29.8.09

Gas: Mecidas y laberintos

En el tema del gas, el Ejecutivo ha querido marear a todos con tantas idas y venidas. La población comprueba hoy –al ver que el gobierno no ha adoptado lo más aconsejable, como es garantizar que la riqueza gasífera sirva primero para desarrollar al país– que se la está condenando a ser la parte vulnerable y débil cuando en el futuro cercano arrecie más la crisis energética mundial, que no está lejos en el tiempo sino ad portas.
Lamentamos que por un lado aparezca la retórica presidencial, tal como quedó registrada en el último Mensaje a la Nación, y por el otro la voz contante y sonante del aún ministro de Energía y Minas Pedro Sánchez.

Ha primado pues una falsa renegociación con el Consorcio Camisea, lo que hace que en la práctica los intereses privados manejen a su antojo la política energética del país. Por eso, frente al problema de la insuficiencia del gas para satisfacer el mercado local, la conclusión a la que se ha llegado en esta parte del camino es que la exportación se mantiene por encima de todo. Es decir, a la luz de lo anunciado por el titular del MEM en este tema, nada nuevo ha ocurrido. Por ejemplo, señalar que –como parte de los avances de la seudo mesa de renegociación de los contratos de Camisea– la producción de gas del Lote 88 será destinada exclusivamente para la demanda interna, pero sólo por cinco años contados a partir del 2010, cuando se inicie la exportación, no es nada nuevo. Entonces la verdad es que simplemente se ha pateado la cuestión para adelante, porque en el 2015 el hidrocarburo será exportado para México de todas maneras. De modo que no hay nada distinto bajo el Sol.

Otra burla constituye el pomposo anuncio de entregar 155 millones de pies cúbicos diarios de gas natural (MMPCD) del Lote 57 al abastecimiento del consumo interno, pero a partir del primer trimestre del 2012. En este punto no se olvide que ese lote hasta ahora no está en explotación y tampoco se ha informado todo al respecto, pues se olvidó precisar que el gas del Lote 57 al ser de precio libre, será más caro para el consumidor interno, por lo que para ese año podría generarse el alza en las tarifas eléctricas con lo nocivo que ello resulta para la competitividad de todos los peruanos. Así, con todas estas jugadas sólo se quiere mantener el íntegro del gas natural del lote 56 (Pagoreni) dentro de los cauces originales de la exportación. En consecuencia, frente a esta maniobra nos ratificamos en la tesis de que no se puede atender –dada la creciente demanda de gas por nuestro país– al mismo tiempo el abastecimiento al mercado interno y la exportación.

No obstante quedan otros grandes problemas por resolver como el precio del millón de BTU en boca de pozo para el exportador (US$ 0.51), mientras que para los locales llega a seis veces más (US$ 2.60 por MBTU). Encima de todo las autoridades del gobierno dicen que la Fiscalía investigará a los responsables del régimen toledista que cambiaron (vía decretos supremos) los contratos de Camisea. En realidad a ratos nos parece que estamos ante un sainete donde los personajes siguen el mismo libreto: negarle al país la posibilidad de contar con el gas suficiente para llegar a Chimbote, para impulsar el desarrollo de Cusco o de la Macrorregión Sur y para atender la demanda de gas en otras localidades del Perú. Ante el teatral papel del ministro Sánchez, la interpelación debe proceder. Pero la historia no tendrá que acabar con esa sanción política sino que deberá continuar hasta lograr una renegociación de verdad con el Consorcio Camisea.

EXPRESO

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