Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe
Su posibilidad electoral no es deleznable
Las nuevas encuestas que están apareciendo sobre la condena a Alberto Fujimori confirman el contrabando que algunos quisieron pasar para hacer creer que la mayoría desaprobaba la condena. Pero esto no significa que las posibilidades electorales de Keiko Fujimori sean deleznables.
Esto se constata en la última encuesta de la Universidad Católica, donde el 62% cree que Alberto Fujimori es culpable de violación de derechos humanos. Ojo que el ámbito de la encuesta es Lima Metropolitana, pues tradicionalmente el fujimorismo obtiene mayor respaldo en el interior del país.
Mirando hacia delante, hay otras dos preguntas relevantes.Una indaga por la responsabilidad de Fujimori en el juicio que está por empezar: 70% cree que él es culpable por entregarle a Vladimiro Montesinos la CTS de US$15 millones.
La consecuencia política de esta sentencia podría ser más negativa que la condena previa porque el efecto de la corrupción es, ante los ojos de buena parte de la población, más grave que la violación de derechos humanos. Pero lo más probable es que, a estas alturas, ya cada quien tenga formado un ‘juicio final’ sobre Fujimori que no se va a alterar mucho por el sentido de las próximas sentencias.
Ahí radica la relevancia de otra pregunta del sondeo de la PUCP en donde se inquiere por el indulto que Keiko Fujimori ha anunciado que le otorgaría a su padre si llegara a la Presidencia, al punto que toda su campaña se podría resumir de este modo: ‘¿quieres liberar a papi? Vota por la hija’.
En ese escenario, 58% estaría en contra (30% porque cree que es culpable y no sería ético que su hija lo beneficie; y 28% porque cree que es culpable y debe cumplir la condena), mientras que 38% estaría a favor (15% porque cree que es inocente; 10% porque, siendo culpable, ya cumplió la suficiente pena; y 13% porque, siendo culpable, está viejo y enfermo).
Aunque la mayoría se opone al indulto a Fujimori, el 38% que lo respalda –en Lima– no es poca cosa. Esto, junto con una intención de voto nacional de 25% que identificó Ipsos-Apoyo hace tres semanas, más el respaldo de algunos medios que ya se pusieron el kimono, proyectan a Keiko Fujimori con el potencial de entrar a la segunda vuelta y, entonces, disfrazarse de ‘mal menor’ y ganar la elección.
A dos años de la elección, impedir ese resultado será toda una prueba de fuego para las fuerzas democráticas del país, especialmente teniendo en cuenta que al presidente Alan García –‘el gran elector’, según propia aseveración– podría no disgustarle la opción de pasarle la banda bicolor a Keiko Fujimori en el 2011.
LA REPUBLICA
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Su posibilidad electoral no es deleznable
Las nuevas encuestas que están apareciendo sobre la condena a Alberto Fujimori confirman el contrabando que algunos quisieron pasar para hacer creer que la mayoría desaprobaba la condena. Pero esto no significa que las posibilidades electorales de Keiko Fujimori sean deleznables.
Esto se constata en la última encuesta de la Universidad Católica, donde el 62% cree que Alberto Fujimori es culpable de violación de derechos humanos. Ojo que el ámbito de la encuesta es Lima Metropolitana, pues tradicionalmente el fujimorismo obtiene mayor respaldo en el interior del país.
Mirando hacia delante, hay otras dos preguntas relevantes.Una indaga por la responsabilidad de Fujimori en el juicio que está por empezar: 70% cree que él es culpable por entregarle a Vladimiro Montesinos la CTS de US$15 millones.
La consecuencia política de esta sentencia podría ser más negativa que la condena previa porque el efecto de la corrupción es, ante los ojos de buena parte de la población, más grave que la violación de derechos humanos. Pero lo más probable es que, a estas alturas, ya cada quien tenga formado un ‘juicio final’ sobre Fujimori que no se va a alterar mucho por el sentido de las próximas sentencias.
Ahí radica la relevancia de otra pregunta del sondeo de la PUCP en donde se inquiere por el indulto que Keiko Fujimori ha anunciado que le otorgaría a su padre si llegara a la Presidencia, al punto que toda su campaña se podría resumir de este modo: ‘¿quieres liberar a papi? Vota por la hija’.
En ese escenario, 58% estaría en contra (30% porque cree que es culpable y no sería ético que su hija lo beneficie; y 28% porque cree que es culpable y debe cumplir la condena), mientras que 38% estaría a favor (15% porque cree que es inocente; 10% porque, siendo culpable, ya cumplió la suficiente pena; y 13% porque, siendo culpable, está viejo y enfermo).
Aunque la mayoría se opone al indulto a Fujimori, el 38% que lo respalda –en Lima– no es poca cosa. Esto, junto con una intención de voto nacional de 25% que identificó Ipsos-Apoyo hace tres semanas, más el respaldo de algunos medios que ya se pusieron el kimono, proyectan a Keiko Fujimori con el potencial de entrar a la segunda vuelta y, entonces, disfrazarse de ‘mal menor’ y ganar la elección.
A dos años de la elección, impedir ese resultado será toda una prueba de fuego para las fuerzas democráticas del país, especialmente teniendo en cuenta que al presidente Alan García –‘el gran elector’, según propia aseveración– podría no disgustarle la opción de pasarle la banda bicolor a Keiko Fujimori en el 2011.
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