27.4.09

Déficit de ética

Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

Un desafío para periodistas y encuestadores

Según el ‘Barómetro de las Américas 2008’, el Perú es uno de los países del continente con la menor confianza ciudadana. Es probable que esto se deba a la sensación de que la ética con que se manejan muchas instituciones es lamentable.

Ello explica que algunos gremios estén preocupados por reforzar este ‘déficit de ética’. Por ejemplo, el nuevo presidente de Confiep, Ricardo Briceño, ha anunciado el desarrollo de códigos de conducta en sus gremios afiliados. Tiene razón en hacerlo pues la imagen de la empresa privada no anda bien.

La abogacía es otra actividad de reputación alicaída. Por ello, es valioso el esfuerzo de algunas empresas para establecer códigos éticos en la contratación de estudios legales.

Semana económica informa en su última edición de la evaluación que muchas empresas están haciendo, como parte de los programas de reducción de costos, sobre la continuidad de su participación en gremios o la posibilidad de suspenderla para ahorrarse las cuotas de asociados. Como en cualquier club, la decisión dependerá del valor que el gremio le aporta al afiliado. Pues parece que un valor que hoy en día se requiere reforzar es la ética.

Abogados y empresas privadas no son los únicos rubros que necesitan mejorar sustantivamente la percepción sobre la ética con que se manejan. En realidad, todos lo requieren.

Es el caso, sin duda, del periodismo y de las encuestadoras, dos actividades relevantes para la democracia y que debieran mejorar sus estándares con el fin de ofrecer un mejor servicio al país y, por ejemplo, tener una actuación positiva en el próximo período electoral que empezará con las regionales/municipales de noviembre de 2010 y terminará con las presidenciales/parlamentarias de abril de 2011.

En este sentido, como se hizo notar en esta columna el lunes pasado, el Consejo de la Prensa Peruana y la Asociación Peruana de Empresas de Investigación de Mercados (Apeim) no pueden seguir callados, como ha ocurrido hasta el momento, frente a hechos inaceptables como la difusión amañada de una encuesta en la que se pretendió hacer creer que la mayoría de peruanos estaba en contra de la condena a Alberto Fujimori.

Es un deber del Consejo de la Prensa y de Apeim hacer notar a la sociedad su desacuerdo cuando alguno de sus afiliados comete una falta ética. Solo de esa manera se podrá recuperar la percepción del déficit de ética que tanto daño les hace al periodismo y a la medición de las tendencias de la opinión pública. ¿Podrán hacerlo, o también quieren que se diga de estas asociaciones que, como los otorongos, entre ellos no se comen?

LA REPUBLICA

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