Como se sabe, gracias a prostitutas de Puerto Cabezas arrebató armas y municiones a los invasores yanquis.

¿Dónde está la ofensa de Donayre? Ante todo se sabe que Chile, que más de una vez invadió al Perú y le arrebató territorio, trabaja desde Pinochet, y aun antes, con una hipótesis de guerra contra el Perú.

Las exorbitantes compras de armas que Chile efectúa, y que superan en monto a las de Brasil o Venezuela, preocupan a América Latina, pero no al Presidente Alan García.

El escándalo ha tenido como animador a Gustavo Espinoza Soto, el congresista impresentable, quien se encargó de remitir a congresistas chilenos la grabación del diálogo del jefe militar peruano.

Espinoza Soto es el extraño personaje que afirmó que Ollanta Humala había recibido 100 mil dólares enviados por Hugo Chávez, Presidente de Venezuela, en cajas de leche Gloria.

Al general Donayre lo pueden castigar por lenguaraz o por comediante ameno e involuntario. Pero no a exigencias de Chile y por decir lo que muchos peruanos piensan.

la primera

No hay comentarios: