Dime qué placa usas y te diré quién eres". En los últimos 20 años la informalidad en Transporte ha sido tan caótica, que con seguridad ganamos una olimpiada mundial en este tema.
Si de placas hablamos, existe de todo:
� Placas muy antiguas, con 30 o más años de vida, todo un récord mundial.
� Placas oxidadas y carcomidas por el tiempo. Se puede apreciar con mayor frecuencia en las ciudades costeras donde la humedad no perdona nada.
� Placas en madera, las cuales se usan criollamente para identificar el vehículo pero que no tiene ninguna validez.
� Placas "clonadas"; es decir, son iguales a las auténticas aunque no expedidas de manera oficial, se parecen mucho, pero no son.
� Placas en un papel A-4, donde se puede leer: "Placa en trámite", habitualmente en vehículos nuevos.
� Placas con cinta aislante (esas cintas usadas para trabajos de electricidad). Los usuarios moldean las letras y los números, listos para circular sin problemas.
� Placas de vehículos que ya no circulan, están en aparente buen estado, pero pertenecen a vehículos antiguos que ya no circulan.
� Placas de patrulleros, que pueden estar dentro de cualquiera de las modalidades anteriores, pero como son autoridad.
� Placas municipales, es un remedo de placa, montadas en una simple madera y con códigos que los municipales entienden y nadie más.
� Placas militares, cada institución ha creado su propio diseño, en materiales distintos, pero como llevan el logotipo oficial, no les pasa nada.
� Placas de delincuentes, que usan placas auténticas pero robadas, de un sólo uso. Asaltan y la desechan.
� Placas de arrebatadores de Tico, habitualmente auténticas, donde el 3 puede ser convertido en 8 y así sucesivamente, gracias a la magia de la cinta aislante.
En general, el mundo de las placas tiene muchas más variedades, tantas como el ingenio humano, de ahí que la expedición del Decreto Supremo Nº 017-2008, modificado y publicado el pasado 21 de abril, debe poner fin a esta selva de placas y de paso ordenar el transporte y sobre todo acabar con la delincuencia, que tiene aquí una puerta abierta.
Como suelen ser las normas legales, el diseño está dentro de los estándares internacionales, podrán ser identificados según la actividad: particulares, taxis y colectivos, transporte urbano e interurbano de pasajeros, transporte interprovincial, transporte de mercadería; además placas especiales para la policía y de vehículos de emergencia (ambulancias).
Las placas emitidas por las municipalidades quedarán sin efecto y las instituciones militares por ahora no están involucradas, aunque se espera su formalización.
Hasta 1973 las placas eran de 2 letras y 2 números, luego en 1995 se dispone que deben tener 3 letras y 3 números. Las nuevas placas serán de 3 letras y 3 números, pero además tendrán elementos adicionales de seguridad como un sello láser que no podrá ser modificado, será resistente a los golpes y tendrá además una calcomanía que funcionará como elemento que confirma la identidad del vehículo, pero para obtener la placa deberá actualizar el Registro de Propiedad Vehicular (RPV) en Registros Públicos.
Sin embargo, nada de esto funcionará si no existe una coordinación estrecha entre el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, la Policía Nacional y la Superintendencia de Registros Públicos y por supuesto de los usuarios, sólo así funcionará el "DNI de los vehículos" y sólo así podrá disminuir la informalidad y la delincuencia a bordo.
Si de placas hablamos, existe de todo:
� Placas muy antiguas, con 30 o más años de vida, todo un récord mundial.
� Placas oxidadas y carcomidas por el tiempo. Se puede apreciar con mayor frecuencia en las ciudades costeras donde la humedad no perdona nada.
� Placas en madera, las cuales se usan criollamente para identificar el vehículo pero que no tiene ninguna validez.
� Placas "clonadas"; es decir, son iguales a las auténticas aunque no expedidas de manera oficial, se parecen mucho, pero no son.
� Placas en un papel A-4, donde se puede leer: "Placa en trámite", habitualmente en vehículos nuevos.
� Placas con cinta aislante (esas cintas usadas para trabajos de electricidad). Los usuarios moldean las letras y los números, listos para circular sin problemas.
� Placas de vehículos que ya no circulan, están en aparente buen estado, pero pertenecen a vehículos antiguos que ya no circulan.
� Placas de patrulleros, que pueden estar dentro de cualquiera de las modalidades anteriores, pero como son autoridad.
� Placas municipales, es un remedo de placa, montadas en una simple madera y con códigos que los municipales entienden y nadie más.
� Placas militares, cada institución ha creado su propio diseño, en materiales distintos, pero como llevan el logotipo oficial, no les pasa nada.
� Placas de delincuentes, que usan placas auténticas pero robadas, de un sólo uso. Asaltan y la desechan.
� Placas de arrebatadores de Tico, habitualmente auténticas, donde el 3 puede ser convertido en 8 y así sucesivamente, gracias a la magia de la cinta aislante.
En general, el mundo de las placas tiene muchas más variedades, tantas como el ingenio humano, de ahí que la expedición del Decreto Supremo Nº 017-2008, modificado y publicado el pasado 21 de abril, debe poner fin a esta selva de placas y de paso ordenar el transporte y sobre todo acabar con la delincuencia, que tiene aquí una puerta abierta.
Como suelen ser las normas legales, el diseño está dentro de los estándares internacionales, podrán ser identificados según la actividad: particulares, taxis y colectivos, transporte urbano e interurbano de pasajeros, transporte interprovincial, transporte de mercadería; además placas especiales para la policía y de vehículos de emergencia (ambulancias).
Las placas emitidas por las municipalidades quedarán sin efecto y las instituciones militares por ahora no están involucradas, aunque se espera su formalización.
Hasta 1973 las placas eran de 2 letras y 2 números, luego en 1995 se dispone que deben tener 3 letras y 3 números. Las nuevas placas serán de 3 letras y 3 números, pero además tendrán elementos adicionales de seguridad como un sello láser que no podrá ser modificado, será resistente a los golpes y tendrá además una calcomanía que funcionará como elemento que confirma la identidad del vehículo, pero para obtener la placa deberá actualizar el Registro de Propiedad Vehicular (RPV) en Registros Públicos.
Sin embargo, nada de esto funcionará si no existe una coordinación estrecha entre el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, la Policía Nacional y la Superintendencia de Registros Públicos y por supuesto de los usuarios, sólo así funcionará el "DNI de los vehículos" y sólo así podrá disminuir la informalidad y la delincuencia a bordo.
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