Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.pe
Economía peruana sigue a flote a pesar de turbulencia
Siempre hay el riesgo de la nueva ola que revuelque, pero cada día que pasa crece el consenso de que lo peor de la crisis económica ya pasó y de que ya viene la recuperación, la cual será, sin embargo, algo lenta.
Por un lado, la economía mundial ya muestra mayor estabilidad, lo cual es un dato clave por su gravitación en una economía muy dependiente del exterior como la peruana.
A su vez, la economía nacional está mostrando señales de que la tendencia decreciente podría haber culminado en el segundo trimestre del año, y hay indicios razonables de que la recuperación se estaría sintiendo en el trimestre en marcha y con más fuerza en los últimos tres meses del año.
Con ello, la proyección de crecimiento del PBI para el 2009 anda entre 1.5 y 2%. Es un bajón considerable en relación con el año previo, cuando el Perú todavía experimentaba tasas asiáticas, pero si se observa lo que está ocurriendo en las economías desarrolladas y en las de América Latina, se puede concluir que el desempeño de la macroeconomía peruana durante esta crisis ha sido sobresaliente.
Es decir, en un momento de alta turbulencia mundial, la economía peruana logró permanecer a flote con una tasa de crecimiento mucho más baja que la de los años previos pero que es valiosa en el contexto negativo que prima en la región. A pesar de todo, eppur si muove.
Apoyo Consultoría considera que existen las condiciones para la ansiada recuperación por la confluencia de factores como mayor estabilidad en la economía mundial; necesidad de incrementar inventarios de las empresas; situación financiera saludable en las empresas; sistema bancario sólido; y mejora en la confianza empresarial y del consumidor.
Este tipo de apreciaciones son las que seguramente han permitido que la economía peruana sea considerada por el ranking elaborado por la fundación brasileña Getulio Vargas como la de mejor clima económico de América Latina.
Es claro que el manejo de la política económica es el rubro de mejor calificación en la gestión global del gobierno del presidente Alan García. Es una lástima, sin embargo, que ese mismo desempeño no se pudiera haber tenido también en áreas que resultan sumamente importantes para la perspectiva de mediano plazo, como las reformas de fondo en favor de la competitividad, modernización del sector público, educación, salud, seguridad o justicia, en las que en lo que va de este lustro político no se ha hecho casi nada.
LA REPUBLICA
alvarezrodrich@larepublica.pe
Economía peruana sigue a flote a pesar de turbulencia
Siempre hay el riesgo de la nueva ola que revuelque, pero cada día que pasa crece el consenso de que lo peor de la crisis económica ya pasó y de que ya viene la recuperación, la cual será, sin embargo, algo lenta.
Por un lado, la economía mundial ya muestra mayor estabilidad, lo cual es un dato clave por su gravitación en una economía muy dependiente del exterior como la peruana.
A su vez, la economía nacional está mostrando señales de que la tendencia decreciente podría haber culminado en el segundo trimestre del año, y hay indicios razonables de que la recuperación se estaría sintiendo en el trimestre en marcha y con más fuerza en los últimos tres meses del año.
Con ello, la proyección de crecimiento del PBI para el 2009 anda entre 1.5 y 2%. Es un bajón considerable en relación con el año previo, cuando el Perú todavía experimentaba tasas asiáticas, pero si se observa lo que está ocurriendo en las economías desarrolladas y en las de América Latina, se puede concluir que el desempeño de la macroeconomía peruana durante esta crisis ha sido sobresaliente.
Es decir, en un momento de alta turbulencia mundial, la economía peruana logró permanecer a flote con una tasa de crecimiento mucho más baja que la de los años previos pero que es valiosa en el contexto negativo que prima en la región. A pesar de todo, eppur si muove.
Apoyo Consultoría considera que existen las condiciones para la ansiada recuperación por la confluencia de factores como mayor estabilidad en la economía mundial; necesidad de incrementar inventarios de las empresas; situación financiera saludable en las empresas; sistema bancario sólido; y mejora en la confianza empresarial y del consumidor.
Este tipo de apreciaciones son las que seguramente han permitido que la economía peruana sea considerada por el ranking elaborado por la fundación brasileña Getulio Vargas como la de mejor clima económico de América Latina.
Es claro que el manejo de la política económica es el rubro de mejor calificación en la gestión global del gobierno del presidente Alan García. Es una lástima, sin embargo, que ese mismo desempeño no se pudiera haber tenido también en áreas que resultan sumamente importantes para la perspectiva de mediano plazo, como las reformas de fondo en favor de la competitividad, modernización del sector público, educación, salud, seguridad o justicia, en las que en lo que va de este lustro político no se ha hecho casi nada.
LA REPUBLICA
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