El sueño de la integración latinoamericana es uno de esos buenos deseos que, junto con el anhelo de que exista paz entre los hombres de buena voluntad, merece estar en una tarjeta de Navidad. Después de casi dos siglos de fallidos intentos, creo que algunos ya llegamos a la conclusión de que es imposible ponerse de acuerdo en este barrio donde cada vecino no puede ser más conflictivo.
Las declaraciones del presidente García sobre un eventual arreglo entre La Paz y Santiago no son sorprendentes, vistas desde este lado de la mesa, ya que parece muy probable un acuerdo de ese tipo. Pero, lógicamente, no han sido bien recibidas del otro lado, donde han sido consideradas como “provocativas” (¿?) por el canciller mapochino y han justificado otro exabrupto por parte de Evo Morales.
Por otro lado, no queda claro qué motivó a García a declarar. Uno siempre tiene la sospecha –o mejor dicho, certeza– de que la tribuna interna es lo que más le interesa. De ser así, evidentemente el comentario tuvo éxito, ya que monopolizó la atención de los medios. Lo que sí parece una equivocación es la oportunidad de hacerlo, pues ha creado una tormenta con dos vecinos con quienes la nerviosa relación que mantenemos desde hace un par de años se estaba, mal que bien, estabilizando.
En todo caso, lo que confirma este nuevo incidente es lo atinado que fue remitir la posición peruana a La Haya. Una instancia supranacional es la mejor manera de evitar que se pierda objetividad al tratar el tema de manera bilateral, y también ayuda a enfriar los tambores de guerra que algunos ya quisieran escuchar.
Pero el episodio también ha vuelto a poner sobre el tapete una profunda división en nuestro continente que parece salida de la Guerra Fría. Más aún, la defensa que hace Ollanta Humala del gobierno de Morales está claramente motivada por la coincidencia ideológica que tienen, ya que deja de lado los límites marítimos y la relación bilateral para atacar a García por la suscripción de TLC’s, lo cual no tenía nada que ver con el debate inicial.
Incluso, como esa marcada confrontación del chavismo con gobiernos como los de Perú y Colombia está in crescendo, la situación regional inevitablemente se pondrá más tensa. Mayor motivo por ello para ser muy cuidadosos y selectivos en escoger las peleas en las que nos metemos en este barrio lleno de pleitos
PERU 21
Las declaraciones del presidente García sobre un eventual arreglo entre La Paz y Santiago no son sorprendentes, vistas desde este lado de la mesa, ya que parece muy probable un acuerdo de ese tipo. Pero, lógicamente, no han sido bien recibidas del otro lado, donde han sido consideradas como “provocativas” (¿?) por el canciller mapochino y han justificado otro exabrupto por parte de Evo Morales.
Por otro lado, no queda claro qué motivó a García a declarar. Uno siempre tiene la sospecha –o mejor dicho, certeza– de que la tribuna interna es lo que más le interesa. De ser así, evidentemente el comentario tuvo éxito, ya que monopolizó la atención de los medios. Lo que sí parece una equivocación es la oportunidad de hacerlo, pues ha creado una tormenta con dos vecinos con quienes la nerviosa relación que mantenemos desde hace un par de años se estaba, mal que bien, estabilizando.
En todo caso, lo que confirma este nuevo incidente es lo atinado que fue remitir la posición peruana a La Haya. Una instancia supranacional es la mejor manera de evitar que se pierda objetividad al tratar el tema de manera bilateral, y también ayuda a enfriar los tambores de guerra que algunos ya quisieran escuchar.
Pero el episodio también ha vuelto a poner sobre el tapete una profunda división en nuestro continente que parece salida de la Guerra Fría. Más aún, la defensa que hace Ollanta Humala del gobierno de Morales está claramente motivada por la coincidencia ideológica que tienen, ya que deja de lado los límites marítimos y la relación bilateral para atacar a García por la suscripción de TLC’s, lo cual no tenía nada que ver con el debate inicial.
Incluso, como esa marcada confrontación del chavismo con gobiernos como los de Perú y Colombia está in crescendo, la situación regional inevitablemente se pondrá más tensa. Mayor motivo por ello para ser muy cuidadosos y selectivos en escoger las peleas en las que nos metemos en este barrio lleno de pleitos
PERU 21
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