20.5.09

Giampietri el keikista soy

Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

¿Por qué invitaron a este tío al gobierno?

Un candidato elige su plancha por amistad, confianza o complementariedad que refuerza los aspectos débiles de su postulación, pero también pensando en quién podría reemplazarlo si se muere. Por ello, cada vez que Luis Giampietri opina, se refuerza la sensación de que Alan García se cree inmortal.

La falta de sintonía del vicepresidente Giampietri con el discurso oficial es cada vez más ‘rochosa’, como en las opiniones del domingo pasado en las que, por si quedaba alguna duda, sale del clóset con la camiseta naranja y se declara fujimorista convicto y confeso. O, para ser más precisos, un hincha apasionado de la candidatura presidencial de Keiko Fujimori.

El vicealmirante se lanzó con todo por dicha candidatura “porque garantizaría que el país continúe en la senda del progreso en la que estamos” y porque “Keiko es una mujer que está formada a los criterios que su padre utilizó en la primera parte del gobierno”.

Cuando Giampietri habla de la “primera parte” seguro quiere diferenciarla de la “segunda” en la que, supuestamente, creció la influencia de Montesinos, cuando lo evidente es que ‘el Doc’ cogobernó con Fujimori de cabo a rabo. Asimismo, luego de afirmar que en los noventa se “sentó las bases para esta bonanza que tenemos ahora”, Giampietri plantea que “Fujimori en algún momento tendría que ser indultado”.

Ya se ha hecho frecuente que, cada vez que el vicepresidente opina, aparecen los voceros del oficialismo para recordar que Giampietri solo es un invitado y que la bancada aprista en el Congreso no comparte su punto de vista. Pero con tantas discrepancias, ¿para qué invitaron entonces a este tío?

Hay quienes ven en Giampietri a la cerecita en el pastel del pacto aprofujimorista, pero la cantidad de discrepancias es larga: traer a Alberto Pandolfi al gobierno, ascender al Business Track Elías Ponce, renegar de la designación de Mario Vargas Llosa en el Museo de la Memoria, plantear un proyecto para limitar las inversiones de países extranjeros, acabar defendiendo a impresentables como Nicolás Hermoza, Montesinos y sus secuaces Jesús Zamudio y Roberto Huamán Ascurra en el caso Chavín de Huántar, o promover el inconveniente proyecto del canon para las fuerzas armadas que rompe el criterio de caja única que siempre ha defendido el MEF.

La pluralidad de opiniones es valiosa en un gobierno, pero no con aportes como los de Giampietri que promueven la superioridad del ámbito militar y una vuelta al fujimorismo.

P.D. ¿Tendría el señor ministro de Educación la amabilidad de dejar de promover la mala ortografía, y mandar a corregir de una vez los avisos de los mil días de su gobierno?

LA REPUBLICA

No hay comentarios: